III.
PARA COLMO, LA DESGRACIA. 
Hablando de
septiembre y de la feria, qué susto se llevaron nuestros padres aquel  22 de septiembre del 1957 ( foto 34), en el
que rejoneaba Landete y toreaba Rafael García y nuestro paisano José
Urquiza”Pepete”, al caerse la plaza de toros portátil, montada en 
            IV.
UN SERVICIO EN EL BARRIO, EL HOSPITAL.
El hospital se
había fundado en el último tercio del siglo XIX, y se había instalado en las
casas del patronato del abad Moya. Fue regentado y cuidado por las madres
mercedarias hasta muy avanzado el siglo XX. Estaba junto a la iglesia del
Rosario y la casa de Manuel Rosales Bailón ( foto 39). Se encargaba de los
enfermos de toda clase- sobre todo, los tísicos- con un equipo básico de
médicos y las monjas ejerciendo de enfermeras, también de los niños  expósitos, que eran dejados en 
V. LA VIVIENDA 
En el barrio,
se clasificaban las casas por viviendas de pujareros,- amplias, de tres pisos y
grandes trojes-, de  personas humildes-
de dos pisos y recordando la época medieval, pisando unas en otras- y de
vecinos, con varios pisos y un amplio corralón que mantenía los servicios en
pozos ciegos y un pozo. Pero, en los años cincuenta, ya comenzaron a concederse
casas de protección oficial o de asistencia social, las de san Marcos, las del
Barrio Belén., O las de 
En los años de
la prosperidad o del plan Jaén, algunos adornaron sus huertos como los cármenes
de Granada. Alonso Rubio se hizo una casa jardín en las faldas de la Mota , bendecida por el
párroco, y con una graciosa palomera que construyeron la familia de los
albañiles Mesa Lozano ( fotos 44 y 45) .  
VI. EL ALIMENTO.
El agua era un
elemento básico para la alimentación y otros usos. Los garbanzos se ablandaban
con la de 
Si el agua era
gratis, al menos, en los pilares públicos, la comida no era un derecho para
muchas familias que enviaban a sus niños al local del Auxilio Social, primero
en el Llanillo, y luego, en la calle Caridad, presidido por Lourdes Frías,
donde se les daba de comer. ( foto 47 y 48). En la posguerra, el racionamiento,
servido por 
VII. LA RELIGIOSIDAD 
Un recuerdo
del itinerario oficial de las letanías de los siglos anteriores consistía en el
paso de las procesiones  por todas las
iglesias de la ciudad con paradas o estaciones 
obligatorias en la iglesia de la Trinidad , la de san Juan y el Rosario, todas
ellas en el barrio de san Juan.  Son
numerosas las fotografías del Viernes Santo por la mañana, con la Mota  al fondo, sin sufrir el
terremoto de los años cincuenta ni haberse levantado las casas en la placeta.
Los apóstoles iban delante de los penitentes del gallardete de Jesús ( foto
50). La banda del Gallardete, a su vez, protocolariamente antecedía a la imagen
de Jesús sobre el antiguo  trono pequeño,
Y la cuadrilla del Ecce-Homo también delante de Jesús ( foto 51). Este era
portado por la cuadrilla del gallardete, vestida de nazarenos, y por los
cofrades de Jesús, de paisano o  gente
pagada por los cofrades; el Cirineo 
portaba las cintas moradas ante la imagen. Al fondo está la iglesia de
san Juan, casi en ruinas ( foto 52). Acompañando la imagen de la Virgen  de los Dolores, iban
grandes filas de mujeres vestidas con la mantilla española, contempladas por
los vecinos en el huerto de san Rafael. ( foto 53).
La hermandad del
Cristo de 
Fueron los
años cincuenta, años de esfuerzo, de pasión cofrade y de hermanos entregados al
amor del Cristo de la Salud.
 Si  era necesario, donaban solares para albergar el edifico
del nuevo trono de Tejero, casa construido en la esquina de la placeta de san
Blas por el dúo de albañiles Saturninos (López y Mesa) al mando de la obra (
foto 59). Si la hermandad lo requería, se echaban todos al campo. Si había que
picar las paredes de la  iglesia, todos,
a una, acudían a aprender el oficio para realizar la obra. Por eso no extraña
que recibieran homenajes de sus propios hermanos, como es el caso de esta junta
que creó escuela, formada por el secretario José  Serrano, Ceballos, Agustín Fuentes, Antonio
Martín, Francisco Cano o Domingo Francisco Cano y Rafael Ferreira que recibió el
nombramiento de hermano mayor honorario ( foto 60).
Pero el mayor
honor que tuvo la hermandad fue la caridad, la tenían impregnada en sus
relaciones humanas, en la vida de la hermandad y en una mujer, que se desvivió
por el barrio  la madre Carmen, como
popularmente se llamaba,  y fundó un
hospicio en los años treinta y donó sus bienes en beneficio de los niños y
niñas pobres ( foto 61).          
            III.
PARA COLMO, LA DESGRACIA. 
Hablando de
septiembre y de la feria, qué susto se llevaron nuestros padres aquel  22 de septiembre del 1957 ( foto 34), en el
que rejoneaba Landete y toreaba Rafael García y nuestro paisano José
Urquiza”Pepete”, al caerse la plaza de toros portátil, montada en la Magdalena. En  el
barrio de san Juan, se vivó de una manera especial, las mujeres  esperando a los esposos venir ilesos o
heridos y contemplando el trasiego de ambulancias y camiones que subían por la
calle Real y bajaban por la calle Veracruz. Iban comentando que fue en el
momento que comenzaba a dar la vuelta la ruedo Pepete, cuado el cinturón de
seguridad se partió y se vino abajo el tendido, aplastando a muchos niños que
se habían asomado por los bajos de los asientos ( foto 35). Al día siguiente,
todos los niños del pueblo bajamos a contemplar aquel espectáculo tan
deprimente que presentaba el destruido coso de madera ( foto 36). Mientras,
muchos familiares se concentraban en el hospital de la calle Rosario,  demandando noticias de los médicos acerca
de  sus heridos y a veces recibiendo la
triste noticia del óbito de un allegado (foto 37). Aunque la desgracia pudo ser
mayor, no llego más que a tres fallecidos. Tal como se contempla en el solemne
y multitudinario entierro, presidido por el cura y acompañado por toda la
población. Se suspendieron las fiestas, se declaró día de luto y vinieron autoridades
provinciales acudieron  las exequias
fúnebres (38).





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