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sábado, 17 de septiembre de 2016

BATMALA Y LOS REPUBLICANOS DE PRINCIPIOS DE SIGLO XX





En el ámbito nacional, la reorganización de Alejandro Lerroux con la fundación del partido Unión Republicana atrajo a muchos disidentes de la política turnista y a los obreros de los núcleos urbanos. Además alcanzó un gran empuje, porque el nacimiento de este partido, aglutinó a las distintas corrientes republicanas- federales, zorrillistas y centralistas- que obtuvieron un progreso electoral, lo que fue muy bien recibido por las organizaciones socialistas. Según testimonios de personas de aquellos tiempos, los republicanos se desarrollaban en medio de un ambiente de clandestinidad y se  mantuvieron los núcleos republicanos alcalaínos a principios del siglo XX. El del casco urbano, según hemos manifestado,  reflejaba más un carácte gremial y artesano que un movimiento  anarquista y revolucionario, muy propio de las aldeas alcalaínas. Incluso constituyó su Casino Republicano el  diez de julio de 1903.
. Recibían los periódicos republicanos El País, El Progreso o el Radical, incluso compartieron uno provinicial , El Látigo Rojo. Frecuentaban las tertulias de los casinos en los que se debatían los acontecimientos nacionales y seguían las directrices del republicanismo de  Lerroux. Además, algunos frecuentaban las logias masónicas. Pero eran como unas islas en medio de la influencia de los miembros del partido concervador. Asumían de  los partidarios nacionales de Lerroux el anticlericalismo y su lucha por las nuevas ideas,  en las que se tenían más en cuenta a los sectores obreros,  sin apostar por ellos en la lucha de clases  e igualdad.  Por eso, sus costumbres se manifestaban contrarias a las del momento, pues hacían muestras ostentosas de su laicismo: no iban a misa ni creían en los santos ni se quitaban el sombrero ante las  imágenes en medio de un ambiente enfervorizadamente religioso.. Esto no era óbice que, en  1917,  Batmala,  se le viera preocupado por la cultura local y fuera uno de los alcalaínos que compraron el libro de Notas y Leyendas para la Historia de Alcalá la Real, junto con su primas y tío.
Sin embargo, la  fundación del partido republicano en la comarca alcalaína  tuvo lugar dos meses antes de la constitución de su Casino, pues el dos de junio  su primer presidente el doctor Ruiz Matas  recibió el reglamento aprobado por el gobernador civil y, con este motivo, celebraron el primer acto en su Casa del Pueblo, ubicada en la calle Antón Alcalá. No cabe duda que este médico titular de Castillo de Locubín acogió entre sus amigos a Pablo Batmala, ya que había sido alumno suyo en el colegio de Enseñanza Media a finales del siglo XIX. En este centro  comenzó a leer los periódicos republicanos nacionales y locales (la Prensa, dirigida por su antiguo profesor), escuchó las primeras tertulias sobre temas republicanos en boca del doctor, al que le preocupaban “difundir la cultura, higiene, amor al trabajo y coadyuvar siempre dentro de su modesto recinto, al mejoramiento moral y material de su adorado pueblo”. Hasta  1902, Pablo Batmala seguía de estudiante con la edad de  27 años tal como aparece en el padrón de 1902 y ya debió contactar también con otros rincones, donde se expandía el republicanismo.  El papel de estos primeros republicanos  no pasó de balde y su presencia se tuvo en cuenta a la hora de la constitución de organismos oficiales, pues llegaron a formar parte del Junta Local de Reformas Sociales, entre ellos Ruiz Matas, Vicente Alameda y Juan Alameda Coca, representando a los industriales, profesionales y artesanos o en  la propuesta del administrador de Hacienda para la Junta Pericial junto con Víctor López  en 1905. 

Pero, pronto, en 1906, el Casino Republicano sufrió el primer embate de la nueva política conservadora, pues quedó disuelto el 15 de octubre de este año, lo mismo que la SociedadLa Económica” de Charilla. Entonces, estos republicanos optaron más por una política divulgadora de su ideología ilustrada a través de conferencias sobre temas de salud, progreso y sanidad en las escuelas de adultos, lo que era muy del agrado de la política turnista del  ayuntamiento. Entre ellos intervenía el hijo de Ruiz Matas, Buenaventura Sánchez Cañete, Agustín Santiago y Fernando Serrano. Años más tarde, este Casino fue el vivero de miembros  de sociedades y partidos republicanos, entre ellas dio lugar a la Sociedad de Oficios Varios de la Emancipación y a otros partidos ligados con los republicanos de Lerroux (PRR, UR, IR, AR).
Pero, en este clima de semiclandestinidad consentida, al frente de los republicanos alcalaínos se encontraba Pablo Batmala Laloya. Este hijo de un inmigrante francés  aglutinó un grupo de unos diez miembros en la Sociedad Unión Republicana de Alcalá y comenzó a contactar con los socialistas la política emprendida por agrupaciones nacionales, en las que buscaban una coalición, que les permitiera entrar en la vida municipal. A Pablo por este tiempo le gustaba pasear a caballo y, montado en él, acudir a sus fincas (Se lo prestaban sus familiares de la familia Camy). Y, lo mostraba ostensiblemente, de tal manera que los días de fiesta lo hacía por el campo en contra de las costumbres religiosas del momento. Pero, a veces, esta afición comenzó a traerle problemas, pues se despegó de las  creencias religiosas y se dedicó intensamente a su espíritu republicano. Por eso, comenzó contra él una severa la crítica por parte  de los  sectores conservadores que no veían con buenos ojos aquel joven montado a caballo en días tan significativos como el del Corpus  Christi[1].



sta 1930.
[1] Declaraciones de Sixto Hinojosa, mie

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