EL DÍA CATORCE
A las ocho de
la tarde, gran cantidad de alcalaínos acudió a la convocatoria espontánea de los políticos republicanos y socialistas de la
localidad ante las puertas del
Ayuntamiento. La plaza era un hervidero
de aclamaciones, aplausos y vítores a la República. De sus
sedes y de la Casa
del Pueblo los republicanos sacaron la bandera tricolor, portada por un hermano
del Teniente Castillo Saenz de Tejada en una manifestación pública espontánea.
Gran número de republicanos subieron al salón de sesiones, donde desmantelaron
todos los símbolos y retratos reales. Un republicano de derechas rompió el
cuadro de Alfonso XIII con una navaja, e, inmediatamente, los dirigentes
locales salieron al balcón del Ayuntamiento para izar la bandera republicana.
Encabezaba la manifestación y a los congregados el socialista Salvador Frías.
Antes de iniciarse
la marcha, Salvador, acompañado de un grupo de seguidores republicanos, se
dirigió hacia la casa de Pablo Batmala en señal de reconocimiento a su
liderazgo y le conminó a que se agregara a la explosión de júbilo. Desde su
habitación de despacho de entresuelo, Pablo
le respondió “Sí, pero con una
rama de laurel en la mano”. Los presentes consideraron que Batmala quería
exponer con aquellas palabras las
inquietudes pacíficas que propugnaban los miembros de la candidatura
frente a cualquier muestra de belicosidad, en contra de cualquier otra
interpretación altanera o ufana de la victoria[1].
Recorrieron las calles de la plaza y el Llanillo, gran número de obreros,
miembros de las clases artesana y sectores de la clase media, esperanzados en
que el nuevo régimen le traería un cambio en sus vidas y dejarían atrás los
años del turnismo monárquico.
Similar fue la
reacción de los republicanos de algunas aldeas, como en Charilla, en la Rábita , Santa Ana, Mures o
en la Ribera Alta. En esta
última, en palabras de Francisco de Madrigal: “Seis meses más tarde, el 14 de abril de 1931, se proclama la II República
Española. En la Ribera
Alta se recibirá su llegada de forma festiva; reunidos los
vecinos en la plaza de la aldea, gritarán “Viva la República ”, y alzando
sus gorras y sombreros cantarán la siguientes coplas populares. “También
estaban Casares. Martínez y Caballero, esos son los Ministros, que defienden a
nuestro pueblo, Viva Alcalá Zamora, Emilio Caballero, Fernando de los Ríos y
Julio Díaz Ropero[2].
Este día catorce de
abril, el gobernador interino de Jaén, Juan Lillo, envió un telegrama, en el
que manifestaba “Proclamada la República se hace cargo
de la Provincia
el Ilustrísimo Señor Presidente de la Audiencia autorizará manifestaciones evitando coacciones,
y procurando el orden público a toda costa. Le saluda”
Por la orden
gubernativa, se hizo entrega del
ayuntamiento a la comisión formada por los concejales republicanos y
socialistas elegidos, y recomendaba “
encargando a dicha comisión dicten las oportunas órdenes para mantener a todo
trance el orden público, garantizar el respeto a las personas y a la propiedad,
requiriendo si fuera preciso el auxilio del Comandante del Puesto de la Guardia Civil ,
dándome cuenta inmediatamente del cumplimiento de esta orden y de cuantas
novedades ocurran. Viva la
República ”.
Batmala
fue elegido alcalde y presidente de esta
comisión gestora. Incluso el alcalde cesante les dio las gracias por las
muestras de consideraciones y pruebas de respeto que había recibido,
manifestando la tranquilidad y cordura con el
que se había desarrollado el cambio y deseándoles éxito en el
futuro.
Inmediatamente,
se produjeron varios acontecimientos políticos
importantes. El concejal Francisco Hinojosa López, afiliado al partido Monárquico
Conservador, se pasó a las filas del
partido de Batmala, y otros se mantuvieron fieles a la República , unos como
independientes, caso de Ruiz de la
Fuente , y otros en el partido conservador.
El ambiente republicano
se respiraba en toda la comarca, hasta en
las conversaciones de las gentes más humildes. El joven estudiante, vecino del Castillo de Locubín, Federico Parera, descendiente del líder
liberal en la comarca alcalaína José Parera, y pariente
de otros republicanos, así lo relataba en su Diario:
“Día 16 de abril. Año 1931.
Hasta el tiempo se ha hecho republicano, pues desde el 14 llevamos unos días inmejorables. Como está
enferma Anica Fuentes he subido a verla. Allí me encontré con Trini, mi hermana
de leche. Está estupenda. Como que es una de las indígenas más guapas. Al
entrar saludé con el consabido”Salud y República”, y Anica me contestó con un
¡viva la república! ...(...) yo que no olvido la sangre, soy desde niño
republicano convencido al igual que todos los de la casa (...) Ya han tomado
posesión todos los ministros. Han dado un decreto disolviendo el Somatén. Otro
echando abajo lo hecho por la dictadura ¿me examinaré? (...) Vamos por lo visto
hacia una Republica Federal. Maciá se ha declarado libre en Cataluña y ahora
dice que unirá a las demás Repúblicas Federales Ibéricas. Quizás Portugal si
triunfa Costa en él se unirá a España. ¡Viva Iberia! El primer gobierno que ha
reconocido el nuestro ha sido el de Uruguay. Ya después de esto no se debe
cantar”Al Uruguay no voy...”pues aunque se naufrague se puede dar por bien empleado
si es yendo a un país simpático. El campo está preciosísimo. Esta noche
he dado una pequeña conferencia a unos cuantos labradores. Me han animado a dar
un mitin, y quieren sumarse conmigo para pedir una Biblioteca Popular. Quieren
buscar firmas para que a papá lo nombre alcalde republicano “,[3]
No estaban contentos los republicanos cómo había
quedado la comarca en cuanto a los resultados electorales. Pues el Castillo de
Locubín se había desmarcado del resto de
los pueblos, y había apoyado a los concejales monárquicos. Por eso, se llevó a
cabo una concentración republicana en esta villa y se declaró fiesta local, con lo que se cerraron los establecimientos y los
centros docentes y se convocó una magna manifestación el día dieciocho, con
la llegada de Federico del Castillo,
jefe provincial del partido de derecha republicana liberal, que acudió con
varios familiares y otros miembros
republicanos de la comarca: Batmala estuvo
con él en el ayuntamiento castillero.
Allí se hicieron discursos por parte de
los republicanos locales y el propio Federico que trajo saludos de Alcalá Zamora y del propio
Largo –Caballero con el fin de alentar los decaídos ánimos de la coalición
republicano-socialista. Al mismo tiempo, reflejó el trascendental momento con
esta frase. “Y mientras muchos obreros
pedían limosna para comer, porque no tenían trabajo, las joyas de la exreina se
valoraban en trescientos millones de pesetas”. Ataca duramente al fallecido régimen y entre otras cosas le dijo a
Miguel Primo jefe de ladrones. El pueblo, una muchedumbre inmensa, le aplaudía
intensamente y le ovacionaba y los vivas a Carlitos Castillo salían del fondo
de los corazones”. Y, por la tarde la dedicaron a reorganizar el comité
republicano formado por Federico Parera Piedrola, Juan López y Manuel Ruiz.
Castillo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario