LUÍS DE MELGAR
En Alcalá la Real, existía una calle que
no figuraba con el nombre del Pintor hasta el siglo XVIII. Antes de
un padrón de 1710, recibió varios nombres, porque hacía referencia a un barrio
indeterminado entre el cerro del Calvario o del Vía Crucis (Las Cruces) y la
zona denominada de La Viñuela. Actualmente, conserva su nombre y se accede a
través de la callejuela del Pintor, y le debe su nombre al pintor Luis del
Melgar, y a su hijo con mismo nombre y apellidos, que vivían en esta
calle. Los Melgar procedían de una saga, de orígenes, en algún caso oscuros,
cuyo miembro principal fue el escribano Diego del Melgar y Quiteria del Campo. También,
Bartolomé de Melgar fue beneficiado y capellán de la Iglesia Mayor de Alcalá la
Real; este culminó su carrera eclesiástica con la capellanía de la Real
Capilla de la ciudad de Granada, cuyo cargo fue muy relevante de aquella
época.
En esta calle, existía
una hornacina, con la imagen de la Virgen de las Mercedes. Nuevas
investigaciones nos han permitido aportar importantes datos sobre la biografía
de esta familia que ocupó un espacio muy importante dentro del mundo de la
pintura, retablo y el dorado de las tierras de Jaén. Si nos centramos en el
primer artista, nos referiremos al padre Luís de Melgar y Valladolid y, de la
mano del escribano Francisco Montes Lezcano, sacamos las siguientes
conclusiones de su testamento de 8 de mayo de 1736. Era este personaje un
hidalgo que ostentaba el título del don y completaba su oficio de pintor con
los recursos de su linaje. Era natural de la ciudad de Granada, bautizado en la
parroquia de San Pablo, pero, desde los primeros decenios del siglo XVIII, se avecindaba en
la ciudad de la Mota. Hijo legítimo de don Luis de Valladolid, del que toma el
segundo apellido, y que ostentó el cargo municipal de veinticuatro del cabildo
granadino,, Y de doña Clara del Sol. Ambos granadinos.
Luis,
el mayor, desarrolló actividades económicas y comerciales en la ciudad de
Alcalá la Real, comprando varias fincas, al mismo tiempo que se integró en la vida social de la localidad
ejerciendo cargos como hermano mayor de la cofradía de Nuestra Señora del
Rosario, en donde pidió ser enterrado por haber sido patrono y mayordomo de
esta cofradía y acompañado por los religiosos de este convento dominico.
Se
casó en 1685 con doña Mariana García del Barco, una viuda del alcalaíno don
Salvador de Tapia y Castilla e hija legítima de Blas García del Barco y doña
Tomasa Roldán, con los que manifiesta que Luís del Melgar se encontraba por los
años ochenta del siglo XVII en la ciudad de la Mota.
Fue su albacea, junto con
los médicos los doctores don Francisco
de Burgos y don Francisco de Torres, y
vivía en Alcalá la Real por los años treinta. Su primer hijo se llamaba también don Luis de
Melgar y Valladolid, y fue también pintor y dorador avecindado en Alcalá la
Real, se casó con la castillera doña Antonia de la Jurada, hija del
regidor Alonso de la Jurada y Abril y de
doña Ana Álvarez de la Rosa, en cuya
villa realizó la carta dotal.
Otros hijos fueron el fraile Juan Agustín de Melgar de la Orden de San
Juan de Dios. María y Mariana García del Barco.
Luis, el padre, trabajó en
el ornato de las casas consistoriales del nuevo cabildo alcalaíno . El 24 de noviembre de 1734
prácticamente las obras estaban terminadas del todo y se pagaron sus adornos.
En éstos intervinieron el pintor Luis de Melgar, el latonero Andrés de Barrera,
el maestro de carpintería Antonio de la Fuente, y el esterero
Perálvarez. Destacaban un cuadro del rey Felipe V y otro de la
Virgen de las Mercedes que se conserva en la alcaldía, el retablo del oratorio,
mesa de altar, frontaleras , tallados y dorados, tres faroles de la fachada,
seis vidrieras, y el material de archivo.
En
su propio testamento se muestra como pintor y dorador de cuadros y retablos.
Entre ellos realizaba un cuadro de Jesús Nazareno (de una vara y media de largo
y vara y cuarto de ancho) para el
mercader alcalaíno Juan Muñoz Puerta Molinos; para el prieguense don Vicente Castillo, otro mercader de esta
comarca, un lienzo de la Concepción (de tres varas de alto y dos varas de ancho con marco dorado y estofados los campos
valorados 450 reales) y cuatro
lienzos (de vara y media de largo y ancho
600 reales) con marcos dorados y plateados. Todos estos productos
artísticos manifiestan que su casa era un auténtico taller de producción
pictórica y marquetería, ubicado en Alcalá la Real y que se expandía por otros
pueblos de Andalucía en grandes cantidades y encargos. Este taller respondía al
mercado del momento con la iconografía y temática más apropiada, y si no se
obligaba a responder mercantilmente sustituyéndolos, como era en el caso de
estos últimos cuadros por otros de cuatro de diferentes hechuras con marcos
dorados y estofados con el precio de 250
reales cada uno, de manera que nos hace
comprender la series tan similares de los cuadros de la Virgen de las Mercedes
de la patrona de Alcalá la Real.
En su testamento, también se reconocía
autor y deudor del dorado del retablo de Nuestra Señora del Rosario del
convento dominico, y manifestaba que quería saldar todas las cuentas que había
contraído en otros contratos anteriores con la elaboración de dos lienzos
simplemente con la recompensa de que la cofradía le entregara la donación del
oro para los marcos.
Había
participado en varios retablos de la diocesis de Jaén, pero en Córdoba también ejecutó el dorado del
retablo de la iglesia Mayor de Montoro,
del que mantenía diversas dudas con clientes de aquella ciudad cordobesa. Debió
morir por el año 1736.
El
año pasado, la Fundación Caja Rural de Jaén,
representada por Luis Jesús García-Lomas, y la parroquia de Santa María la
Mayor —Consolación—, con el sacerdote Juan Ramón Gómez, firmaron un acuerdo
para la restauración de un valioso cuadro centrado en la figura de la Virgen de
las Mercedes, patrona de Alcalá la Real. Los trabajos corrieron a cargo de Antonio Custodio López, de
Andújar.
Esta pintura de la patrona de Alcalá la
Real ha sido atribuida por los expertos a Luis Melgar, un artista muy activo en
la ciudad entre los años 1688 y 1725. Al propio Luis Melgar se le atribuyen
otras representaciones de la Virgen de las Mercedes, como la conservada en el
Salón de Plenos del Ayuntamiento de Alcalá la Real, en la Iglesia de San
Antonio de la pedanía de Fuente Álamo, dos pequeños lienzos pertenecientes al
Convento de la Encarnación de Monjas Dominicas y algunas que pertenecen a
familias particulares de la localidad. También se le atribuye el apostolado que
preside la capilla mayor del Santuario de Jesús Nazareno de Jaén (1717) y algunos
lienzos que pertenecen al Museo Provincial de Jaén.
Luis
de Melgar, fue un artista giennense miembro de una larga saga de pintores y
doradores, que tuvieron su origen en Alcalá la Real, pero cuya obra se dilata
por toda la provincia, destacando el hijo Luis de Melgar y Valladolid, Domingo
de Melgar Jurado y Francisco de Melgar Flores. Además de Alcalá la Real y
Arjonilla, se ha estudiado su presencia en el antiguo retablo mayor de Cambil y
el de Santa María de Torreperogil, el retablo de San Benito en la iglesia san
Idelfonso, la capilla de los Ángeles de la catedral de Jaén, el altar mayor de
Cabra de Santo Cristo entre otros.
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