LAS TARASCA
ALCALAÍNA
CORPUS 2010 |
Pero Miguel de Utrilla no se lo pensó más,
quiso dar una sorpresa a las tradicionales danzas y contrató
a Francisco López Navarro, maestro danza por una cantidad de 30 ducados, en los
que iban incluidos los actos de música
con vihuela, panderos y harpa. No se olvidó de los diablillos, e innovó con la
Tarasca. A todo el mundo, salvo a algunos cosarios y mercaderes, les causó
impacto aquella figura. Le preguntaban por doquier a lo largo de la procesión:
-Para
eso empleaste el lienzo que habíamos
comprado con motivo de la plaga de la langosta.
-Para
eso, señor alcalde, para emplearlo en este personaje que encanta en Granada. Que
hay que ahorrar.
-¿Es
originaria la tarasca de estas tierras?,
le preguntó un capellán con bonete cubriendo su cabeza.
-No,
su origen proviene de tierras francesas.
Esta popular mujer que monta sobre este u
dragón alado, dicen que se está convirtiendo
en uno de los momentos más esperados del año en muchas ciudades andaluzas.
-y, ¿ a cuento de qué viene este personaje? Le interrumpió otro capellán?
- Pues, según cuentan loa cronistas de la ciudad granadina, su presencia se remonta desde la propia época de los Reyes Católicos, por cierto ellos fueron los que decretaron que la festividad del Corpus fuera la principal fiesta de Granada y de mayor regocijo.
-y, ¿ a cuento de qué viene este personaje? Le interrumpió otro capellán?
- Pues, según cuentan loa cronistas de la ciudad granadina, su presencia se remonta desde la propia época de los Reyes Católicos, por cierto ellos fueron los que decretaron que la festividad del Corpus fuera la principal fiesta de Granada y de mayor regocijo.
-Esta
es una alegoría del triunfo del bien sobre el mal; su nombre proviene de la región francesa de
Tarascón, donde se dio origen a la fiesta en el siglo XIV. Desde allí la
tradición se extendió por muchas otras ciudades francesas y españolas, sobre
todo en la parte del Mediterráneo.
-Pero, vaya al meollo del asunto, la historieta, eso que llaman su origen mítico- le espetó el escribano Gómez Muñoz.
-Pero, vaya al meollo del asunto, la historieta, eso que llaman su origen mítico- le espetó el escribano Gómez Muñoz.
-Uno
dicen que la Tarasca proviene de una antigua leyenda de origen céltico. Pues “la Tarasca” era un monstruo, muy fiero, mitad serpiente mitad
mujer, que engañaba a los hombres que cedían a sus encantos devorándolos o
mutilándolos horriblemente.
-Qué
miedo,- exclamó el monaguillo mientras aireaba el incensario.
-Bueno
hay otra leyenda más cercana y fiable. Además cristianizada, cuya protagonista es Santa Marta.
-¿Será la Tarasca
la palabra francesa Tarasque, y éste del topónimo de esta localidad
provenzana? –le interrumpió el
calderero francés Juan Serrete que acompañaba el gremio de los herreros.
-Sí,
sí de la Provenza, Francia, es esta criatura
mitológica que habitaba Tarascón y tenía atemorizada a toda la
población, porque talaba los campos y atemorizaba a todo bicho
viviente. Era como un dragón con seis cortas patas parecidas a las de un oso, su
torso similar al de un buey cubierta con
un caparazón de tortuga a su espalda al
mismo tiempo que estaba revestida con una escamosa cola que terminaba en el aguijón
de un escorpión.
-¡Que
miedo! Clamaron los monaguillos al unísono,
-Pues,
si os digo que su cabeza era la de un
león con orejas de caballo y una desagradable expresión. En definitiva, un
monstruo al que todos temían, incluso al propio Rey de Tarascón. Este hasta había llegado atacar a La Tarasca con
todas sus filas y su arsenal, pero sin éxito.
-¡Y
no iba a haber alguien que le hiciera frente?
- Cuentan
que apareció Santa Marta, y encantó a la
bestia con sus plegarias; pues un día
apareció en la ciudad con la bestia domada y subida sobre ella. A las primeras
horas de la noche los tarascones quedaron aterrorizados y atacaron a la criatura con tanto ímpetu que
murió sin presentar combate. Nada menos
que esta acción le valió a Santa Marta como recurso con el predicó un sermón a la
gente y convirtió a la población del lugar al cristianismo.
-Bueno,
entonces, ya sabemos lo del dragón, pero y ¿Santa Marta?
-Pues
os lo comentaré en la Octava. Pues hemos llegado ya a la iglesia y debemos
guardar silencio.
COSTALEROS VIRGEN CABEZA |
El
día de la Octava, recorría la procesión el claustro de aquella bonita iglesia gótico mudéjar; se
paró la Custodia ante el altar levantado
en la capilla del Deán y le dijo su capellán:
-¿Quién
es esa mujer?
-Ah, ya se me había
olvidado, nada menos que la representación de Santa Marta. Sobre el monstruo, ya os lo comenté, la imagen de la doncella Virgen cada año la visten de manera diferente en las fiestas de
Granada. Y o me la he traído de allí
divertimento de gremios, vecinos y aldeanos.
-Vivan los comisarios de
fiestas. Gritaron unos chiquillos en las puertas de la iglesia Mayor y Miguel
de Utrilla sacó unos maravedíes de su bolsillo.
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