En 1892, cuarenta años después, un nuevo padrón de vecinos nos
ilustra de una aldea con un gran aumento de habitantes (1140 9 y
vecinos (222) , que presenta las mismas características de personas
dedicadas al campo y un grado de analfabetización similar a años
anteriores . Tan sólo dos oficios aparecían en el sector de
servicios como eran dos barberos. Sin embargo, por la procedencia de
familias, cosa muy tíipicva en las aldeas se incorporaron familias
de Montefrío (Coca, Cobos, Pasadas Entrena, Pérez Ávila, Sánchez
Díaz. Toro como labradores de cortijos y el barbero García Vílchez,
alguno jornalero de Íllora, García Vrdejo; Almedinilla la familia
Muñoz Cervera) Los labradores y artesanos suelen saber escribir y
algunas familias de jornaleros, fruto de la labor educativa de la
implantación a mediados de siglo
A finales del siglo XIX, se había extendido el
movimiento anarquista, refugiado en las aldeas a través de los
medios de prensa, principalmente, los periódicos partidistas, que
pretendían el cambio total de la sociedad con todos los medios
posibles, incluso, la violencia. Sin embargo, en Alcalá no hay
constancia de ningún enfrentamiento físico ni con las autoridades
ni con los patronos. Pues, acogiéndose al derecho de asociaciones,
surgieron una gran cantidad de sociedades en aquella Alcalá, miedosa
y controlada por los partidos de los de siempre.
Todas
las aldeas tenían una sociedad con fin recreativo y cultural,
imitando a las sociedades burguesas del Casino Primitivo o el
Liberal, pero estaba claro que en el fondo pretendían ser
Sociedades de resistencia. Pues el trasfondo de los organizadores
eran reivindicaciones sindicales de los campesinos braceros y la
formación de los obreros en nuevo sistema revolucionario que
aspiraba a transformar aquella situación injusta. Al principio, tan
solo se reconocieron pocas, entre
ellas en 1901, la de La Pedriza. Sin embargo, el miedo a la clase
pegujarera o a la influencia del partido conservador impidieron que
se legalizaran todas las demás sociedades obreras que funcionaban
sin registro oficial. Su cultura era una cultura libresca, en la que
el presidente o los miembros de las distintas sociedades, ubicadas en
salones de tabernas, casas particulares, alquiladas o compradas leían
pasajes de periódicos de los líderes del momento socialistas y
anarquistas. Aquello despertaba en los colonos, braceros o jornaleros
y pequeños campesino un deseo de romper con la ideología imperante,
basada en el orden y la paz, que en el fondo encubría la injusticia
de su situación. Sus principios básicos eran la revolución y la
igualdad social, que cada día despertaba más adictos entre los
socios de sus miembros. La historia de muchas sociedades es un claro
síntoma de una época, marcada por su carácter transitorio, sin
permanencia de sedes ni estabilidad de sus miembros ni su estructura.
Pues, aparte de las dificultades intrínsecas derivadas de la
formación de sus miembros- analfabetismo, conciencia de servilismo
clientelista etc.- se añadía una gran cantidad de medidas
represivas y de agresividad por parte de los grupos privilegiados
instaurando un mecanismo de miedo contra las nuevas sociedades,
mediante el cual pretendían obtener todo tipo de información y
control de cualquier acto político que se apartara de sus cánones
conservadores, obligando para ello a la comunicación de la
celebración de las asambleas, el traslado de su sedes y la presencia
de una autoridad como el alcalde pedáneo, jefe del orden público o
guardas de campo en las asambleas de las sociedades con el fin de
que, con su presencia y autoridad, dieran visos de la legalidad deque
se pudieran celebrarse, al mismo tiempo que informaban a las
autoridades municipales y gubernativas acerca de las intervenciones y
contenido de lo tratado en ellas. Las Sociedades iban naciendo una
tras otra en cadena. Muy relacionada con la problemática del mundo
rural, el catorce de noviembre de 1904
la Sociedad de Amigos de la Agricultura de Cantera Blanca
reformó el reglamento, aprobado días después por el gobernador
civil y, un año después, renace con el nombre de Sociedad de
Agricultura de Cantera Blanca. Esta claro que el gobierno nacional,
presidido por el liberal José Canalejas permitió un cierto respiro
a los movimientos republicanos y socialistas alcalaínos y, no sólo,
a estos movimientos sino también a los masones. Incluso en 1905, se
pidieron compromisarios a los presidentes de las Sociedades Obreras
de Ribera, Charilla y Cantera Blanca para el Congreso Nacional
Republicano.
En
la comarca alcalaína, comenzó a surgir también el movimiento
socialista mezclado con el republicanismo, ocupando progresivamente
el papel que había representado predominantemente los republicanos
en el siglo pasado. Uno de los principales puntos de reunión era en
la Pedriza, por el dos de mayo y el uno de mayo en las Grageras,
para zona de la Rábita y Fuente Álamo. En esta misma línea, el
año 1913, se fundó la Agrupación Socialista de la Venta de los
Agramaderos y la de la Unión General de Trabajadores de la Pedriza.
Petro , destacaban laa de la aldea de la Pedriza y la de
Charilla, En la primera, se sentía el espíritu oirerista,
que manaba de su S.O. La Esclavitud Emancipada, fundada en e
1914. Algunos recuerdan muchas coplas que cantaban sus asociados:
Como
el trigo a cinco duros la fanega,
Y el
aceite la arroba por igual,
el
tocino por las nubes,
los
garbanzos, no hay que hablar.
Los
peones, cero a cero,
las
escardas con las gradas,
las
peras se han puesto a cuarto
y ya
nos resultan caras.
A
principios de 1913, la situación debió ser alarmante, porque un
gran número de braceros acudieron ante el alcalde demandándole
trabajo y pidiéndole ayuda para sus familias. El alcalde no pudo
ofrecer sino las gestiones con el Gobernador Civil para que le
indicara la forma de socorrerlosii.
La situación debió ser bastante tensa pues se enviaron parejas de
las Guardia Civil a diversas aldeas, entre ellas Cantera Blanca con
motivo de las fiestas o acompañando al agente ejecutivo para cobrar
los impuestos y tratar de que no se alterara el orden público.
La hegemonía de los gobiernos conservadores locales cortaba de raíz
cualquier intento de inquietud ajena a sus ideales. Por eso, la S.O.
Amantes del Progreso se le requirió que reintegrase toda la
documentación al gobierno civil el uno de enero de 1916; y poco
después la segunda reprimenda recayó, el cinco de mayo, en la
agrupación socialista de Cantera Blanca.
En 1911, solo habían quedado 143 viviendas descendiendo en más
de un 15 %, mientras el número de habitantes s alcanzaba la cifra
de 1. 231, lo que demuestra la concentración de la población en le
núcleo de la Pedriza y en las inmediaciones del cortijo de
Villalobos. Por el mapa de este 1917, no esta clara la división
entre Cantera Blanca, la Pedriza y diseminado y Villalobos. Frente a
una gran dispersión de hábitat rural en la zona de Villalobos,
se concentraba la población en torno a la Pedriza que tan solo
conforme se acerca el territorio de Alcalá abundaban los cortijos.
Su ubicación se encontraba en diversos sectores junto a la Pedriza;
y entre el camino de Málaga o Montefrío y el de Vélez, cerca
del arroyo de Conejeras, se encontraban en las Roturas, , Fuente
el Espino, en Casas Gabino, Las Casas, Fuente las Nubes ( casillas y
cortijos), casillas de los Hinojosas, Matajacas, Cazorla; casas de
Covalea. venta de Mateo , junto al camino de Vélez, cortijo de
Rosales, Toril, , Vajacar (sic), Platero, Chaparral , el Águila,
Buenavista, Turullote, Juan Zorollo, La Fuente, Fuente la Oya Baja,
Fuente Oyo Alta, La Perrera, Fuente la Hoya, Cerro del Moro, Altos de
Peñuela, Cortijo de Peñuela, Peñolilla, los molinos del Sol y el
de Palancares ( Cañón) El Gallinero, La Casería, Parrengue,
Bozalejos, Casa Parrengue, Casa Nueva, Casa Sierra, el Retiro , San
José, El Zagal, Bajo, Los Hueltes, y Haza el Corral. Y Juan C.
con un labrador en Juan Zorollo. Hay una gran parte de la población,
que es analfabeta y solo predominan los de l sector primario sin
ninguna persona dedicada a oficio alguno de servicios o secundario.
Su hábitat estaba formado por 243 casas, de ellas 238 eran de dos
plantas, uno de tres y el resto de dos, algunas se encontraban en
estado ruinoso (8 ).
i
Quero.
República. Cuarta
Quincena de 1919. La ética y el fariseísmo. Marcelino D
iiSTELLANOS,
A. ob.cit. pp. 262.
AMAR. Mayo
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