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viernes, 30 de julio de 2021

EL CORRAL DEL CONCEJO DE ALCALÁ LA REAL



 Hay rincones de la ciudad de Alcalá la Real, que se han perdido o se han transformado en otro paisaje urbano. Uno de ellos es el final de la Corredera, últimas casas de  calle de Las Parras y Subida de la Virgen de la Cabeza. En este entorno, que llegó a denominarse del Pilar de las Tórtolas, debio ser un sitio de ubicación de establecimientos públicos y religiosos. Solo queda un testigo de una Cruz de mojón de final del casco antiguo y el seco pilar que rememora al anterior. Sin embargo, antes de que se edificara la iglesia de Nuestra Señora de las Angustias este entorno se ofreció por la ciudad para ubicar este templo. Y, desde dos siglos antes, se encontraba el Corral del Consejo. 

No es un espacio singular de Alcalá la Real, sino que era común en  muchos pueblos disponer de este corral municipal y comunitario para llevar a cabo diferentes usos ganaderos, sociales y comerciales.

 Este órgano  era de origen medieval donde se trataban los asuntos del pueblo,  y perduró en la zona del Matadero y del Rastro durante los siglos XVI y XVII, para trasladarse a este rincón a las faldas de la era del Tiro de  Barra hasta el siglo XIX.  Debería ser un rincón donde se  utilizaba para recoger el ganado  suelto "con el objeto de que no se perdiera y fuera restituido a su legítimo dueño, previo pago de un canon establecido. En él también se guardaban los animales para el abastecimiento ocasional de la población en caso de necesidad. Además era el lugar donde se herraba a las reses o la caballería".Por  varios documentos, tenía una puerta o portada y varios corrales  que se cerraban con un muro, donde haía varias habitaciones, entre ellas la del guarda del Consejo, cuya  administración y funcionamiento de sus normas era el encargado de hacerlas cumplir. De sequro que  se reunía al ganado para pesarlo y llevarlo a la venta; también se curaba de sus heridas y se herraba a las vacas en el potro, evitando cornadas y coces; se reunía al ganado para ponerle los cencerros; recuerdo de este Concejo donde se hacían tratos comerciales, y , en ocasiones, se celebraban algunos festejos, es la celebración hasta el siglo XX la fiesta de San Andrés y la de los Cochinos. 

Por el testamento del procurador Francisco Fernández de la Cuesta, podemos ampliar algunos aspectos nuevos de este lugar (AHPJ legajo 5450 , folio 356, 20 de abril de 1715). Este soriano  provenía de  San Pedro Villamanrique, obispado de Calahorra, obispado, se había afincado en  Alcalá la Real, donde se había enraizado  tanto que se enterró a la entrada de la iglesia de Consolación con una piedra jaspe que nadie podía levantar, como había concertado con los frailes. Fundó también una memoria de 20 misas en su aniversario en en la misma iglesia sobre las casas de la Tejuela y haza del Humilladero.   Su oficio  lo había comprado a Juan Muñoz Maestre y lo tenía cargado con un censo en favor de las monjas dominicas y se vio inmerso en varios pleitos con el cura del Castillo de Locubín y familias de Alcaudete. Le prestó al hermano mayor del Santo Cristo de la Humildad, como simple curiosidad un albardón hecho de  cubierta de becerro verde de caojinete y bolsas de cordobán y las barras de hierro y estriboscerrados (100 reales),  y una candiota  de 24 arrobas.Vivía en la casas que hacía escquina con la clle  de la tejuela y los solares de don Faustor Fernández de Moya, hipoteca sobre tierras de Monte del Rey a favor de las monjas trinitarias. 

Y el dato más curioso relacionado con  el Corral del Concejo,  para su ubicación y descripción del entorno:" Y también tengo  otras tres casas en la calle de las Parras de esta ciudad que lindan  por la parte alta  con casas de Pedro de Eredia, y, por la baja, con EL CORRAL DEL CONCEJO,  y la ciudad le intrometió a querer y mantener  un lavadero que izo en el Corral en tiempo de peste , y así como bio la sanidad, defendía y por acuerdos de esta dicha ciudad  separé y distinguí la posesión de mi casa abriendo los zimientos antiguos y lebantando paredes , y se desizo el pilar , y para que la piedra del pilar  envirtud del acuerdo de  que ai, rezivo en los autos en los quales tengo instrumentos de compredas de ventas y propiedades y rendeziones de censozos con prueba real  y al ziudad no izo defenza alguna, pasaron los autos a nte don  Lucas  Marroquín de la Peña, teniente de escribano que  don Diego Dáiza que oy  lo haze don Juan Ramírez, quiero que se recojan  los títulos y los tengan mis herederos". Con estas casas fundó una memoria  en la que se cargaban 60 reales de limosna , que habían de dar a la puerta del convento de Consolación en el primer Viernes de Cuaresma de cada año media libra a cada pobre. Y señala un dato interesante "  y por las dichas casas, haza y zumacar se a de dezir  por toda la Comunidad del dicho convento sobre mi sepoltura un responso cantado el primero Viernes de Cuaresma de cada un año".

Nombró  de heredera y patrona de la memoria  doña María  García Sancha y Chavarría, y, si el el convento no cumpliere, dejaba las propiedades y encargos al Hospital del Dulce Nombre de Jesús.

CONCLUSIONES

El Corral del Consejo se encontraba rodeado de corrales, casas, haza y tierra de zumaque, con lo que su extensión debía prolongarse desde la actual Corredera  hasta la calle de las Parras. En su entorno, existía un pilar ( que se observa en el plano del siglo XIX) y se levantó un lavadero en tiempos de peste, por lo que debió mantenerse posteriormente. Fue un espacio municipal extenso que podia permitir edificios grandes como iglesias.  

martes, 27 de julio de 2021

PRIMEROS AÑOS DE LA VIRGEN DE LA AURORA

LA COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA AURORA

 

          A principios del siglo XVIII, se fundó la hermandad de Nuestra Señora de la Aurora de Alcalá la Real. Junto a esta hermandad, surgieron otras que perviven como la de Priego y Carcabuey, o no se conservan como la del Castillo de Locubín. Del entorno de la gubia de José de Mora, la imagen de esta advocación mariana presidió los altares de ermitas e iglesias de la abadía de Alcalá la Real. Está claro que, en la iglesia de la Veracruz, donde ya las imágenes marianas ocupaban varios altares, se presentaban con el nombre de la Madre de Dios, de las Angustias, del Carmen, de la Alegría o Gracia. Una nueva imagen ocupó otra capilla, la Virgen de la Aurora.

Por 1709, la hermandad ya funcionaba, y aumentaba en el número de hermanos y enseres. Uno de estos estos hermanos fundadores, Jua Marcos de la Hinojosa nos ilustra del momento con sus mandas testamentarias de 20 de noviembre de 1790. Estaba casado con Ana de Rosales, y tuvo dos hijos, uno Juan, todos murieron quedando como padre heredero de toda la familia.

          La imagen de la Virgen de la Aurora presidía un altar de la iglesia de la Veracruz, donde tenía una capilla y una bóveda de enterramiento, donde ordenaba ser enterrado como correspondía a todos los hermanos que pertenecían a esta hermandad de la Virgen de la Aurora. Como es lógico, las misas rezadas que se decían por el alma de los difuntos en una cuarta parte al menos se celebraban en esta iglesia, que comenzaba a ser viceparroquia de Santo Domingo de Silos.

El cura Francisco Espinosa de los Monteros estuvo muy ligado a esta cofradía u hacía de albacea de Juan Marcos. Le confió una obra pía que cargó sobre mil quinientos reales, que se sacaran de sus fincas para pagar una misa en el día de la Natividad de Nuestra Señora a la Virgen de la Aurora o en su infraoctava legando el patronazgo a la hermandad. Creó otra memoria pagando 30 reales anuales y cargada sobre una casa de la calle Pedro de Alba, lindera con las de Juan Gordo y Francisco García Berlango, con la condición de pagar al hermano mayor de Nuestra Señora de la Aurora y recogen su toma de razón en el libro de cuentas el aceite de la lámpara de la capilla de Nuestra Señora de la Aurora y la cera para rezar el Rosario que se le dedicaba a ella.  Aunque dejó de patrones de la memoria a su sobrina Ana Antonia Rosales y a su hermano Pedro, luego delegó en la hermandad, y, si esta se extinguiera, en los curas de esta parroquial.  En los mismos términos, fundó otra memoria, que se dedicaba al aceite y cera para la lámpara del Rosario de la Aurora, en la cantidad de treinta reales pagaderos en los mismos patronos y sus sucesores, por el sufragio de su alma y cargadas sobre unas casas de la calle los Caños, linderas con el Pradillo y casas de herederos de Gerónimo Gallardo.

Por lo tanto, desde los primeros momentos de la devoción de la imagen de Nuestra Señora de la Aurora, se pueden sacar las siguientes conclusiones:

-Existía una hermandad, que disponía de altar, capilla y bóveda de enterramiento en la iglesia de la Veracruz.

-Entre sus cultos, su fiesta de hermandad se celebraba el Domingo de la Natividad de Nuestra Señora y el rezo del Santo Rosario, que se iluminaba con hachones de cera y lámpara de aceite, que luego sacaron a la calle, para rezar el Rosario que se remonta a los primeros años.

 


 

lunes, 26 de julio de 2021

UNA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA EN CONSOLACIÓN

 Ante Marroquín de la Peña, se ha encontrado la relación de la iglesia del antiguo convento franciscano de Nuestra Señora de Consolación con la Cofradía de la Virgen de la Cabeza. Aparece en el testamento de Isabel de Aranda y Salazar casada con el regidor Cristóbal Jiménez (28 de enero de 1690). Manifiesta que era propietaria de la capilla de Nuestra Señora de la Cabeza de esta iglesia, donde quería ser enterrada, y se la había vendido a  Juan López  de Ávila, con la condición de ser su entierro en ella. Debía ir vestida de franciscana, y acompañada de la música de la Iglesia Mayor. Poseía el molino del Cubo de la Ribera que dejó a su sobrina María Varo, hija de Alonso Varo y María de Aranda. Y, le añadió hasta alcanzar los 2.500 ducados por haberla cuidado  durante su vida de viuda  a lo largo de 16 años con cuidado y caridad  varias imágenes del Niño Jesús, Nuestra Señora, Ecce Homo , láminas y doce cuadros  a elegir, almohadas de terciopelo, cama asientos, buefete, escritorio. Todo ello  se encontraba en su oratorio de su vivienda. Le pertenecían varias memorias, que cargaba sobre varias huertas del Castillo de Locubín  y hazas de Alcaudete y Albarizas. Dejó sus bienes y heredades a un hijo bastardo de su marido Francisco José Jiménez. 

jueves, 22 de julio de 2021

LA DOLOROSA DE SAN JUAN


LA VIRGEN DOLOROSA DE SAN JUAN 


La tradición a la Virgen Dolorosa se enraiza en la iglesia de San  Juan. Por un testamento del médico don Bernardo Gutiérrez,  que lo realizó con fecha del doce de mayo de 1800. se encuentra una manda muy interesantes sobre la Virgen Dolorosa en la Contemplación. Y entre sus hijos que se encontraba militares, sacerdotes jesuitas y algunas mujeres casadas con la hidalguía de la ciudad encargó a su hijo Antonio, que había sido jesuita, el altar que tenía en su casa y un cuadro que cita textualmente en esta manda específicia Y atento que por deboción  de dicho mi hijo Antonio se hizo y construyó un altar    que está colcado en la Sala Principal, y en que se venera a María Santísim a en  su Conyemplacióm, cuya es imagen de pintura romana, quiero y es mi voluntad que el dicho mi hijo disponga a larmía del altar y su adorno libremente. Y le pido  y encargo  me haga alguno de poner y colocar en vida , o por su muerte, quando a bien tuviere e nla Iglesia del Señor San Juan Bautista de esta ciudad ayuda de la parroquia de Santa María la Mayor


la Sagrada Imagen de María Santísima del Divieno Amor con su entrega a la misma Iglesia de las auténticas de sus prodigios e indulgencias, para que siempre se vebnere en ella, y sirba de memoria de haver recivido  dicho mi hijo allí el Santo Sacramento del  Bautismo, sin el qual nadie se salvará.  





Por lo que San Juan servía de sustituta de parroquia en el siglo XIX,m en impartir sacramentos, cultos y celebraciones.
Y se da cuenta del culto a la Dolorosa, que tenía una capilla, que el cura capellán había puesto de orntato  y se conserva actualmente, donde la Virgen de la Amagura ha continuado el lugar de la Dolorosa. 

 

miércoles, 21 de julio de 2021

EL PUENTE DE NAVASEQUILLA. EL PUENTE ALTA. FRAILES.

 A pesar de que Antonio Martín Espinosa de los Monteros era el maestro de  obras del cabildo municipal , se sirvieron de los servicios del maestro de obras Juan Miguel de Contreras, con el voto contrario del alcaide y regidor Estrada. 

E puente se llevó a cabo en 1791, porque en el expediente de Florencio José Serrano ( con fecha de finales de 1790 y 1791), aparecen los datos recogidos por María Teresa Murcia. y los acuerdos de impugnación o de alegaciones y el acta del acuerdo de la Junta de Propios que asume su presupuesto  sin excederse en los gasto.Y, lo que es más interesante la memoria


y  el plano del puente que adjuntamos. 

Antes de la construcción del puente de piedra, existía otro de madera en muy malas condiciones que urgían su sustitución, como indican los documentos de apremio para iniciar las obras, así como la necesidad de realizarlo para el tránsito con los vecinos de otros pueblos. 

Muy exacta son  las premisas y aparato documental que sirvió para la petición de llevarlo a cabo como recoge Mayte Murcia "  La Puente Alta como se le conoce en Frailes al puente más alto y de una mayor belleza, esta situado en el centro de la localidad; pone en conexión los barrios del Nacimiento y La Iglesia con los Picachos y Almoguer. Un 17 de junio de 1790, el entonces cura-párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, don Felipe de Arjona; los dos alcaldes pedáneos, Lorenzo Cano y Pedro Mudarra; así como otros moradores de la localidad dirigen una petición al Consejo y Cámara de Castilla para que arregle el puente que se halla situado en el centro de la población cuyos reparos vienen siendo cotidianos y co


Muy interesante son los datos que se refieren sobre  los vecinos de Frailes. Pues frente a los aspectos negativos que aportan algunos munícipes alcalaínos, se justifican con otros datos muy interesantes sobre el aumento de población de una decena de vecinos a cuatrocientos vecinos dismintiendo que se le considerara una cortijada y no una aldea, el nacimiento de cargos e instituciones en la localidad, como la parroquia, los alcaldes de barrio, los ministros de la justicia para dar entidad institucional,  su riqueza en ganado y cereales para abastecer otros lugares....En la memoria de Contreras se detallan los materiales y mano de obra y la concretan  en 8.769 reales. 













Sobre la necesidad de la obra se alude, sobre todo, al estado en que se encuentran los dos puentes, este pontón de madera, y el otro de Sotorredondo en las mismas condiciones, que amenazaban ruinan. Corre el tiempo de 1790 hasta 1791, que se salvan alegaciones, impugnaciones, informes contradictorias y otras oposiciones, entre ellas las acusaciones a las bárbaras roturaciones, justificando la ausencia de detenidos,  hasta que se encarga a Juan Miguel de Contreras  que establece dos meses de obras para levantar el puente con más doscientas cincuenta doselas y cerca de cien para el parapeto, además de la cal y canto necesaria para las junturas, así como la madera del ensamblaje. 

Obras posteriores se le hicieron en el siglo XIX, que detalla pormenorizadamente la cronista de Frailes.  



lunes, 19 de julio de 2021

PRIMEROS ESTATUTOS DE LA HERMANDAD DEL GALLARDETE DE JESÚS DE ALCALÁ LA REAL

FECHA DE LA APROBACIÓN 25 DE ABRIL DE 1712.

Es un concierto entre los miembros del convento dominico de Nuestra Señora del Rosario y los miembros de la Hermandad del Gallardete que sale por la mañana y  el hermano mayor de la Cofradía del Dulde Nombre de Jesús, Andrés Martínez Pedroche.


MIEMBROS DEL GALLARDETE

Pedro Merino

Pedro Manuel Sánchez

FRancisco Nieto

Mateo del Pozo

Ana de Aguilera

Gabriel José de Checa

Antonio Valderas

Antonio Pérez Labrador

Juan de Esperanza, el mozo

Mannuel Ruiz Navajo 

Tomás Merino

Alonso de Rueda 

Martín Nieto

Pedro Gavilán 

Juan Fernández

Pedro Peñalver

Juan de Lara

Juan de Tienda 

Juan Gómez de Riberos

Salvador de  la Tienda 

Juan de Aguilar

Francisco Ruiz Navajo

Diego Fernández

Juan Romero

Miguel Jerónimo

Jerónimo Peñalver

José Albertos

Martín Ruiz

Pedro Damiel

Francisco Ventura

Framcisco Jiménez

Juan Molina

Bartolomé Cabezuela

Pedro Cano, labrador en la Gineta

Tomás de Peñalver

Manuel de la Rosa

Juan  Galán 

Juan de la Rosa

Alfonso Rodríguez

Antonio Retamosa

Antonio Pérez de Castilla

Miguel Mejias

Andrñes de Córdoba

Juan de Ortiz

Sebastián de Zafra

Francisco de Ocaña

Salvador de Cárdenas

Tomás Guerrero

Francisco Tomás de Heredia

José de Álvarez

Pedro Garrido del Corral

Fausto Basquila

Juan de la Tenda

Habiendo paricipado cada año de la particular devoción de sacar con lucimiento de cera  el gallardte de Jesús Nazareno en la procesión de  la mañana del Viernes Santo,  manifiestan perpetuarlo con estas condiciones:

-Se obligar a sacar el gallardete como hermanadad con tunica morada negra y cincuenta hachas de cuatro pabilos. Se veían obligado en el cabildo de la cidha cofradía, el hermano mayor  de ella y el hermano que le tocare aquel año el gallardete sin que faltara ninguna hacha.

-Cada hermno debía pagar dos reales por cabeza y se veía satisfecho a que le dijeran 53 misas en el día de su muerte. Recogían la limosna los padres de ánimas que se nombraran en eñl cabildo que lo entregaban al que le tocare el gallardete , para que los pagara al prior del convento y debían decirse con puntualidad. También, hijos, mujer y hermanos recibían estos beneficios,.

-Los hermanos eran 53, pero si algunos querían salir a parte de ellos con Jesús Nazareno, lo hacían sin recibir honores. 

El convento daba por gracia a los hermanos otras diez misas. 

-Se le daba sepultura en la bóveda antigua del Dulde Nombre de Jesús, y, si estuviera ocupada en el altar mayor de la iglesia, lo recibían y tocaban ain estipendio los frailes, y la cofradía aportaba pendón y seis hachas. 

-La cofradía le daba ocho cirios que guardaba  aqueñ al que le tocara el gallardete cada año, por lo tanto la costumbre es antigua de la suerte de gracia de la bola. 



 

domingo, 18 de julio de 2021

EN EL JAÉN, LA SEMANA. LA FAMILIA DE LOS MELGAR, UNOS PINTORES AFINCADOS EN ALCALÁ LA REAL

 


LUÍS DE MELGAR

 

En Alcalá la Real, existía una calle que  no figuraba con el nombre del Pintor hasta el siglo XVIII. Antes de un padrón de 1710, recibió varios nombres, porque hacía referencia a un barrio indeterminado entre el cerro del Calvario o del Vía Crucis (Las Cruces) y la zona denominada de La Viñuela. Actualmente, conserva su nombre y se accede a través de la callejuela del Pintor, y le debe su nombre al pintor Luis del Melgar, y a su hijo con mismo nombre y apellidos, que vivían en esta calle.  Los Melgar procedían de una saga, de orígenes, en algún caso oscuros, cuyo miembro principal fue el escribano Diego del Melgar y Quiteria del Campo. También, Bartolomé de Melgar fue beneficiado y capellán de la Iglesia Mayor de Alcalá la Real; este culminó su carrera eclesiástica con la  capellanía de la Real Capilla de la ciudad de Granada, cuyo cargo fue muy relevante de aquella época. 

 En esta calle, existía una hornacina, con la imagen de la Virgen de las Mercedes. Nuevas investigaciones nos han permitido aportar importantes datos sobre la biografía de esta familia que ocupó un espacio muy importante dentro del mundo de la pintura, retablo y el dorado de las tierras de Jaén. Si nos centramos en el primer artista, nos referiremos al padre Luís de Melgar y Valladolid y, de la mano del escribano Francisco Montes Lezcano, sacamos las siguientes conclusiones de su testamento de 8 de mayo de 1736. Era este personaje un hidalgo que ostentaba el título del don y completaba su oficio de pintor con los recursos de su linaje. Era natural de la ciudad de Granada, bautizado en la parroquia de San Pablo, pero, desde los primeros decenios del siglo XVIII, se avecindaba en la ciudad de la Mota. Hijo legítimo de don Luis de Valladolid, del que toma el segundo apellido, y que ostentó el cargo municipal de veinticuatro del cabildo granadino,,   Y de doña Clara del Sol. Ambos granadinos.

Luis, el mayor, desarrolló actividades económicas y comerciales en la ciudad de Alcalá la Real, comprando varias fincas, al mismo tiempo que se  integró en la vida social de la localidad ejerciendo cargos como hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario, en donde pidió ser enterrado por haber sido patrono y mayordomo de esta cofradía y acompañado por los religiosos de este convento dominico.

Se casó en 1685 con doña Mariana García del Barco, una viuda del alcalaíno don Salvador de Tapia y Castilla e hija legítima de Blas García del Barco y doña Tomasa Roldán, con los que manifiesta que Luís del Melgar se encontraba por los años ochenta del siglo XVII en la ciudad de la Mota.

Fue su albacea, junto con los médicos  los doctores don Francisco de Burgos y don Francisco de Torres,  y vivía en Alcalá la Real por los años treinta. Su  primer hijo se llamaba también don Luis de Melgar y Valladolid, y fue también pintor y dorador avecindado en Alcalá la Real, se casó con la castillera doña Antonia de la Jurada, hija del regidor  Alonso de la Jurada y Abril y de doña Ana Álvarez de la Rosa, en cuya  villa realizó la carta dotal.  Otros hijos fueron el fraile Juan Agustín de Melgar de la Orden de San Juan de Dios. María y Mariana García del Barco.

Luis, el padre, trabajó en el ornato de las casas consistoriales del nuevo cabildo alcalaíno . El 24 de noviembre de 1734 prácticamente las obras estaban terminadas del todo y se pagaron sus adornos. En éstos intervinieron el pintor Luis de Melgar, el latonero Andrés de Barrera, el maestro de carpintería Antonio de la Fuente,  y el esterero Perálvarez.  Destacaban un cuadro del rey Felipe V y otro de la Virgen de las Mercedes que se conserva en la alcaldía, el retablo del oratorio, mesa de altar, frontaleras , tallados y dorados, tres faroles de la fachada, seis vidrieras,  y el material de archivo.

 

En su propio testamento se muestra como pintor y dorador de cuadros y retablos. Entre ellos realizaba un cuadro de Jesús Nazareno (de una vara y media de largo y  vara y cuarto de ancho) para el mercader alcalaíno Juan Muñoz Puerta Molinos; para el prieguense  don Vicente Castillo, otro mercader de esta comarca, un lienzo de la Concepción (de tres varas de alto y dos varas  de ancho con marco  dorado y estofados  los campos  valorados 450 reales) y  cuatro lienzos (de vara y media de largo y ancho  600 reales) con marcos dorados y plateados. Todos estos productos artísticos manifiestan que su casa era un auténtico taller de producción pictórica y marquetería, ubicado en Alcalá la Real y que se expandía por otros pueblos de Andalucía en grandes cantidades y encargos. Este taller respondía al mercado del momento con la iconografía y temática más apropiada, y si no se obligaba a responder mercantilmente sustituyéndolos, como era en el caso de estos últimos cuadros por otros de cuatro de diferentes hechuras con marcos dorados y estofados  con el precio de 250 reales  cada uno, de manera que nos hace comprender la series tan similares de los cuadros de la Virgen de las Mercedes de la patrona de Alcalá la Real.

        En su testamento, también se reconocía autor y deudor del dorado del retablo de Nuestra Señora del Rosario del convento dominico, y manifestaba que quería saldar todas las cuentas que había contraído en otros contratos anteriores con la elaboración de dos lienzos simplemente con la recompensa de que la cofradía le entregara la donación del oro para los marcos.

Había participado en varios retablos de la diocesis de Jaén, pero  en Córdoba también ejecutó el dorado del retablo  de la iglesia Mayor de Montoro, del que mantenía diversas dudas con clientes de aquella ciudad cordobesa. Debió morir por el año 1736.

El año pasado, la Fundación Caja Rural de Jaén, representada por Luis Jesús García-Lomas, y la parroquia de Santa María la Mayor —Consolación—, con el sacerdote Juan Ramón Gómez, firmaron un acuerdo para la restauración de un valioso cuadro centrado en la figura de la Virgen de las Mercedes, patrona de Alcalá la Real. Los trabajos corrieron  a cargo de Antonio Custodio López, de Andújar.

Esta pintura de la patrona de Alcalá la Real ha sido atribuida por los expertos a Luis Melgar, un artista muy activo en la ciudad entre los años 1688 y 1725. Al propio Luis Melgar se le atribuyen otras representaciones de la Virgen de las Mercedes, como la conservada en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real, en la Iglesia de San Antonio de la pedanía de Fuente Álamo, dos pequeños lienzos pertenecientes al Convento de la Encarnación de Monjas Dominicas y algunas que pertenecen a familias particulares de la localidad. También se le atribuye el apostolado que preside la capilla mayor del Santuario de Jesús Nazareno de Jaén (1717) y algunos lienzos que pertenecen al Museo Provincial de Jaén.

Luis de Melgar, fue un artista giennense miembro de una larga saga de pintores y doradores, que tuvieron su origen en Alcalá la Real, pero cuya obra se dilata por toda la provincia, destacando el hijo Luis de Melgar y Valladolid, Domingo de Melgar Jurado y Francisco de Melgar Flores. Además de Alcalá la Real y Arjonilla, se ha estudiado su presencia en el antiguo retablo mayor de Cambil y el de Santa María de Torreperogil, el retablo de San Benito en la iglesia san Idelfonso, la capilla de los Ángeles de la catedral de Jaén, el altar mayor de Cabra de Santo Cristo  entre otros.


viernes, 16 de julio de 2021

PRIMEROS DOCUMENTOS SOBRE EL CRISTO DE LA SALUD

 Recogemos el testamento de don Francisco Garrido Espinosa de los Monteros, sorchantre de la Iglesia Mayor de Alcalá la Real, hermano del escritor don Diego Garrido Espinosa de los Monteros que escribió la Historia de la Anadía de Alcalá la Real,  y don Antonio Garrido Espinosa de los Monteros. No transcribimos las mandas por la claridad y lectura buena del texto (una casulla y dinero para el retablo de Santo Cristo de la Salud).






jueves, 15 de julio de 2021

EL CORREGIDOR JOSÉ DE COLMENARES Y VELASCO (1728-1729)

 



Hijo de Francisco de Colmenares Hurtado de Mendoza, abogado de la Real Chancillería de Valladolid,  y de Ana María de Velasco y Cosío y nieto de María Jiménez de Espinaredo y de José de Colmenares, oidor de la Real Audiencia de la Coruña .  Nació en Valladolid, casó con Catalina de Aguiluz y Herencia en Madrid  en 1680 , y alcanzó un amplio currículo hasta obtener el corregimiento de Alcalá la Real, Loja y Alhama, al que acompañaba el de superintendente de  todas las rentas reales .  Fue caballero de la Orden de Calatrava, en la que obtuvo el cargo de visitador de ella. Ostentaba el cargo abad  de la parroquia de San Pedro de  las Rozas, dignidad seglar  en las montañas de la villa de Ruinosa del arzobispado de Burgos y señor de Cembreros, que pertenecía al patronazgo de los Cosío de Villellla (cuyo mayorazgo también poseía).   Era poseedor de los mayorazgos del solar y casa junto con sus heredades  de los Palentinos de Colmenares junto con los de su padre de la villa de Villaescusa, de la casas y huerto  de la Torre,  Jaraíz y Cueva, 140 obradas de heredad, viñas, guindalera de Cordobilla de la villa de Castrojeriz, poseía las capellanías  con capilla de sepultura, asientos y preeminencias de las familia Mendoza y Manrique de la parroquia de este mismo lugar, que fundó Valadiano Hurtado de Mendoza del lugar de Cordobilla.  Por su familia había adquirido grandes beneficios y mercedes, como el juro de heredad de 7.000 reales  sobre las alcabalas de la ciudad de Palencia, heredadas por su tío canónigo don Marcos de Colmenares. Por la de abad, se le permitía nombrar a l cura y el estipendio de dos partes de las tercias de los diezmos mayores y menores y del rompimiento de sepulturas. Como lo gozaban por una Bula de Pio IV. También poseía  el vínculo y mayorazgo de Bustamante Estrada  en el valle de Ibuña, fundado por Gerónimo de Bustamante Estrada, maestre escuela de la Iglesia Capitular de Aguilar de Campoo.  Por su familiares más directos, su abuelo  Pedro de  Colmenares, beneficiado de la iglesia de Herrera, oidor de la Chancillería de Valladolid y miembro de Consejo de Felipe IV, el patronato de la capilla de Nuestra Señora de Burejo de Herrera. Remontaba por su esposa el mayorazgo de los Velasco señores de los condes de Haro, condestable de Castillo, en la villa de Herrera y lugares de Cembreros, Calahorra y otros de su entorno, que fundo don Francisco de Velasco.  También era patrón de la capellanía del cronista don Diego de Colmenares denominada de Santiago Apóstol, que fue arcediano de la iglesia de Palencia. Entre su familia y personal de servicio se encontraba dona Ángela Ruiz, viuda de Tomás de Campo, que dejó varios enseres, un paje, de nombre Juan Antonio Vázquez, que le dejó un capote de campo, una cocinera María Tomizo y otro criado Francisco, con otro capotee

Tomó el cargo el día once de febrero de 1728 y se mantuvo en Alcalá la Real hasta la muerte. Ocupaba el cargo de teniente de corregidor su hijo don José Francisco Colmenares y Velasco Eguíluz, emparentado con Francisco Aguirre Creúsa, rentero anual de las Dehesas, caballero de la Orden de Santiago y de Felipe V, guarda mayor del sitio y bosque del Pardo. Su teniente corregidor en Alhama fue José de Arroyo y Biedma que sustituyó a alcalde mayor don Fabián Carlos Tejeiro. 

SU EQUIPO DE MANDO

Fue nombrado el veintitrés de diciembre de 1727 y vino a Alcalá el once de febrero de 1728. Fueron alcaldes mayores de Alcalá la Real, Lorenzo Rodríguez,  y Luís Antonio de Ayerbe; de  Loja,  Eusebio Serrano Salvaje, abogado, y en Alhama: D.Fabián Carlos Tejero.

 Alguacil Mayor en Loja don Juan del Castillo. Y de Alcalá Juan Castillo Extremera y Diego Riojano y Lorenzo de la Cruz.

Alguaciles del Castillo de Locubín. Alejandro de Reyes y Antonio de Aguayo.

          Alcaldes del Castillo de Locubín. Alejandro de Reyes, Pablo Antonio Cortés ( 1628) Cristóbal de Molina(1730)

HACIENDA

No estaba claro el  ´órgano administrativo por el que se englobaba el corregimiento, pues en algunos casos como en el repartimiento se hacía al reino de Jaén, y en el impuesto de la sal a Granada. Por otra parte, a los anteriores impuestos de millones, medias annatas, la lanza del abad,  valimientos de oficios enajenados, arbitrios y milicias-pajas y utensilios- de los reinados anteriores, y de tiempos de Felipe V, que  se añadieron otros nuevos y algunas medidas impopulares: el de la tercia parte de los montes y yeguas que gravaba a los ganaderos que pastaban en los montes del término, y  los donativos de 1712 y 1719 que importaban 51,289, y 69.294 reales,  durante su corregimiento afrontó  el de los mil pesos de 1729 y el crecido importe de la sal, que perjudicaba los ganaderos que no podían hacer frente para darla al ganado y abandonando esta rama de riqueza que conllevaba la pérdida del abasto de la  carne en detrimento de los vecinos( se prohibió su venta como el jabón en casas particulares), con una pragmática real que regulaba el precio y los lugares cercanos de abastecimiento. Fueron años los dos últimos de sequía, y los dos primeros no hubo cosechas, por las avenidas de aguas y tormentas ( otoño y primavera de 1727 y 1729.

 

Pero la sangría mayor venía ocasionada por las reclutas de soldados y los batallones que se alojaron estos años por la ciudad así como la contribución de la milicia alcalaína a la nueva administración militar. Hubo momentos de regimientos completos que pernoctaron durante meses en los mesones del Llanillo y el de Alba en los Álamos, provocando enfermedades, la principal de ellas, el tabardillo, y enfrentamiento entre los vecinos y soldadados por el impuesto de paja y falta de forraje. Un ejemplo  muy significativo fue el regimiento de Dragones de Bélgica que alojó seiscientos caballos y 700 soldados entre Alcalá,  procedentes de África, entre Alcalá  y el Castillo, en medio de un momento sumamente seco y sin forraje para el ganado; a lo que se añadía que trajeron gran cantidad de soldados enfermos que lo extendieron en la población.

Si hiciéramos un breve repaso de las tropas alojadas y los servicios militares,  pasaron y alojaron con los respectivos gastos de hospedaje y forraje  el regimiento de Andalucía con siete compañías y el de Pavía en 1723 y 1727, el de Barcelona en 1728, y  el de Pavía en 1729, el Regimiento de Salamanca por abril de 1730 y  el de Dragones de Tarragona en 1731.

 

GOBERNACIÓN

 

En el año 1728 renació el conflicto con la villa del Castillo de Locubín, al recaer una de las alcaldías ordinarias en Fausto de Moya que trató de nombrar como su representante a Alejandro de los Reyes. Pronto, el resto de los regidores contradijeron este nombramiento, porque despertaba el recelo de los vecinos, que alegaban que había cometido diferentes excesos durante el año anterior de tenencia de alcaldía. Incluso, aparecieron en el pueblo coplas y libelos contra su persona. Lo cierto fue que el enfrentamiento trascendió a la esfera del cabildo, ya que el regidor Fausto de Moya pretendía un cambio de sus tierras del Palancares por otras que estaban linderas a los predios de Puertollano, donde muchos vecinos castilleros tenían roturas .

El asunto alcanzó unos límites que sobrepasaron la simple protesta, y la ciudad, encabezada por un fraile capuchino- anteriormente se le había denegado por el guardián del convento del Castillo el nombramiento de uno de ellos que fuera alcalde ordinario- , el escribano Manuel  Antonio Álvarez de Morales y otros vecinos llevaron a cabo el intento de independencia.

 No hemos encontrado ningún documento en los archivos de protocolos notariales sobre la trascendencia del intento, sólo esta frases del escritor castillero Rafael Alvarez de Morales Ruiz.

ante el atropello que se pretende hay quien decide denunciar lo que ocurre, y preparando justificantes de los abusos pasados y de los agravios presentes, toma la representación del Castillo  y se eleva la representación al Real Consejo una  representación de queja y simultáneamente nueva petición de independencia del Castillo [1].

Como era costumbre el rey mantuvo a la villa bajo la jurisdicción alcalaína. Años más tarde, a principios del 1734 renacían los recelos por las cargas que impone Alcalá y considerando qeu abusaban de la villa. El propio corregidor Oruña y el recaudador de impuestos Domingo Torres, alguacil mayor avisaron al cabildo alcalaíno, refiriendo el 25 de febrero la noticia   de que la villa del Castillo se hallaba en dessosiego sobre otorgar un poder  para eximirse de la jurisdicción de Alcalá.....  y se volvieron a Alcalá habiendo hallado la dicha con  dessoiego a causa de averse juntado la mayor parte de los vecinos de dicha villa en la Iglesia y Plaza de ella para otorgar poder para eximirse de esta ciudad y que por no encontrarse con algún incoveniente no aplicaron dlixenxia alguna.

Pronto, el cabildo alcalaíno investigó  la situación, nombrando una comisión que consiguió descubrir el promotor del motín, que, según decían, había sido el padre fray Manuel de Espinosa, religioso de la Orden de Predicadores, residente por aquel tiempo en la villa y varios frailes que le acompañaban. Escribieron al Provincial de la Orden dominicana para abortar  el plan. No se escamotaron esfuerzos para enviar la carta y se recibió la respuesta del padre Provincial, que se hallaba en Cádiz en los primeros días de marzo, comunicándose que  quedaba muy mortificado de que los religiosos se mezclan en dependencias y negocios que causan disturbios y que, aunque tene dado orden a los referidos, mandó se abstengan de semejante asumpto ..

Un asunto de gran alcance en los años 1717-1731 provoca una nueva revisión del problema. En espera de la publicación de un trabajo en curso, presento sus elementos más destacados. Algunos se conocen ya. Henry Lea indicó hace tiempo que la trama había sido totalmente desmantelada tras ciertas informaciones proporcionadas por un tal Diego Díaz, que habría recibido una pensión de la Inquisición en pago a sus servicios (36). Un contemporáneo, Juan Pérez de Herrasti, afirmaba haber comprado la casa confiscada con este motivo por la Inquisición a unos ricos comerciantes de seda, los Aranda (37). Julio Caro Baroja ha elaborado la lista de los 46 mahometanos, 35 mujeres y 11 hombres, presentes en el auto de fe de mayo de 1728. El hallazgo de un voluminoso legajo permite confirmar estos hechos aislados. A partir del 1 de octubre de 1727, fueron perseguidas por la justicia en Granada 226 personas por profesar el Islam y condenadas a figurar en los autos de fe que se sucedieron a partir del 9 de mayo de 1728: 46 ese mismo día, 28 el 10 de octubre, más de un centenar probablemente en 1729, 18 el 25 de junio de 1730 y 7 más el 4 de marzo de 1731 (38).

RELACIÓN CON LA IGLESIA

En el mes de febrero de 1730, llegó a la ciudad el abad y cardenal Carlos de Borja, que visitó la ciudad y lo recibieron en la iglesia de Santo Domingo de Guzman. Este  abad gozaba de mucha influencia en la vida cortesana y en el Vaticano, pues llegó a ser votado sin ser elegido para papa. Este año, se celebró una rogativa  por la sequía en honor a Santa Ana.

UNOS MORISCOS POR ALCALÁ

En 1729, los vecinos de Alcalá la Real tuvieron que afrontar la llegada de un grupo de más 80 personas que habían sido penitenciados por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Granada. Algunos investigadores consideraban que estas personas eran moriscas. No era de extrañar que estas víctimas pertenecientes a cincuenta familias, muchas de las cuales se hallan emparentadas entre sí, pasasen por Alcalá y refugiarse en muchas viviendas de la ciudad, por lo menos estuvieron cerca de un mes buscando casa y alojamiento. Damos este dato recogido en las actas de cabildo que se acerca a otros estudios de otros investigadores, y para compararlo con los que Julio Baroja establecía de  114 mujeres frente a sólo 82 hombres.  Tampoco, no extraña su relación con el mundo comercial, pues en Alcalá la Real, la industria textil abundaba además del comercio de la seda.  Y todos ellos estaban relacionados con este mundo, la administración y profesiones liberales ( Hay trece comerciantes de seda junto a, entre otros, seis tintoreros, un tejedor, dos hilanderas, ocho costureras, cuatro notarios, un abogado, un médico, tres administradores de rentas reales, un procurador de la Chancillería y hasta un sacerdote). Algunos, por sus apellidos  se relacionaban con personas que lo ostentaba en Alcalá la Real, y en ella se encontraban sus ascendientes en el  núcleo compuesto por los Aranda, los Chaves y los Figueroa). Entre los doce miembros de la familia Aranda figuran cuatro tratantes en sedas y un capitán de caballería; entre los veintinueve Chaves se hallan cuatro comerciantes de seda, dos notarios y dos pasantes de notario; entre los ocho Figueroa están Melchor, sacerdote, y Gabriel, administrador de rentas reales y concejal. Isabel de Aranda es la esposa de Gabriel de Figueroa, María de Chaves Aguilar la de Felipe de Aranda, María de Chaves Benavides la de Gabriel de Aranda, hermano del anterior. En el acta del cabildo se insinúa que responden a un retorno relativamente masivo de moriscos exiliados o una inmigración regular de berberiscos, que se habían procesado y las autoridades locales, habitualmente alertas, se habían alarmado, en concreto se cita “penitenciados por tales herejes, mahometanos, y ser conocidos que fueron penitenciados·”. Ante la estas circunstancias, se extendió la noticia y el malestar de los vecinos por que se encontraban buscando casas y  con la intención de domiciliarse y permanecer en la ciudad de la Mota. El cabildo trata de impedir la estancia para evitar el contagio, pues consideraba que podían producirse muchos daños en el comercio y la relación con los vecinos al introducir las malas costumbres, y aquí  aparece la palabra , de los moriscos, y  el ataque a la religión católica. Y aboga a que no permanezcan en la ciudad, porque gracias al esfuerzo de la gente de Alcalá nunca se introdujeran entre sus vecinos y ganaron muchos privilegios por su defensa contra cualquier gente morisca  o de otra clase.  No debió ser prolongada la estancia, pues ya no se publicaron más noticias, y apuntamos la acusación de moriscas,  sin entrar en detalles como María Soledad Carrasco Urgoiti y Mikel de Epalza han publicado recientemente un importante documento, se refieren a ellos ·. Estos musulmanes de principios del siglo XVIII se adhieren además a las tesis desarrolladas en los apócrifos del Sacromonte, superchería basada en el sincretismo entre Islam y Cristianismo elaborada por moriscos granadinos a finales del siglo XVI (40). Por último, es muy posible, a juzgar por los textos, que Nicolás Díaz, guía espiritual de la comunidad y padre del delator, jugase un papel importante en la transmisión del saber entre varias generaciones.

 

CULTURA Y OBRAS

Todavía se encuentra en funcionamiento El Corral de las Comedias, que, por las fiestas patronales del año 1729, representa obras del autor Juan de Ordóñez,

En 1730, tras su muerte, dejó de ser maestro mayor de obras de la ciudad Manuel del Álamo siendo sustituido por Felipe Peinado. En este año se edificó un arco que unía dos solares de Juan Montijano en la calle Gala frente a la Puerta Villena, que permitiera el paso de coches y carretas. Comienza a la repoblación y construcción de casas con el nombre de albergas en las aldeas, donde transforman las chozas de retama en casas en lugares junto a sitios de propios, como cerca de la Ermita de Santa Ama.

Comienzan a caerse y derrumbarse muchos edificios municipales, que necesitan reformas y rehabilitaciones como el Matadero, puentes, cortijo del Piojo, Medianil, Cabeza Carnero, Acequia Baja y Cerro Batán, , Pósito que tenía los arcos muy maltratados, la bodega con amenaza de ruina y caída de vigas, y el Oratorio y la Cárcel que  manifestaba indecencia para decir misa. .

Se hizo un concierto entre el Convento de Consolación el cabildo para el recudimiento de las tierras de Navasequilla.

Por Semana Santa y el Corpus Cristi se engalanaban las Casas Capitulares.

        RELACIÓN CON OTROS ESTAMENTOS

En 1729, pasó el duque de Osuna con dirección a Granada y se le agasajó con un refresco y un gran banquete. En el mes abril junto con dos diputados del cabildo municipal Fausto de Moya, Leonardo Lizaur, Gerónimo Serrano de Cabrera y Antonio de Ortega) acudió a Granada a rendir pleitesía al Rey. El viaje se había preparado el año anterior, por estar programado su pasaje por tierras alcalaínas desde Sevilla a Granada,  pasando por Córdoba y volviendo por Jaén, se arreglaron seis pasos, se pagaron seis pesos por vecinos para acomodar entradas y salidas, muy deterioradas por los temporales. Se llevó una concordia entre los cabildos de Acaudete y Alcalá sobre utilización de pastos. En diciembre, pasó el embajador de Viena.

MUERTE

Murió en Alcalá el día trece de octubre de 1729,entre las una y las dos de la madrugada, siendo sustituido unos día como teniente de corregidor por su hijo, Francisco de Colmenares. A continuación estuvo de corregidor interino don Luis Cano, y posteriormente don Antonio Ayerbe.

Muy enfermo y en la cama, había testado el día cuatro de este mes dejando heredero a su único hijo, ya que se encontraba viudo. En 16 de octubre de 1729,   por declaración verbal de su propio hijo José Francisco de Colmenares y Velasco y Eguiluz,  recibió el poder de testar y  recogió todas sus intenciones post mortem en la fecha anterior. No pudo ser enterrado provisionalmente en el convento de Consolación, como era la intención del difunto por no haber sitio,  y, lo fue, para luego ser a la de la abadía de las Rozas o el convento franciscano  de la villa de Herrera, donde poseía una capellanía,  trasladado a la Bóveda de la ordenación de los frailes del monasterio de San Francisco de la Observancia, que era propiedad del familiar del Santo Oficio de la Inquisición  y secretario del rey Felipe V don Juan Ramírez del Postigo en  el nicho primero y más alto de los que había bajado por la escalera a mano derecha, donde se puso su título. Ejercieron como albaceas el cura Tesifonte  Miranda y  Gabriel Delgado Miranda el abogado.

 



40.ALVAREZ DE MORALES, RAFAEL. COn un Castillo en su nombre. 1992.

miércoles, 14 de julio de 2021

EL NIÑO DEL CORO DEL CONVENTO DE LAS TRINITARIAS. UN ENIGMA RESUELTO.

 

EL NIÑO DEL CORO DEL CONVENTO DE LAS TRINITARIAS

 

 Hace unos años, llevamos a cabo  en la introducción de un buen catálogo  de los enseres en el nuevo edificio de las antiguas trinitarias un estudio de la historia del edificio y la vida de la del convento a lo largo de la historia. En el último capítulo, refiriéndonos a varios terremotos del siglo XIX afectaron a la estructura del edificio, sobre todo, el de 1894, manifestábamos que las monjas, prácticamente vivían en una casa ruinosa desde  principios del siglo XX. También, nos centramos en que en la segunda década del siglo XX, el convento se trasladó a la  Casa palacio del de la calle Miguel de Utrilla (siglo XVIII), de estilo neoclásico, perteneciente a la familia de Nemesio Fernández de Moya, tal como obra en la secuencia de inscripción de  la portada de la casa.

Aquel traslado supuso una merma en su patrimonio. Entre otros inmuebles, el retablo debió ser enajenado, junto con los retablos de la nave, y probablemente se encuentre en Granada, según Domingo Murcia.

Pero quedó su más preciado tesoro es el Niño del Coro, pequeña imagen de un niño Jesús que, según la leyenda, se apareció a una monja cuando rezaba en el coro en la Nochebuena. Sin olvidar otras leyendas, como la de que su depósito en este convento resultó por el hecho de que la acémila que lo transportaba paró  a sus puertas, cuando el mercader lo transportaba a las monjas dominicas, que se encontraban en la ciudad fortificada de la Mota, Ni pasar por alto algunos hechos milagrosos en tiempos de guerra, que llegó a llorar sangre, como con motivo de la entrada de los franceses en 1810.  Son muchos los que lo han descrito, entre ellos el profesor Galera llegó a realizar una conferencia    

 

 

 

 

 

El Niño del Coro es el símbolo del convento trinitario de Alcalá la Real. Es un Niño, de pequeñas dimensiones, en estado de dormición, acostado que apoya su cabeza en la mano derecha. Con los ojos cerrados, sueña dulcemente, como sugiere la sonrisa de sus labios rosados El escorzo que desarrolla con su cuerpo, domina  en la composición y suave movimiento de torso y pies, acompañado del refinamiento de  sus cabellos rizados y rubios. Junto con sus formas, proporciones y modelado de cera constituye una joya de regalo lleno de un encanto estético y pleno de armonía. Este niño es un enigma por el material sustentante y su presencia en el convento. La utilización de la cera siempre se había relacionado  cona algunas ideas o creencias relacionadas con la religión o con la muérete desde la Antigüedad, utilizándose para las famosas imagines de personajes y también en los exvotos. Incluso en el Renacimiento, hubo santos que procesionaron realizados de cera. Pero coincidimos con Raquel Sigüenza.  La Italia renacentista, y más concretamente Florencia, fue testigo del gran éxito de los ceraiuoli, artistas dedicados a la escultura en cera, que pasó de la ofrenda votiva al estudio anatómico, y a las representaciones de hombres ilustres a tamaño natural, con las que se lograba gran verismo, especialmente al añadirle postizos como el cabello auténtico o la vestimenta”. La aparición en el panorama del arte de la ceroplástica del gran duque de Toscana y posterior emperador del Sacro Imperio, casado con la infanta María Luisa de Borbón, hija de Carlos III y María Amalia de Sajonia, redunda probablemente en la expansión y desarrollo de este arte en España. También este  material fue  utilizado por plateros, escultores y pintores  para la creación de modelos pero, por otro, la segunda mitad del siglo XVI trajo consigo la consideración autónoma de los artistas que trabajaban esta materia en la creación de relieves o figuras de pequeño tamaño, aunque ya con la consideración de obra definitiva y no como punto de partida para otra posterior. Estos creadores artísticos independientes, los ceraiuoli plasmaron algunas obras pictóricas tridimensionalmente, como la Virgen del Rosario de Carlo Maratta, fechada en 1695 y localizada en el oratorio del Santísimo Rosario en Santa Cita, de Palermo, Igualmente, se creaban escenas de género o se plasmaban en relieve ideas de la doctrina católica. Además, el gusto por la representación de los Nacimientos impulsó el trabajo de estas figuritas en cera y la búsqueda de objetos curiosos propiciada durante el Manierismo sentó las bases para el desarrollo de esta pequeña escultura a lo largo del Barroco y el Rococó. Margarita Estella recoge unas colecciones reales que  guardaron pequeños Niños, como lo asevera el hecho de que el inventario de Ambrás de 1596 reflejara dos de ellos, uno dormido y el otro llorando. Otros tres aparecían en el inventario de bienes de Pompeo Leoni y en el inventario del Alcázar madrileño de 1685 se registra una “caja de un Niño de zera y vitrina delante”. Además, Calderón de la Barca fue poseedor de otros dos, según refleja su testamento de 1681 y, para esta estudiosa, los ejemplares de Niños conservados en el monasterio de las Descalzas, en el Palacio Real y en la colección del Museo Marés de Barcelona, bien podrían ser de manufactura española y del XVII, producto del espíritu contrarreformista10. Junto con los Niños, otro de los asuntos más repetidos en España son las parejas de ánimas, una salvada y otra condenada, así como las estrechamente relacionadas postrimerías (muerte, Juicio Final, infierno, y gloria, aunque en las ceras se sustituía con frecuencia el Juicio por el purgatorio y en ocasiones se unía la figura de un niño, como imagen del alma o del limbo), motivos ambos que responden a las ideas de reflexión sobre la muerte, divulgadas a principios del XVII por órdenes como los jesuitas o los filipenses

 El profesor Andreu y el cronista localizaba en el siglo XVI o principios del siglo XVII este niño, y lo relacionaban con los bambinos italianos comentados anteriormente, en la misma excepcionalidad artística de la obra, como hizo Enrique Romero de Torres.

Afortunadamente, este Niño se vio envuelto por la singularidad de su obra de tal modo que se diferencia  de los tradicionales   Niños Jesús que suelen acompañar en sus dotes  a la hora de ingresar en el convento.  Afortunadamente, podemos concretar algunos aspectos de este Niño Jesús del Coro, con un nuevo documento que hemos encontrado en el escribano Francisco Montes Lezcano en ocho de julio de 1736. Es el testamento de la doncella doña Flora Muñoz Morillo, natural de Valdepeñas de Jaén, hija de Juan Muñoz de Molina y de doña María Camacho. Su hermano era el beneficiado propio del cabildo eclesiástico don Manuel Murillo de la Iglesia Mayor de Alcalá la Real (testamento 4371, 1945 enterrado en el convento dominico o el de las Trinitarias, )










 Morillo, que fue albacea junto con don Pedro  José de Viedma y de la Cueva  y el prior del convento dominico.  Y el otro hermano difunto Manuel Morillo  tenía como hija doña Juana Francisca Milla y Morillo a la que pretendía que fuera monja.  Y su hermana Isabel Ana Muñoz Morillo, casada con Jos
e Milla que tenía seis hijos vecinos de Valdepeñas (les da un ducado por herencia y un Agnus Dei a María).  Otra hermana era monja trinitaria en Alcalá la Real, doña María San Basilio, a la que dejó en su testamento doscientos reales  en dinero de una esmeralda apreciada en veinte pesos, un rosario engarrado en plata, seis sábanas y seis almohadas, y, en caso de que falleciera antes que ella se hiciera una memoria de misas; por su codicilo quedab hasta su muerte sin caer la herencia en el convento el patronazgo de las memorias y fundaciones y todos los bienes. Varias mandas apuntan a resolver el enigma del Niño del Coro envuelto en leyendas y fechas. Por la manda del enterramiento, está claro que esta mujer estaba relacionada por diversos motivos con el convento trinitario de Alcalá la Real. Ordena, en primer lugar, que sea enterrada en la capilla mayor a los pies de Nuestra Señora de los Remedios del templo de convento de las Religiosas de la Santísima Trinidad. Y especifica.” Pido y suplico  a la Santa Comunidad alcancen licencia de , para que sirva a Su Majestad, o se destribuya en su mejor adorno los daños que poseyeren  dicha bóveda y capilla para dicho efecto, por cuyo beneficio  mando , que luego que yo fallezca, se ponga a dicha Sagrada Imagen una sortija de oro con veinte y cinco claveques para que sirva a Su Majestad , o se distribuya en su mejor adorno y culto, y se y se sepulte mi cuerpo con el hábito de la Santísima Trinidad de esta ciudad, donde me mando enterrar”. Esta  devota mantuvo el acostumbrado acompañamiento de  todos los beneficiados, clérigos y capellanes y religiosos  de la ciudad en su entierro, y añade la novedad de los cuatro hermanos de la Escuela de Cristo portasen su cuerpo  con cuatro cirios de cera de dos libras de cera labrada, que luego se debían gastar en los días de los Ejercicios de la dicha Escuela. Además de la misa de réquiem  cantada con su vigilia, dedicaron por su alma dos mil misas  repartidas en las parroquias y conventos de Alcalá. En las claúsulas de su codicilo de 1743, ante Felipe  Montes Lezcano, fundo una memoria de todas sus fincas y una huerta del Castilllo de Locubín, por la que  se pagaban las misas 48 misas rezadas de todo el año  y una cantada; u por otra manda con sus conco fanegas de Puente Cardera, las minjas debía tener encendido con cera la capilla del Santísimo Sacramento. Y donó todas sus sabans para que se utilizaran de manteles en el convento. 
Mujer caritativa  dejó la limosna de una misa de Nuestra Señora de la Caridad al Hospital del Dulce Nombre de Jesús, cargada sobre  un censo que tenía con Bernardino Márquez, también dejó parte de sus bienes y dinero para los necesitados: visitió en su entierro a seis pobres; sobre una casas de  la calle Veracruz creó un hogar que sirviera de albergue y recogimiento  y alojara a seis doncellas vituosas y pobres y de buena vida, encargándoselo al cura Jose Antonio Molina y tras su muerte al cura más antiguo (si se creaba un Hospital de Beatas, pasaba esta casa con sus alquileres y moral para su funcionamiento) . Muy devota donó cincuenta reales la para obra que se estaba hanciendo en la ermita de San Antón o el culto que se necesitare, segín manda del codicilo y testamento de 1746.  Heredó con sus dos hermanos una tercera  parte del cortijo del del Parrirzoso, en el que estaban edificando una ermita que se conserva actualmente habiendo desaparecido las otras viviendas por el Pantano de Quebrajano, En sus mandas por los  doscientos reales de renta, edificaba en  el tiempo de su óbito la ermita, hoy dedicada a Nuestra Señora de  las Angustias, y dejaba para las misas de las festividades de los Apóstoles y de Nuestra Señora la Virgen, esa cantidad. Y, mientras se acababa, en la capilla de San Sebastián que estaba cercana a ella. Era una mujer muy caritativa, y. Muy devota de san Antonio Abad y de san José, a quienes dedicaba una misa anual en el convento trinitario declarada por una memoria en la que reservaba seis ducados anuales impuestos sobre un censo a don Pedro de Pineda Serrano ( este censo se amplió , según su codicilo, para decir una misa en la iglesia de san Juan Bautista de Valdepeñas, con la obligación que tuviera su hermano Manuel Morillo, junto con la cera y aceite ).. Y por Navidad donaba cuatro libras de carne y seis panes para los pobres den la Pascua de Navidad. Y otro de Gabriel Ramírez Aguilera. A la fiesta de la Inmaculada Concepción en el convento de Nuestra Señora del Rosario, se reservaba el pago de otro censo doña María Garrido, hija de don Diego Garrido Espinosa de los Monteros. No olvidaba sitio alguno y para el convento de San Francisco reservó una memoria para decir misa por su alma el lunes, martes y Miércoles Santo, esta cargada sobre un haza de tres fanegas en la Piedra del Molino con un servo y un olivo. Otra memoria de cuatro misas (dos Encarnación y Octava y dos en la Asunción) se cargaban sobre sus casas de la calle Veracruz y calle Real, si no se vendían, pero condicionadas a que su sobrina entrara como monja trinitaria.

También deja ropas de ajuar de tiranizo a las monjas trinitarias doña Manuela de Santa Ana, sor Antonia de san Idelfonso, sin olvidar dos beatas que tomaban el hábito de Santo Domingo, doña Margarita de dios y doña María  de la Santísima Trinidad que le da 150 reales.

         Muy interesante es esta manda, que tuvo la fortuna de ver en una casa de la calle Gala “mando a la dicha doña Juana Francisca Milla Morillo, mi sobrina, una firma de Santa Teresa  de Jesús en Lignum Crucis, y un ajuar muy interesante ( cama con toda la ropa, almohadas bracero) el mejor, cuatro lienzos de pintura, un Niño Jesús en su peana, dos láminas doradas, un espejo con un arco negro, un Santo con un Niño Jesús”. Según el codicilo, un san juanico de talla donó para el convento dominico de Nuestra Señora del Rosario.

Esta manda para el convento deja en evidencia su amor por él” mando que al fin de mis días y dichos mis hermanos se den al dicho Convento de la santísima Trinidad de esta ciudad para el adorno de su Iglesia una colgadura que tengo de tafetanes encarnados y por ello solo interesa se me diga  por una vez una Vigilia por la Sata Comunidad del Convento Así mismo  mando al dicho convento  un lienzo a pintura del Descendimiento de la cruz que se ponga en la dicha Iglesia. Tenía un marco negro yera un lienzo grande, según testamento  último y con él se dijera una misa por su alma.  Incluso el codicilo, reservó una parte de las  rentas de una fanega de tierra que compró a Juan Molina en a Rábita, para decir una misa en el día de la Santísima Trinidad. En un testamento de 1746, especificaba que se enterrara en una bóveda suya del altar mayor de este convento ante Felipe Montes Lezcano a hombros de los hermanos  de la Escuela de Cristo, que se entiende que era miembro- solían ser las personas letradas y religiosas de aquellos años-.

 

Pero la manda más importante es la siguiente, referida al Niño del Coro. “Y más le mando a dicho convento  un Niño Jesús dormido  que es prenda de mucha estimación, para que se ponga en el choro comúnmente de todas las religiosas  que ninguna pretenda dominio  a propiedad en él sino es la dicha doña María de san Basilio mi hermana, mientras viviere, por cuya alhaja y la del lienzo de pintura se me digan dos vigilias paro la Santa Comunidad por una vez”. En el testamento de 1746, se ordena que se entregue este Niño Jesús con su urna al convento de la Santísima Trinidad y no salga nunca de él,  y, si se hiciera, fuera al convento de Nuestra Señora de la Encarnación, y por ello se dijera una misa cantada con su diácono y subdiácono por una ve en sufragio de su alma.

 

No quedó en eso sino que condicionada a la venta por sus hermanos, legó otra alfombra valorada en cien ducados.

Debió poseer una buena pinacoteca, pues le quedó espacio para legar otros cuatro países, paisajes, al convento franciscano de Nuestra Señora de Consolación y un guardapiés de raso celeste  para confección de casullas y otras cosas del culto divino.

No olvidó a su pueblo natal Valdepeñas, pues donó una toalla de tafetán de Italia encarnada y una imagen de  San Antonio de talla con el Niño en brazos, para que la primera sirviera de paño  al sacerdote cuando tomase la custodia  en la procesión  de Su Majestad Sacramentado  y  la otra  se colocara en el altar mayor de la iglesia.

         Con esto, se ve que el Niño del Coro fue una donación especial de una  doncella devota, hidalga, y procedente de Valdepeñas, que poesía un rico ajuar y alhajas de las que destacaba esta hermosa prenda, como dice en la manda. El origen italiano y su fecha puede remontarse a tiempos anteriores del siglo XVII, porque se transmitían de hijos a padres todas las mandas.  

 

 En 1923, el convento del arrabal de la Mota  fue vendido al propietario alcalaíno Manuel Durán por sesenta mil pesetas; durante el mes de julio, se trasladaron los restos del cementerio de las monjas, y, en el mes de agosto  se derrumbó el convento causando  varias víctimas, lo que dio lugar a un debate público durante 1924, porque Pablo Batmala acusó de negligentes  a los mandatarios públicos. En el acta municipal 31 de marzo de este año[1], manifestaba que las monjas abandonaron el convento porque amenazaba ruina, y los nuevos propietarios, bajo la dirección de un maestro de obras, cayeron en la imprudencia de quitarle la techumbre, los ligamentos, trabazones y muros interiores dejando un lienzo de pared de unos ocho metros  de altura al intemperie". Luego, emprendieron el derribo  y causaron dos muertos, a los que solicitó ayuda moral  y económica el concejal republicano.  

            En 15 de junio de 1959, para evitar el desplazamiento de las madres mercedarias  del hospital civil, Santiago Sanguinetti emitió un informe sobre el estado ruinoso del edificio y se produjo evacuación de asilados y enfermos, diciendo que 1956 se consolidó la obra. También propuso el  traslado a la casa de Comunidad en el Huerto de San Rafael. y el Hospital a otra casa con mejores condiciones. Se le ofreció la Casa de Clotilde  Batmala, que era donde estaba el Registro de la Propiedad Juan María  Mazuelas  Carmona.

 

                                               EPÍLOGO

            Nos vienen a colación para acabar estas páginas del Convento trinitario de Alcalá la Real, una parte de este artículo de "Las Trinitarias. Ayer y hoy", del periódico jienense La Regeneración, escrito en 27 de junio d 1924 por María Serrano Montijano

"Todo en vida es mudable., y con el curso del tiempo se destruyen y vienen abajo sus bloques y metales más fuertes ¡Esto sucede con las cosas que eran: solo en la muerte, y eterno lo divino,"      

            Va para siete siglos que se ha sostenido piedra sobre piedra, el que fue convento de la Santísima Trinidad en Alcalá la Real: este estaba edificado en aparte más alta de esta ciudad, teniendo por coronación  la fortaleza de la Mota  y como escabel, la misma población.

            Contemplando las que son casi ruinas del convento ¡Cuánto pudiéramos soñar sobre ellas(…). 

            Esto se piensa y se siente contemplando sus ruinas. También surgen en nuestra imaginación los solemnes cultos allí celebrados; y sobre todo la tradicional procesión que en el día de la fiesta principal, recorría con gran pompa el trayecto corto, pero clásico y exigido para este objeto.

                                   II

Veinte años permaneció la comunidad de religiosas trinitarias, en un eminentísimo peligro de ser sepultadas bajo los sillares del antiguo edificio, si no confiaran con firme esperanza y viva fe en el Augusto Misterio a que pertenecen.

 Heroicos han sido los esfuerzos, grandísimas las luchas espirituales y materiales, sobrehumanas los obstáculos que han tenido que vencer  la M.RM. Sor Lucía María, Priora y reformadora de las religiosas trinitarias, aún mas armas que vendió la virtud y el talento.,

(…)  habiéndose encomendado estas santas religiosas al "NIÑO DEL CORO" en su gran apuro y necesidad de encontrar a propósito  para su traslado, por el peligro que ofrecía el convento, empiezan fervorosas un triduo, y aun  antes de terminar, le ofrecen una casa solariega, se hace escritura, y unos meses después de ser trasladadas  a ella se derrumban una parte del antiguo convento, siendo demolidas muchas de sus celdas y principales dependencias.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


 


 


La casa adquirida para convento de trinitarias, es de severa arquitectura y está ¡situada casa en la llanera de la población; más detengámonos en filosofar aquí también , antes su portada. Los timbres heráldicos  que en ella figuraban balsones de nobleza, han sido sustituidos por solo el escudo de la orden trinitaria. Los salones que ayer se abrieran para fiestas y saraos, cuando en ellos tenía entrada aristocráticas  damas  ataviadas con sus más curiosos  y vaporosos trajes, iban  luciendo ricos aderezos, y acompañadas de apuestos caballeros, cruzando uno y otro salón decorados con  lujoso mobiliario, preciosos y artísticos tapices, pesados cortinajes solo se abren hoy para dar culto a Dios.

Hoy día se trasladaron a las dependencias de la Fuente del rey, en un nuevo edificio, donde se alberga  el Niño del Coro y los crucificados del círculo de Diego de Aranda.