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lunes, 30 de junio de 2014

EL VINO DE LA SIERRA SUR DURANTE LOS SIGLOS XVI y XVII.


EL VINO DE LA  SIERRA SUR DURANTE LOS SIGLOS  XVI y XVII.

 

            El paisaje se gradúa de urbano hacia viñedo con zumacales, algún que otro olivar, cereal y monte. En medio, la zona molinera y de huertas ( Frailes, los 3 de Cabrera, Huejcar, las Juntas). El monte dedicado a la ganadería  con el pasto y el encinar. Los bueyes, cabras, ovejas y cerdos  contrataban al cabildo su servicio. Frailes, zona ganadera, paso obligado a la feria de Noalejo. En el casco  urbano, se buscaban los desniveles para bodegas, y  se horadaba la roca, caso de la Mota. O en la nueva ciudad se construían casas de tres plantas y una bodega, que las había hasta de 60 y 70 vasos ( tinajas, candiotas y cubas) .

 

Son los años en los que el comercio del vino juega un papel fundamental. Hay una extensa red de arrieros y comerciante, en manos de los moros gaçís. Sus mercados más importantes se fijaban en Granada, donde había un privilegio para entrarlo- en Granada, en su alhóndiga y en la Alhambra-, en Jaén y en muchos pueblos   de Córdoba.

El vino baladí, torrontés, añejo, trasañejo, mosto, y tinto en sus variantes de yema, estrujón  y vinagre llegaba a lugares insospechados como Villacarrillo, Antequera o el mismo Madrid a la corte del Rey Felipe III en 1608.

Poco a poco se fueron reduciendo a dos únicas variantes. Tinto y blanco, prohibiéndose las mezclas. Y solía exportarse en pequeñas cantidades de cargas de 15 arrobas y en forma de yema o estrujón.

Distinguían  los viñedos nuevos y viejos, situados junto a los ruedos ( en Alcalá, carrera de San Bartolomé, ladera de la ciudad, san Marcos,  san Sebastián; en Castillo, Viñuela y Clavario; en Frailes junto a las laderas de la ribera ) y en los nuevos (Acamuña, Cerrico de Caballeros y Mentiras, Valcargado, Valdedueñas, Monterrey, Rosalejo , Barrero).

Un capítulo como el de los particulares que compraban el vino de Alcalá nos haría ver que era importante. Si alguna personalidad lo probaba en nuestra tierra, de seguro que posteriormente encargaba a algún arriero que le enviara alguna carga. Fue el caso de Pedro Veneroso, regidor alcalaíno, que estando en Granada como alguacil mayor junto con su familia fundó el Colegio Universitario de San Bartolomé y Santiago o el del corregidor Enríquez de Baldelomar.  O el de los miembros de la Audiencia de Granada, que solían ser regalados con vino, jamones de la tierra por su fama cuando tomaban el cargo de presidentes, oidores, alcaldes del crimen  u otros cargos. Sancho de Flores en 1617. Sobre todo, los conventos eran uno de los lugares que más solicitaban este vino: los franciscanos de Úbeda, la Alhambra y Martos el convento del Rosario, el de Santa Isabel la real, los carmelitas descalzos, trinitarios en Granada en Málaga, los canónigos de Granada. Incluso a ciudades con tradición vitivinícola se enviaban como era el caso de Priego y Baeza a regidores y alcaldes mayores.

Curiosamente, los avaladores eran muchas veces regidores alcalaínos que controlaban el mercado.

Los alcalaínos que se iban de nuestra tierra hacían buena propaganda de su calidad es el caso del abad don Pedro de Moya que en 1609 como racionero de la Catedral de Málaga solicitaba varias cargas de vino para el obispo de Málaga y enviaba a un arriero.  

 Entre los pueblos comarcanos, debemos citar que el vino se intercambiaba con el aceite en Alcaudete y algunos pueblos de Córdoba. En Motril, las cantidades elevadas de venta nos insinuaban un posible sitio de salida para las tierras americanas. Las ventas – hoy auténticos pueblos – eran lugares de consumo del vino alcalaíno: Puerto López, Vélez, Domingo Pérez, Agramaderos, .. Cosa frecuente era su capacidad para nutrir los estancos de una ciudad a través de algún intermediario: Iznalloz, Moclín, Campillo y Noalejo.

            Toda la población estaba comprometida en este comercio. Las bodegas surtían a las haciendas familiares y al mercado. Los artistas invertían las plusvalías de sus ingresos en el negocio del vino. El propio padre del escultor  Pablo de Rojas y sus hermanos adquirieron viñas y tenían bodegas para comercializarlo. 

            Henríquez de la Jorquera, ese cronista de la Granada de finales del siglo XVI y principios del XVII, decía de este terreno, que era abundantísimo de pan y vino, lo mejor del Reino, de que abastece a Granada , con privilegio que tiene de meter vino en Granada tres meses al año, que son los de mayor gasto de Mayo, Junio y Julio.

            Incluso, unos años después, Rodrigo Méndez de Silva abundaba en los mismos términos y decía que tenía un gran trato de trigo, cebada, vino, aceite y ganados.

            En estos siglos,  la vid no sólo era importante por dar empleo a un gran número de agricultores ( labradores de sus propias viñas, pequeños y grandes propietarios , labrador arrendador de cortijo y alguna viña y cereal y pequeño artesano de fin de semana que comparte con otro oficio su labor), sino también por la serie de oficios secundarios y terciarios que se generaban desde su plantación hasta su elaboración. Los aladreros abundaban en la comarca para realizar todo tipo de instrumental que sirviera  en las distintas fases de su cultivo: azadas, tijeras podadera, esparteros para componer los zurrones, mimbreros, los canastos. Tuvieron que  venir alfareros de Jaén para abastecer a los productores y cosecheros de tinajas. Se ubicaron en la calle Tejuela y en sus inmediaciones. Los propietarios o arrendadores- de padres a hijos,  hidalgos y de origen jiennense- solían tener en su cortijo un lagar y ellos mismos vendían el producto, aunque muchas veces era controlado por los mercaderes de origen francés. Las funciones de los propietarios y viñadores eran:

            -que las viñas y olivares los labren, cultiven y amugronen, como si fueran propias, a los tiempos y sazones que se requiere y no corten cepas, aunque sean viejas.

            Los enteramente dedicados a la vid, que solían ser clasificados en peones de cavada, de rosada, de vendimia, los pisadores, los manigeros, los propietarios de lagares...La labor de cavar viñas se reglamentaba específicamente :

 

            Que no entren bestias  salvo las que llevaren la comida o transportaran las herramientas y se aten en los cercados, no derribaran las cepas en el cavado.

            El manigero o propietario controlaba a varios cortadores, que cobraban jornal y se les deba de comer y beber. Los arrieros o portadores se dedicaban a llevar la uva al lagar ante el apareador.

 

 

Peón de cavar
Dos reales y medio
Comida del medio día y vino
El vino que se gasta en el trabajo
Peón de vendimiar
Real
Comida de tres días
 
Peón de podar
Dos reales y medio secos
Vino de dieciocho cuartos
 
Peón de rozar
Real y medio
Aceite, vinagre y aceitunas o lo del tiempo
El pan por el trabajador

Los apareadores no podían cambiar las bases

            Y en el sector terciario, los corredores de vino, los comerciantes o mercaderes, los arrieros , mesoneros y los vendedores.

Los corredores de vino procedían desde la fundación de la ciudad y eran encargados de controlar las medidas, de inspeccionar las ventas y de cargar adecuadamente las tinajas- pequeñas, grandes y medianas- , candiotas y cualquier otro tipo de medio de transporte. Y no sólo se quedaban en eso, si no que conocían perfectamente el mercado del vino, los momentos álgidos y los oportunos de venta, se reservaban  el vino para sus clientelas. En suma, eran una especie, que a veces caía en el feo vicio del tráfico de influencias, y fue cuestionado en muchas ocasiones. De ahí que hubo intento que fueran elegidos anualmente y no fueran cargos vitalicios. 

            Los comerciantes o mercaderes podían ser los mismos cosecheros o productores, personas dedicadas a este oficio, con frecuencia, especializadas en los principales puntos del mercado regional: Granada, Málaga, Jaén y Motril, e intermediarios de otros puntos de venta, en sus dos vertientes, de estancos para una  ciudad o de tabernas y casas importantes.

            Los  arrieros se dividían en los que tenían su propio servicio, muchos de ellos de campesinos de otras comarcas, otros estaban relacionados con los comerciantes y mercaderes, y un tercer tipo, auténticas compañías o cooperativas de  arrieros que se encargaban del traslado de esta preciada bebida a Granada o Jaén. Suelen ser esclavos y criados y jornaleros.

            Para el comercio con la zona jiennense, solían trasportarlo los arrieros de Martos, Alcaudete y Alcalá; para los de Granada , los de Colomera, que eran moriscos; para Córdoba, los de Lucena. Curiosamente, se producía otro intercambio con estos pueblos que venían trayendo el vino cordobés y a veces se llevaba la nieve de Valdepeñas.

 

            Los vendedores  tenían una variada tipología: en primer lugar estaban los particulares, que traficaban desde sus mismas casas y desde los lagares; los mesoneros que expendían vino al por menor y mayor;  en  Alcalá dio lugar a una calle llamada de los Mesones e, incluso, una de las aceras del camino del Llanillo, llegó a llamarse la de los Mesones; las tabernas de otras ciudades, las alhóndigas, las ventas en los terrenos rurales, los estancos, la lonja del puerto de Motril.

            Con frecuencia, aparece en los puntos importantes, un especialista o corredor de venta, representante del vino alcalaíno, en ciudades importantes como Granada, Málaga y Málaga, que controlaba la venta del vino a los compradores para su abastecimiento o para transportarlo a América.

            En la propia Alcalá  hubo necesidad de crear una alhóndiga, cercana a la fortaleza de la Mota para regular el trato entre comerciantes. Pues hubo años que sobrepasaron los 505.000 litros de exportación.

            Esto dio lugar a que se evitara el almacenamiento que hubo a hasta 169 puntos en Alcalá.  Los grandes propietarios eran los que más acumulaban en las bodegas. Es el caso de Juan de Aranda Italia que llegó a tener 56 tinajas en diversas bodegas.

 

            Una viña producía quinientas arrobas de yema. A la que se quitaba el diezmo y se quedaba en 452, sesenta y ocho arrobas de estrujón, aplicado el diezmo 61. El trabajo que necesitaba era de 4 o5 cortadores durante 9 días, acarreadores a real y medio, el pisador costaba diez día a 3 reales, l burro del acarreador a real y medio, el pan 11 reales. En total 5.585 ms.

            El vino era importante con fines religiosos para la misa y era una de las ofrendas de los devotos junto con  la cera, y el pan.

            La fiesta del Corpus con el desfiles de comparsas y diablillos y danzas y la del quince de agosto se celebrar con gran derroche de espectáculo y de vino para sus participantes. Unos meses antes, se hace la Candelaria que anuncia la Víspera en Alcalá y aldeas con fogatas y vino.

 

            El vino impregnaba todas las facetas de la vida, acompañado de garbanzos y almendras o sustituido por el resoli  solía ser un ingrediente primordial de las fiestas de campo, los días de rifas, bautizos, bodas y romerías. En las bodas los brindis por todas aquellas personas que regalaban tras la bandeja con el vino del mismo vaso

-          me da licencia para hacer una dádiva a su hija

-          haga la dádiva y Dios se lo premie

-          quisiera que fuese una cosa como él se merece

-          - brindo por fulano

-          y- usted una de ellas

            E, incluso, en los entierros de los niños y los adultos. Curiosamente, en los primeros solían bailar los presentes el baile de castañuelas en derredor del cadáver y después se le repartían  vino y garbanzos. En los adultos, los hombres se topaban con un pañuelo de colores en la cabeza para manifestar el sentimiento.

 

            Era lo único que se podía beber en los días de fiesta tras la ceremonia de la Misa Mayor, que era cuando estaba permitido abrir los mesones  para disfrute de todos los trabajadores que no podían ejercer trabajo alguno.

.    

 

            Un momento clave para la caída de los vinos fue la entrada de los vinos cordobeses, que traían fingidamente sus vinos hacia Valdepeñas y aprovechaban sus cargas de regreso con nieve.        Esto provocó una auténtica liga entre los comerciantes y productores alcalaínos en 1632. Los segundos hicieron Concejo abierto y destruyeron las cargas de los arrieros. Se produjeron luchas de bandos entre los Cabreras y los Sotomayor. Cada uno partidario de  unos intereses diferentes: la no importación de vino y el libre comercio. Tuvo que intervenir el corregidor Soria y Vera: castigó a culpables y prohibición de venta de vino de fuera

 

 


 
            Esto fue el canto de cisne de los hidalgos. Pues el monopolio y su privilegio acabó ante la competencia de los viñedos granadinos.  También, la s sequías y la peste hicieron rozar muchas viñas a finales del siglo XVIII.

domingo, 29 de junio de 2014

FRAILES. EL VINO TRAS LA CONQUISTA EN LA SIERRA SUR.


           
EL VINO TRAS LA CONQUISTA CRISTIANA (DEL PREGÓN DEL VINO AÑOS HA) CON MOTIVO DEL DÍA DE SAN PEDRO.  
 
 
 

           

Con la conquista cristiana, desaparecida la inestabilidad de la frontera y la posible tala de campos y vides,  la expansión del viñedo fue un hecho innegable. Además, de elemento esencial para la vida y de productor de riqueza, el vino impregnaba  todas las actividades de la vida. Así lo recoge  la poetisa alcalaína María Pilar Contreras:

 

            “Tremolado el estandarte de la Cruz en las torres de la Alhambra, lanzados del suelo   español los hijos de Mahoma, ya Alcalá entró en una vida tranquila, tan de desear, después de una serie no ininterrumpida desangrientas y ncarnizadas luchas. Los capitanes que mandaban y los nobles que siguieran, formaron la primera clase social, los demás habitantes cultivaban el hermoso terreno virgen. A las márgenes de los arroyuelos que brotaban al pie de las gigantescas rocas, levantabánse las humildes casas de campo, hoy aldeas, hiciéronse plantaciones de extensos viñedos, espesos bosques de álamos y frutales, dando rápido impulso a la agricultura y a la ganadería”.

            Con la conquista de Alfonso XI se mantuvieron y renacieron los viñedos. Por noticias indirectas, se observa que en el primer repartimiento se componía entre las familias de un cortijo de 100 fanegas, varios pedazos de cereal  y varias aranzadas de viñas.

            El paisaje  de viñas solía estar en las proximidades de las aldeas y Alcalá y Castillo de Locubín ( La Viñuela en Alcalá y castillo), donde se entremezclaban las viñas con las casas; en las zonas rurales, el cereal y viñedo.

            Fueron  de  una extensión de una a cinco aranzadas, que se agrupaban para su custodia con un chozón de támaras, piedras, ...para protegerse  de los furtivos y disfrutando de un lagar común: como muestra el gran número de nombres de  Cortijos  de lagar, lagarillo...
Hablando de lagares, los había:

            -de grandes dimensiones dentro del cortijo( vivienda, tinado, lagar, horno y caballeriza)

- pequeño (  cobertizo , lagar y habitación de bodega..)

-  De  cobertizo de retama

-            Lagar urbano. Claro ejemplo de la Mota con su prensa, cana de conducción, receptáculo y bodega.

-       etc..               

 

 

 

           

 

El viñedo estaba muy protegido en medio de una sociedad eminentemente pecuaria por medio de algunas ordenanzas que impedía la entrada del ganado a  los viñedos y el correspondiente aviso por medio de los garabato -  hierro y campanos de los perros-  para que los viñaderos, viñadores y guardianes de viña se protegiesen ante la llegada del ganado.

Los viñadores vigilaban varias heredades, y tenían que tener permiso del corregidor para ejercer su oficio. Se protegían de pequeños cobertizos o cuevas de piedra que todavía jalonan el término alcalaíno. Cobraban su peón, y no podían llevarse ni la uva para su casa ni para su familia, salvo la que le entregaba su patrón ( tres racimos). Tampoco comprar ni arrendar viñas ni hacer trato alguno. Cualquier robo y hurto que llegara a la cantidad de media arroba era castigado con 15 días de cárcel, 3.000 maravedís de multa y una mañana de vergüenza pública en la argolla. Consistía nada menos en sentar al reo sobre el cadalso asido a un madero por una argolla, sujeta al cuello, donde debía permanecer en esta postura  para vergüenza pública o mientras otro u otros condenados sufrían la pena capital.

Los lagares proliferaban en aquel paisaje. Los había en medio del campo: de cobertizo y una pequeña habitación para recinto de almacenaje; de cortijo rural- lagar y vivienda; y de ciudad, sobre todo, en las casas de bodega- fiel reflejo el que se encuentra en la mota. ¡Se prohibía el trato del apareador con los limosneros o demandante, criados o familiares mientras se pisaban las uvas.

La venta de vino en estos años llegó a alcanzar la cifra de 80 taberneros, mesoneros o particulares. 

La razón no ea otra sino que la mayoría de la población  tenía propiedades de vino y gran parte se exportaba.

Los primeros meses del año, la venta del vino se centraba por igual a pueblos granadinos y jiennenses. Decaía en primavera, y en mayo volvía a renacer con la venta de vino a la ciudad de la Alhambra. Poco a poco, la plantación de viñedos en pueblos cercanos a la capital del Santo Reino hizo que su venta decayera a mediados del siglo XVII y se centrara en los pueblos granadinos.

           

            El vino ocupaba , aparte de su  función alimenticia fundamental. uno de los ingredientes en tres actividades  festivas: las mascaradas o fiestas de víspera, los juegos de caña y toros y las máscaradas o gremios.  Solían celebrarse con motivo de las fiestas más importantes de las ciudades y las villas y por las extraordinarias, que  tenían lugar con motivo de la llegada de un nuevo rey o el propio parto de una reina y , el triunfo del ejército español en algunos de sus extensos territorios. Se anunciaba con lumbres en las partes de los castillos, mientras los caballeros recorrían la ciudad anunciándolas el día anterior. Con motivo de la fiesta, se agasajaba con la bebida a los hidalgos caballeros que acudían de otras localidades, mientras participaban en juegos que consistían en simulaciones de luchas de caballeros cuerpo a cuerpo o contra una alcancia, figura de trapo a la que trataba de clavar alguna de sus armas.

            Los gremios representaban ingenios, que no eran otra cosa que pequeñas comedietas graciosas referentes a sus distintas especialidades, los tintoreros, los zapateros, los albañiles,...y sobre todo, los campesinos, que eran los que más pervivieron. A ellos se  les convidaba a vino y así ejercitaban con mayor agudeza todo tipo de excentricidades que no eran capaz de hacerlo estando cuerdos.

            Eran conscientes de la presencia del vino en la fiesta como esta canción de un moriscos en las fiesta de san Diego de Alcalá:

 

            Mala fiesta te dé Dios,

            Y luego tan mal San Juan

            Que te falte vino y pan

            Y tengas catarro y tos.

 

Pues nuestros antepasados vivían enraizados en  una cultura religiosa muy ligada con la gricultura, en la que el santoral servía de prretexto para cualquier actividad y de horóscopo zaragozano anticipado:

            Así en diciembre, por Santa  Lucía, vuestra patrona se recogía por el pueblo campesino: Que tantas fiestas envía. Y más que la noche crece el día:

San Antón, le guarde las caballerizas y las reses a los campesinos


Cabdelaria, San Blas, San Matías, en febrero Igual la noche y el día.


Marzo, sin embargo, sin santos, marcea marzador, pardo.


Cuaresma, las máscaras de campo.


Por abril, los pastores celebraban san Marcos e iniciaban a recoger frutos. Hay varias romerías. Acuden las cofradías con insignias, hacen danzas de palos y espadas, convites , juegos competiciones de entre mozos, rondas sortijas, enramadas y actos superticiosos. Como decía Quevedo en los borrachos:


                               Envainan, y en una ermita

                        Beben ya amigos con sorna

                        Su pendencia hecha mosquitos.

                        Aquí paz y despuñes gorja.

                        Mas vino han despabilado

                        que en esa hagan la ronda

                        que en un mortuorio en Vizcaya

y que en Amberes una boda.

 

Mayo, mayea,  festero empieza con el Día de la Cruz saca la fiesta a la luz, donde decía el poeta:


 


            Aquí dan


                En esta ermita del Santo

            Que celebra España tanto

            Caridad de queso y pan

            Y de aquella agua bendita

            (¿agua dije? afrenta fue)

            de aquel licor de Noé

            que tantos dolores quita.

 


En Mayo, es el momento de renovar contratos los agricultores y de los clérigos cobrar el diezmo


                Al clérigo t la tunda

San Juan los busca.

Por julio, la fecha de a cosecha de trigo y vino:

 

Con Santa Marina en la mano y Santiago cebado.

En Agosto, el campesino vivía la fiesta por excelencia:

Agosto y Septiembre no vienen siempre

Agosto y vendimia no es cada día.

Y ligaba con la actividad de san Lucas que consistía:

Suelta el buey para las yuntas

Mata el puerco y tapa la cuba.

San Andrés, un mes despues, época de matanza y recogimiento en casa.

 

En la Dama de Olivar( Tirso)


  


 

 

 

 TIPOS DE VINOS

 

Los tipos de vino más frecuentes de las fiesta:

 

            -vidueño o dulce, realizado con garnacha o moscatel,

            .           el baladí

-          el torrontés o de color amarillo, variedad española de uva blanca y muy transparente y que tiene grano, pequeño y el mollejo muy délicado. Se obtenían viñas blancas y muy dulces.

-          Baladí. Es una variedad de cepa vinífera de Andalucía oriental, cuyo nombre procede de los árabes.

-          añeejo

-          trasañejo

-          yema que se sacaba de la mitad del tonel

-          estrujón con sabor avinagrado, pus era un vino aguapie que se consegúía con la vuelta dada en la biagra o soga o d esparto al pie de  uva y apretando bien-

-          mosto
-         tinto

 
ALMACENAJE

Solían ser almacenados en tinajas, de ahí que abunden con frecuencia las  bodegas en todas las excavaciones del cerro de la Mota, e, incluso en los cortijos de alguna que otra aldea. Frente a las costumbres de otros pueblos y  ciudades que se almacenaba en cubas y toneles, al principio en Alcalá este alamcenaje  que daba una gran calidad, también provocaba grandes incovenientes, pues se necesitaban de expertos para azarconearlo (  condimentarlo con  diversos productos químicos) y para medirlo a la hora de venderlo en grandes cantidades. Tan sólo, los medidores de vino estaban facultados para ello. Y no era poco lo que se sacaba de vino en estos siglos, pues se vendía de 1.000 a dos mil arrobas diarias en fechas importantes del mes de noviembre, diciembre, mayo y junio, más de 20.000 litros diarios. Hubo años que la comarca llegó a sobrepasar los 600. 000 litros de vino de exportación y casi la mitad de gasto de tabernas, mesones y particulares. Cifra muy significativa para una sociedad de 2.000 vecinos y unos ocho mil habitantes.

 

 

sábado, 28 de junio de 2014

LA FIESTA DE SAN PEDRO EN ALCALÁ LA REAL


El día de San Pedro era la fiesta del clero local, y se organizaba a través de la cofradía de San Pedro, ubicada en la Iglesia Mayor Abacial. Justamente en la capilla de San Pedro la segunda por la mano izquierda o del Evangelio tras el Baptisterio, donde aparece el escudo con las llaves de San Pedro. El ayuntamiento acudía a  la función religiosa invitado por el hermano mayor, que solía ser un clérigo. Estaba constituida por todos los clérigos de la ciudad y tenían enterramiento en las criptas funerarias situadas en su capilla, donde se les decía un responso. La cofradía se mantuvo hasta muy prolongado el siglo XX, donde aparece lista de hermanos, actas de cabildo y capellanías.

viernes, 27 de junio de 2014

RIBERA ALTA (ii)


APROXIMACIÓN A LA RIBERA  ALTA DE HACE DOSCIENTOS CINCUENTA AÑOS

 

 

LA RIBERA ALTA

 

            En los años ochenta del siglo XVIII, se dio un gran impulso al laboreo de las tierras de la zona de las Riberas ( con b , como quiere muchos) Primero, con los nuevos repartos de tierras que llevó a cabo el  rey Carlos III y la mejora de la agricultura, promovida por los ministros ilustrados.

            La zona de las Riberas se había convertido en una asentamiento rural, que procedían de los antiguos repartimientos de tierras en tiempos posteriores a la Conquista de Alcalá, Reyes Católicos, y sobre todo, Carlos V. Pero, en este caso especial, en torno a los molinos harineros que abastecían a la ciudad de Alcalá la Real y a los pocos núcleos significativos de su entorno.

            Ahora se van a completar repartimientos en zonas cercanas a los montes, vertientes, y caminos del Romeral y en dirección a los montes de Fraile, Navasequilla y Trujllos

 

Junto a los  antiguos molineros, labradores y hortelanos surgieron gran número de  pegujareros y los jornaleros.      

           

            Como es lógico de este fenómeno histórico, el labrador, el pegujarero y el jornalero abandonó, a partir de estos años, muchas casas de la ciudad  alcalaína en muchas estaciones del año, y fijó  definitivamente su residencia en  los cortijos arrendados, las tierras de censo de propios y las compradas.

            Con esto, nacieron nuevas necesidades y  nuevos  servicios, entre ellos, un lugar de reunión para  tomar decisiones, para informarse y para cumplir con el  Estado. Este será la ermita.  Y su gestor un sobresaliente o capellán que se encargaba de los impuestos, de las levas, de los censos y padrones.

            No podía atribuirse a esta zona una advocación, más propia que la de  su río, las Riveras, tan ligada al  entorno rural, de donde surgían los nuevos núcleos y diseminados

 

En este año, vamos a llevar a cabo un avance que completaremos el próximo año.

 

TERRITORIO

 

El territorio,  ocupado por el partido de campo  las RIBERAS formaba una demarcación administrativa inferior a la del municipio de Alcalá la Real y no muy bien definida desde el territorio de Frailes hasta las Vegas de Paz. Se enmarcaba dentro del partido de  las  Riberas, Salobral y Mures. Presentaba una fisonomía diferente a otros partidos  rurales como  Charilla o la Rábita, donde había cierto núcleo central y varios cortijos, pues aquí predominan  dos tres núcleos diferenciados ( uno de ellos la cortijada de las Riberas) y  un gran número de cortijo  diseminados.

Se extendía  en orno a las riberas de los ríos de Frailes y  Salobral y limitaba por el sur con el término de Moclín, el oeste con el partido de Palancares, el norte con el de Failes, y el este con el de Santa Ana. Comprendía  cortijos  principales como el de Alfonso García San Isidro, donde estaba la ermita de san Isidro, propiedad de don Pedro de Viedma, el de las Monjas Dominicas, Cañada Honda, de don Diego de Ortega, el de las Albarizas, las tierras de Puertollano, la zona  de Fuente la Encina, el Valenzuela o del Convento de la Trinidad, el Villar, Coscojares, y Cuesta del Salado

 

Estos son datos básicos que ampliaremos en otros años:

 

 

TIPO
PERSONAS
LUGAR
OTROS
Labrador
Alfonso García
 
 
 
 
 
 
 
Antonio Rosales
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Antonio de Cuenca
 
 
 
 
Cortijo de Alfonso García
Una casa de teja en Frailes
20 fanegas de presbítero A.Rincón.
 
 
Casa y cuatro pedazos: uno de veinte fanegas,  otro de 9, otro de seis y otro de tres  de las monjas de la Encarnación  en arrendamiento.
Seis fanegas en Navasequilla, propias de Consolación
 
 
Cortijo de Navsequilla  la Baja, propiedad de Convento de Consolación. (527 fanegas) la Piedra
 
 
 
Pegujarero
Juan García Colodrero
 
 
Vicente Rosales
Casa propia de teja  Pieza de tres fanegas en  la  Ribera
Sus cinco hijos
Jornalero
 
Alfonso Sánchez
Andrés de Baeza
Alfonso Montilla
 
Sin hijos
Maestro de Molino de Pan Moler
Antonio Peñalver
Molino de doña Catalina de Aranda
Una fanega de tierra en Frailes 
Un hijo que le trabaja, cinco menores y un sirviente

 

 

 

 

 

 

 

 

GRUPOS HUMANOS

 

EL LABRADOR Y SU FAMILIA

 

            Suelen  ser vecinos de Alcalá la Real y Frailes, donde poseen casa propia. Arriendan o poseen un gran cortijo en esta zona, y forman una unidad familiar, compuesta por el matrimonio, cuyo padre familiar ronda entre los treinta y setenta años, varios hijos o asnados ( algunos de ellos colaborar en las labores agrícola, los que tienen unos 20 años), y una serie de mozos, denominados de soldada, gañanes o pastores. Cumplimentan los ingresos con piezas de tierra propia, arrendadas a Instituciones Religiosas o a los Propios de la Ciudad

            Los grandes cortijos se transmiten de padres a hijos en el arrendamiento..

            Tiene una economía autárquica, donde se proveen de los alimentos básicos: pan, hortalizas, frutas y carne. Se dedican a la agricultura, que suelen compartir en muchas ocasiones con la ganadería, pues los cortijos  están compuestos de una gran parte de terreno, dedicada a los cereales,  y los montes de alrededor y los propios y comunales de Frailes, a la ganadería.

Disponen de yuntas  ( dos a cinco) para el laboreo, generalmente de bueyes, yeguas, y asnos, como medios de transporte y viaje,  y ganado de cerda, vacuno lanar caprino para las necesidades familiares y para la venta ( pocas unidades); en ocasiones, disponen de  varias colmenas de  abejas.   

            La mansión del labrador suele ser una casa de  cortijo de teja, propiedad de un hidalgo o de alguna institución religiosa (en este partido, no hay ninguno que pertenezca a los propios del ayuntamiento). Se compone de un recibidor o entrada de cortijo, donde se distribuyen una cocina, cuarto, cuadras, tinados, hornos.., un segundo cuerpo de cámara para dormir, y, a veces , un pajar. A la entrada de la puerta suelen existir colgadizos.  Las proporciones son mayores que en otros partidos de campo. Es el caso de la casa de Alfonso García con doce varas de frente y nueve de fondo. Pero las hay hasta de veinte varas como el de Navasequilla.

            En la zona de las Riveras, hay un  caso especial, el labrador hortelano. Es el caso de Antonio Rosales, que arrienda cuatro piezas a las monjas de la Encarnación, no del tamaño de los antiguos cortijos superiores a las cien fanegas de tierra, sino más bien a las pequeñas piezas que se repartieron con motivo de la conquista  de Afonsos XI a los caballeros para complementar a los cortijos recibidos , ( en torno a los ríos y  con labor de huerta). Muchas cayeron en manos de los Cabrera, Pineda, Aranda....pero con el paso del tiempo, al entrar algunos hijos o hijas en instituciones religiosas se convirtieron en propiedad de conventos de Alcalá. Por el interés del caso transcribimos literalmente estas tierras, ya que son el origen de la  aldea, que se generó en torno a la ermita:

            Declaro tengo en arrendamiento una pieza de tierra de veinte fanegas en dicho sitio de la Rivera en la que se halla una casa de Campo y ermita, es  de regadío de la mejor bondad y se halla poblada de carboles frutales y entre estos cien nogales, cuya propiedad  es del Convento de Religiosas de Nuestra Señor a de la Encarnación de esta Ciudad- Los nogales ocupan diez fanegas, dos de frutales menores todo en tierra de primera calidad y las ocho fanegas de sembradura y se regula de utilidad 1000 reales...Otra pieza de nueve fanegas . de regadío, propio del Convento, en la que se hallan siete pies de nogales y dos morales. Tiene siete celemines de nogueras, dos de morales, todo en tierra de 3 calidad, ocho fanegas de hortaliza y sembradura, se renta en 120 reales.....  otrq pieza de tierra en la medida  de tres fanegas de regadía propia del Convento , de tercera calidad, que renta 90 reales,  otra de seis fanegas , propia del convento de secano y sembradura.. por cuya casa  y las cuatro piezas de tierra que van declaradas, pago en arrendamiento mil trescientos y veinte reales... 

Este labrador se complementa con una ganadería puramente familiar, donde predomina  los animales de  labor, y un número pequeño de gado ovino y caprino, junto con otra tierra arrendada, de menor calidad.

Sus rentas debían ser superiores a lo que declaraba en el Catastro de la Ensenada, pues unas entradas de mil  trescientos diez   reales no podían  tener una renta tan nivelada con unos gastos de  mil doscientos cincuenta reales de arrendamientos su   

 

EL PEGUJARERO

 

            Vive  su mayor parte en su vivienda de  la Rivera, pero los hay que viven en Alcalá y en Frailes. No tiene mozos de soldada ni sirvientes, La cantidad de fanegas de tierra del cortijo arrendado es menor , ronda  las cincuenta fanegas y menos aún. Complementa con la venta de ganado

 

EL JORNALERO.

 

Suele ser muy joven, casi no alcanza los treinta años. Vive de su jornal. Está casado, suele vivir como residente  en casa de retama o en algún cortijo, a los que paga una cantidad por vivir o Y no tiene más entradas que sus brazos. No hay ninguno

 

LOS MOZOS DE SOLDADA

 

            Suelen ser de la edad de 18 hasta veintitantos años, analfabetos. No son miembros naturales de la unidad  familiar, acompañan al  labrador en tares secundarias del campo:.el pastoreo, guardar las piaras de cerdos, la siega, el vareo, la recogida de aceituna, la vendimia. También, las secundarias del trabajo del molino...

Cobran  cincuenta seis reales  anuales y se les provee de alimentación, vestido básico y auxilios médicos....

 

 

LOS SIRVIENTES

 

Se diferencian de los anteriores porque el sueldo es mensual y ganan más.

 

LA CRIADA

 

            Es una mujer ligada con la familia casi por vida, y atiende las labores de la Casa de Cortijo, refiriéndose a preparación de comida, limpieza, lavado, costura, crianza de hijos del labrador. No suele abundar en este contexto.  

 

LOS MOLINEROS

 

Se denominan maestros, oficiales o peones de molinos de pan moler. Suelen formar una unidad familiar,: padre con hijos y algunos sirvientes. El molino no es de su propiedad, sino de familias hidalgas o conventos. Y pagan una renta que exceden los cuatrocientos reales. Se complementan con la labro de  algunas tierras propias o en arrendamiento Mantiene animales domésticos para leche y carne.. 

 

UN CORTIJO

 

Sírvanos de ejemplo el cortijo de Navasequilla la Baja. Se componía de tierra y monte y una vivienda o casa cortijo . Distaba de Alcalá legua y media. Tenía”portal, cuarto bajo, cocina, dos colgadizos( uno de tinado), cámaras y su corral con un cuarto de encerrar ganado, tiene por frente de veinte varas, y de fondo nueve tiene asimismo una  pieza de tierra de 727 fanegas de tierra, una  suerte de 160 fanegas de labor y el resto de monte y encinas, ( Al tercio de tres años) 580 pies de encinas, chaparral y monte bajos,. que confronta a levante con tierras de Propios por poniente, levante  y  sur  y por el norte con el cortijo de Antonio Narváez , vecino de Loja. El labrador pPagaba arrendamiento el labrador  doscientos reales y se regulaba en utilidad 1.300 reales..

 

/continuará/

 

            FRANCISCO  MARTÍN  ROSALES