NOTAS PARA LA HISTORIA DEL DULCE
NOMBRE DE JESÚS
SOBRE
EL DULCE NOMBRE, LA PARROQUIA Y EL SAGRARIO.
El final de siglo XVIII
significó la desaparición de muchas cofradías y la reunificación en la Cofradía del Dulce Nombre
de Jesús. Es digno de destacar que en esta labor de depuración participaron las
directrices de la política nacional, en la que el propio cabildo se obligaba a
emitir su informe como hace con la cofradía en 1808 a requerimiento
presentado por el regidor don Miguel de Cisneros y encargado del caso.[1]
En el siglo XIX, se trasladó la parroquia de santa María al
convento del Rosario dio lugar a celebrarse otras fiestas religiosas por la
cofradía, como era la de la
Candelaria , la de santo Domingo de Guzmán, los oficios del
Jueves y Viernes Santo; perdiéndose prácticamente la del Dulce Nombre de Jesús.
La labor benéfica de atención a los pobres transeúntes fue característica de
esta cofradía, junto con la ayuda de beca a los niños mediante compra de libros
de enseñanza . Fue fruto de un largo proceso, porque desde mediados del
siglo XVII, se asistió a un gran
abandono y una traslación de la población de la fortaleza hacia los
barrios bajos de la ciudad hasta tal punto que apenas existían vecinos dentro
de ella a principios del siglo XVIII y, eran poco numerosos los del barrio de
San Bartolomé, la Peña
Horadada y San Sebastián. De ahí que se trasladara la sede de
la parroquia de Sana María la
Mayor a la iglesia de San Juan, en tiempos del abad don Alonso Antonio de San Martín “.. y habiéndola perfeccionado, el dicho
abad Señor Abad la hizo coadjutriz, para cuyo efecto, por el mes de Septiembre
del año 1668, se trasladó a dicha Iglesia el Santísimo Sacramento del
Viático.... Como se ve por los datos antecedentes,
dicha iglesia era coadjutriz o viceparroquia desde 1667, y como tal vino
funcionando hasta 1860 en que fue trasladada la dicha coadjutoria a la Iglesia del Rosario, a
petición del pueblo que en distintas ocasiones lo habían solicitado del Señor
Abad” [2]...
En
1837 concedió el Estado el
exconvento del Rosario para usufructo del Ayuntamiento y se
cedieron una parte a la Junta de Beneficencia y,
años más tarde, el templo para parroquia de Santa María. En 1844, se intentó
trasladar la sede de esta parroquia desde la iglesia de San Juan a la del
Rosario, concediendo el ayuntamiento
2.732 reales. Pues, desde el siglo XVII se celebraban la mayoría de los
cultos en el templo sanjuanero hasta tal punto
que este, incluso, figuraba popularmente en algunos casos, como la
parroquia de San Juan.
Pues, los
vecinos reclamaban el cambio de san Juan y Veracruz por Angustias y Rosario,
por razones de comodidad, pocos adornos y poca concurrencia. Por eso, a mediados de los años cincuenta del siglo
XIX, ordenado por el Jefe Político de la Provincia , se hizo el
repartimiento del cupo de contribución
general del Culto de tal manera que, desde 1837 hasta 1844, los cultos los
pagaba el ayuntamiento y recogía impuestos para este fin. También nombraba unos
comisarios de culto y clero. Además los gastos eran controlados por la Diputación Provincial
de Jaén que los aprobaba anualmente como los datos que tenemos de 28 de septiembre de 1842. Entre los gastos
parroquiales, estaban los sueldos parroquiales de los sacristanes, curas y
tenientes parroquiales, casas de curas, o gastos ordinarios del culto.
Los conventos del Rosario y Consolación se
concedieron de un modo gratuito por
utilidad pública en 1845, pero el Ayuntamiento
no rellenó el inventario por la Administración de
Bienes Nacionales, para objetos de beneficencia ni dio utilidad pública a los
conventos y hubo que personarse ante el
gobernador para alegar y poder recuperar dichos edificios públicos. Por los años cincuenta de dicho siglo, los
Claustros de Consolación se enajenaron.
LAS ROGATIVAS DE JESUS NAZARENO
Hay formas de llevar a cabo las rogativas para
imprecar el favor o clemencia divina ante situaciones de
crisis, epidemias o desgraciadas circunstancias temporales. Predominaron otras imágenes en el siglo XVI y XVII, Santa
Ana y la Virgen
de las Mercedes. Pero con la imagen en
solitario de Jesús Nazareno, se inició la participación de la devoción de Jesús
Nazareno en las rogativas alcalaínas a partir del año 1718.[3] Este tipo de rogativas se repitieron y hay
constancia de que en 1750 se llevó a cabo “por medio de la imagen de
Jesús Nazareno que se venera en la
Iglesia del Rosario y se hizo rogativas.[4]
En 1753, se manifiesta que el
motivo de la rogativa radica en el mes adelantado del tiempo que había en mayo
y la falta de lluvias, ya que no había
otro refugio de implorar la divina clemencia.
Curiosamente, se ejecutó la orden al ponerse la imagen en andas el día
uno de junio que llovió, dando lugar a una misa de acción de gracias con sermón
y Te Deum el día tres del mismo mes con la presidencia del prior del convento.[5]
Curiosamente, una año después, en 1754,
se hace patente la difusión de su culto
cuando se pide licencia por parte del padre prior Diego Ubal al cabildo alcalaíno
para abrir un camarín volado a la calle Real con la mayor decencia a Jesús Nazareno,
librándose tres mil reales de vellón[6].Fruto
de la difusión de su devoción fue la participación en la procesión general y
rogativa que por la sequía del año 1779 tuvo lugar en el trece de abril junto
con Santo Domingo de Guzmán y la
Virgen de las Mercedes y el patrón de la ciudad.
Con la imagen de la Virgen de las Mercedes, en
otras ocasiones se volvieron hacer rogativas, destacando la del año 1859. E,
incluso, compartiendo el patronazgo con esta última y Santo Domingo de Silos,
como sucedió en el año 1868 por falta de lluvia , recorriendo la calle Real,
Rosario, San Juan, recogiendo a Santo Domingo en su parroquia y finalizando en
Consolación.[7]
Un caso distinto fue la rogativa
del año 1879, por las continuas lluvias, donde participó su imagen junto con la
de Virgen de las Mercedes por las continuas lluvias[8].
Más importante y con las mismas imágenes, fue la del año 1884 con motivo del
gran terremoto que se produjo en la noche del veinticinco de diciembre.
El cabildo aprobó el informe
para las nuevas Constituciones de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús y Santa
Caridad en 1808.[9]
EL DULCE NOMBRE DE
JESÚS Y LA SANTA CARIDAD
EN TIEMPOS DE LOS FRANCESES
Tras
la marcha de los franceses de Alcalá con
motivo de la Guerra
de la Independencia ,
el notario apostólico de la abadía y secretario contador de la Real Casa de
Misericordia y Hospital del Dulce Nombre de Jesús y Santa Ana, don José Marcelino Cabrera manifestó que, con motivo del paso y tránsito de las
tropas imperiales francesas, resultó un
gran desmán de los muchos soldados que
fueron alojados en la casa hospital donde se contenían los graneros, que
se quedaron vacíos al tener que dar de comer
por tres días a las tropas, además de
rotas y abiertas las puertas; en concreto , faltaban en el granero alto
11.3 fanegas de trigo a fecha de 11 de
marzo de 1811. Y, por el informe se
reconocen muchos más datos de la estancia francesa: en el día tercero, se alojaron más soldados con animo de hacer
más destrozos; la fecha de entrada de los franceses fue el diez de enero de
1810como tropas imperiales: fue alojada
una multitud de soldados los cuales, después de tenerles mal tratamiento a los
oficiales del hospital, los echaron en la calle, quedando dentro de la
casa y posteriormente, substrajeron en 1812 más de 200 fanegas.
EL
ROSARIO Y CONSOLACIÓN TRAS LA DESAMORTIZACIÓN
En 1852,
existían en Alcalá varias escuelas para niñas y niños, y una superior. Y estaba dividido en dos
secciones de Escuelas. Una en el Rosario, donde la Junta de Propios pidió
arrendar las demás habitaciones de las celdas altas que daban paso al claustro
alto para arrendarlas; y otra en Consolación, ya que ambas fueron concedidas
por el Gobierno para la Junta
de Beneficencia. Y en el segundo convento, una parte fue habilitada para
Escuela de Niños y otra parte del callejón de los Ángeles para casa Cuna y una
segunda Escuela. En el Hospital Civil
estaba la Escuela
Superior. En este edificio, estaba establecido también el
Juzgado de Primera Instancia.
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