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lunes, 16 de junio de 2014

EL OCIO Y LA FIESTA EN ALCALÁ LA REAL. EL CORPUS.


              SIGLOS XVIII, XIX Y XX

 

 

Con el presente artículo llevaremos a cabo completamos la descripción documental de la vida del ocio en la comarca de Alcalá la Real, que iniciamos con los siglos anteriores. Partimos del calendario festivo para finalizar con el resto de las actividades festivas.

 

 

Calendario

 

Es interesante partir de la reglamentación de fiestas establecidas en las ordenanzas recopiladas del año 1751 y en las que el Cabildo tenía obligación de asistir a la función de Iglesia de la mañana y la procesión de la tarde. Allí, aparecen diversas fiestas de la Tabla, que fueron despachadas y decretadas por el Real y Supremo Consejo de Castilla, entre ellas destacaba
LA FIESTA DEL CORPUS:
 

Junio:

El Corpus Cristi se celebraba en la vísperas, que subían los miembros del Cabildo a la Iglesia Mayor Abacial o a la de San Juan sin la presencia del corregidor ni los caballeros comisarios, organizadores de la fiesta. El Día del Corpus, acuden a la solemne función religiosa y procesión; durante todas las tardes de la Octava acuden un determinado número de caballeros. El día Octavo sube toda la ciudad en pleno. Corría con el gasto de la cera y la que sobrara se la dará a Nuestra Señora.

LA FESTIVIDAD DEL CORPUS CRISTI
 
Como fiesta capitular,  continúa celebrándose en los siglo que abarcan del siglo XV hasta el XX, como la más importante de todas hasta tal punto que se mantiene la obligación de nombrar  comisarios en los cabildos últimos del año, hacer presupuesto y contratar todos los elementos de la fiesta del día del Corpus y su Octava, a pesar de las dificultades que asiduamente se van resolviendo los miembros del ayuntamiento para contratar y hacer frente a los gastos. Se llega incluso a tomar créditos por los comisarios hasta que  se les libra de los más recónditos procedimientos: pagas de arbitrios. Hay momentos de que incluso se anulan las suertes de los comisarios y se aplaza su nombramiento en las fechas próximas de la festividad.
Lo normal de dicha fiesta radicaba en que el cabildo municipal acudiera  formado como ciudad desde sus casas capitulares, yendo delante al clarinero de librea, seguido de los porteros y el resto de la ciudad.[1] En la iglesia recogían los comisarios al señor abad, vicario o gobernador, que lo acompañaban hasta el coro; en la despedida los mismos comisarios lo hacían hasta la puerta de la Iglesia en el caso del abad y hasta la sacristía con el vicario, de donde lo sacaron. En el coro se reparte la cera por los porteros parte al coro y otra a la ciudad sin entregarle a los regidores, portadores de palio.


En la procesion general era frecuente  que acudieran todas las cofradías, comunidades religiosas y el cabildo eclesiástico con sus estandartes, cruces  e imágenes, asi como las danzas y los gremios de la ciudad. Estos se vestían y formaban cuadrillas de diablillos y  no sólo con ropas  y rostros de tales, sino con los de los sayones de Semana Santa y otros ridículos y extraordinarios trages, que no vienen al casso para el culto,ni cossa de razón, sino para executar licenciosamente toda suerte de desórdenes. Al final de la manifestación religiosa iba el cabildo, precedido con ochos sujetos vestidos de librea y asistidos por un oficial del cabildo, el clarinero o timbales, los porteros y el resto de la corporación. Al Cabildo eclesiástico- beneficiados, capellanes y clérigos- lo presidía el abad o el gobernador, que era acompañado por dos pajes en el primer caso, asistiéndole con un cojín para bonete.[2]
La villa del Castillo de Locubín también mantenía la tradición festiva y no era extraño que hasta muy entrado el siglo XVIII cooperara el ayuntamiento municipal. Así Juan Beltran de Callava, regidor, contrataba en el año 1742 con Mateo de molina y Tomás de Santiago tres danzas de dieciséis hombres y ocho mujeres cons sus intrumentos para el trabajo de los nueve días, la octava, fiesta y vípseras del Corpus, dándose 11oo reales por persona [3].
Los conflictos entre el estamento civil y religioso son frecuentes. No es extraño que se firme un nuevo convenio de concordia el año 1721, donde se recoge entre otras cosas anteriores como la salutación en los sermones y la presidencia y llaves en el día del Jueves Santo, junto con el acompañamiento de dos pajes en la procesión.[4] Se repiten en el año 1751, que se llega a la concordia con el fin de que todos los estamentos municipales ganen el jubileo que había otorgado Benedicto X.[5] Pero reverdecen a finales de siglo,con motivo de llevar la silla el abad, entabándose un pleito que se hace comparar los privilegios con el de otros obispados[6]. Incluso, en el año 1783 no acudieron a la fiesta por dicho motivo[7] prorrogando el conflicto hasta el año 1793.
Nuevos elementos diferentes a los siglos anteriores se manifiestan en estos siglos. En el año 1725, en la víspera del Corpus, aprovechándose de la presencia del Regimiento de Dragones Pavía, se iluminó la plaza del Ayuntamiento en la calle Real, se hicieron  salvas de fusilería por las tropas y una velada, alternada entre la capilla de música de la iglesia Mayor y los cuatro obóes del Regimiento.
Por los años treinta del siglo XVIII, se escribe en el forro de las portadas de los libros de Cabildo, el dato de la probanza de los dulces del Corpus por parte de todos los regidores y oficiales del Ayuntamiento, señalando la fecha exacta de dicho acontecimiento, como un acto importante de la festividad.


Es frecuente que el cabildo costee la cera de la iglesia de los regidores.[8] Esta  se dedicaba a altar de la Iglesia Mayor, al gobernador, los ministros y el cuerpo de la ciudad. Por las circunstancias adversas o económicas, en años como el 1744, se restringe el adorno de la plaza y se sugiere que sea lo menos costoso posible, ocurriendo el caso de que se suspendan las propinas que se daban a los munícipes y los gastos de danzas.[9]
En la misma línea de restricción de gastos, se aceptó en el año 1749 que se cambiaran los dulces y propinas que daban a los miembros del Cabildo por la parte correspondiente de telade lana para las chupas.[10]
El año 1753 nos ilustra de los elementos constitutivos de la fiesta al presentar las cuentas los diputados encargados de ellas: Los adornos de la plaza, el altar,la cera, los dulces y, curiosamente, la Danza de los Valencianos completaban el montante de unos siete mil trescientos cincuenta y dos reales. Aunque no quieren introducir estilos ni perjudicar lo esencial de la fiesta, la nueva danza de los Valencianos es una novedad de la fiesta, que se repetirá en el año siguiente en el día de la función en el de la Octava al contratarse a Pascual Millares.[11] Unos días después, se nos especifica la reiterada probanza y convite de dulces y además se manifiesta que la procesión salía de la iglesia de San Juan hasta la Plaza Nueva. Una arroba de cera para la hermandad del Santísimo Sacramento, veintitrés libras para la iglesia( preste, diaconos, curas, beneficiados, sorchantres, sacristanes, organistas, maestro de ceremonias, capellanes, campanero y caniculario), cuarenta y cuatro velas de media libra para el día del Corpus y Octava, catorce velas de media libra para para el preste y altar en los días señalados, otra al abad y gpbernador, al fiscal, notario y mayordomo. No se olvidaban de la media libra del paje del Gobernador. El altar de la plaza alcanzaba los dos mil quinientos reales. Los dulces se repartían una arroba para el abad y media para el gobernador, en la misma proporción el corregidor y el alcalde mayor y los regidores y jurados recibían seis libras, dos los escribanos, tres los abogados, dos el capellán del cabildo, dos el contador y el alguacil mayor, administradores de propios y Pósito, y una en el mayordomo, el fiscal, el portero y el trompetero. No obstante, este año se restringió el refresco del Día de la Octava.[12] A veces,se amplia el derecho de cera a los miembros del Tribunal Eclesiástico como en el año 1763. En otras ocasiones, se distingue al corregidor con una cera especial como en el año 1780 [13]. Durante muchos años los presupuestos fijados ascendieron los doscienta y cincuenta mil maravedís.


A mediados de siglo se constata que una familia granadina va ser la encargada de la organización de todos los preparativos, ornamentos, aderezos, danzas, altares, y demás elementos de la Fiesta del Corpus. Era la familia de los Perea, que provenían del Corpus de la ciudad de la Alhambra y, mediante conciertos de siete y ocho años, se obligarán de padres a hijos a organizar los principales actos y adornos. En concreto, el 1757, Juan Perea firma un contrato cuyo memorial recoge el acta del cabildo del día ocho de enero, donde se compromete a a hacer todos los años la función del Corpus y tener pertrechos suficientes, que eran los adornos y altar de la plazajuntamente con las tres danzas de dichos días [14]. El período de duración del contrato suele establecerse con una periodicidad de siete años, que a veces prorrogan como es el caso de este mismo en el año 1763, aunque cada vez exigen nuevos elementos y materiales: en este año precisamente las tablas, madera y rollizo de los altares y de los toldos.[15] Al morir en el año 1772, sus hijos, tulelados por Felipe Guillén, mantienen las mismas cláusulas[16]. En el año 1784, finalizó este contrato y el propio cabildo quien organiza la tramoya del toldo e iluminarias[17].



[1] AMAR. Provisión real recogida en el Libro de Ordenanzas del año 1751, como nota marginal.
[2] AMAR. Libro de Ordenanzas de la Ciudad del año 1766. Folio 32 y siguientes.
[3]AHPJ. Legajo 5312. Folio 703. Ocho deenero de 1742.
[4] AMAR Cabildo del once de enero de 1711.
[5] AMAR. Acta del cabildo del seis de junio de 1751.
[6] AMAR. Acta del cabildo del treinta de mayo de 1783.
[7]AMAR. Acta del cabildo del diecinueve de junio de 1783.
[8] AMAR.Acta de Cabildo del siete de abril de 1742.
[9] AMAR. Actas de cabildo del dieciséis y veintiuno de abril, y cuatro de mayo ( libranza de 3.067 reales) de 1744.
[10] AMAR. Acta de cabildo del veintitrés de junio de 1749.
[11] AMAR. Acta del cabildo del dieciocho de junio de 1753, y del año 1754.
[12] AMAR. Acta del cabildo del diecinueve de junio de 1753.
[13]AMAR. Acta del cabildo del veintisiete de mayo de 1780.
[14] AMAR. Acta del cabildo ocho de enero de 1757 y otras del  1761
[15] AMAR. Acta del Cabildo del catorce de abril del 1763.
[16] AMAR. Acta del cabildo del soasw febrero de 1772.
[17]AMAR.Acta del cabildo.

 

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