El final del
otoño y el invierno presagiaron malos tiempos. Mientras los socialistas
recibieron una inyección de moral con
la llegada del ministro Indalecio Prieto a Jaén y el mitin celebrado, a
primeros de diciembre de 1932, en el
teatro Cervantes, donde acudió una representación alcalaína. Los
republicanos de derechas, el Partido Republicano Conservador, comenzaba
a dar la cara, a pesar de ser
tachados de “la gran cruzada
de cavernícolas contra los Socialistas”. Incluso, acrecentó sus
filas con lo que los socialistas
calificaban de “caciques de pueblo que formaban el comité republican, vistiendo la cadena tricolor, y cantando el
himno de Riego y la Marsellesa”[1].
Curiosamente, se hicieron fuertes en su Casino del Llanillo, cerca de la antigua iglesia de la Veracruz. Allí , se
formaban con la lectura de los
periódicos La Mañana
y el Pueblo Católico. Incluso algunos
miembros de los radicales comenzaron a solicitar permiso de armas para afrontar
cualquier incidente[2].
Las lluvias torrenciales, (sobre todo fueron
muy desastrosas en Santa Ana) impidieron que muchos obreros acudieran a
trabajar, menos mal que el alcalde logró recaudar de los patronos siete mil pesetas, las fue
administrando para socorros de los más necesitados, para paliar el paro obrero y solucionar la grave crisis de la
construcción, quedaban cuatro mil pesetas en el mes de diciembre y en aquellos
momentos, se presentó el debate de cómo aplicar el dicho dinero. Batmala
presentó su sugerencia “la cuestión que hay que resolver es la del paro forzoso, y eso es lo que debe resolver este
ayuntamiento, pus otra cosa es el socorro a todos los necesitados, incluso a
los que viven de la limosna diaria”. Por eso, propuso que, mientras existiera el mal tiempo, se
socorriera a los parados agrícolas y de la construcción, y cuando mejorar el
tiempo, se diera trabajo en obras del camino de Frailes, a los albañiles en el
Palacio Abacial y a los carpinteros en los muebles del Juzgado municipal[3].
El Jurado
Mixto, situado en Martos, no paraba de resolver conflictos y denuncias entre patronos y obreros. La
sociedad comenzaba a estructurarse, porque junto a las sociedades obreras y
secciones de sindicatos en el ámbito local, comenzó a organizarse con gran
fortaleza la patronal con la
Sociedad de Agricultores y Comerciantes[4]. En
algunos casos, tuvo que intervenir la guardia civil como en la Ribera Baja[5] y en la Hortichuela y, en
otros, como en Charilla, la denuncia de algún patrón se envió al gobernador
civil.
Con cierta
alegría, Batmala, recibió la noticia de la apertura próxima de una Oficina de
Colocación Obrera, pero pedía que “ se estudie y lo lleve un empleado
municipal para no recargar los gastos”[6]. Esta estaba formada por patronos y obreros y la gestión administrativa recayó
en un empleado municipal; la comisión dirigente estaba presidida por el socialista José Vela León, que era asesorado
por dos patronos y dos obreros. Por el mes de octubre el gobernador civil envió
varias circulares sobre su funcionamiento.
El jurado Mixto aclaró varios puntos: debían sacarse a trabajar a los
obreros según orden de lista y obligaban a que se pagaran las bases estipuladas
en la recogida de aceituna[7].
[1] I. E.G..DEMOCRACIA 1932.
2.12.
[2] AMAR. Licencia de armas
para un miembro corporativo.
[3] AMAR. Acta del 12 de diciembre de 1932.
[4] Estaba formado por Miguel de la Torre , Pedro Colmenero ,
Juan R. Campo Pedro Figuerola y Juan García. Como suplentes, José Camacho,
Antonio Vílchez, Rafael Martínez, Manuel y José Luque.
[5] AMAR. 12.11 s envió a la Guardia Civil para
que interviniera a restablecer el orden y 16 de noviembre llegó el acuerdo en
el Jurado Mixto de Martos.
[6] AMAR. Acta del 14 de
diciembre de 1932.
[7] AMAR. Libro de registro
del 6, 19, 20 y 27 de octubre de 1932, 2 y 28 de diciembre de 1932.
Excelente artículo que refleja la dura situación por la que pasaba la sociedad obrera alcalaína durante el crudo invierno de 1932. Se refleja en él una época llena de conflictividad laboral que hubiese sido, sin duda alguna, más dura sin la intervención de la Autoridad Municipal representada por Batmala. La creación de la Oficina de Colocación Obrera ayudó a que el trabajo se repartiese de forma más justa, pero como se ve, no siempre se llegó a cumplir, de ahí las numerosas denuncias ante el Tribunal Mixto de Martos.
ResponderEliminarEn lo que respecta al documento que ilustra el artículo, con fuentealameño me ha hecho mucha ilusión verlo y poder comprobar como aquella Sociedad de la Espiga Florescente tenía bastante actividad e intentaba respaldo jurídico mediante la autorización para poder contratar en forma de arrendamiento, tierras para labrarlas colectivamente, con las ventajas legales que ello suponía. Voy a seguirle la pista a este documento e intentar ver la publicación en la Gaceta de Madrid, y si aparecen publicado los Estatutos a los que se refiere, y si logro ampliar alguna información, la compartiré, muchas gracias Paco.
Gracias a tí, por todo.
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