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martes, 12 de mayo de 2020

CAPÍTULO V. ENTRE LOS MESONES Y LA PUERTA DEL ARRABAL.

La leyenda les llamó la atención. Pero estaban más interesados por los pasadizos. Por eso insistían que querían realizar una visita. Les dijeron que algo se intuía de los diversos tramos. Y lo que no había duda que estos comunicaban desde el anillo tercero de murallas hasta el alcazar. El jeque estaba muy interesado por la canalización de las aguas o el abastecimiento en ciudades, como Aben Zayde, sin un río cercano. Y lo palpaba, porque, antes de entrar a la Ciudad Oculta,  o pasadizo interior por los restos de la casa del Zapatero Rosado,  reocrrió  parte del Jardín, la calle Cava, la puerta de la casa de Herrera, el adarvilllo de Moya, las viviendas de algunos miembros de la familia de los Raxis, la tercera muralla, el rincón de los poetas y el muro de los personajes ilustres (desde los Banu Said hasta el cronista Guardia Castellano) y los Vía Crucis del Arrabal Viejo y de la Mota. A través de la puerta del Arrabal. Tras pasar por la Puerta del Arrabal,  se adentró por  al subsuelo de las casas y calles del Arrabal Viejo, las cuevas y la iglesia de Santo Domingo de Silos, junto con los cimientos de todo tipo de edificaciones.
- Muchas cuevas y testimonio de la presencia del vino por doquier.
-Así lo puede comprobar en el suelo natural de las cuevas, donde se Ilustra de un tiempo pasado en el que se hacían patente el vino.
-Pero no todo era vino. En este el mundo  subterráneo de la Mota, se encontran cercanos el colegio de primaria y secundaria, el horno de Santo Domingo, el paso de la mezquita a la iglesia del mismo  nombre o pasajes de la prehistoria desde el Argar a la casa de Malagón. Por la Escalerilla de Santo Domingo y la puerta de Martín Ruiz.
 -Y las leyendas. 
-Ya se la he relatado como la de Cava o la del capitán Felón. 
-Pero se conervarán algunas más.
- Esta curiosa.  la de la llave de las puertas de Alcalá escondida en el paraje de san Bartolomé, descubierta  por un moro que regresó a Alcalá la Real,
-Curiosa.
- Me la contó una gitana en su versión de la mora Cava. 
Prosiguieron la visita-.Y contemplaronn el bosque de pinos, la mina y el pozo del Arrabal Nuevo o las saeteras y troneras del interior de las murallas y subieron  sus torreones  y  adarves, especialmente la puerta de arco apuntado del antiguo huerto de Francisco Gámez, n que se descubre en forma de rinco. En lel muro de contención de las Entrepuertas,  el guía les hacía recordar a los arrieros de la campiña que frecuentaban la calle de los  Mesones Altos y Bajos. Bajo las faldas de la muralla, junto al adarvillo de Mota, lindando con la puerta del Arrabal Viejo y Nuevo, le hqacía ver que se encontraban varios mesones, entre ellos el de Aranda, las casas de Los López de Mejorada, el lindero con el licenciado Torreblanca, o el de Martínez de Colomo; también las tiendas de los dos tintes, el tejar y solares en forma de huerto. A los mesones se traían las acémilas cargadas de costales de trigo o de cántaras de aceite procedentes de los campos de los pueblos de Córdoba, Arjona y Porcuna. Venían cansados tras una larga marcha que se prolongaba durante varios días, en los que la dureza de un prolongado camino dejaba huella en sus pies, todo ello acrecentado por pernoctación en las desastrosas ventas del camino. Su última parada la hacían en la venta de la Rábita,desde donde madrugaban para llegar pronto al puesto del peso de la Harina,situado junto al Pósito. Aquí se pesaba la carga, se pagaba el impuesto o sisa a los encargados del impuesto de millones y luego, se iba a descansar a una de estos mesones que proliferaban por aquella calle.
-Pero  no sólo acudían arrieros,
-Claro que no, sino que  también lo hacían los transeúntes del camino de la Corte, camino en cuyo final del trayecto confluíanlos de Madrid y Córdoba. Concurría todo tipo de viajeros, por eso no nos extraña la presencia del carmelita fray Pedro de la Madre de Dios que, como calificador de la beatificación de San Juan de la Cruz, presenció la conversión al cristianismo de la turca berberisca Fátima, criada de la venta, tras contemplar el relicario del padre y poeta carmelita.
-Me quedó una duda, ¿a qué se debe el nombre de Cava?
-Su nombre alude a las cavas de aguas que se hicieron para abastecimiento de los nuevos barrios y se relaciona con los pozos que surgieron tras la conquista del Rey Alfonso XI. Estos proliferaban en torno a los Arrabales Nuevo y Viejo. Otros lo relacionan con una dama musulmana que se asocia en su aventura a la mora Cava del romance con el rey Rodrigo invirtiendo los papeles de la trama de la entrega de su tierra a diferentes amantes. Distinguían dos partes de la Cava, una calle que subía desde la Cuesta del Cambrón hasta cerca de la puerta del mismo nombre y otra segunda desde ésta hasta la Puerta del Arrabal, que lindaba con la muralla y solía estar cubierta de almenas. Actualmente, como puede ver,  es un simple jardín adosado y su nombre se le ha asignado a la última calle de la nueva ciudad.

Por el Rincón de los poetas accedían  al Pozo del Altozano. El guía le proporcionaba todos los detalles. No se lo creían . A través decorrespondía a la entrada de la casa, situada unos metros más abajo y luego y desplazada hacia el sitio actual, para adentrarse a los Jardines de la Mota por el nuevo camino que conduce a la Puerta del Arrabal. En el primer tramo, este rincón  se ofrece como un rincón en la fortaleza de la Mota, un lugar tranquilo, sencillo y de una gran belleza, todo un símbolo de la nueva cultura del siglo XXI, que hace de la tolerancia un modelo de convivencia y que, al mismo tiempo, rinde homenaje permanente a los personajes  ilustres de Alcalá la Real a través de su historia. Se pararon  ante un monolito. Se encuentra a la entrada del actual Rincón de los Poetas, la antigua calle Mesones, recibe a los visitantes este monolito dedicado al Arcipreste de Hita, en cuya peana se inscribe  en triple lengua (castellano, hebrero y árabe) la respuesta que dio
el poeta Juan Ruiz de Cisneros a una mora de este entorno Fija vos, os saluda uno que es de Alcalá
- Muy bella lección.
- Se inauguró este Monolito de la Tres Culturas, como prueba del entendimiento entre cristianos, judíos y musulmanes.

MURO DE LA MEMORIA 

Subieron una escalinata, se pueden contemplar a mano izquierda el Pósito y a la derecha la bajada del muro de las Entrepuertas, un frontal con pequeñas losetas de con nombres de los personajes insignes de la historia alcalaína, que pretenden ser una lección histórica en medio de este recinto patrimonial. Dicho muro está incrustado en el Rincón de los Poetas y forma parte de él, contando con diversas inscripciones de nombres importantes alcalaínos, de los que en una primera fase figurabanel cronista Guardia Castellano, la familia Raxis, Pablo de Rojas, Alonso Alcalá, Abad Moya, Abu Yafar..
-Le interrumpe el jeque y se enteresa por este personaje.
-Famoso poeta. Pero, déme que termine con otros peronajes. Figuran  el conde de Torrepalma entre otros junto con colectivos como las monjas dominicas, franciscanos, dominicos o hidalgos ilustres y curiosos como Pep Ventura sin olvidar Martínez Montañés. En una segunda fase hay intención de completarlo con la inscripción de otros nombres insignes alcalaínos.
Pero no se desvíe de mi pregunta, no la evade me intgeresa el tiempo de los escritores de la familia Banu Said. En concreto, este Abu Yafar. 
- Aquí lo tengo entre mis papeles. Lo esperaba.  Abu Yafar nació probablemente el año 1126 d.C. en el castillo de la Mota, donde  su padre, Abd al Malik ben Said, gobernaba y residía en aquella fortaleza.  Fue educado en un ambiente refinado y educado, pues pertenecía a una saga de ilustres literatos, establecidos en su reducto cultural de Qalat Banu Saîd, donde su padre ejercía como un auténtico protector de la cultura, al mismo tiempo que era un magnífico guerrero y letrado. No conocemos nada de su infancia ni de sus primeros maestros. Algunos autores creen que fueron sus maestros Ibn Jafaya e Ibn al Zaqqaq. Fue nombrado visir del castillo alcalaíno por su padre, que se sentía agobiado por las continuas luchas con los nuevos invasores. Sin embargo, tras normalizar la situación, cansado del trabajo burocrático, pidió que lo relevaran de su cargo y se entregó a la poesía. Pronto se trasladó a Granada, pues no se sentía atraído por la ambición de poder administrar aquella fortaleza, sino más bien por los goces de la poesía y del ambiente literario de la ciudad de la Alhambra. Célebres son aquellos versos que manifiestan esta situación vital:

Déjame que renuncie a todo aquello.

Yo sólo quiero vivir,

escribir poemas,

no quiero glorias ni prestigio.

-Hasta aquí, algo habíamos leido-interrumpio el jeque. 
-Con la llegada de los almohades, -prosigo-debió sufrir las tristes circunstancias del apresamiento de su padre aliado con el almorávide Yahya ben Ganiya, gobernador de Valencia y Murcia.
-Pero me parece que está ligada su vida a una poetisa granadina, 

- Sí en  la corte granadina, conoció a la poetisa Hafsa bint al -Hayy al Rakuniyya, de la  que se enamoró intensamente. Aunque  Abu Yafar  remontaba sus orígenes en Amnar ben Yasir, compañero del profeta Mahoma  en las batallas de su tiempo, ello no fue obstáculo para emprender estos amores con esta rica y acomodada musulmana, de origen bereber y entroncada con los almorávides. El poeta y la poetisa compartieron e intercambiaron versos y poemas en medio de unas escenas que se asemejaban al mundo feliz de la Arcadia y entre unas vivencias que compartían todos los sentimientos más intensos que nacen de una pasión amorosa. Una común vida amorosa y  literaria se mantuvo inmutable hasta que fue interrumpida con la llegada de Abu Said, nuevo gobernador almohade a Granada, que, al principio, encarceló a su padre por haberse opuesto a su gobierno.
-Allí, hubo un elenco de poetas extraordinarios. 

-Al principio, en Granada disfrutó d este  ambiente literario de su época compartiendo las tertulias poéticas con el poeta granadino al-Kutandi, el  valenciano Ibn Yubnar, el cordobés al-Marawi y, ocasionalmente, con el sevillano al-Lissi. Los lugares de aquellos encuentros eran su casa rodeada de bellos jardines y alamedas junto al río Genil, los atrios de las casas de personajes famosos de la aristocracia granadina y los baños públicos. A veces, frecuentaba otros pueblos y otros poetas como Ibn Nizar en Guadix. En un ambiente pletórico de felicidad, donde el naranjo y limonero rodeaban el agua de las albercas y los pájaros, principalmente la tórtola, cantaban al par de los poetas, entonaban bellos poemas de amor, y otros temas dedicados a todos los elementos que recreaban aquel paraíso eterno, donde caían vencidos por el vino, la música, el mirto y el canto poético.



-Sabemos que fue muy influyente por este tiempo.
-Gracias a sus gestiones, logró librar a su padre de la cárcel, incluso, fue nombrado secretario del gobernador. Sin embargo, nunca olvidó aquella medida que había mancillado su linaje. Aún más se recrudeció al sentirse traicionado por los amores furtivos que compartieron su amante Hafsa y el nuevo gobernador. De ahí que pronto renunció a aquel cargo administrativo. A pesar de todos los intentos del gobernador para mantenerlo entre sus protegidos y reconocerle todos los favores anteriores, el poeta no podía afrontar los continuos coqueteos de  la poetisa con el nuevo jefe de la corte granadina.
- Pero en algo tuvo que ver Hafsa.
- Claro que sí, la poetisa no sólo consiguió atraerse al gobernador sino que lo enroló en aquel ambiente literario, convirtiéndole en un hombre amante de las letras y de las artes. Esta misma quiso darle  muestras de su agradecimiento por haberle librado de Ibn Mardani, rey de Murcia, que había ocupado el gobierno de Granada durante la ausencia de  Abu Said. Por eso, le sirvió como pretexto los coqueteos de Abu Yafar con una esclava negra para romper con los amores anteriores con el poeta alcalaíno.Esto dio lugar a que por parte de Abu Yasar naciera un furibundo odio hacia el gobernador, al que satirizaba  con sus  poemas. Al ser destituido del cargo, trató de vengarse y se alió con su hermano Abd-al Rhaman, su primo Hatim ben Hatim y el gobernador de Murcia. Alertado el gobernador granadino  ante el futuro incierto que suponía el enclave independiente de aquella fortaleza gobernada por la familia de los Banu Said, lo  persiguió  cuando se dirigía a Qalat Banu Said. En el trayecto, fue alertado por unos espías que le aconsejaron que se dirigiera hacia Málaga, donde tendría protección de Ib Mardani.

-¿Logró evadirse otra vez?
- En parte. Puues oculto durante cierto tiempo en esta ciudad, al final fue descubierto. En la prisión recibió la muestras de compasión de al-Hussayn ben Duwaina y el arrepentimiento de su antigua amante Hafsa que de nuevo le reiteraba su amor por medio de varias epístolas.

- Y su final estaba marcado. A los treinta años, un día de abril de 1163 fue ejecutado  por orden de Abu Said siendo crucificado para que sirviera de escarmiento de futuros traidores. Unos años más tarde, su padre aba

ndonó Qalat Banu Said y se dirigió al norte de África. También lo hizo su amante Hafsa que no podía soportar la pérdida de su amor. Retirada de la Corte y vestida de luto se dedicó a la enseñanza, muriendo en el  año 1191 en la Marrakeh.      



- Dejame que reconozcamos el valor poético de su obra , donde se refleja en estas palabras de Inb Said al Magribi:  "Entre todos los Banu Said no hay nadie que haya llegado en poesía a la altura de Abu Yafar ben Abd al- Malik". Pues su muerte temprana interrumpió una brillante carrera literaria, que conocemos a través del Mugrib, Ihata y el Bafhaal-Tib,  fuentes en su mayor parte incompletas.
 Quedaron  boquiabiertos, y tras  subir una escalinata de piedra de cantería a lo largo del Jardín y el muro de contención de Las Entrepuertas, entre los parterres del Jardín se encuentran varías cruces correspondientes a las estaciones del artesanal Vía Crucis, obra de la I Escuela Taller de Patrimonio de Alcalá la Real y bellos para cada estación. La forja de la cruz contrasta con la peana artificial y la piedra de la muralla. qudaron a la puerta del Arrabal. Pararon,  y querían adentrarse en la ciudad oculta.

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