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martes, 21 de junio de 2022

EL MÉDICO JUAN GUTIÉRREZ DE GODOY , médico del Castillo de Locubín


 El famoso médico Juan Gutiérrez de Godoy, Juan. (Jaén, 12.IX.1579 ant. – Madrid, 1656.).   Hijo de Baltasar Gutiérrez, bachiller en Teología y Artes,  estudió en Alcalá como discípulo de Pedro García Carrero; allí fue elegido colega médico el 18 de mayo de 1603 por el doctor Vázquez, rector de la Universidad y residió en el colegio de la Madre de Dios. Se doctoró también en Filosofía por la misma Universidad. Em sus primeros años ejeció de médico del  municipio de Alcalá la Real entre 1616 y 1624. No sól en la capital de su sede abacial sino también  en Castillo de Locubín donde fue nombrado médico del Hospital de la Madre de Dios. Es muy interesante el contraro de sus servicios ante su maypordomo y patrono Pedro de Pineda Lences ( AHPJ egajo 5655, folio 472 y ss) pues se hizo caro de los servicios  m´ñedicos en las siguientes condicipones:

-Aunque vivía en Alcalá la Real donde estaba avecindado , se comprometía a emjercelo para curar y visitar enfermos del dicho desde el momento que fue nombrado y hasta que se rescindiera el nombramiento ( novimebre de 1622).

-Se obligaba a proporcionarle todos los jarabes, purgas y medicinas a los enfermos,

-Una vez en semana debía acudir a visitar a los enfermos siempre que los hubiere, y si no hubiere, cuando lo llamara el patrón y mayordomo.

-El debía tasar todas las valoraciones de acuerdo con su oficio y recibía de sueldo 70 ducados.

-Desgraciadamente falta la página posterior con su firma .

  En1624  se fue de Alcalá y fue nombrado médico del cabildo eclesiástico de Jaén y de cámara del cardenal Moscoso y Sandova y  residió en Jaén durante veintiún años. 

Fue familiar del Santo Oficio de la Inquisición de Córdoba. En 1645 fue nombrado médico de cámara de Felipe IV junto a otras celebridades médicas como el doctor Maroja, catedrático en Valladolid.  En Madrid vivió once años, coincidiendo en la Corte con el pintor jiennense Sebastián Martínez.

Murió en 1656.

También,  escribió algunos tratados y opúsculos relacionados con determinados temas médicos de carácter práctico y de interés en el momento. Muy conocida y divulgada, trató el tema de la crianza de los hijos: Tres Discursos para probar que están obligadas a criar a sus hijos[...] (1629), 


Según Dolores Rincón, estas son sus obras conocidas:  "El tratado latino Disputationes Philosophicae et Medicae (1629), dedicado al cardenal Moscoso y Sandoval, obispo de Jaén. Consta de dos libros; en el primero de ellos expone sus bases teóricas, fundamentadas en la filosofía y medicina antigua o medieval (Aristóteles, Hipócrates, Galeno, Tomás de Aquino, Avicena, Averroes) y sostenidas con los planteamientos de su tiempo (Mercurial, Frascatoro, C. de Vega, F. Suárez, P. García Carrero). La primera parte la componen nueve capítulos en los que trata sobre el órgano de la memoria y las causas que la inhiben, concluye con el estudio de la reminiscencia como entidad distinta de la memoria. El segundo libro tiene un carácter práctico, en él estudia los distintos tipos de lesiones que puede sufrir la memoria a través de diferentes casos clínicos y propone soluciones basadas en hábitos, reglas, preceptos y en el uso de plantas medicinales; especial atención dedica a la elaboración y empleo de la anacardina, preparado al que se le atribuían efectos positivos sobre la memoria y que, según se desprende de la lectura de este tratado, debió de ser muy empleado entre estudiantes y hombres doctos ocasionando su abuso efectos perniciosos; por eso, da una serie de normas sobre su uso y preparación encaminadas a evitar sus efectos secundarios, en ocasiones, muy graves.

Escribió también otras obras menores . en contestación al licenciado Pedro de Navarrete, médico del obispo de Córdobapublicó la monografía titulada Quaestio medica practica de ministranda aqua nive[...], en la que plantea el problema del uso del agua de nieve muy en boga en el aquel momento.

También como respuesta a la cuestión planteada por el doctor Bernardo de Robledo, que ejercía en Andújar, escribe y publica en Jaén (1639) la Quaestio medica non bulgaris. 

Con el Discurso para provar que es caso milagroso [...] (Jaén, 1641) responde a la consulta del licenciado Antonio de Almazán. En este ámbito de consultas y debates hay que citar el que mantuvo con Juan de la Fuente sobre la necesidad de sangrar a un caballero enfermo de la Orden de Calatrava; tal debate se publicó bajo el título Practicae controuersiae (1631).

Nicolás Antonio también recoge, entre los opúsculos del doctor Gutiérrez Godoy, el titulado Advertencias y preceptos generales con los cuales pueden fácilmente tasar cualquier receta en las boticas (Jaén, 1632). Esta obra permanece sin localizar.

 

Obras de ~: Disputationes phylosophicae, ac medicae super libros Aristotelis de memoria & reminiscentia, physicis vtiles, medicis necessariae duobus libris contentae, Giennii, 1629; Tres discursos para prouar que estan obligadas a criar sus hijos a sus pechos todas las madres, quando tienen buena salud, fuerças, y buen temperamento, buena leche, y suficiente para alimentarlos, Impresso en Jaén, 1629; Advertencias y preceptos generales con los cuales pueden tasar cualquier receta en las boticas, Jaén, 1632 (atrib.); con J. de la Fuente, Practicae controuersiae, Giennii, 1631; Quaestio medica non bulgaris. An possibile sit in rabientium vrinis canes parvos generari?, s. l., c. 1639; Discurso para provar que es caso milagroso el aver hallado incorrupto el cuerpo de Doña Lonarda de Aguilar Cabeça de Baca, madre del Licenciado Don Antonio de Almaçan vezino desta ciudad, quarenta años despues de enterrado en vna sepoltura terriça en la Iglesia de la Villa de Valdepeñas de la Mancha, 1641; Quaestio medica practica: an liceat [a]egrotanti, sanguineo, robusto, consuetoque, per sanitatem aquam frigidissimam nive refrigeratam absque incommodo bibere[...], s. xvii.

A este médico lo sutituyó en septiembre de 1624  en la comarca de Alcalá la Real el licenciado jiennense Bartomé Noguera de los Díez contratra dopor el regidor castillero , Ruíz Díaz de Mendoza en las mismas condiciones de asistencia y residencia en Alcalá la Real y con el sueldo de 300 ducados . 

 


domingo, 19 de junio de 2022

LA COFRADÍA DE JESÚS NAZARENO DE CASTILLO DE LOCUBÍN

 La advocación de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas se extendió en muchos lugares de España a finales de siglo XVI, aunque su modelo iconográfico ya se encontraba en la Iglesia Mayor de la Mota desde finales del siglo XV. Insignes imagineros de nuestro entorno lo recrearon y establecieron: por citar unos ejemplos,  a Pablo de Rojas y Juan Martínez Montañés se le suelen atribuir o se le han datado los Cristos Nazarenos (sic se le denomina por este tiempo) de Priego, Zubia, Angustias de Granada, o Pasión de Sevilla. Incluso, el del Castillo de Locubín suelen los críticos adjudicarlo a Martínez Montañés. 

Por el segundo decenio, abundan los testamentos, en los que  reservan las mandas de misas de Cristo Nazareno, y, además aluden que se celebren en su casa o ermita. Sirvan de ejemplo que Pedro Márquez declaraba "tres misas a Santo Cristo Nazareno", que compartía otras mandas con santos y advocaciones locales del Castillo de Locubín y de su ermitas: San José, Nuestra Señora de la Concepción, Nuestra Señora de Belén, Jesús y María, Santísmo Sacramento, Caridad y San Pedro. Y, las más antiguas de San Sebastián y de la Veracruz, donde se albergaban las imágenes de Nuestra Señora y Cristo Crucificado. 
Pero resalta esta manda "declaro que soy cofrade  de Santo Cristo Nazareno  mando que la cera de ella me acompañe en mi entierro y se pague la limosna acostumbrada". Pues , de su texto se desprende que existía la imagen ya en 23 de agosto de 1621, incluso por otros testamentos en el decenio anterior, y que estaban constituidas su cofradía  y ermita de Santo Cristo Nazareno. Pues, uno de los artículos estatutarios  siempre concedía el acompañamienmto de cera y pendón o bandera en los entierros a los hermanos, como acontecía en otras hermandades. Otro manda de Juan de Quesada remonta a junio de 1615 el origen de la cofradía. "mando medio ducado a la Cofradía de Jesús Nazareno" ( Legajo 5688, folio 161 vuelto, escribano Franmcisco J. Jordán). Y por la misma fecha y mismo escribano María Alonso disponía una  de una misa a Jesús Nazareno. En 1617 ante Jordán, aparecen varios vecinos que ofrecen al mismo mandas de dos misas (testamento de Juan Hidalgo).  O María Hernández, viuda de Pedro de Navas, con una manda de misa que se hiciera en su casa.

Además, gozaba de gran devoción pues  era frecuente esta manda en las familias castilleras. La de Tomás Aguayo en 1622, aclara la singularidad de la del Nazareno frente a otras: "Declaro soy cofrade de la Santa Veracruz, del Dulce Nombre de Jesús y de Jesús Nazareno, mando que la cera de ellas que me acompañen y se les dé limosna". Y la costumbre de la cera y limosna. 



AHPJ.Legajo 5655 , Folio 411-413 Escribano Juan Fernández Cabrera

AHPJ legajo 5656. Folio 65-68.






jueves, 16 de junio de 2022

una dehesa de toros en Castillo de Locubin

 Son varios los contratos entre regidores, jurados o delegados y comisarios de fiestas que acudían a   las dehesas del Castilllo de Locubín para recabr toros que se corrieran en las corridas de sus fiestas en los pueblos de la abadía de Alcalá la Real  y los pueblols limítrofes. Sirva este ejemplo un contrato entre el regidor alcaláino y vecino castillero Cristóbal Muñoz y el regidor de Íllora Martín Ruiz Mellado  en 1618  (5652, folio 254 s, 7 de septiembre de 1618). 

-El regidor del Castillo se comprometía a dar dos toros de garra, los que el dicho Martín Ruiz escpgiere de su manada.

-Sus nombres eran Vellino y Portillero y con ellos cuatro capeos.

-En cuanto el cencerro y las bestias da de correr por él conocedro ( mayoral) y concertarse con él el dicho encierro.

-Porque en entregando el dicho ganado con esto está cumplido;  por lo cual le ha de dar y enteegar dos toros y recibir  48 ducados.( 10 ante el presente escribamo y 40 el día que encarraren los toros para 25 de octubre de este año).  

-Otra ganadería era Luis fernández Vega  que vendía   toro al Gonzalo Gallardo de Alcaudete  por  25 ducados. 

FRANCISCO DE ARANDA EL MUNDO DE LA ALBAÑILERÍA


FRANCISCO DE ARANDA EL MUNDO DE LA ALBAÑILERÍA





                                              Siempre, en la arquitectura predomina el estudio de las construcciones artísticas o funcionales donde la piedra como material principal ejerce la exclusividad. Pero, la albañilería ocupó un claro espacio que compartió otros materiales, como el yeso, el cemento, la mezcla de cal y arena y variantes de los anteriores. No es extraño que hasta el siglo XVII no se hayan valorado artífices de este tipo de materiales, y se haya reservado este espacio artístico a los maestros de obras de cantería, olvidando alarifes, albañiles, caleros, carpinteros, herreros y otros artesanos.  Especial atención también merecen los albañiles que jugaron un gran papel en la construcción de los edificios particulares y públicos, religiosos y oficiales. Este es el caso de Francisco de Aranda, que no es hermano de Ginés Martínez de Aranda, ni su hijo es  Juan de Aranda Salazar que se dedicó también a la cantería. Viene esto a cuento de un contrato entre este maestro de albañilería y don Alonso de Benavides y Mendoza para construir un lagar en una viña del pago del propietario en el Portillo, término del Castillo de Locubín.  La fecha del contrato es un 14 de febrero ante Juan Bautista Cano. Y señalaba las siguientes condiciones
-Primeramente, a de tener doce varas de largo de piedra de mampuesto, jaharrado por dentro y fuera y con tercias de ancho y tres varas de altura.
-Es condición que a de hacer chimenea y lagar y un pilón de barro que tenga veinte arrobas de cabida y puertas, ecepto calle a piquera que esta a de dar el dicho don Alonso y le tiene de echar  cuatro tirantes en las partes más necesarias de dicho lagar. Y lo a de poner y acabar de teja con que no a de echar alcatifa y lo a de dar acabado el dicho Francisco de Aranda. Ejecute corriente para el día de Nuestra Señora de Agosto que vendrá de este año de la firma de esta escritura,  según y de la forma y manera a contenida en esta escritura, donde nos lo diere cavado;  sigundo  es e que el dicho don Alonso de Benavides  o quien en su causa oviere, pueda coger maestro a su costa a ya acabado para el dicho día como está declarado y a él pagar a al dicho don Alonso todo quanto interessa y pérdida que tuviere,  por no dar acabado el dicho lagar  para el dicho día  de todo en su juramento y lo que allí costare sin más averiguación me pueda ejecutar por vía ejecutiva  y de apremio y para lo consiguir basten dicho juramento esto por quanto el dicho  don Alonso le a de dar  con todo ello quaretna y conco ducados y, para en quenta de ello confeso aver rescevido del dicho Alonso las arrobas de vino que tuvieren dos tinajas, que para en quenta dello le a da do a rraçon de a medida ducado cada una arroba medidas las dichas tinajas si, no oviere tantas arrobas. A e cumplimento de todo los dichos quaretna y cinco ducdos los que faltan les a de dar u pagar el dicho don Alonso el día que empezara a tejar el dicho lagar  y de todo ello el dicho Francisco de Aranda se de por entregados a su voluntad  y renuncio (…) el dicho don Alonso se obligó a aceptar la dicha escritura (…) y el dicho Francisco de Aranda lo que faltare de los dicho quaretna y cinco ducados el dicho día que por las tejas en el dicho lagar  y esté para cuvbrir lo y por ello le pueda ejecutar  con esta escritura y para ello  obligó su persona.


.OBRAS EN EL HOSPITAL DE LA MADRE DE DIOS

 

El hospital debió ofrecer un espacio reducido y recibió a lo largo de la historia varias ampliaciones y restauraciones, que nos ilustran de los maestros de la época. Fueron muy significativas en los principios del siglo XVII. En tiempos de la familia Aranda, hay varios documentos que se nos ilustra de esta fase constructiva del Hospital de la Madre de Dios[4]. Se realizan unas importantes obras por Francisco de Aranda, que figuraba como albañil, que no era el hermano de Ginés Martínez de Aranda y padre de Juan de Aranda Salazar. Por el testamento que  levantó en 1636 ante el escribano murió en el cuarto decenio del siglo XVII, y  podemos reconocer nuevos datos de su familia[5]; vecino del Castillo de Locubín, se encuentra en muchas obras albañilería de lagares, molinos, casas.  Fue sepultado en una sepultura suya de la Iglesia de San Pedro, estaba casado con María Fornos y sus hijos eran Diego, Francisco, Simón, Tomé, Marina, Ana y Elvira (por lo tanto, ninguno era Juan de Aranda Salazar). Fueron testigos por  Francisco de Aranda, que no sabía escribir, Diego Monte, Pedro González de Párraga y Pedro de Córdoba.

Siguiendo con su obra, don Pedro de Pineda Lences firmaba el documento como el contratista; pues además ejercía como patrón de esta institución a la hora de gestionar censos, memorias y fundaciones (María de Molina a cuatro de enero de 1618, censo de 50 ducados). Se refiere en los siguientes términos:

-Figuraba don Pedro de Pineda Lences, como patrono del Hospital.

-El maestro de albañilería se comprometía a "hacer una esquina, lienzo de pared y portada de cantería que se entiende desde una raja que face desde una pared junto a la esquina desde cara de la casa de Beatriz de Mesa; todo el lienço de la calle   faciendo la portada fasta lo encrecido que llega a la tapiería, todo de piedra de cantería, bien labrada por fuera; todo lo qual se obigó de facer el dicho Francisco de Aranda, a su costa, puniendo todos los materiales por ochenta ducados que tiene concertados con el dicho don Pedro de Pineda Lences,  que por ello le a de dar la mitad  en el día que comience la dicha obra;  y la otra mitad el día que quede acabada".

-Y señalaba específicamente las siguientes condiciones para la pared principal, la portada, tabernáculo de la Madre de Dios y escudo de la familia que se encuentra actual en el entorno del ayuntamiento castillero.

-Primeramente es condición que se a de derribar toda la pared desde la reja de la calle (..) hasta lo encrecido de la calle real (...) a su costa y quitar don Pedro la tierra que no fuere menester  para la dicha obra a su cotas (sin )todo  lo derribado .

-Y es condición que el dicho Francisco de Aranda ha de sacar y traer toda la piedra de cantería y los demás materiales  que fueran menester a su costa  y facer toda la dicha esquina y lienço de pared con su portada, como está dicho desde el suelo y fasta lo alto que fuere menester, y asta poner una cornisa, y a de facer un tabernáculo para poner a  la Virgen  a esta otra parte de la ventana, labrado de piedra llana, y poner un escudo de piedra, que está fecho en el dicho  Hospital, a donde el dicho fuere; toda la parte de la cara de la  calle de buena piedra de cantería, bien labrada llana, y por dentro de piedra basta y enlucido, Y a bista de oficiales bien fecho y acabado. 

-Con las dichas condiciones se obligó a facer la dicha obra por los dichos ochenta ducados y acabarla de facer para el día de la Pasqua Florida primero que bendrá de este presente año.

Si no lo ficiere, el dicho Pedro de Aranda Lences podía buscar oficiales para acabarla y ejecutarla, y apremiar a Francisco de Aranda por los dichos ochenta ducados por los daños y con los intereses que ocasionare. 



UNA CASA EN FILIQUE

 Por este año (26 de abril de 1618). Francisco de Aranda, albañil, llevó a cabo un contatro con Bartolomé Bravo por el que se comprometió a edificar un cuerpo de casa y cortijo  en Filiçar,  donde está señalado  y que lo daba por acabado para el mes de julio. Son interesantres las condiciones de obra:

-Las medidas eran 20 varas de largo y cuatro de anchom medidas por la pare de adentro por ancho que no por el largo.

-Debía de tener cuatro varas y media de alto desde los preficios de la tierra hasta las tejas sacándole los cimientos que fueran menester y y al castivo¡ sin echar mano de él y con sus escaleras, chimenea y solado castigado y cubierto de teja.

-Un tabique en la cámara con que se parta un aposento.

-Ha de poner su `portada con sus dos puertas de goznes y bastidor dándoles las tablas y lo demás a su asta. Y otra puerta ni más ni menos para la cara por la pàrte que la quisieren poner.

-Así acabado y  por dentro y por fuera y que gasten 36 ahices de yeso a sies reales y cuartillo das uno zarrjado.

Había de pagar Bartolomé Bravo las cerraduras y 124 ducados y seis arrobas de vino, y 536 reales( en vigas, aserrajadas, 22 rollizas, 46 haces de cañas,  51 reales de una haza que tenía arrendada) .

Se obligaba a no alzar la mano de obra hasta acabarla. 

CASAS DE FERNANDO DE ARANDA MEDRANO

(Legajo 5655, folios 430 ss, 19 de septiembre de 1621)

En 1621 se comprometió con don Fernando de Aranda y Medrano en "hacer de nuevo el hastial de la torre baja de  de las casas principales  en que de presente  vive que cae de cara de las casas de Gonzalo de Arévalo y lo demñás que yrá declarado por treinta y ocho ducados, los veinte y quatro ducados que recive luego de contado y los catorçe ducados restantes luego que sean ya acabads de hacer para obra ".Entre las condiciones de la obra  el maestro de albañil se obliga a derribar el hastial hasta sacarlo del fundamento que fuere necesario, y por la esquina de la dicha torre  hasta la cornisa ; debía ser sacado de piedra  y de la dicha cornisa hacia arriba debía ir de yeso haciendo los arcos en la forma que estban hechos, porque se había de dderribar  para hacer el hastil y los de nuevo en la forma dicha. Otra condición consitía en que se había de sacar la través de la la dicha pared hastalas ventanillas  que están en ella  y por cargo hasta donde estaba rayado y señalado , que se había de hacer de piedra desde el fundamento hasta las ventanillas y hasta donde estaba señalado. Una interesante condición consistía que se había de hacer la sala principal de las dichas casas que las ventanas salen a la calle una chimenea rota, buena y bien acabada en testero de la dicha sala. El modo de colocar la piedra había de ser acuchillada  en la pared y en el hastial  a costa de Francisco de Aranda aue se comprometía a acabar la obra vista de maestros oficiales; don Fernando se comprometía proporcionar todos los materiales a pie de obra, desencobrar y limpiar los que se cayere.

En 1622,  recibió como aprendiz a Pedro Fernández molina, Y Le enseño el oficio de albañileria, 3 años y paga final de 36 ducados.

CASA DE JUAN LÓPEZ DE PAREJA

Situada en la calle Real, levantó un cuerpo de casa y bodega en un solar que posesía Juan López. y costó 80 ducados en enero de 1622.

LA PRESA DEL NOGUERAL

Extrajeron la piedra Juan Rodríguez y Damián López. Se comprometió al principio Juan Roldan, maestro de Alcalá la Real. Posteriormente, Francisco de Aranda, para hacer la presa del Nogueral ( Jordán, Legajo 6693 folio 499 ss 21, 11 , 1623), la presa pretenecía  don Pedero de Cavajal y poswía un molino al lado, se encontrab en el entorno de la Isla del río.

domingo, 12 de junio de 2022

EL ORIGEN DE LA ALDEA DE MURES

 



A unos  824  metros de altitud, Mures encarna un vocablo, cuyo étimo se diluye entre las interpretaciones precipitadas y la concienzuda profundización de la filología y la historia. Puede responder a un arabismo que hace referencia a “unas casas o chozas” probablemente situadas en las riberas de los arroyuelos y ríos  Mures, Palancares y Frailes. Los hay osados que lo remontan a un refugio de roedores, por eso de que en lengua latina mus, muris, significaba ratón, un despropósito de filólogos aficionados También, sabemos y hemos expuesto en anteriores artículos que el término de Mures provino de un residente de aquella zona, que estaba relacionado con la ciudad natal  y norteña de Mures (por tierras del Principado de Asturias). Lo mismo que lo hicieron los  que labraron las tierras de la Fuente de Tudela, por aquellos lares. Generalmente, tras la conquista de Alcalá la Real  por Alfonso XI y otros reyes posteriores, se les concedió a sus soldados, según el grado social (peón, caballero, lancero o escudero) una posesión de tierras, desde un haza a un cortijo, que pudo derivar de un villar o, incluso, alquería medieval. El término mureño  se fijó en varios lugares como la Dehesa de Mures, las tierras de Mures  o  el arroyo de Mures a lo largo del siglo XV y XVI. Pero no hay duda que el cortijo con el nombre de Mures existió y lo recibió un caballero que solía arrendar a un labrador como lo hicieron los frailes en las Juntas o los Góngora  en otros cortijos. Lo podemos datar por un documento que levantó el escribano Martín de Alcalá  Salazar en 1564 (4719, folio sin numerar) con fecha de  doce días del mes de noviembre, siendo testigos  Diego Rodríguez de Boar, Juan Muñoz Vaca y Juan Barrero. 

    El contrato sen entabló entre Juan Jiménez de la Fuente y  Pedro Jiménez de Porcuna. El primero nos da la presencia del cortijo, pues declara ser " residente en el cortijo de Mures" (no  especifica los cortijos de Mures, que los había a su alrededor como el de don Pedro, Gumiel, o Tudela) y " vecino que soy de la ciudad de Alcalá la Real".  El segundo, que también era vecino de la ciudad de la Mota, era Pedro Jiménez de Porcuna (estos solían estar ligados con los Ramírez, originarios de esta localidad del reino de Jaén, y se emparentaron con los abuelos y madre de Martínez Montañés por la fecha del documento). El objeto del documento era el pago de "seis mil ochocientos e setenta y cinco maravedíes de la moneda  usual los cuales confieso deber los de un buey de color rubio bragado  que debo". 

Y en un tercer documento, que realizó el primero ante el escribano Gome Muñoz, cita  que era labrador en 1567, del cortijo de don Pedro de Aranda, que es adelante de Mures.

 

Sin lugar a dudas, el buey era un animal fundamental para la labranza y para poner en labor las tierras que se roturaban en torno a aquella zona montuosa que servía de dehesa de las tierras alcalaínas y se mantuvo hasta el siglo XVIII. En concreto, su reparto dio lugar al asentamiento y concentración rural de  su población en torno a este cortijo que se ubicaba en lo que hoy está la población de Mures. 

Por otro documento ante el escribano Gómez Muñoz, se encuentra el partido de campo de Mures, término de esta ciudad (se alude a Granada). Es un contrato de arrendamiento entre el labrador, vecino de Moclín, Alonso de Carranza, y Juan de Cuéllar, veinticuatro de la ciudad de Granada, que le arrendaba en 8 de noviembre de 1579 un cortijo de teja con dos casas- la mejor de las dos que están juntas-  y 179 fanegas de tierra, lindero al cortijo del comendador don Pedro de Aranda, tierras de Antonio de Ovalle y tierras de  Pedro Gómez, vecino de Colomera y arroyo de Mures. Se fijaba la renta  a la tercia parte del trigo y otros productos y 150 fanegas en el cortijo por el día de Santa María de Agosto.

Con estos documentos, el partido de campo de Mures se fija para una zona de frontera en época medieval y línea de termino entre el reino de Granada  y Jaén. Una zona, donde abunda el agua y el monte. Lugar propicio para asentamiento humano, industria molinera, desarrollo agrícola y fomento de la ganadería.  Pues, en sus orígenes, estos lugares formaron una zona boscosa de flora mediterránea, tan sólo cultivada en las partes llanas junto a los caudales del agua. En época romana, se constata la existencia de algunos asentamientos en formas de villas (Media Luna y Vegas de Paz).  Posteriormente, en la época musulmana, se transformaron estas villas en alquerías, al mismo  tiempo que se acrecentaron los asentamientos dispersos, jugando un papel muy importante en el periodo nazarí este terreno por estar situado en la frontera entre los reinos de Castilla y León y el musulmán de Granada: lugar de dehesa, pasto de ganado, paso de tropas y de enfrentamientos entre los dos reinos.  El hito de la frontera está  constituido por el río y la cresta de los montes cercanos (Mulero, Mal Abrigo y Guzmana, entre otros) y en varios lugares venían marcados por varias atalayas como la Alta, Baja, Quejigar y  Listán.

            Tras la conquista de Alcalá la Real por Alfonso XI, estos terrenos constituyeron  una tierra de nadie, en la que destacaban la dehesa de Mures, la fértil zona de las Juntas, Malabrigo, los cortijos de la Atalaya y, Medianil. Por sus tierras pasaban los caminos de Iznalloz, de Granada y Moclín jugando un papel importante  sus puentes para el desplazamiento de personas y víveres.

            Con la conquista de Granada, esta zona  fue repartida entre los vecinos de Alcalá en varias ocasiones: la primera, en tiempos de los Reyes Católicos ( es el caso del cortijo don Pedro); la segunda, en tiempos del emperador  Carlos I afectando a la zona de las Juntas, así como se vendieron una gran cantidad de sus tierras al  monasterio granadino de la Cartuja; ;en  tercer lugar, una definitiva roturación de sus tierras en la zona de la dehesa que alcanzó  su última fase a finales del siglo XVIII y con las posteriores desamortizaciones en el siglo XIX, constituyéndose como un núcleo rural o aldea.

            En  1574, se  construyó el puente de las Juntas, que fue obra del cantero Miguel Sánchez Vizcaíno, e importó treinta ducados. Recibía este nombre por unirse el Velillos Frailes, el arroyo Mures con el Palancares y era muy importante, porque pasaba el camino de Granada, que unía Madrid o donde estuviera la Corte Real con Granada. Por él pasaron personajes como san Juan de Dios, Juan de Ávila, el emperador Carlos V por dos veces en la primavera e invierno del año 1524, ministros como Ensenada o Wall de Felipe V o Fernando VI, José Bonaparte  y muchos carlistas a lo largo del siglo XIX. En cuanto a los aspectos sociolaborales, avanzando el siglo XIX y   a lo largo del XX, entre los vecinos de Mures, predominaban los jornaleros del campo, los labradores, y, a gran distancia, los oficios industriales y artesanales, siendo casi nulos los servicios. Los que se denominan del campo o jornaleros, pueden dividirse según tuvieran algún medio o ninguno y solo al jornal; los labradores eran los arrendadores de cortijos y poseedores de algunas tierras, los pegujareros que los que tenían posesiones pequeñas en parcelas y algún arrendamiento, propietarios eran los que disfrutaban algunos de los cortijos.

      En el siglo XXI, muestra la decadencia de población por la diáspora de los años sesenta, desde los 1838 habitantes en 1950 hasta los 720 de 2011 y los 677 actuales, a los que hay que añadir los avecindados en Moclín y los de población transeúnte. Durante varios años, solicitaron, por parte de los vecinos de Mures, convertirse en Entidad Autónoma Local,  y en 2001 recibió esta reconocimiento ofical  por la Junta de Andalucía, presidiendo esta entidad autónoma el socialista Miguel Villegas Chica y formando la comisión miembro del PSOE, PCE y PP. En las últimas elecciones, fue elegida Francisca López Zafra de IU, Aunque Mures se mantiene en el sector primario, los servicios, las dos almazaras, los comercios y los servicios la han convertido en un nuevo reto para el siglo XXI. Ya no es el partido de campo del cortijo de Mures, es la ELA de Mures sin que nadie se acuerde de aquel primer rentista que arrendaba tierras a un labrador.