PABLO BATMALA CONCEJAL EN 1924
EL NUEVO AYUNTAMIENTO DE PRIMO DE RIVERA.
En el segundo decenio del siglo XX, la plaza del Ayuntamiento
alcalaíno ofrecía diferente aspecto que el de principios de siglo,
con la llegada de los nuevos vecinos. Del Castillo de Locubín,
habían venido Rufino Baeza y Antonio Collado, de Priego los Calvo
y del Mármol, que se emparentaron con los Montañés ( Manuel del
Mármol casado con Concepción Montañés).
La prensa que se leía por aquel tiempo era “La ëpoca”, “ El
Pueblo Católico” y “.La Regeneración”. La revista Lope de
Sosa daba entrada muchos escritores alcalaínos que con sus artículos
ilustraban de la historia, el costumbrismo y las inquietudes de los
conservadores bajo la égida de Alfredo Cazabán.
Nuevos miembros del entorno familiar de los Batmala se integraron en
la vida municipal: Pablo Batmala y José María del Mármol, su
cuñado,-este en una segunda participación de la política
municipal - formaron parte de uno de los sectores de la Junta
Municipal.
Otros familiares suyos ya habían muerto, como su tía María
Juana Laloya el uno de diciembre de 1923. En la calle Caridad, a
espaldas de su casa, Batmala tenía como vecinos en la calle Caridad
a varios republicanos el granadino Miguel Alamidas
García, al empleado de notaría Juan Bermúdez, que lo seguiría
siempre, a los miembros de la familia Sánchez Cañete y González
de Lara, por otro tiempo eran miembros del partido liberal. Su casa
estaba cercana a la del industrial y republicano José Marañón
Serrano, que vivía en la calle de las Angustias.Por la calle Bordador- Batmala, el barbero Cobaleda, Dolores Granda
y los Montijano compartían vecindad.
Durante estos años, los republicanos seguían guardando en la
clandestinidad sus creencias políticas. Pero solían reunirse
secretamente en las tiendas y tabernas o realizaban comidas de campo,
los famosos “guisos alcalaínos” en los cortijos de los más
hacendados, donde debatían de los acontecimientos del momento o
jugaban a los juegos prohibidos. Pablo Batmala frecuentaba la taberna
de Esteban Gutiérrez en la casa número 32 de la Tejuela, donde en
la trastienda solían reunirse los primeros republicanos, muchos de
ellos afiliados de la mano de Domingo Gutiérrez Romero, un profesor
masón, que se afincó más tarde en Sevilla. Allí, comenzaron a
probar las primeras cervezas de la marca Alhambra, que les servía el
hijo de Esteban, los famoso Biskutis.
Batmala, por este tiempo, solía estar aquejado de dolores de
estómago, y para ello el hijo de Gutiérrez le preparaba un
infiernillo donde le calentaba los vasos mientras el resto de los
contertulios se la bebían fresca sacada del pozo del
patio.Frecuentaban la reunión el sastre Miguel de la Casa, Manuel
Ceballos, y un pariente suyo que llamaba el Chache Gregorio Cevallos
León, el priipio
Esteban y los hermanos Hinojosa. También acudían Víctor Sáez,
Caquito, Choín y Bolívar, el del Banco Español de Crédito. De
noche, acudían a la casería Funes. Todos ellos compartían el nuevo
viraje hacia el centro de Lerroux, que no apostaba por la revolución
de las barricadas. Comentaban los más variados adelantos como la
colocación del nuevo Centro Telegráfico Urbano en la casa de
Guardia Castellano y la cesión de un terreno de Luis Abril Lozano
para pista de aterrizaje de aeroplanos. Los nuevos garajes de coches
trajeron nuevos oficios y personas técnicas dedicadas a la pauesta
en funcionamiento de estos artefactos, uno de ellos fue Juan Funes
Quiroga. . Los negocios ocupaban gran parte de sus conversaciones, el
nuevo rumbo de la fábrica la Trinidad, que había pertenecido a su
tío Francisco Batmala, y ahora estaba en manos de Rafael Aguayo.
Se celebraron las últimas elecciones de la Restauración el 23 de
abril de 1923, y, en esta ocasión, republicanos y socialistas acudieron
separados a las urnas. Por primera vez el distrito de Jaén, eligió un miembro de
Unión Republicana. Se trataba del cazorleño Pedro Villar Gómez, miembro de una
estirpe parlamentaria que se remontaba al siglo anterior ( había pasado de la rama liberal de corte canalejista hasta
las filas republicanas). Pero, poco pudo hacer. . De nada le valió. Pues, en la
provincia de Jaén, el mes de septiembre el general Primo de Rivera disolvió las
Cortes. Pues, a finales de 1923, tras el
golpe de estado del 17 de diciembre, el general Primo de Rivera disolvió las
Cortes,
impuso la dictadura militar, formando un directorio militar en el que apartaba
a los partidos políticos del gobierno nacional y suspendió al Constitución. Sus
primeras medidas afectaron a la vida
municipal, porque estableció la censura, suprimió los gobiernos civiles
nombrando delegados gubernativos y
sustituyó los ayuntamientos por juntas rectoras. En el partido judicial nombró
un delegado gubernativo, que controló toda la actividad política de Alcalá,
Alcaudete, Castillo de Locubín y Frailes y, para consolidar el nuevo régimen, estableció
una oficina, con la que controlaba el ayuntamiento y expandía las órdenes
gubernamentales a la población. Como complemento, contó con la valiosísima
fuerza de los somatenes, que se crearon para defender el orden público.
En Alcalá,
concretamente, por orden del gobernador civil, el capitán del Ejército don Esteban Merino Revuelto se
presentó ante el Ayuntamiento como
delegado gubernativo del 17 de diciembre de 1923, y en consonancia con el golpe
de estado de Primo de Rivera, el teniente de línea de la Guardia Civil
Eduardo Carazo y Carazo, convocó a la
Junta de Asociados, para que, entre sus miembros, ya
concejales y con título de profesionales, eligieran el nuevo Ayuntamiento: Pues, de acuerdo con la orden
del Directorio Militar, debían cesar a todos los miembros anteriores.
Se constituyó el ayuntamiento
formado por profesionales liberales y funcionarios, dando la alcaldía a José Serrano
Muñoz. Sin embargo, pronto, debió dimitir por ocupar su puesto estatal en
Correos. A los pocos días, el Gobernador Civil refrendó esta dimisión, porque su cargo político era incompatible con el de
funcionario de Correos, además de no tener título universitario, ocupando la
alcaldía Antonio González de Lara[1].
José
Serrano Muñoz
|
Empleado
de Correos
|
Alcalde
|
|
Antonio
González de Lara
|
Abogado
|
Alcalde
|
|
Blas
Ramírez Castillo
|
Veterinario
|
Llanillo
|
|
Manuel
Cente Rascón
|
Teniente
de alcalde
|
||
Luis
Belbel Castillo
|
º
|
Teniente
de alcalde
|
|
Emilio
Martínez Martínez
|
Comerciante
|
LLanillo
|
|
José
Puche Jiménez
|
|||
Antonio
Sánchez
|
|||
Gregorio
Torres Daza
|
Teniente
Alcalde
|
||
Sebastián
Pinto Peinado
|
Empleado
|
||
Manuel
Murcia
|
|||
Domingo
Cano García
|
|||
Narciso
Sáez Suárez
|
Síndico
|
||
Antonio
Guardia Jiménez
|
|||
Domingo
Vela Freijóo
|
|||
Miguel
Barrio
|
|||
Joaquín
Cobaleda
|
|||
Conrado
Gallego García
|
|||
Sánchez
González
|
|||
Pedro
Bermúdez
|
|||
Manuel
López Ramírez
|
Maestro
de Obras
|
Teniente
Alcalde
|
LOS PRIMEROS CONCEJALES DE LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA
José González de
Lara
|
Primer Alcalde
|
Febrero 1924
|
José Serrano
Muñoz
|
Comerciante
|
|
Julián Gil
|
Oficinista
|
|
Samuel Rosales
Frías
|
Industrial
|
Dimitió el 21 de
abril de 1924
|
Manuel Fernández
Mendoza
|
||
Rafael López
Rodríguez
|
Maestro
|
|
Gregorio Torres
|
||
José Benavides
Luna
|
Abogado
|
|
Sebastián Pérez
Molina
|
||
Francisco Murcia
Rodríguez
|
||
Juan de la Cruz
Sánchez-Cañete López
|
Hacendado
|
|
Florentín Montoya
|
||
Francisco
Santaolaya
|
Hacendado
|
|
Daniel Jiménez
|
||
Salvador Frías
Pino
|
Herrero
|
Socialista
|
Pablo Batmala
Laloya
|
Hacendado
|
Republicano
|
José González de
Lara
|
||
Francisco Sierra
Montañés
|
Comerciante
|
|
Sánchez Cañete
Muñoz
|
||
Francisco Serrano
Mármol
|
Comerciante y
hacendado
|
|
Juan Sánchez
Cañete López
|
||
José Gil
Rodríguez
|
||
Pablo Oria Alba
|
Dimitió 24-4-1924
|
|
Domingo Esteban
Gutiérrez Romero
|
Comerciante
|
Republicano
Dimitió
|
Francisco Sánchez
y Sánchez
|
Industrial
|
|
Luis Belbel
Castillo
|
Dimitió en 1924
|
|
Francisco Sáez
Suárez
|
Dimitió
|
|
Manuel Cañete
Rascón
|
||
Emilio Martínez
Martín
|
Comerciante
|
|
Miguel Barrio Díaz
|
Labrador
|
Pero, en el mes de abril, de nuevo se constituyeron los
ayuntamientos de acuerdo con el nuevo estatuto de régimen local, en
el que se apoyaba un concepto “organicistas de la vida social”,
dando entrada a los distintos sectores de la economía y la
sociedad. Por el mes de marzo dimitieron los concejales Ramón Navas,
Domingo Cano García, José Oria Alba, Joaquín Cobaleda, Rafael
Cervera Cano, Domingo Vela Freijóo. Antonio Guardia y Gregorio
Torres. En el pleno del ayuntamiento alcalaíno del 27 de marzo de
1924, el gobernador civil de Jaén nombró nuevos concejales, y,
ante el delegado gubernativo Cirilo Artés Olmo se incorporaron a la
política municipal personas, que ocupaban cargos en las nuevas
sociedades obreras y en instituciones consultivas del ayuntamiento
de carácter económico, la mayoría de ellos eran nuevos
comerciantes y hacendados de la localidad, y algunos artesanos. Se
trataba de aquellos hombres que, años más tarde, serían defensores
de la República como Pablo Oria Alba, Domingo Gutiérrez Romero, el
socialista Salvador Frías Pino, Manuel Moreno Moreno, el maestro
Rafael López Rodríguez, el agricultor Miguel Casanova Camacho,
Manuel Fernández Mendoza, José González
de Lara y un enigmático emparentado con el párroco de Santa María la Mayor Julián Gil Rodríguez Otros eran representantes de los industriales y hacendados alcalaínos, como Francisco Sánchez, Francisco Serrano de Mármol, Daniel Jiménez, los Sánchez Cañete, Sebastián Pérez Molina, y Bartolomé Laguna..
de Lara y un enigmático emparentado con el párroco de Santa María la Mayor Julián Gil Rodríguez Otros eran representantes de los industriales y hacendados alcalaínos, como Francisco Sánchez, Francisco Serrano de Mármol, Daniel Jiménez, los Sánchez Cañete, Sebastián Pérez Molina, y Bartolomé Laguna..
1
Acta de 17 de octubre de 1923.
2
AMAR. Libro del 28 de abril de 1924.
3
AMAR. 16 DE MAYO DE 1924..
4
AMAR. Acta del 31 de marzo de 1924.
5
AMAR. Cabildo Del 31 de marzo de 1924.
6
AMAR. Registro del 18 de junio de 1924.
7
JAÉN CRÓNICA DE UN SIGLO 1924. “Se trata de una figura d mármol
blanco, incompleta, de un brazo y piernas, de 29 centímetros. Obra
griega selecta, el Hércules pertenece al arte ático en su periodo
arcaico (s.VI a.C) y guarda una especial analogía en cuanto a la
técnica del desnudo e interpretación del rizado filamento con el
grupo de las Tiranicidas que existió en Atenas, obra de Antenor.
Todo ello llevó al Museo Arqueológico Nacional para adquirir la
pieza jiennense.
8io
de 1924.
J
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