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jueves, 1 de diciembre de 2016

EL ENTORNO DEL JUEGO PELOTA Y LA CRUZ DEL ECCE-HOMO Y MARIROSA

ALGUNAS NOTAS SOBRE

EL ENTORNO DEL JUEGO PELOTA Y LA CRUZ DEL ECCE-HOMO Y MARI

Siempre he comentado que el tramo que se extendía desde el Llanillo hasta el oratorio del Ecce-Homo ha jugado un papel fundamental dentro del urbanismo de la ciudad. Probablemente, diseñado “ a lo romano” a finales del siglo XV o principios del XVI, coincidía con el principio la antigua red vial de la “decumana” de la ciudad llana y renacentista de Alcalá la Real, donde el convento de Consolación jugó un núcleo vertebrador muy importante, como intersección de esta calle con las del Llanillo, Real y Tejuela. Por eso, es un lugar único, un foco de atracción de sitios por descubrir. Y, ese es el encanto de este entorno, que vamos a comentar en su pasado y presente.

-CORRAL DEL CONCEJO. Antes del siglo XVIII, formaba, al final de la calle Rosa, un espacio publico, en el que se adentraba a un recinto donde se guardaban los ganados hasta ser llevados al Matadero y Carnicerías. Son muchas referencias sobre un gran portón desde donde se adentraba a su interior, marcado por una cerca de mampostería. Hoy día, no se encuentra nada de este recinto, que debió corresponder a la parte de intersección de la calle Ros y Pilar de las Tórtolas.

-ORATORIO DEL SEÑOR DEL ECCE-HOMO. Era una costumbre muy cristiana que el pueblo llevara a cabo la práctica pietista del Vía Crucis (recorrido de las estaciones de la Pasión y Muerte de Jesucristo); en Alcalá, el primer vía crucis se construyó en la Cuesta del Cambrón, del que nada se encuentra. El Vía crucis del barrio del Calvario o de las Cruces fue obra de unos devotos alcalaínos a mediados del siglo XVI se mantuvo hasta principios del siglo XX, que renovó todo su mobiliario y fue bendecido en la visita pastoral del primer quinquenio de nuestro siglo pasado. Pues, estaba compuesto de catorce cruces (con su peana y basa marcadas por el número de la estación y su leyenda correspondiente) y por unas pequeñas ermitas, oratorios u hornacinas donde se albergaban en forma de cuadros, bajorrelieves o imágenes las distintas escenas de la Pasión. Afortunadamente, quedan varias cruces en la calle de la Subida a Fátima y restos de los oratorios de la Verónica y del Santo Sepulcro (que era la última estación); y , sobre todo, el oratorio del Señor del Ecce-Homo y la cruz de la Rosa, que nos hace imaginar como sería ese entorno paisajístico. Un cerro, con unas veredas que ascendían al paraje de los Llanos; y, de trecho en trecho cruz y oratorio, parada obligada y estacional; sin viviendas, entre flora de monte bajo, oliendo a tomillo y romero, y envuelto entre rezos de padrenuestros y meditaciones sobre la muerte de Jesús. Es un lujo y un tesoro que el grupo de hermanos del Ecde-Homo haya embellecido el lugar de su oratorio y cruz, se recuperó su parte arquitectónica, tan sencilla y tan andaluza; se renovó su iconografía con el cambio del antiguo cuadro con una bella imagen del Señor del Ecce-Homo, que se entronca en la Escuela Granadina de principios del siglo XVII, única imagen entroncada con nuestros ilustres imagineros, porque su autor debió beber de las fuentes de Pablo de Rojas. Obra, que recientemente la restauraron los hermanos de la cruz y le dieron el valor patrimonial que todos podemos contemplar.

-CÁRCEL REAL

En 1705, la Cárcel Real se trasladó desde la Plaza Alta a la calle Tejuela ( lugar, donde estuvo la Cámara Agraria, albergó el sindicato único franquista y actualmente se encuentra la sede de los sindicatos UGT, UPA y CCOO), hasta unos años después se mantuvo como prisión del Partido Judicial de Alcalá la Real. Tenía fachada de piedra de cantería con una gran reja y vanos pequeños exteriores y, en su interior, se distribuía la vivienda del alcaide de la cárcel o las celdas y calabozo. Si sus antiguas paredes hablaran, este edificio, sería uno de los testimonios más vivos de la historia social y política de Alcalá la Real: con liberales y conservadores, republicanos y monárquicos y con pobres y excluidos.

-LA CASA DEL PESO DE LA HARINA

A finales del siglo XVII, la Casa del Peso de la Harina se ubicó en el el recinto de Juego Pelota tras cambiar de ubicación desde el recinto fortificado de la Mota (una de las casas cercanas a la Plaza Baja y, en otras ocasiones, junto al Nuevo Pósito del Arrabal Nuevo); esta casa fue construida por el cabildo alcalaíno y diseñada por los buenos maestros de cantería de aquel tiempo, entre ellos Alonso Tudela. Se conservan planos de la fachada de la casa en el archivo municipal; también, se sabe que la casa solía albergar las pesas de la ciudad y unos armarios donde se controlaban las cargas de trigo en el trasiego de su conversión en harina en los molinos de la Ribera. Esta calle le dio cierto tiempo nombre al Juego de Pelota(o calle de Santo Domingo de Silos) Posteriormente, debió albergar, ampliarse y transformarse en CASA DE LA TERCIA, lugar que servía para guardar el trigo del pago del diezmo de los vecinos de Alcalá. Esta cas se mantuvo hasta el siglo XX desgraciadamente fue una de las más importantes pérdidas patrimoniales, convertida en un edificio de pisos propio del desarrollismo de los años setenta del siglo XX

-JUEGO PELOTA
Se puso de moda, a mediados del siglo XVII, este juego que practicaban tanto niños como adolescentes y mozalbetes, muy similar a lo que hoy día es la “pelota vasca” y en muchos sitios de España se denomina frontón. Al principios estuvo por la calle Cava, tenemos noticias de que se mantuvo muchos años junto al la Posada de San Antón y era practicado por los militares que se albergaban estacionalmente para forrajear sus caballos; finalmente, antes que se construyera en el siglo XVIII la torre de la iglesia de Consolación, se reservó su rincón para la práctica de este juego, que le dio nombre a la calle.

-COMPÁS DE CONSOLACIÓN Y FUENTE LA MORA

En la parte final del recinto, se encuentra la fuente de la Mora, por cierto la Mora Nueva, porque la Vieja se encontraba en los primeros tramos de la conducción de agua del venero del Camino de San Marcos. Fuente, que nunca tuvo que relacionarse con la leyenda de la Mora, porque hacía alusión a un moral que estaba junta a ella, el frontis del pilar recibió la huella de Luís de Machuca, fontanero de la Alhambra en el siglo XVI e hijo del famoso Machuca; unos leones y un escudo eran de las manos de la familia de los Sardos. En este lugar, se extendía una gran plaza, donde hubo corrida toros, ya que el ayuntamiento estuvo en una casa alquilada en la calle Real, de Ana de Tapia a principios del siglo XVIII. Otro espacio que ha vivido momentos muy importantes y festivos de la vida de la ciudad
¡Cuántos espacios más podríamos comentar, cuantas viviendas artesanales, familiares, comerciales o de servicio como fondas nos podríamos volver el pálpito de un rincón que no se puede perder y es el corazón de Alcalá, aunque esté desplazado del centro del cuerpo urbanístico!.

F.Martín



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