Durante varios meses, Batmala ejerció como alcalde de Alcalá en
1931 en función de presidente de la comisión gestora. El cambio del clima
político se manifestó en muchos datos; incluso el alcalde cesante
le dio las gracias por las muestras de consideraciones y pruebas de
respeto que había recibido en el periodo de interregno, exponiendo
la tranquilidad y cordura con las que se había desarrollado el
cambio. En la sesión plenaria, incluso el anterior alcalde monárquico, le
deseó éxito para el futuro.
Una nueva manera de enfocar la política significaba la entrada de
los republicanos en la vida local. Se distinguió por el carácter
laico de sus creencias, la gestión trasparente y austera sin
tintes del clientelismo y la pasión por las clases más
desfavorecidas. Sus colaboradores fueron unos hombres honrados. No ocurrió como en otros lugares, donde "a veces se vieron tentados por la presión de los que habían sufrido
la metamorfosis republicana manteniendo las antiguas formas de
desarrollar la política con el favoritismo y el clientelismo, y, por
otro lado, por los extremismos de los que no sabían actuar con la
sensatez que se requirió en algunos momentos, fruto del
analfabetismo y de la incultura de los que pensaban que el mesianismo
de un cambio radical de la sociedad se podía conseguir al instante".
No obstante, el talante de los gobernantes locales fue un ejemplo.
Pongamos a exposición o para las generaciones futuras, las palabras
del alcalde monárquico don Antonio Collado, cuando elogió la
conducta y sensatez con que se han producido de las cuales espera el
mayor beneficio para el pueblo. Pues Batmala, en su discurso de toma
de posesión, aludió a la voluntad popular que debía ser la que
rigiera el destino de la Patria, al mismo tiempo defendió el orden
público mantenido por cada uno, así como la paz pública
cumpliendo los deberes y respetando los derechos de los demás:
”
acato la voluntad popular del pueblo del que todo lo espera, ha
llegado la hora de que el sentimiento popular sea el que rija los
destinos de la patria y cada cual sea un fiel mantenedor del orden y
de la paz pública, cumpliendo sus deberes ciudadanos y respetando
los derechos de los demás, único medio de llegar el
engrandecimiento de España de nuestro pueblo que es a lo que hemos
venido si queremos ser dignos representantes de su soberanía”
. Un modelo social a imitar en sus palabras. Solicitó que se
emulase y se imitase “a los directores del movimiento
republicano de España, se evitasen rencillas, estuviesen atentos al
enemigo que acecha, evitasen las ambiciones bastardas, fieles con los
derechos de los ciudadanos, y cumplidores con el deber, como único
medio de que la prosperidad y el engrandecimiento de España sea el
fruto que la República espera, encarnación de nuestros ideales y
aspiración constante de nuestra vida, procurando a España en todos
los órdenes y manifestaciones que es nuestra mayor aspiración y
nuestro más firme propósito” . Acabó con vivas a España y
a la República, que era donde debían realizarse los ideales de
prosperidad de los ciudadanos.
Formaban también la comisión, aparte de los socialistas nombrados,
los republicanos Batmala, Oria. Francisco Casanova, Cristóbal
Sánchez González, Antonio Calvo, Esteban Gutiérrez, Víctor
Hinojosa Amaro Sánchez, Baldomero. Sánchez Cañete y Bernardo
Cortés. Salvo Sánchez Cañete, todos ellos de Reforma Republicana,
Partido Radical y algunos de Acción Republicana
El día veinte, Batmala fue proclamado alcalde de Alcalá con
dieciocho votos de entre los diecinueve de los concejales presentes.
Lógicamente hubo uno en blanco que debió ser el suyo. Pues aquel
día no asistieron a la sesión municipal varios monárquicos que
tomaron posteriormente la posesión de su acta de concejales.
El mismo resultado se produjo con los tenientes alcaldes ( 1º
Salvador Frías, 2º Francisco Casanova, 3º Víctor Hinojosa, 4º
Antonio Calvo Montañés y 5º Cristóbal Sánchez González). El
puesto de síndicos recayó en los republicanos Antonio Oria Alba y
Bernardo Cortés. Una vez hecha la elección de los cargos , Batmala
manifestó :” doy las gracias por la elección para el cargo en
el que procuraré cumplir con todo el esfuerzo de mi voluntad, no
solicito cooperación, porque ya con anterioridad a este acto ha sido
ofrecida , pero sí pido sacrificios para el bien de la Patria,
estando por su parte dispuesto a hacer el de la vida si es
necesario”. La participación de los presentes en su futuro
gobierno fue clara y contundente, pues hasta los monárquicos ye
independientes confiaban en su persona. Y así el independiente Ruiz
de la Fuente y el monárquico Aguayo se manifestaban: “ veo con
entusiasmo el nombre del Señor Batmala al frente de la alcaldía,
porque dadas sus condiciones es una garantía, nos congratulamos de
la composición del ayuntamiento, donde se hayan representadas todas
las ideas y clases y espera del mismo una labor próspera y sana y en
esta seguridad ofrece su modesta pero leal y decidida cooperación “
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