En el siglo XVIII los ríos y los
caminos dividieron esta zona del Palancares a la hora de formar el
distrito o partido de campo de Cantera Blanca. En concreto, este
comprendía dos partes de este río arriba: por un lado la Peñuela,
Fuente la Oya, Cantera Blanca y Chaparral de Nubes; por otro lado,
Bramaderos., Valdegranada y Alamoso. En tiempos del Catastro de la
Ensenada, teniendo en cuenta que pudiera ocupar una zona superior al
tradicional partido de campo de Cantera Blanca, se le asignaron y
ubicaron 73 unidades familiares en torno al río Palancares,
agrupando unos 429 habitantes, entre los que se encontraban un
hidalgo, dos cabezas de familia más de 60 años, 21 hijos de 18
años, 87 menores de 20 años, 79 hijas, 10 parientes, 62
sirvientes y 40 gañanes, lo que demuestra que es una población
dedicada al laboreo del campo y a la agricultura con grandes casas
nobles o cortijos en las que vivían los miembros jornaleros de la
hacienda familia así como gañanes y pastores. Suele repartirse
cierto número de suertes en torno a las veredas y río del
Palancares, Yerbatunal, Llano de los Muchachos, Caiceruela, y
Chaparral de Nubes.
Pósito
y nuevo repartimiento de tierras
Debido a la buena situación de la hacienda municipal, en 1767 se
eximieron a éstos del medio de celemín por fanega que pagaban por
el préstamo de trigo del Pósito, librándolos de pagar más de
cinco mil fanegas de trigo y cuarenta mil reales por una orden del 19
de junio de dicho año y todo tipo de escritura y medidores.
Se hicieron préstamos al tres por ciento de cuatrocientos mil
reales y con el dinero recogido pagar los dos censos que tenía la
ciudad con el conde de Humanes y Juan Pérez de Herrasti, vecinos de
Granada., Además obligaron a almacenar cada año 14.000 fanegas de
trigo con destino al abasto de pan a los vecinos, dando lugar a que
las crisis alcistas del pan en el resto de la nación no
repercutieran en la ciudad, como fue el año 1773, en el que ante la
carestía y subida del pan en el resto del país a 70 reales la
fanega la comarca alcalaína no se vio afectada aún más se compró
el trigo para la cosecha a 37 reales.
En la misma línea del país se reparten tierras
de propios entre los vecinos de la ciudad y el campo, tendiendo a
otorgarlos a los más cercanos a su vecindad y entre los labradores,
yunteros, pujareros y jornaleros, dejando reservados pocos terrenos
para el resto de los oficios. Entre los nuevos terrenos repartidos a
partir de 1768, se encontraban las Noveruelas, el Romeral, los
Llanos, Fuente Álamo, Encina Hermosa, que van a dar lugar al
asentamiento definitivo de muchos labradores en las aldeas , que
comienzan a progresar y aumentar de población, como las Ribera,
Charilla, Santa Ana, la Pedriza, Valdegranada, Hortichuela, y Fuente
Álamo.1
Supusieron una cantidad de once mil ciento catorce fanegas y siete
celemines, que fueron aprobadas anteriormente en el año 1662. Aunque
las distintas disposiciones reales de los años siguientes pretendían
que se favoreciera a las clase más necesitadas y a la vez
laboriosos. La política real, emprendida por Campomanes, fue
reglamentada a partir de febrero del dicho año, y nos muestra
claramente el nuevo espíritu que animaba a los nuevos dirigentes.
Unas líneas de progreso, basadas en el desarrollo de la riqueza, por
encima de todo lo que significaba el retraso de las tierras
improductivas. Todo ello se disponía en favor de las clases más
desfavorecidas. Pero siempre excluyendo a los morosos. Ese fue el
intento y el deseo. Lejos quedaron los resultados. Para llevarlo a
cabo, el cabildo del ayuntamiento con el asesoramiento de los
diputados y síndico del común, convocan a los doce electores de
cada una de las parroquias que se encargan de nombrar tres peritos de
tasar, evaluar, censualizar y medir las más de mil fanegas de
tierra, a las que se aplicaron las nuevas políticas agrarias. Eran
personas de reconocido prestigio social y de conocimiento agrícola
en la agrimensura, labradores o regidores.
Muchas parcelas de ellas provenían de antiguas roturaciones
anteriores que mantenían arrendatarios y colonos año tras año, que
serían los primeros que causaron los primeros trastornos. Dividieron
los terrenos en los veinte partidos a los que se les asignarían
tierras y nuevos propietarios. Para ello, se valieron de los párrocos
de cada uno de los sitios y de los alcaldes de ordinarios como en
Frailes y el Castillo de Locubín. Tasaron el valor de cada fanega de
tierra y los trances y parcelas más adecuadas. Realizaron una
perfecta delimitación entre los terrenos, parcelas y trances en cada
uno de los cuadernos con la valoración antecedente, antiguo
propietario y dejaron en limpio los nuevos. Los distintos
repartimientos correspondían a los señalados en el cuadro adjunto:
CUADRO DE REPRTIMIENTTOS Y COLONOS 1768.
Encina
Hermosa
|
nueve
hojas: registros de nuevos colonos desde 1216 hasta 1564,
incluyendo Navalperal, y Navastrillo . Se asignó en su totalidad
a vecinos del Castillo y de la Venta del Carrizal
|
Fuente
Tétar
Navaltrillo
Charilla
Frailes
Chaparralejo
Palancares
Camello
Cantera
Blanca
Hondonera
Dehesa
entre las Torres
Los
Llanos
Dehesa
de los Caballos
Cañada
del Membrillo.
Majalcorón
Cañada
del Dornillo
La
Rábita
Cuaderno
18: Fuente Álamo
Cuaderno
19: La Rábita
Cuaderno
20: Sierra san Pedro
|
Se
asignó a colonos del Castillo, registrados de 1605-1607
Se
asignó a colonos del Castillo desde el 1565 hasta 1603
Comprendiendo
el Robledo, Fuente el Gato, Guadalcotón Majadillas, cerro Martín
Cano, la dehesa de Charilla, cañada del Infierno, la Torre,
Gamonales, Amoladeras, Jaralejos, Mirador, alberquilla, portillo
de Alcalá, Celada, Peña el Fraile y Hoya Redrada, se repartió
entre colonos de Charilla y Alcalá. Tenía las parcelas 198-318.
Comprendiendo
el Cerro, Loma Pelada, Loberuelas, Cuesta de Frailes, Hoyos,
Carboneras, Almoguer, Hoyuelos, Retamales Zarzalejos,
Sotorredondo, Solana del Endrino, Majada de Romero, Ejidos de
Verdugo, se reparten entre vecinos de Frailes salvo el Romeral
con vecinos de Alcalá (parcelas de 320-422)
Comprendía
también Alcaiceruela y Llano de los Mazuelos con las parcelas de
la 423-547, repartidas entre vecinos de Alcalá, Mures, Ribera y
Santa Ana.
Con
el Espinar de la Peña el Yeso y Cañada el Carril para vecinos de
Alcalá 593-609 y 693-710
547-553
Algunos vecinos de Acequia
Comprendiendo
Yerbatunal, Caleruela y Chaparral de Nubes de 774-884 algunos
vecinos de Cantera Blanca, en su mayoría colonos alcalaínos.
De
la 610-692 eran colonos alcalaínos.
Comprendiendo
Portichuelo y Navazo las parcelas 765 hasta 774, eran colonos
alcalaínos.
Comprendiendo
Cañadas de san Marcos, Canteras Viejas,
Portillo Cerrado, Boca de
Charilla, Cruz del Rayo, Fuensomera hasta chaparral de Biedma con
157 colonos, en su mayoría vecinos de Alcalá.
Comprendiendo
las parcelas desde 774-838 se repartieron vecinos de Alcalá.
Las
parcelas 916-952 entre vecinos de Alcalá.
Las
parcelas 885-915
Las
parcelas 953-963
Comprendiendo
desde la dehesa hasta los Retamales:1017 hasta 1212 sin especificar
vecinos, aunque algunos corresponden
a la zona
|
Fuente
Álamo
|
y
Cañada Honda desde 961 hasta 1017
|
Se repartieron en su mayoría a colonos alcalaínos, aunque las zona
de Charilla sobre todo, Cantera Blanca, Riberas, Mures, Acequia las
Caserías, y la Rábita hubo colonos de dichos lugares. En su
mayoría, eran labradores, arrendatarios y algunos que otros oficios
que ocuparon las parcelas más extensas como en el Robledo.
Terrenos que hasta ahora se habían concedidos para roturarlos en
sementeras son sustituidos por pagos de olivares como los LLanos, el
cortijo de la Merced, propiedad de alcaide Vicente Estrada planta los
primeros olivos, se intercambia terrenos baldíos de la zona de la
Pedriza por Fausto Fernández de Moya por otros aptos para el olivar
en la zona de la Acamuña
En el siglo XVIII, en 26 de mayo de 1770, con motivo de la política
de la promoción de la riqueza agrícola e industrial se llevó a
cabo, siguiendo las directrices de le Consejo Supremo de Castilla,
un repartimiento muy importante en toda la zona de Alcalá la Real
que afectó a unas diez mil fanegas de tierra pertenecientes a los
terrenos comunales o de realengo. En este paraje de Cantera Blanca
se repartieron de nuevo las siguientes suertes en estos parajes:
-Llano de los Muchachos: 43 suertes, del número 799 al 842, (11 de
nueve fanegas; 6 de más de diez fanegas, y el resto entre cinco y
ocho), que se repartieron entre los que labraban y constituían los
cortijos de este lugar. Entre las familias se encontraban las de
Antonio González, Agustín José Carrillo, Feliz de Mesa, Miguel y
Juan de Ocaña, Peñálver, García, Antonio de Alva, los Coca,
Hermoso, e García Gallardo, Márquez, Francisco Guelte o Huelte,
-Cuatro en Ejidos de Verdugo,( dos de 11 fanegas y otras de seis y
siete, correspondían a los números 730-734)
-Yerbatunal, lo que hoy es Gatunal, con cinco suertes y 32
fanegas- Recayeron en María Marques, Ricardo Palacios, Valentín
Romero y Pedro García Romero.
-Alcaiceruela o Escaleruela ( que suelen asignar a las Pilillas) con
20 suertes para familias de los Márquez, Peñalver, Cano , entre
otros. es correspondían las suertes 763-784.
Espinar de la peña del Yeso co 27 suertes , que se distribuían
entre cuatro de doce fanegas y el resto entre 5 y nueve fanegas ,
para familias de Francisco de Toro, Arévalo, Gutiérrez, etc.
Correspondían a las encuadradas entre los números 843 y 859.
-La Hondonera con 87 parcelas repartidas entre vecinos de la ciudad
de Alcalá la Real. Corresponden a las parcelas 860-947.
-Chaparral de Nubes con 30 suertes (1102--- 1140 l La mayoría de
seis fanegas y media , cuyos colonos pertenecían al núcleo de los
cortijos rurales de la Pedriza.
-Y otra del mismo Llano de los Muchachos y Palancares ( 252-301) con
40 parcelas de unas seis fanegas de tierra con sobrantes en camino y
algunas de 11. Por este lugar se van concentrado algunas familias de
cortijos como el de los Hueltes y García Gallardo en diversas
parcelas del Llano de los Muchachos.
-Camello, que dará lugar a una serie de roturaciones ilegales a
partir de 1770 y desembocará con la imposición de la autoridad en
el siglo siguiente.
A la
labor de roturación de las tierras y su labranza, se añadió que
muchos de ellos fijaron residencias en albergues, concedidos mediante
un censo en las zonas comunes o junto veredas o caminos reales, como
fue el caso de la Pedriza, donde el camino que baja hacia el
Palancares desde el cortijo de Pineda y luego hacia el Palancares por
Fuente Nubes, le servirá de asentamiento rural. Con ello nacerá el
núcleo que recibe este nombre. Las casas solían ser de pequeñas
dimensiones y poco fondo , pero con el paso del tiempo se vieron
favorecidas con la ampliación de sus corralones, abandonando las
antiguos chozones de retama. A finales del siglo XVIII se produce la
creación de nuevos molinos en zonas que hasta ahora no taían dichos
molinos e incluso otros se transforman de batanes en molineros. Entre
los primeros destaca el del arroyo del Palancarez levantado en 1798
por Juan Gutiérrez que paliaba las grandes marchas que debían
recorrer los vecinos del Partido de Cantera Blanca y Valdegranada. La
ciudad le concedía los terrenos en las riberas del río a cambio de
una renta de 220 reales.
HABITAT, POBLACIÓN Y VIVIENDA
Por eso, su paisaje reflejaba y refleja un hábitat mixto entre
núcleos disperso(cortijos) y concentrado(cortijada de la Pedriza).
Para conocer este aspecto, hay que remontarse a tiempos anteriores y
la evolución del hábitat. En el siglo XVI, con toda seguridad
existían varios cortijos donde acudían los jornaleros, en tiempos
de la cosecha, y los gañanes y pastores para apacentar el ganado,
pero no residía nadie en este partido de campo. Desde el portillo de
las carretas hasta Fuente Nubes, se sabe que pasaba una vereda donde
lindaban y se encontraban las tierras del escribano Blázquez (
luego del regidor Pedro Serrano de Alférez en el siglo XVI) , el
regidor Pedro Hernández de Alcalá o capellanía de don Diego de
Arana Figueroa, varios repartimientos del tiempo de Carlos I y
corregidor Francisco de Alarcón ( cortijo de don Diego de Córdoba,
oidor de la Chancillería de Granada).
No hay comentarios:
Publicar un comentario