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viernes, 20 de junio de 2014

HACIA EL CORPUS V. DECAE EL CORPUS EN EL SIGLO XIX.


 
 
DECAE EL CORPUS
 
Sin embargo, la decadencia es notable y a partir del año 1830, Y, así, se nos muestra el caso curioso de que la fiesta del Corpus solía  coincidir con la de San Fernando y obligaba a  gastos comunes hasta tal punto que se restringió tanto la colocación de cortinas como adornos en la Plaza de la Iglesia Mayor de Consolación,  y sólo se colocaron doscientas luminarias en las Casas Capitulares y la música se hizo presente con dificultad no  permitiéndose el refresco.[1] Todo ello tenía lugar el día del Corpus, su Octava y el mencionado día de San Fernando, no permitiéndose por la escasez de recursos el resto de los días intermedios, ya que no alcanzaba el presupuesto a los tres mil reales para afrontar todos los gastos.
La dejadez de estos años es manifestó hasta tal punto que se fijó un contrato con un vecino de Granada, Pascual Muñoz, que recibe las quejas del cabildo del veintiocho de mayo por los adornos de damasco que eran secillos e indecorosos, por las colgaduras de la fachada prinicìpal,rota, descolorida y enmendada, por el dosel del Rey muy pequeño de mal prospecto y estilo  que en lugar de aderezar afea y desagrada a santidad del día que es dedicado,  mientras la ciudad pretendía un dosel con buen gusto adornado de espejos y cornucopias para colocar los retratos reales y poderles hacer guardias en los días de vocación y funciones. El cúmulo de quejas alcanzaba a la ausencia de los pernos de la Corte que nos lo había puesto, a la de los pabellones de damasco con platilla y pendicios de las ventanas de las galerías convertidos en unas tiras falndo los parabosi, y la conversíon del gran pórtico a corcel anchuroso en un un indecente un cuatropie de damansco viejo y un lienzo de fardo sin cubrir. En los portales de la plaza también afectó todo esto, los pabellones y colgaduras se redujeron a una faja con cortinas de filipidum y unos indecentes pabellones. Se completaba el adorno de la plaza con el laberinto alegórico dedicado al Santísimo Sacramento en la fuente de la plaza, que quedó converitdo en uno irrisorio en lugar de la suntuosidad, sutituyendo las figuras alegórica y columnas en puras líneas indecentes y poco significativas [2].

Es frecuente que se amenizaran las fiestas con castillo de  fuegos a lo largo del año, como hay constancia en el año 1848 [3]. Los antiguos comisarios van a dejar paso en la organización a la Comisión de Ornato que son conscientes de que deben celebrar la fiesta con ostentación y suntuosidad.

No obstante, en los momentos de periodos revolucionarios, que frecuentemente coincidieron con épocas de escasez y penueria económica, se restringieron los gastos de ostentación y lo primero que se quitó fueron los fuegos artificiales y el refresco como sucedió con el Corpus del dos de Junio de 1771, año que estalló la primera República [4]  

El horario era matutino tras la función de iglesia. Sin embargo a finales del siglo XIX, el cabildo solicita que se celebrase por la tarde por lo intempestivo de la hora y se concedió hasta hoy día desde el año 1891[5].

 

 

 

 

 




[1] AMAR. Acta del cabildo del catorce de mayo de 1831.
[2] AMAR. Acta del cabildo del 28 de mayo de 1831.
[3] AMAR. Acta del cabildo del veintitrés de marzo de 1848.
[4] AMAR. Acta del cabildo del dos de junio de 1771.
[5] AMAR. Cabildo deltrece de enero de 1891.

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