UN MES DE JUNIO TURBULENTO
Al principio
del mes de junio, se abrieron algunos horizontes de las negociaciones y se
calmaron los ánimos de dimisión de Frías. El alcalde viajó a Madrid con otros alcaldes para resolver sobre los
asuntos del paro obrero. Tras las
gestiones con el ministerio, se les sugirió la solución de que se aprobara a
Jaén como un partido único sin términos municipales, pues, en el resto de las provincias de Andalucía, no se
consideraba conveniente adoptar esta medida. Tan sólo, se les permitiría la
entrada de los segadores en otros términos por su carácter de especializados en
oficios. No obstante, se firmaron varios contratos de trabajo entre los
patronos y algunas sociedades Obreras. Como recoge la memoria de la FNTT , “en los trabajos de
la agricultura no se conseguía establecer contratos colectivos de trabajo.
Huían los propietarios de toda norma o procedimiento que diera como resultado
regularizar jornada y salario, No
existiendo contrato abusaban mejor de los obreros” procuraron por todos los
medios que se firmar los contratos, pero los propietarios no acudieron a las
reuniones. No obstante, tanto las sociedades obreras de Santa Ana y la Pedriza consiguieron que
se firmaran algunos contratos antes de julio de 1932[1].
En la sociedad
de Santa Ana, se vivieron momentos importantes en su vida organizativa, pues se
sabe que acudió a recoger sus inquietudes el orador socialista Pedro Camacho Galindo. También, debieron
venir del resto de las agrupaciones
otros oradores provinciales como Alejandro Peris, Esbrí, Juan Lozano y
los dirigentes locales Miguel Contreras y Francisco Ortega Rubio.[2]
Por su parte,
Batmala solucionaba algunos asuntos administrativos en la Diputación de Jaén que comprometían al ayuntamiento alcalaíno en algunas obras y en la red de caminos, en concreto el acostumbrado
enlace de la N.432
con el camino vecinal de Mures. Para animar al propio alcalde, ante la ausencia
de plano y presupuesto, se encargó de que se realizaran mediante el procedimiento de urgencia.
Si este era el
ambiente local, la situación de la provincia se radicalizaba, hasta tal punto que el alcalde de Arjonilla
envió una carta, exponiendo que no se
contrataba a los obreros por riguroso orden en la Bolsa de Trabajo, e instaba
a los alcaldes a que apoyaran medidas gubernativas contra los patronos que no
cumplieran la normativa. Batmala consideraba, como político de altura, no se
dejaba llevar por las circunstancias y justificaba que todas estas situaciones eran fruto de la
política de la derecha que no incumbía en la localidad.
Poco a poco,
cundió el mismo ánimo reivindicativo en
la comarca alcalaína con todo tipo de enfrentamientos, sobre todo,
expandiéndose a mediados de junio.
Primero, fueron los obreros que se quejaron de que los patronos contrataban su
arbitrio a los trabajadores, sin tener
en cuenta las necesidades de cada uno, dándose el caso de que algunos
trabajaban mucho, y otros apenas tenían para subsistir. Aquí disentían alcalde
y Batmala, a la hora de solucionar el conflicto.
Pues, en esta cuestión, Batmala manifestaba
que la crisis jornalera. “no era cuestión del ayuntamiento y debía resolver
la alcaldía fuera de la
Corporación ” Sin embargo, Frías, expusolo han hecho a adrede y hay patronos que por política sacan a
obreros, aunque no sean aptos, y hay algunos que trabajan todos los días, y, en
cambio, los demás están parados”.
tesis socialistas”
Esta postura
de Batmala estaba en la línea de distinguir el aspecto administrativo del
gubernativo[3] y que el tiempo le ha dado
la razón. Pues, a esta reivindicación de
los obreros del campo, después le siguió la del gremio de los albañiles en
demanda de trabajo, y, al verse implicado el ayuntamiento en esta dinámica,
tuvo que adjudicarles las obras del cementerio. Por eso, esto le ocasionó un fuerte debate con el concejal
Gutiérrez, que le criticaba la actitud partidista con este gremio. De nuevo,
ante lo que consideraba una crítica injustificada y sistemática presentó la
tercera dimisión que no aceptaron el resto de los concejales[4].
En medio de estas turbulencias
políticas, este mes de junio, se aprobó
una importante iniciativa a instancia del alcalde de Mures , para que “interesando se dote
al pueblo de aguas potables y una fuente pública con su lavadero, y enterada la Corporación acuerda
por estimarlo de justicia y estar en el ánimo de todos dotar a Mures de aguas
potables y que para ello la
Comisión de Fuentes y Cañerías auxiliada por los señores
Gutiérrez, Cortés., Batmala y Sánchez Cañete se encarguen de que se haga el
proyecto y presupuesto de dichas obras, requisitos indispensables para que se
pueda proceder a la ejecución de las mismas[5]”
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