Por estas
fechas, gracias a su actuación municipal, se defendió la incorporación de dos
importantes caminos a la carretera de Monturque a Alcalá: uno desde el Bermejo
a Fuente Álamo, Fuente la
Encina , Albarizas,
Rábita y Grageras, y otro, por el Cañuelo y Portillo de las Carretas para
que se dirigieran a las Pilas de las Fuente el Soto[1].
El 20 de
octubre se llevaron a cabo una purga de funcionarios municipales descendientes
de los antiguos partidos turnistas. Desde el mes de mayo ya no asistió
asiduamente Batmala y, a partir de este
momento, se notaron e incrementaron sus ausencias. No obstante, se tomaron
algunas medidas en las que los agricultores
le mostraban el entusiasmo, como la unión del camino de las
Atravesadas hasta el cortijo Marroun.
En medio de estas circunstancias, el día 18 de
diciembre dimitió como concejal el
socialista Salvador Frías Pino. El día siguiente Batmala y, unos días después,
a finales del mes de diciembre de 1924, ante el Delegado
gubernativo, los hermanos González de Lara, el maestro Rafael López Rodríguez, Su lugar lo ocuparon por
orden gubernativa Manuel Moreno Moreno, Francisco Casanova Camacho y Adriano
Hinojosa Bailón.
Muchos
historiadores coinciden en que los dos primeros años de la gestión de Primo de
Rivera merecieron cierto reconocimiento
por el pueblo al cortar el terrorismo y
pacificar el protectorado de Marruecos.
Pero, el afán de
institucionalizar su régimen mediante la creación del partido Unión Patriótica
y la convocatoria de la Asamblea Nacional cambió esta visión
positiva de todos los partidos, conservadores, liberales, socialistas y
republicanos, e, incluso, del propio ejército.[2] De
ahí, se puede derivar que tuviera repercusión en todos los ámbitos políticos,
y, en Alcalá, pronto con la anterior dimisión de concejales.
A partir de
este momento, en 1925 no todo anduvo tan favorable a los partidos políticos, y,
menos aún, a otras cuestiones relacionadas con la libertad de expresión. Pues
el delegado gubernativo mantuvo un
férreo control en todos los campos, no sólo en el ámbito comercial sino también
ideológico. En el ámbito social, llevó a cabo un pormenorizado estudio de la
lista de la S.O. Paz.
Y, a finales del año, prohibió varias
películas “Los Cuatro jinetes del
Apocalipsis y Dimgrimont”[3].
Para imponer su postura en los órganos municipales, difundía
la línea gubernamental a través del periódico La Unión.
El ALCALDE
JOSÉ BENAVIDES
De todos es
sabido que, durante la dictadura de Primo de Rivera, adquirieron gran importancia la puesta en
marcha de muchas obras públicas y la recuperación del patrimonio histórico
artístico. A ello coadyuvó el nombramiento como alcalde de la ciudad en la
persona de José Benavides Luna, un enamorado del patrimonio local. Lo fue durante la mayor parte de este período e integró en su consistorio personas
provenientes de las distintas clases de la Junta de Vocales Asociados y algunos
profesionales liberales.
Pronto, se notaron varios elementos de su personalidad cultural. Desde
el mes de febrero del año 1925, se iniciaron las obras de restauración de la
iglesia del Rosario y de la torre de Consolación. Para su realización, colaboró
la propia corporación municipal con dos partidas presupuestarias idénticas de
mil y cien pesetas para subvencionar dichas obras.[4]
Pero su labor trascendió la restauración de la arquitectura religiosa y afectó a importantes facetas de la
urbanización de la ciudad. Así, llevó a cabo una importante remodelación
del Paseo de los Álamos, cuyas plantas
se trajeron de la Casa
granadina “Leyva la Quinta ”, sucesora[5] del
famoso jardinero Pierre Guiraud cuya
ejecución correspondió al plan del jardinero Sebastián Cloxa[6]. A
mediados de año, se inauguraron las
obras del depósito de agua de la
Corredera , con reparto
de pan a los pobres, concierto de la banda música, toque de campanas,
proyección de varías películas cómicos en el teatro, acto público
institucional., fuegos artificiales, y banquete para autoridades civiles y
eclesiásticas. Incluso, Luis Abril proyectó
un teatro cinema cuya entrada pretendía que fuera por El Perrico del paseo
de los Álamos.
Durante los años treinta, se vivió un remozamiento
urbano de la ciudad, tal como venimos comentando, porque a ello coadyuvó la presencia de
expertos maestros de obras como Manuel de la Morena , Cándido García, los Granados, Dominguito,
Navas, Manuel Paredes, Bolívar Liñeira y Ruiz, en la restauración de obras cla Mora ,
el interior del Ayuntamiento ( ensolado y techo del despacho del alcalde), y el
Paseo de los Álamos, este último recibió un a fuerte intervención de plantas
con la llegada del ingeniero de jardines
y la replantación de plantas y árboles. La Plaza del Ayuntamiento cambió de fisonomía y de
vecindad, la familia de los Hinojosa López,
los Serrano de Mármol, algunos castilleros hacendados y agricultores eran las familias más conocidas
con sus correspondientes negocios.
omo el pilar de
También se compró el Palacio Abacial y se
rehabilitaron suelo, patio central y galerías para las nuevas funciones como la Oficina de Colocación Obrera, Archivo, Escuela,
etc. En otras artes como la música, el
alcalde José Benavides, creó una Banda de Música, y, la dotó con una plaza de director de 3.500 pesetas[7].
Sin embargo,
siguiendo la línea nacional los partidos republicanos en este año no vieron con
agrado la prohibición del Directorio
Militar de la fiesta del 1 de mayo, teniendo en cuenta que tomó todo tipo de
medios para reprimirla. Tampoco,
compartían las ideas del nuevo alcalde José Benavides[8],
aunque gozaran de buena amistad con él.
Dimitieron
también los conservadores Francisco
Santaolaya y Casanova. Entraron nuevos
concejales de la
Unión Patriótica como
Francisco Belbel y Antonio Aguayo. Además la única voz que parecía permitirse
era la del presidente nacional del partido de la Unión Patriótica ,
a instancias del gobernador civil, que comunicaba las buenas noticias de la
guerra en tierras africanas para aliviar los ánimos de los familiares de los
soldados alcalaínos.
[1] Junto a él defendieron
esto Antonio González de Lara, Sánchez
Cañete Muñoz y el al acalde Benavides..
[2] ARTOLA, Miguel Historia de España Alfaguara. T. VII.
Alianza Editorial 2ª Ed. Madrid 1974 P. 7..
[3] AMAR. Libro de registro de
1924. 17. y 24 de diciembre.
[4] AMAR. Registro del 23 de
marzo de 1925. la Segunda
30-3-1926
[6]
AMAR. Se llevaron a cabo reposición
de 105
rosales (rojos y poliantus),
cinco pinos reales y cinco silvestres, que quedan algunos, seis álamos negros
de bola y péndula, dos sauces, un hacer, un castaño de la India , un guindo. Ocho
coníferas dos paraísos etc...
[7] EL PUEBLO CATÓLICO. Sábado
3 de noviembre de 1928. Anuncio de Concurso y PATRIA, órgano de la Unión Patriótica , 5 de
noviembre de 1928.
[8] Tomó posesión en el mes de
septiembre de 1925
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