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jueves, 15 de julio de 2021

EL CORREGIDOR JOSÉ DE COLMENARES Y VELASCO (1728-1729)

 



Hijo de Francisco de Colmenares Hurtado de Mendoza, abogado de la Real Chancillería de Valladolid,  y de Ana María de Velasco y Cosío y nieto de María Jiménez de Espinaredo y de José de Colmenares, oidor de la Real Audiencia de la Coruña .  Nació en Valladolid, casó con Catalina de Aguiluz y Herencia en Madrid  en 1680 , y alcanzó un amplio currículo hasta obtener el corregimiento de Alcalá la Real, Loja y Alhama, al que acompañaba el de superintendente de  todas las rentas reales .  Fue caballero de la Orden de Calatrava, en la que obtuvo el cargo de visitador de ella. Ostentaba el cargo abad  de la parroquia de San Pedro de  las Rozas, dignidad seglar  en las montañas de la villa de Ruinosa del arzobispado de Burgos y señor de Cembreros, que pertenecía al patronazgo de los Cosío de Villellla (cuyo mayorazgo también poseía).   Era poseedor de los mayorazgos del solar y casa junto con sus heredades  de los Palentinos de Colmenares junto con los de su padre de la villa de Villaescusa, de la casas y huerto  de la Torre,  Jaraíz y Cueva, 140 obradas de heredad, viñas, guindalera de Cordobilla de la villa de Castrojeriz, poseía las capellanías  con capilla de sepultura, asientos y preeminencias de las familia Mendoza y Manrique de la parroquia de este mismo lugar, que fundó Valadiano Hurtado de Mendoza del lugar de Cordobilla.  Por su familia había adquirido grandes beneficios y mercedes, como el juro de heredad de 7.000 reales  sobre las alcabalas de la ciudad de Palencia, heredadas por su tío canónigo don Marcos de Colmenares. Por la de abad, se le permitía nombrar a l cura y el estipendio de dos partes de las tercias de los diezmos mayores y menores y del rompimiento de sepulturas. Como lo gozaban por una Bula de Pio IV. También poseía  el vínculo y mayorazgo de Bustamante Estrada  en el valle de Ibuña, fundado por Gerónimo de Bustamante Estrada, maestre escuela de la Iglesia Capitular de Aguilar de Campoo.  Por su familiares más directos, su abuelo  Pedro de  Colmenares, beneficiado de la iglesia de Herrera, oidor de la Chancillería de Valladolid y miembro de Consejo de Felipe IV, el patronato de la capilla de Nuestra Señora de Burejo de Herrera. Remontaba por su esposa el mayorazgo de los Velasco señores de los condes de Haro, condestable de Castillo, en la villa de Herrera y lugares de Cembreros, Calahorra y otros de su entorno, que fundo don Francisco de Velasco.  También era patrón de la capellanía del cronista don Diego de Colmenares denominada de Santiago Apóstol, que fue arcediano de la iglesia de Palencia. Entre su familia y personal de servicio se encontraba dona Ángela Ruiz, viuda de Tomás de Campo, que dejó varios enseres, un paje, de nombre Juan Antonio Vázquez, que le dejó un capote de campo, una cocinera María Tomizo y otro criado Francisco, con otro capotee

Tomó el cargo el día once de febrero de 1728 y se mantuvo en Alcalá la Real hasta la muerte. Ocupaba el cargo de teniente de corregidor su hijo don José Francisco Colmenares y Velasco Eguíluz, emparentado con Francisco Aguirre Creúsa, rentero anual de las Dehesas, caballero de la Orden de Santiago y de Felipe V, guarda mayor del sitio y bosque del Pardo. Su teniente corregidor en Alhama fue José de Arroyo y Biedma que sustituyó a alcalde mayor don Fabián Carlos Tejeiro. 

SU EQUIPO DE MANDO

Fue nombrado el veintitrés de diciembre de 1727 y vino a Alcalá el once de febrero de 1728. Fueron alcaldes mayores de Alcalá la Real, Lorenzo Rodríguez,  y Luís Antonio de Ayerbe; de  Loja,  Eusebio Serrano Salvaje, abogado, y en Alhama: D.Fabián Carlos Tejero.

 Alguacil Mayor en Loja don Juan del Castillo. Y de Alcalá Juan Castillo Extremera y Diego Riojano y Lorenzo de la Cruz.

Alguaciles del Castillo de Locubín. Alejandro de Reyes y Antonio de Aguayo.

          Alcaldes del Castillo de Locubín. Alejandro de Reyes, Pablo Antonio Cortés ( 1628) Cristóbal de Molina(1730)

HACIENDA

No estaba claro el  ´órgano administrativo por el que se englobaba el corregimiento, pues en algunos casos como en el repartimiento se hacía al reino de Jaén, y en el impuesto de la sal a Granada. Por otra parte, a los anteriores impuestos de millones, medias annatas, la lanza del abad,  valimientos de oficios enajenados, arbitrios y milicias-pajas y utensilios- de los reinados anteriores, y de tiempos de Felipe V, que  se añadieron otros nuevos y algunas medidas impopulares: el de la tercia parte de los montes y yeguas que gravaba a los ganaderos que pastaban en los montes del término, y  los donativos de 1712 y 1719 que importaban 51,289, y 69.294 reales,  durante su corregimiento afrontó  el de los mil pesos de 1729 y el crecido importe de la sal, que perjudicaba los ganaderos que no podían hacer frente para darla al ganado y abandonando esta rama de riqueza que conllevaba la pérdida del abasto de la  carne en detrimento de los vecinos( se prohibió su venta como el jabón en casas particulares), con una pragmática real que regulaba el precio y los lugares cercanos de abastecimiento. Fueron años los dos últimos de sequía, y los dos primeros no hubo cosechas, por las avenidas de aguas y tormentas ( otoño y primavera de 1727 y 1729.

 

Pero la sangría mayor venía ocasionada por las reclutas de soldados y los batallones que se alojaron estos años por la ciudad así como la contribución de la milicia alcalaína a la nueva administración militar. Hubo momentos de regimientos completos que pernoctaron durante meses en los mesones del Llanillo y el de Alba en los Álamos, provocando enfermedades, la principal de ellas, el tabardillo, y enfrentamiento entre los vecinos y soldadados por el impuesto de paja y falta de forraje. Un ejemplo  muy significativo fue el regimiento de Dragones de Bélgica que alojó seiscientos caballos y 700 soldados entre Alcalá,  procedentes de África, entre Alcalá  y el Castillo, en medio de un momento sumamente seco y sin forraje para el ganado; a lo que se añadía que trajeron gran cantidad de soldados enfermos que lo extendieron en la población.

Si hiciéramos un breve repaso de las tropas alojadas y los servicios militares,  pasaron y alojaron con los respectivos gastos de hospedaje y forraje  el regimiento de Andalucía con siete compañías y el de Pavía en 1723 y 1727, el de Barcelona en 1728, y  el de Pavía en 1729, el Regimiento de Salamanca por abril de 1730 y  el de Dragones de Tarragona en 1731.

 

GOBERNACIÓN

 

En el año 1728 renació el conflicto con la villa del Castillo de Locubín, al recaer una de las alcaldías ordinarias en Fausto de Moya que trató de nombrar como su representante a Alejandro de los Reyes. Pronto, el resto de los regidores contradijeron este nombramiento, porque despertaba el recelo de los vecinos, que alegaban que había cometido diferentes excesos durante el año anterior de tenencia de alcaldía. Incluso, aparecieron en el pueblo coplas y libelos contra su persona. Lo cierto fue que el enfrentamiento trascendió a la esfera del cabildo, ya que el regidor Fausto de Moya pretendía un cambio de sus tierras del Palancares por otras que estaban linderas a los predios de Puertollano, donde muchos vecinos castilleros tenían roturas .

El asunto alcanzó unos límites que sobrepasaron la simple protesta, y la ciudad, encabezada por un fraile capuchino- anteriormente se le había denegado por el guardián del convento del Castillo el nombramiento de uno de ellos que fuera alcalde ordinario- , el escribano Manuel  Antonio Álvarez de Morales y otros vecinos llevaron a cabo el intento de independencia.

 No hemos encontrado ningún documento en los archivos de protocolos notariales sobre la trascendencia del intento, sólo esta frases del escritor castillero Rafael Alvarez de Morales Ruiz.

ante el atropello que se pretende hay quien decide denunciar lo que ocurre, y preparando justificantes de los abusos pasados y de los agravios presentes, toma la representación del Castillo  y se eleva la representación al Real Consejo una  representación de queja y simultáneamente nueva petición de independencia del Castillo [1].

Como era costumbre el rey mantuvo a la villa bajo la jurisdicción alcalaína. Años más tarde, a principios del 1734 renacían los recelos por las cargas que impone Alcalá y considerando qeu abusaban de la villa. El propio corregidor Oruña y el recaudador de impuestos Domingo Torres, alguacil mayor avisaron al cabildo alcalaíno, refiriendo el 25 de febrero la noticia   de que la villa del Castillo se hallaba en dessosiego sobre otorgar un poder  para eximirse de la jurisdicción de Alcalá.....  y se volvieron a Alcalá habiendo hallado la dicha con  dessoiego a causa de averse juntado la mayor parte de los vecinos de dicha villa en la Iglesia y Plaza de ella para otorgar poder para eximirse de esta ciudad y que por no encontrarse con algún incoveniente no aplicaron dlixenxia alguna.

Pronto, el cabildo alcalaíno investigó  la situación, nombrando una comisión que consiguió descubrir el promotor del motín, que, según decían, había sido el padre fray Manuel de Espinosa, religioso de la Orden de Predicadores, residente por aquel tiempo en la villa y varios frailes que le acompañaban. Escribieron al Provincial de la Orden dominicana para abortar  el plan. No se escamotaron esfuerzos para enviar la carta y se recibió la respuesta del padre Provincial, que se hallaba en Cádiz en los primeros días de marzo, comunicándose que  quedaba muy mortificado de que los religiosos se mezclan en dependencias y negocios que causan disturbios y que, aunque tene dado orden a los referidos, mandó se abstengan de semejante asumpto ..

Un asunto de gran alcance en los años 1717-1731 provoca una nueva revisión del problema. En espera de la publicación de un trabajo en curso, presento sus elementos más destacados. Algunos se conocen ya. Henry Lea indicó hace tiempo que la trama había sido totalmente desmantelada tras ciertas informaciones proporcionadas por un tal Diego Díaz, que habría recibido una pensión de la Inquisición en pago a sus servicios (36). Un contemporáneo, Juan Pérez de Herrasti, afirmaba haber comprado la casa confiscada con este motivo por la Inquisición a unos ricos comerciantes de seda, los Aranda (37). Julio Caro Baroja ha elaborado la lista de los 46 mahometanos, 35 mujeres y 11 hombres, presentes en el auto de fe de mayo de 1728. El hallazgo de un voluminoso legajo permite confirmar estos hechos aislados. A partir del 1 de octubre de 1727, fueron perseguidas por la justicia en Granada 226 personas por profesar el Islam y condenadas a figurar en los autos de fe que se sucedieron a partir del 9 de mayo de 1728: 46 ese mismo día, 28 el 10 de octubre, más de un centenar probablemente en 1729, 18 el 25 de junio de 1730 y 7 más el 4 de marzo de 1731 (38).

RELACIÓN CON LA IGLESIA

En el mes de febrero de 1730, llegó a la ciudad el abad y cardenal Carlos de Borja, que visitó la ciudad y lo recibieron en la iglesia de Santo Domingo de Guzman. Este  abad gozaba de mucha influencia en la vida cortesana y en el Vaticano, pues llegó a ser votado sin ser elegido para papa. Este año, se celebró una rogativa  por la sequía en honor a Santa Ana.

UNOS MORISCOS POR ALCALÁ

En 1729, los vecinos de Alcalá la Real tuvieron que afrontar la llegada de un grupo de más 80 personas que habían sido penitenciados por el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Granada. Algunos investigadores consideraban que estas personas eran moriscas. No era de extrañar que estas víctimas pertenecientes a cincuenta familias, muchas de las cuales se hallan emparentadas entre sí, pasasen por Alcalá y refugiarse en muchas viviendas de la ciudad, por lo menos estuvieron cerca de un mes buscando casa y alojamiento. Damos este dato recogido en las actas de cabildo que se acerca a otros estudios de otros investigadores, y para compararlo con los que Julio Baroja establecía de  114 mujeres frente a sólo 82 hombres.  Tampoco, no extraña su relación con el mundo comercial, pues en Alcalá la Real, la industria textil abundaba además del comercio de la seda.  Y todos ellos estaban relacionados con este mundo, la administración y profesiones liberales ( Hay trece comerciantes de seda junto a, entre otros, seis tintoreros, un tejedor, dos hilanderas, ocho costureras, cuatro notarios, un abogado, un médico, tres administradores de rentas reales, un procurador de la Chancillería y hasta un sacerdote). Algunos, por sus apellidos  se relacionaban con personas que lo ostentaba en Alcalá la Real, y en ella se encontraban sus ascendientes en el  núcleo compuesto por los Aranda, los Chaves y los Figueroa). Entre los doce miembros de la familia Aranda figuran cuatro tratantes en sedas y un capitán de caballería; entre los veintinueve Chaves se hallan cuatro comerciantes de seda, dos notarios y dos pasantes de notario; entre los ocho Figueroa están Melchor, sacerdote, y Gabriel, administrador de rentas reales y concejal. Isabel de Aranda es la esposa de Gabriel de Figueroa, María de Chaves Aguilar la de Felipe de Aranda, María de Chaves Benavides la de Gabriel de Aranda, hermano del anterior. En el acta del cabildo se insinúa que responden a un retorno relativamente masivo de moriscos exiliados o una inmigración regular de berberiscos, que se habían procesado y las autoridades locales, habitualmente alertas, se habían alarmado, en concreto se cita “penitenciados por tales herejes, mahometanos, y ser conocidos que fueron penitenciados·”. Ante la estas circunstancias, se extendió la noticia y el malestar de los vecinos por que se encontraban buscando casas y  con la intención de domiciliarse y permanecer en la ciudad de la Mota. El cabildo trata de impedir la estancia para evitar el contagio, pues consideraba que podían producirse muchos daños en el comercio y la relación con los vecinos al introducir las malas costumbres, y aquí  aparece la palabra , de los moriscos, y  el ataque a la religión católica. Y aboga a que no permanezcan en la ciudad, porque gracias al esfuerzo de la gente de Alcalá nunca se introdujeran entre sus vecinos y ganaron muchos privilegios por su defensa contra cualquier gente morisca  o de otra clase.  No debió ser prolongada la estancia, pues ya no se publicaron más noticias, y apuntamos la acusación de moriscas,  sin entrar en detalles como María Soledad Carrasco Urgoiti y Mikel de Epalza han publicado recientemente un importante documento, se refieren a ellos ·. Estos musulmanes de principios del siglo XVIII se adhieren además a las tesis desarrolladas en los apócrifos del Sacromonte, superchería basada en el sincretismo entre Islam y Cristianismo elaborada por moriscos granadinos a finales del siglo XVI (40). Por último, es muy posible, a juzgar por los textos, que Nicolás Díaz, guía espiritual de la comunidad y padre del delator, jugase un papel importante en la transmisión del saber entre varias generaciones.

 

CULTURA Y OBRAS

Todavía se encuentra en funcionamiento El Corral de las Comedias, que, por las fiestas patronales del año 1729, representa obras del autor Juan de Ordóñez,

En 1730, tras su muerte, dejó de ser maestro mayor de obras de la ciudad Manuel del Álamo siendo sustituido por Felipe Peinado. En este año se edificó un arco que unía dos solares de Juan Montijano en la calle Gala frente a la Puerta Villena, que permitiera el paso de coches y carretas. Comienza a la repoblación y construcción de casas con el nombre de albergas en las aldeas, donde transforman las chozas de retama en casas en lugares junto a sitios de propios, como cerca de la Ermita de Santa Ama.

Comienzan a caerse y derrumbarse muchos edificios municipales, que necesitan reformas y rehabilitaciones como el Matadero, puentes, cortijo del Piojo, Medianil, Cabeza Carnero, Acequia Baja y Cerro Batán, , Pósito que tenía los arcos muy maltratados, la bodega con amenaza de ruina y caída de vigas, y el Oratorio y la Cárcel que  manifestaba indecencia para decir misa. .

Se hizo un concierto entre el Convento de Consolación el cabildo para el recudimiento de las tierras de Navasequilla.

Por Semana Santa y el Corpus Cristi se engalanaban las Casas Capitulares.

        RELACIÓN CON OTROS ESTAMENTOS

En 1729, pasó el duque de Osuna con dirección a Granada y se le agasajó con un refresco y un gran banquete. En el mes abril junto con dos diputados del cabildo municipal Fausto de Moya, Leonardo Lizaur, Gerónimo Serrano de Cabrera y Antonio de Ortega) acudió a Granada a rendir pleitesía al Rey. El viaje se había preparado el año anterior, por estar programado su pasaje por tierras alcalaínas desde Sevilla a Granada,  pasando por Córdoba y volviendo por Jaén, se arreglaron seis pasos, se pagaron seis pesos por vecinos para acomodar entradas y salidas, muy deterioradas por los temporales. Se llevó una concordia entre los cabildos de Acaudete y Alcalá sobre utilización de pastos. En diciembre, pasó el embajador de Viena.

MUERTE

Murió en Alcalá el día trece de octubre de 1729,entre las una y las dos de la madrugada, siendo sustituido unos día como teniente de corregidor por su hijo, Francisco de Colmenares. A continuación estuvo de corregidor interino don Luis Cano, y posteriormente don Antonio Ayerbe.

Muy enfermo y en la cama, había testado el día cuatro de este mes dejando heredero a su único hijo, ya que se encontraba viudo. En 16 de octubre de 1729,   por declaración verbal de su propio hijo José Francisco de Colmenares y Velasco y Eguiluz,  recibió el poder de testar y  recogió todas sus intenciones post mortem en la fecha anterior. No pudo ser enterrado provisionalmente en el convento de Consolación, como era la intención del difunto por no haber sitio,  y, lo fue, para luego ser a la de la abadía de las Rozas o el convento franciscano  de la villa de Herrera, donde poseía una capellanía,  trasladado a la Bóveda de la ordenación de los frailes del monasterio de San Francisco de la Observancia, que era propiedad del familiar del Santo Oficio de la Inquisición  y secretario del rey Felipe V don Juan Ramírez del Postigo en  el nicho primero y más alto de los que había bajado por la escalera a mano derecha, donde se puso su título. Ejercieron como albaceas el cura Tesifonte  Miranda y  Gabriel Delgado Miranda el abogado.

 



40.ALVAREZ DE MORALES, RAFAEL. COn un Castillo en su nombre. 1992.

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