Cuadro de Santa Bárbara del ayuntamiento de Alcalá la Real |
En 1798, sirva de muestra del decorado de la plaza que se adquirieron ochenta varas
de damasco rojo que era para los
distintos doseles, manteles de altar, cubre balcones y ventanas. En dicho año
finaliza el conflicto entre el abad y el cabildo municipal acerca de las andas
del Santísimo Sacramento.
No todo salía bien. En 1807, sufrió una importante desgracia al
incendiarse el altar en la noche del veintisiete de mayo " que se había
construido en medio de la Plaza Pública
por la celebración de la festividad cuyo adorno, se reducía a colgaduras de
damasco, costeados por esta M.N.L.C. y han resultado quemados seis cortinas y
cuatro inutilizadas de las noventa y seis que le entregó el caballero diputado
don José Revilla, encargado para la custodia de ellas, se entera la ciudad y
obliga entregar las ochenta y seis restantes"[3]
La fiesta del
Corpus, no obstante, se mantiene hasta entrado el siglo XX y hay relación de gasto
presupuestario en el 1891, recogido con la nueva moneda y concretado en
doscientas setenta y cinco pesetas[4]
Algunos cambios se producen como son la contratación de la Música que
intervenía en la función religiosa, la iluminación de las Casas de Cabildo, la
velada musical en la víspera y los fuegos artificiales [5].
La capilla de música, compuesta de músicos locales o foráneos suele ser parte importante en la festividad los días del Corpus y la Octava.[7A veces , surgen problemas de competencia entre los dos grupos musicales de la
localidad como en el año 1889. La Sociedad Lírica de Alcalá la Real, provista
de su banda de música se vió alternar en las distintas funciones y veladas con
la banda de música de don Antonio Núñez López a lo largo de las fiestas [6].
]
La cera y la
iluminación del alumbrado público con bombillas solían ser uno de los gastos
más importantes en el año 1920.
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