Archivo del blog

martes, 22 de noviembre de 2016

TERMINA LA HUELGA E LOS ALBAÑILES Y UN OTOÑO CALIENTE. LA ASAMBLEA REGIONAL.



Sin embargo, los albañiles no debían  estar muy apaciguados, pues, al enterarse de que se había propuesto un proyecto de arreglo de la calle Real, no dieron lugar a ello, sino que planearon  agilizar los trámites de la ejecución de la obra. En  la noche del 19 de septiembre, se reunieron varias cuadrillas de albañiles, y comenzaron a levantar la calle, ocasionando  esta situación “en noches anteriores se desempedró la calle en grandes trozos, quedando abiertos muchos hoyos y amontonando y revueltas  las piedras por toda ella, se practicaron detenciones por orden del alcalde a varios sospechosos, no hubo cargo completo, y se les dejó en libertad[1]”.  El alcalde, con estas palabras, manifestaba el estado impresentable de  una de las calles más importantes de la ciudad, y no tenía otra solución que se arreglara para resolver con la obra la crisis de los albañiles. Pidió que los maestros de obras con toda urgencia presentaran un proyecto, y de los fondos que el pudo gestionar presentó un presupuesto de 20.999 pesetas (4.600 pertenecientes a la décima, y 11.000 de la partida del  presupuesto municipal de las calles). Causó gran impacto aquel asunto entre la población hasta tal punto que algunos lo recuerdan con estas palabras:”Es lo que ocurrió a las doce de una noche de 1932, en plena luna de miel de la República, cuando los albañiles, que atravesaban un largo periodo sin paliativos por prestaciones de subsidios de desempleo, entonces desconocidos, creyeron haber encontrado la solución al problema desempedrando la calle real. Pusieron manos a la obra al unísono con las doce campanadas y todos a una, a golpes de espionadas, no tardaron en levantarla entre sobresalto y asombro de los más y la complacencia o complicidad de otros, que de todo hubo. El sorprendente e insólito suceso, a pesar de lo que dio de hablar y de opinar y de lo que como trastorno y molestias suponía, no tuvo otra consecuencia que el arreglo de la calle en el que, paradójicamente y para mayor sarcasmo, al adjudicarse por subasta a una empresa, no participaron los parados que con su esfuerzo y decisión lo habían hecho inevitable[2]
En estas circunstancias, un nuevo flanco se abrió en la crisis obrera ante el favoritismo de colocar algunos obreros por parte de los patronos. Pues lo hacían con los que tenían medios y dejaban en la calle a los que carecían de ellos para alimentar a sus familias. Un obrero especializado como era el herrero Salvador Frías se encontraba desbordado ante las continuas reuniones para resolver los asuntos que se le venían encima diariamente,  ante la puesta en marcha de obras como las de Mures, las Casería o las de Alcalá, no tenía otra opción ante las palabras del concejal republicano Oria que manifestar. “Me paso días enteros de arreglos entre patrones y obreros, y no soy culpable de que algunos no cumplan su cometido, sin embargo estoy dispuesto también si hace falta de corregirlo”. Batmala reflexionaba  y asesoraba: “En estas cuestiones parece que se  mezclan algo de política, y da lugar a esas causas, y, por eso, se demanda  al alcalde para corregirlas”. Como es lógico el alcalde  no se arredraba. “estaba dispuesto a subsanarla y a no permitir que se comentan abusos”
Por septiembre, vino cierta calma y de nuevo la política autonómica. Se celebraron festejos y la feria escolar  en los días de san Mateo y un mes después se adhirió a la petición del presidente de la Asamblea Regional, que informaba de la reunión que tuvo  en Sevilla el mes de febrero con asistencia de las Diputaciones Andaluza para nombrar un representante y acudir a la Asamblea  General, ya que se había aplazado la convocada por el mes de mayo, con el fin de adaptar  a la región una organización administrativa autónoma, mediante un Estatuto. Incluso, Batmala estuvo al tanto de la Asamblea Nacional del Partido Radical, que se celebró el 18 de octubre en Madrid, donde Martínez Barrió jugo un gran  papel y Lerroux logró sobreponerse de los ataques y transmitir cierta ilusión en el discurso de clausura. De aquel tiempo, son estas palabras del discurso final del jefe de los radicales:
“El Partido Radical ha sido acusado de partido personalista, haciéndose con exceso, pero bien contra mi voluntad. Cuando quería motejársele, se le decía lerrouxista. Éramos un partido que cuidaba de la obra docente de la democracia republicana, pero también éramos un ejército, un ejército no se gobierna por Asambleas, no se gobierna por Congresos, se gobierna por Jefes y yo iba el primero[3]
En el mes de noviembre, la aldea de Santa Ana se encontraba en un clima muy enfrentado, pues  la población se había radicalizado en dos bandos claros, los patronos, y , los obreros representados por la Sociedad de Obreros de Defensa Mutua[4] y el Sindicato de Trabajadores de la  UGT hasta tal punto que  el patrón José  Sánchez Amaro  presentó la baja en el arrendamiento del Cortijo de Biedma y, para paliar la situación, se la cedió a estas dos organizaciones, cosa que el ayuntamiento alcalaíno no aceptó porque consideraba que no se habían cumplido los trámites legales de la subasta pública[5] .  En  la aldea de la Rábita, sin embargo, el paro afectaba a menos número de personas y se llevó a cabo un acuerdo firmado por los patronos y los obreros de la aldea para dar trabajo a 23 obreros en las mismas condiciones que se habían hecho en las Caserías[6]. En la aldea de las Grageras le dimitió el alcalde pedáneo Dionisio Ruiz León y fue sustituido por Romualdo Teva Pérez[7]La Guardia Civil debió intervenir en Ribera Baja  para restablecer el orden y  allanar un  acuerdo entre trabajadores y patronos. Y, también fue muy hostil la actitud de los patronos en las Caserías que obligó a que la protesta llegara hasta el   Gobierno Civil.  Esta misma  situación se repitió al mes siguiente en Mures, Ribera Alta, Rábita, Ermita Nueva y Charilla. Los obreros de Alcalá también denunciaron la situación a finales de noviembre.
                                  




[1] AMAR. Acta del 20 de septiembre de 1932.
[2] SÁNCHEZ ALCAIDE, José. El reloj y sus cosas. Revista a la  PATRONA. Agosto 2003.
[3] RUIZ MANJÓN. Octavio ob.cit.
 326.[4] AMAR. Estaba formada por socialistas, y de su importancia  es digno de notar  que en el cabildo del 28 de octubre de 1932, solicitaba un solar junto al Comendador y al lado de la Carretera para  una  Casa del Pueblo.
[5] AMAR. Acta deL 7 de diciembre de 1932.
[6] AMAR. Acta del ocho de noviembre de 1932.
[7] AMAR, Registro de entrada de 25 de octubre de 1932.

No hay comentarios:

Publicar un comentario