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jueves, 17 de noviembre de 2016

FRÍAS Y BATMALA EN EL MES DE JUNIO DE 1932

            UN MES DE JUNIO TURBULENTO

Al principio del mes de junio, se abrieron algunos horizontes de las negociaciones y se calmaron los ánimos de dimisión de  Frías. El alcalde viajó a Madrid  con otros alcaldes para resolver sobre los asuntos del  paro obrero. Tras las gestiones con el ministerio, se les sugirió la solución de que se aprobara a Jaén como un partido único sin términos municipales, pues,  en el resto de  las provincias de Andalucía, no se consideraba conveniente adoptar esta medida. Tan sólo, se les permitiría la entrada de los segadores en otros términos por su carácter de especializados en oficios. No obstante, se firmaron varios contratos de trabajo entre los patronos y algunas sociedades Obreras. Como recoge la memoria de la FNTT, “en los trabajos de la agricultura no se conseguía establecer contratos colectivos de trabajo. Huían los propietarios de toda norma o procedimiento que diera como resultado regularizar  jornada y salario, No existiendo contrato abusaban mejor de los obreros” procuraron por todos los medios que se firmar los contratos, pero los propietarios no acudieron a las reuniones. No obstante, tanto las sociedades obreras de Santa Ana y la Pedriza consiguieron que se firmaran algunos contratos antes de julio de 1932[1].
En la sociedad de Santa Ana, se vivieron momentos importantes en su vida organizativa, pues se sabe que acudió a recoger sus inquietudes el orador socialista  Pedro Camacho Galindo. También, debieron venir del resto de las agrupaciones  otros oradores provinciales como Alejandro Peris, Esbrí, Juan Lozano y los dirigentes locales Miguel Contreras y Francisco Ortega Rubio.[2]
Por su parte, Batmala solucionaba algunos asuntos administrativos en la Diputación de Jaén  que comprometían al ayuntamiento  alcalaíno en algunas obras  y en la red de caminos, en concreto el acostumbrado enlace de la N.432 con el camino vecinal de Mures. Para animar al propio alcalde, ante la ausencia de plano y presupuesto, se encargó de que se realizaran mediante el  procedimiento de urgencia.
Si este era el ambiente local, la situación de la provincia se radicalizaba,  hasta tal punto que el alcalde de Arjonilla envió una carta,  exponiendo que no se contrataba a los obreros por riguroso orden en la Bolsa de Trabajo, e instaba a los alcaldes a que apoyaran medidas gubernativas contra los patronos que no cumplieran la normativa. Batmala consideraba, como político de altura, no se dejaba llevar por las circunstancias y justificaba  que todas estas situaciones eran fruto de la política de la derecha que no incumbía en la localidad.
Poco a poco, cundió el  mismo ánimo reivindicativo en la comarca alcalaína con todo tipo de enfrentamientos, sobre todo, expandiéndose  a mediados de junio. Primero, fueron los obreros que se quejaron de que los patronos contrataban su arbitrio a los trabajadores,  sin tener en cuenta las necesidades de cada uno, dándose el caso de que algunos trabajaban mucho, y otros apenas tenían para subsistir. Aquí disentían alcalde y Batmala, a la hora de solucionar el conflicto.
 Pues, en esta cuestión, Batmala manifestaba que la crisis jornalera. “no era cuestión del ayuntamiento y debía resolver la alcaldía fuera de la Corporación” Sin embargo, Frías, expusolo han hecho a adrede y hay patronos que por política sacan a obreros, aunque no sean aptos, y hay algunos que trabajan todos los días, y, en cambio, los demás están parados”.





tesis socialistas”
Esta postura de Batmala estaba en la línea de distinguir el aspecto administrativo del gubernativo[3] y que el tiempo le ha dado la razón. Pues,  a esta reivindicación de los obreros del campo, después le siguió la del gremio de los albañiles en demanda de trabajo, y, al verse implicado el ayuntamiento en esta dinámica, tuvo que adjudicarles las obras del cementerio. Por eso, esto le  ocasionó un fuerte debate con el concejal Gutiérrez, que le criticaba la actitud partidista con este gremio. De nuevo, ante lo que consideraba una crítica injustificada y sistemática presentó la tercera dimisión que no aceptaron el resto de los concejales[4].
  En medio de estas turbulencias políticas,  este mes de junio, se aprobó una importante iniciativa a instancia del alcalde  de Mures , para que “interesando se dote al pueblo de aguas potables y una fuente pública con su lavadero, y enterada la Corporación acuerda por estimarlo de justicia y estar en el ánimo de todos dotar a Mures de aguas potables y que para ello la Comisión de Fuentes y Cañerías auxiliada por los señores Gutiérrez, Cortés., Batmala y Sánchez Cañete se encarguen de que se haga el proyecto y presupuesto de dichas obras, requisitos indispensables para que se pueda proceder a la ejecución de las mismas[5]”        



[1] FNTT.pp 225
[2] FNTT 148. José Camacho era miembro del Jurado Mixto, por representación obrera.
[3] AMAR. Acta del 10 del .6 de 1932
[4] AMAR. 15 de julio de 1932.
[5] AMAR. Acta del 17 de junio de 1932.

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