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lunes, 17 de octubre de 2016

BATMALA ANTE LA CRISIS Y CUESTIÓN OBRERA







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Pero, lo que le traía de cabeza a la nueva corporación era la situación de la clase trabajadora, que conllevaban el tratamiento de la crisis obrera como punto del orden permanente en todos los acuerdos del ayuntamiento. Para colmo, el año 1931 fue uno de los más tristes que se conoce en la historia por la decadencia económica. Así se dirigía el socialista Frías en una sesión municipal:”los ayuntamientos están obligados a cumplir las leyes sociales y a procurar que los obreros, factor principal de la producción, no carezcan del trabajo, es un problema social y de difícil solución . Espero de los humanitarios sentimientos de todos la decidida apuesta paraa solucionarlo. Los alcalaínos no pueden dormir tranquilos al saber que hay niños que se acostaban sin cenar y solicita ayuda de todos comenzando por los mismos obreros”.

Tradicionalmente, la respuesta del Ayuntamiento se reducía a gastar los fondos de los que disponía, pero, en estos momentos, encontró las arcas vacías. No había otra solución que pedir a los propietarios y labradores su colaboración en una reunión con una comisión municipal , en la que se comprometieran a repartirse un cupo entre ellos. Pero, a veces la situación llegaba al límite y se obligaba al alojamiento forzoso y a darle trabajo “como sea”, lo que no agradaba a los patronos.
Desde el gobierno local, en mayo del 1931, se tomaron todas las medidas posibles, se hizo la Junta de Alojamiento mediante la participación de la presidencia y del concejal Murcia, los patronos declararon las utilidades de sus fincas, la Comisión de Policía Rural controló los que no habían declarado, se propuso que distribuyeran los obreros entre patronos, que era el único medio para evitar las reclamaciones numerosas.
Pero, aún así, con el paso del tiempo, era un sentir general que los alojamientos traían locos a los alcaldes de la provincia, pues los patronos necesitaban fondo y préstamos para poder pagar a los obreros. Se articularon medios para poder pedir préstamos de las Cajas y adelantos de la Diputación Provincial . Batmala no era ajeno al asunto, se reunió con el señor Bonilla, delegado de Hacienda, y le presentó la posibilidad que se avalaran unos labradores con otros para solicitar préstamos. Pero, el no era muy proclive el endeudamiento del ayuntamiento “No era partidario de entrampar el pueblo. No obstante, si este lo quiere, el no se opondrá, pero estudiándolo muy bien”.
Tampoco era partidario de adoptar imposiciones a los patronos a la hora de los alojamientos. De ahí la sensatez de consultar a la autoridad superior sobre la legitimidad de esta medida. El gobernador, miembro de su partido, le contestó que podía hacerlo, pero sin imponerlo. Por eso, ante las presiones de los trabajadores por el mes de junio, de las que se hizo eco el concejal Frías, Batmala se manifestaba como un hombre de diálogo con los dos sectores. No quería romper el pacto con los socialistas , que defendían la continuidad del alojamiento, pero comprendía a los patronos en su delicado estado económico. De ahí que les había invitado a que continuasen con los alojamientos y dieran el mayor número de trabajo que pudieran a los obreros. Hizo gestiones para construir casas baratas, se propuso incluso levantar un Grupo Escolar, pues los albañiles estaban parados. Al final, tras el diálogo, presentó la dimisión, pero aceptó que se hicieran el alojamiento por una comisión formada entre patronos y obreros, tratando de no imponerlo a los pequeños propietarios y sirviendo la comisión del ayuntamientos para cooperar en el acercamiento de posturas. Pero este era su criterio oficial, muy alejado de su comportamiento personal a la hora de administrar su hacienda y el contrato con los trabajadores, que era ejemplar y siempre dispuesto a ayudar en todo tipo de medidas.
Pues Batmala respondía personalmente, incluso en momentos que no necesitaba personal, enviando a una cuadrilla de obreros, y siempre les pagaba excediéndose en el salario . Si el jornal se tasaba en cuatro reales y medio, él los redondeaba en cinco. Si pasaban hambre, los citaba a la calle Espinosa y les repartía dinero todos los sábados para poder comprar al menos el pan. Si a una familia humilde le faltaba aceite en al alcuza, llamaba a los niños que trajeran la cantarilla en la casa de calle Bordador. Si el hijo de su arrendador acudía a la casa para transmitir un recado al patrón, Batmala sacaba una moneda de plata para la familia. Este era el comportamiento humanista y altruista que contrastaba con el de los hacendados alcalaínos y la nueva burguesía que había levantado las industrias de la ciudad. Tampoco, el cargo no le hizo olvidar a sus antiguos amigos, con los que se reunía en la taberna de la Plaza- en la trastienda de la actual de Montañés-. Generalmente, compartía la tertulia con los empleados y el notario Mouton1.

Pero, la amenaza de dimisión no se plasmó por el momento. Su gestión en el gobierno dio sus frutos. Recibió una importante partida para emprender las obras destinadas a paliar el paro, que procedían de los fondos de la Casa Real, negoció con los vecinos y distribuyó el presupuesto municipal:

OBRA
PRESUPUESTO
INCIDENCIAS
Camino Puertollano
22.000 Ptas.
CASA REAL
Mures
22.000
¨”VECINAL
Traída de aguas de Mures
15.000
Captación de agua del lavadero de Mures
4000

Lavadero de Pedriza
Y camino de la Pedriza

Locales de Escuela
20.000
Puente Gatunar
1.500
Puente de la Ribera
1.500
Camino de Grageras- Fuente Álamo y Alcalá 2


Camino Grageras- San José


Cementerio de Hortichuela
10.000
“ se propuso y no se hizo. En su lugar camino de Hortichuela
Cementerio de Santa Ana
3.000”
“Se cambió por el enlace de Santa Ana con la N 432
Alcantarillado de Alcalá
200-000
Tramos de la carreteras de Montefrío

Carretera Entre Frailes y Mures
Dinero vecinal
Obra de patronos para paliara el paro de la zona
Extracción de agua para las Caserías


Camino vecinal a Ermita Nueva


Reparación pavimento de calle Álamos y Lavadero


Reparación puente del Guadalcotón


Callejón del Matadero


Camino Viejo de Alcaudete


Reparación de la fuente de la Cruz de Villena


Replanteo del Camino de Cantera Blanca



Se multiplicó en llevar a cabo viajes e hizo todo lo posible para que dieran resultado sus gestiones en la Asamblea de Alcaldes, trasladándose a Madrid a finales de julio. Logró la colaboración de sus correligionarios de partidos, como en la zona de las Riberas, que aportaron fondos para emprender la importante obra de enlace entre las carreteras de Frailes y Mures.
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Por eso, sus partidarios- en concreto, el republicano derechista Bernardo Cortés, representante de comerciante de abonos y explosivos -trataron de cambiar el nombre de la calle Guardia Castellano,- la tradicional Gala-, por el nombre de Pablo Batmala, aprovechando que se encontraba en Jaén negociando fondos del paro con el Gobernador Civil. Salvador Frías, alcalde accidental en la sesión plenaria, celoso, pero conocedor de Batmala en las anteriores lides políticas, consideraba que don Pablo Batmala no aceptaría el nombre y se opuso; y en su lugar se le dio a esta calle el nombre de República. Una sesión posterior, el ponente pidió disculpas a Batmala, sin dejar de admirarlo: “el señor Batmala se merece el nombre de la calle y mucho más, si lo hizo mal, ruega que lo dispense” El alcalde, manifestaba con estas palabras su punto de vista: “de ninguno modo lo hubiera aceptado....... a ningún hombre, mientras viva se le debe juzgar para tributarle honores, pues no sabe lo que puede ocurrir en el trascurso de la vida y pudiera darse el caso que se le diera a quien nos lo mereciera, y, por ello, el no hubiera aceptado”. Desde luego, que hizo bien en no aceptarlo, pues los republicanos de derechas fueron los que posteriormente no lo defendieron y le guardaron viejos rencores de su cambio por el republicanismo de izquierdas3. Era tan intensa la introducción del republicanismo y de los partidarios del Partido Radical Republicano en todos los sectores de la población alcalaína que el pueblo cantaba en las comparsas4:
Por cierto, un amigo mío,
Que se ha hecho radical,
Si la tortilla no cambia ,
Hubiera sido sacristán.
De rarezas de esta clase
Infectado está Alcalá´.

Este acuerdo municipal de cambio de denominación de calles no debió gustarle al cronista, pues se sentía muy orgulloso de que su calle recibiera su propio nombre, tal como se derogó años después con el gobierno de los derechistas. Tampoco, a los sectores monárquicos y tradicionalistas estas medidas le agradaron, porque la figura de Guardia Castellano era uno de los elementos del acervo cultural de la ciudad.


1 Testimonio de Manuel Peña, que manifestaba que su abuelo Gumersindo intervenía con Pablo Batmala en aquel lugar.
2 Testimonio de Sixto León, es esta canción de las obras del Lavadero:
En la República
º Se hizo un lavadero
a fuerza de mil fatigas
si falla el agua al arroyo
y no se llenan las pilas.
3 AMAR. Acta del cuatro de mayo de 1931.
4 Murga “Terremoto”

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