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domingo, 1 de enero de 2017

PROGRAMA DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS. LA HERMANDAD DEL GALLARDETE DE NUESTRO PADRE SAN FRANCISCO EN LA TARDE DEL VIERNES SANTO




LA HERMANDAD DEL GALLARDETE DE NUESTRO PADRE SAN FRANCISCO EN LA TARDE DEL VIERNES SANTO

CONTINUANDO LA HISTORIA DE LAS HERMANDADES QUE SOLÍAN ACOMPAÑAR EL DÍA DE VIERNES SANTO , por la mañana con Nuestro Padre Jesús Nazareno; y por la tarde, con la procesión del Santo Entierro ( primero salía con la Soledad y el propio Santo Entierro del Convento de San Francisco, y en el siglo XIX, de la iglesia del Rosario con su propia imagen de la Soledad) acompañaban varias hermandades, que hemos tratado en otras ocasiones, además de los gallardete del Santo Entierro y de la Soledad, como la de los Romanos y Judíos. Entre ellas hemos encontrado un documento del Archivo Histórico Provincial que hace referencia a la Hermandad del Gallardete de Nuestro Padre San Francisco. Prácticamente, el texto ilegible al principio por efectos de la humedad y filtros de agua, data de siete días del mes de abril de 1708, y consiste en una escritura de obligación ante el escribano Juan Ramírez de Tordesillas entre los hermanos de este gallardete y el convento de Nuestro Padre San Francisco ante los testigos don Juan de Hermosilla y Narváez, Juan Cano Caballero y Agustín de Cobaleda.
Estos segundos se reunieron a toque de campana de cabildo según establecían sus protocolos y con los tres tratados de acuerdo, vienen representados por el síndico (don Juan del Mármol) y varios frailes: el lector de Filosofía y padre guardián del convento fray Juan Antonio Cano, el predicador primero Fray Rodrigo Cano, el predicador segundo Fray Pedro Antonio de Castilla, y los predicadores frailes Bartolomé Mellado, Salvador de Torres, Lázaro de Santillán, Cristóbal de Ortega, José García Caballero, Francisco de Aguilar, Pedro Serrano, Francisco de Guelte, Carlos de Velasco, los coristas el fray Antonio Trillo y Alonso Quevedo, los hermanos legos Baltasar de Chaves, Juan Ventorín, Andrés Ramo, Bartolomé González y el sacerdote fray Francisco de Castilla.

Los hermanos del gallardete declaraban que la hermandad estaba constituida en este convento franciscano y venían representados por el hermano mayor Francisco Montilla, que le añaden habitual, y los hermano Bernabé Pérez de Río, Juan de Canpos Viejo Bueno , Pedro Pérez de Merina, Manuel de la Blanca, Bartolomé de Espinosa, Juan de Escobar el menor, Juan Martín Serrano, Antonio Rodríguez Viejo bueno , Francisco Bueno Guerrero, Pedro Martín , alias Majandón, Alfonso del Castillo, Alonso Torrebejano, Miguel de Velasco, Alonso Muñoz, Juan del Castillo el menor, Alfonso del Castillo el mayor, Juan López Izquierdo, Francisco Ignacio de la Peña, Andrés Callejón, Francisco de Cabezas, y Fernando de Flores.
Ambas partes se comprometían a una serie de obligaciones que están recogidas y resumidas en los siguientes apartados:
-1º. Se obliga dicha hermandad para todos los años Viernes Santo en tarde en la procesión del Entierro de Nuestro Señor Jesucristo an de poner cuarentena hachas de pabilo con cuarentena hermanos que los saquen, y en la dicha procesión y tres hermanos : uno del gallardete y los dos de borlas que hacen el número de cuarenta y tres. Las Faltas eran a cosa de los hermanos.
2º. Si muriere uno de los 43 hermanos, se le debían decir cuarenta y tres misas cantadas en el convento cuya limosna la debía juntar el hermano mayor que fuere y buscará unos padres de almas para recogerla; y por parte del convento diez misas rezadas sin estipendio.
3º.- Las mismas 43 misas se decían por el alma de las mujeres muertas de cada hermano, y el hermano mayor que le tocare el gallardete ha de acudir al convento a avisar al padre guardián para que cumpla las obligaciones la comunidad franciscana y pague las limosnas.
4º.- Si muriera el padre o madre de un hermano mozo, se dirán las 43 misas por el alma de sus padres o, si muriere el mozo, 53 a dos reales por misa.
5º Se insiste en la obligación del guardián para decir diez misas sin pagar estipendio hermano, esposa y padres y madres de hermano soltero, así como se compromete a dar sepultura a cada uno de ellos en enterramiento terrizo y entrada dentro de él.
6º Tras la muerte de hermano y familiares, el convento enviaba seis frailes a la casas donde estuviera el difunto y se le rezaba el responso . Además se quedaban cuatro para asistir al duelo.
CONCLUSIONES

-EL Convento de San Francisco estaba constituido por unos veinte miembros ( 19 frailes y un lego que llevaba a cabo la administración del convento ) . Dentro de los frailes , adquiría la presidencia el padre guardián , que ejercía la cátedra de Filosofía , ya que en este convento se estudiaba la segunda etapa de la Enseñanza ( Gramática y Filosofía para toda la población). La labor pastoral de predicación copaba la dedicación de estos frailes , jerarquizados por antigüedad y prestigio; los coristas ejercían la dirección del canto n las horas santas; y la liturgia se reservaba a un sacerdote; sin especialización los legos cubrían el primer peldaño de la vida conventual. Los monjes firmaron y los testigos firmaron el contrato y todos sabían leer y escribir.
-Los hermanos procedían de las clases no privilegiadas y se demuestra porque algunos se les apostilla con los apodos o por la edad. Solamente, dos firman el documento y los demás eran analfabetos.
-El fin del presente contrato radicaba en dos actos fundamentales de a vida religiosas: por un lado la presencia de los vecinos en las manifestaciones religiosas, en este caso la procesión del Viernes Santo con un número determinado de hermanos, lo que daba cierto privilegio para el segundo acto; el cual consistía la asistencia en las exequias y ceremonial de los difuntos en las que se decían misas y adquirían sepultura segura para ellos y toda la familia.


-Se entiende que el rosario de la Aurora y sus misas de Aguilando , así como las visitas antes de Navidad , recogieran cantos relacionados con San Francisco, como estos:

San Francisco se perdió por la tarde,
su hermano glorioso lo salió a buscar,
se lo encuentra en el Paraíso,
recogiendo rosas del santo Rosal.

O esta otra:

El demonio como es tan travieso,
cogió una piedra y rompió el farol,
y llegaron los padres franciscos
y lo apedrearon hasta el callejón.
Ángeles bajad,
con coronas de rosas y lirios
para los devotos que al Rosario van.


FRANCISCO MARTÍN ROSALES
Académico correspondiente

Nuestra Señora de las Angustias

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