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sábado, 23 de mayo de 2020

CAPITULO XII- De la torre de la escpecía a la calle del Preceptor




Antes de partir todo el grupo de la Torre de la Especería, se fijaron en un cruce de calles, que  se planteaba entre el antiguo anillo recién restaurado y una nueva calle. Recogen los textos que fue una de las calles de mayor extensión de la ciudad fortificada. Le llamaban la Calancha.   Como su nombre indica, esta calle no existío en tiempos de los almohades, de debió ser un revulsivo para la urbanización de la asimétrica y zigzagueante trama vial de la fortaleza de la Mota, lleno de rinconadas y ciego por el arrojo de las inmundicias vecinales. Constataban que partía del barrio del Bahondilllo, cercana a la vivienda del Palacio Abacial y otra rama comenzaba desde las caballerizas del señor abad, junto a la Puerta del Aire. Desde la confluencia de las dos ramas se dirigía en dirección hacia el alcázar de Aben Zayde, donde se prolongó con otra calle que en 1571 recibió el nombre de Alcázar. Al principio, debió ser  una calle arrecifada con la arena de la roca de la Mota, pero, a partir de los últimos decenios del siglo XVI, se empedró como era frecuente en muchas calles.  Por fuentes muy tardías, se encontraba a principios del siglo XVIII prácticamente como testigo de los únicos edificos supervivientes de la Mota, ya que residía en sus dependencias el abad. Según un declarante de finales del siglo XVIII, tenía una extensión de 40 varas de   ancho (33 metros) y 50 de largo (41. 5 metros), lindaba al norte con la Calancha que iba a la Iglesia y con un espacio dedicado al Juego de Pelota. al sur con la calle Carrera, que era la parte adelantada de la antigua del Preceptor lindando con la muralla y puerta de la Carrera, la antigua Puerta Nueva; al este, con solares a punto de derrumbarse y al oeste con la muralla de San Bartolomé.

-        - ¿Debió ser una calle importante?
-   -,-Pues sí, por ser una calle muy importante de la ciudad ,  pasaban las manifestaciones religiosas del Corpus Cristi y  era entrada de la fortaleza de la Mota. En 1575 hubo que desembolsar una gran cantidad  de 60.361 maravedíes  para su remodelación, empedrado  y ampliar su anchura y comprar solares, corrales y casas de varios vecinos, entre ellos varios de  la familia de los Ríos, Gonzalo y María, esposa de Luís de Leyva, y de Pedro Fernández de Alcaraz con lo que se permitió una mayor comodidad  para transportar la leña y el agua a las viviendas.  Además, se comunicó con varias calles de acceso a otras secundarias como la del Alcázar en 1569 o la de Rodrigo de Ordoñez, donde hubo que quebrar hasta peñas.
-Por eso, debían existir edificios importantes en su entorno.
-Esta calle  destacaba por su longitud y su sentido vertebrador del trazado urbano de la ciudad fortificada. En el inicio de su recorrido  junto a esta torre se situaba el Palacio Abacial o Casa del Señor Abad, construida a mediados del siglo XVI de estilo renacentista y adosada a la torre de la Especería, dentro de la cual se encuentra el Pozo de la Nieve y varios aljibes más profundos y de mayores dimensiones que los del resto de la Mota. Junto a ella, vivieron conocidos escribanos como Pedro de Contreras,
Siguieron el camino del anillo viejo, lindando con el Palacio Abacial. Y el guía continuaba describiendo este edificio que actualmente no ofrece sino la planta primera en sus cimientos y las bodegas y aljibes. Pronto toparon con el pozo de la Nieve.
-         ¿Me puede dar más datos de este pozo?- inquirió el jeque.
-         Este no es  un nevero artificial sino  un pozo excavado en la roca sin  muros de contención. Entremos en él.
Y, lo hacen por la planta de una sala baja, que, por una escalera, descendía al lugar. En un panel se reflejaba un venero lleno de nieve y capas de paja. De gran dimensión y con  techo natural, disponía de abertura cuadrada  para la introducción de la nieve  desde un patio (cerrada con una portachuela, un buitrón  de madera) y, posteriormente, para la extracción del hielo  cuya finalidad era conservarlo para poderla usar, de forma congelada. Palpan que desde el suelo hasta el patio alcanza los nueve metros y su forma ovoide encierra un diámetro de anchura y de altura de más de seis metros. Se accede a través de un pequeño patio, porque estaba colocado en la parte final del Palacio Abacial, en el camino de ronda de la primera muralla de la ciudad fortificada, muy cercano a la Torre de la Especería, Excavado en la roca,  la escalera deja en un flanco una cueva, donde se encuentra un enterramiento en forma de cista y con varios esqueletos de tempos de la Edad de los Metales o del Bronce. Una apertura permite la visión de este nevero original que recuerda un recinto o santuario de los primeros habitantes del cerro de la Mota reutilizado por los vecinos posteriores, sobre todo del siglo XVII para el almacenamiento de la nieve. Contemplan su forma abovedada recoge un recinto circular horadado en la roca de forma natural y labrado por el factor humano en su suelo con una serie de nueve ranuras concéntricas que se canalizan a través de una galería de nueve metros de longitud y casi un metr de alto   hacia un pozo o aljibe del entorno de la Puerta Nueva.

-         ¿Tanta importancia tenía la nieve para los vecinos?
-         Más de lo que creemos. La nieve  figuraba como el aceite o el jabón que eran adjudicados en subasta pública por sus fines terapéuticos, de conservación de alimentos, de aperitivo en convites y banquetes de las autoridades   y de prevención de contusiones.
-No creo que este pueblo hubiera nieve suficiente para abastecimiento. Por lo que he investigado, a lo más la nieve de invierno rellenaría un pequeño aljibe.
-Claro que lleva razón.  La nieve solía ser transportada desde los ventisqueros o neveros de los montes de la Sierra de Valdepeñas por compañías de arrieros de mulas que intercambiaban productos con los vecinos.
Siguieron con su conversación sobre la nieve. Sobre los médicos que solían recetarla con frecuencia  y se cuidaban de su aplicación porque le atribuía efectos nocivos para el cuerpo en su ingestión. Hubo hasta quien escribió sobre ella, Además de las aplicaciones médicas y de conservación, existe la vertiente lúdica de consumo de alimentos fríos o helados, tanto sólidos como bebidas.. En Alcalá, hubo una famoso médico Melchor de los Reyes Mejía que escribió sobre la nocividad del agua helada. Este pozo se surtía también desde 1587, incluso con la nieve de las precipitaciones invernales Al final, le dieron a a  conocer que se le llamaba como la Casa  de la Nieve y se mantuvo hasta finales del siglo XVIII. Salieron del pozo y siguieron anillo adelante, rondando la parte baja del Palacio Abacial.
El guía se reserva sobre la institución de la abadía para la visita al templo. Y le comenta que el señor abad era el máximo representante religioso. Y, aunque solía residir en casas arrendadas de caballeros y clérigos,  en el siglo XVI ya se propuso levantar un palacio o vivienda. Por tanto, fue su residencia hasta los tiempos del abad don Diego de Castelll y Ross, principios del siglo XVIII. Luego, se convirtió en casa de vecinos  y, posteriormente, se transformó en edificio en ruinas, y arrasado en todos sus materiales y dependencias hasta el punto que no quedaron sino los arranques de los muros, lo que contemplaban desde una posición contrapicado.  Actualmente, ganaba en sus visita, porque se habían descubierto gran parte de sus bodegas y aljibes, así como los cimientos de la primera planta. El guía , poco a poco, concretizaba. Les comentaba que fue edificado en tiempos del abad Diego de Ávila y Zúñiga, hijo del marqués de las Navas (1554-1577) a partir de 1564. En 1569, se encontraba todavía edificando y se constata la presencia de los canteros Domingo Uribe y Alonso Martínez de Tudela.
-Por cierto este dato es muy interesante, lo recogimos de un acata de cabildo de 1575 porque se le pagó al primero “ 4.260 maravedíes de las mejoras de la obra que se hizo “en la portada, que traba la Torre de la Especiería e casas del señor Abad Mayor…”. Esta portada daba al norte a la Calancha- matizó el guía tratando de ilustrar a los miembros de la comitiva alcaláina.
- La historia y la documentación ayudan siempre a la arqueología.
-Claro que sí. Pues, con su conjunción, sabemnos que se  se ubicaba entre la Calancha y la calle de delante del Perceptor o antiguo adarve de la Especería. Enfrente de él existían varias casas particulares de los propios abades, que as compraron desde Alonso de Mendoza y Diego Castell, que las mantuvo hasta principios del siglo XVI. Cerca de su puerta principal se encontraba la casa imprenta de la Mota en el siglo XVIII.
-¿Qué interesante una imprenta en una ciudad media?
-Venían de Granada sus impresores y  enseñaban a los alcalaínos.

Siguieron rodeando a la casa-palacio, anexa a la calle de la Carrera, donde se encontraban las caballerizas, las cocheras, los pajares y otras dependencias como leñeras y un jardín mirador. Por las recientes excavaciones, se ha puesto al descubierto todo el solar.
-Por lo que han publicado su arqueólogo, se albergan en esta manzana, la mayor de la Mota, bodegas,  espacios cerrados, el e nevero, patios interiores, con sus pilares para soporte de las techumbres, espacios de la tabulación de animales, en los que se conservan algunos de los comederos para el forraje, así como estancias utilizadas como cocinas o comedor, a partir de la presencia de restos de hogares y/o chimeneas.
-Pero vemos muchos aljibes y de mayor extensión que los del resto de la Mota.
-Exactamente, también se han podido recuperar parcialmente el sistema de abastecimiento  y almacenamiento de aguas y saneamiento. En concreto, varios tramos que permitirían la conexión entre las diferentes alturas del edificio y que permitirían el almacenamiento de las aguas, a través de diferentes depósitos y aljibes, así como la evacuación de las mismas, desde el interior de la vivienda hacia la calle.
No pasaban por alto los fustes de columnas, de sección circular, así como basas cuadrangulares, de corte y estilismo renacentista, que les daba una  idea de la monumentalidad de edificio.
- ¿ Y también habría  muchas monedas u objetos de cerámica?
-La mayoría son fragmentos cerámicos, que presentan una cronología desde el s. XVI al s. XVIII. Son cerámicas vidriadas, de colores marrones y verdes, en su mayoría, que se corresponderían con formas abiertas de pequeño tamaño, de uso cotidiano, como catavinos, jarras, jarritas y platos. Mención aparte merece la localización de un grupo de veintidós monedas s del s. XVII (1655-1663).
Les identificaba en esta a parte trasera una zona de jardines o descanso. Esta zona conectaba  directamente sobre este anillo y,  con un eje Norte – Sur, servia de límite de las dos terrazas  del l Bahondillo, a modo de “muralla natural”.  Llegaron hasta contar muchas estaancias destinadas a bodegas, en concreto seis. El edifici, adaptándose a su  nivel de ocupación,  establecía  la existencia de diferentes alturas, a partir de los restos de escaleras conservadas. La propia orografía del terreno provocaba la adaptación del edificio al desnivel de la roca sobre el que se asienta. Entre sus muros, uno alto  de una casa abandonada  de su entorno, recogía un rincón para el Juego de Pelota.
-¿ como  hoy ,el fútbol?
-No , era un deporte que practicaban la chiquillería y los mozalbetes con una pelota de trapo  recubierta de cuero, y largos palos planos, las palas, para lanzarla contra el muro.
- ¿En qué sitio más extraño?
-Hubo otros lugares de practicar este juego entre ellos se encontraba en el siglo XVI, uno junto al Pósito Nuevo; y a partir del siglo XVII, en el entorno de la iglesia de Consolación para acabar jugándose en la rinconada de la calle la Peste con los Álamos.
Entre comentarios, preguntas, y miradas hacia el paisaje exterior, se dirigieron a la calle del Preceptor.

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