En uno de los legajos suelto del Archivo Histórico Provincial de Jaén, redactados ante el escribano Florencio José Serrano, se encuentra un auto de julio de 1793 que se denomina " Autos que se siguen a instancias del Convento de Monjas de Nuestra Señora de la Encarnación de esa población y don Francisco Antonio Carrillo y Manuel García Ibáñez, vecinos de ella, sobre que se les mantenga en la pos len los molinos del Cubo. el del Enmedio y el de las Nogueras, situados en la Ribera Alta de este término, cuyas aguas las utilizan para regar sus huertos Francisco del Castillo, , Ramón de Lebrón y Fernando de Mena, vecinos de la población de Frailes, principiado a principios de Julio del corriente año". A las monjas las representaba el dominico y administrador de sus bienes Ciriaco Rosales.
El palito lo entablan los molineros d e estos molinos representados por sus procuradores y abogados Leoncio González López y Juan de Dios Díaz de Arjona, atendiendo a las ordenanzas de tiempo inmemorial que se servían del uso de las aguas para mover las muelas de sus molinos y reservando el sábado y domingo para el riego de los huertos. Lo presentan el siete de julio de 1793 ante el propio corregidor Nicolás Antonio de Mella y Carvajal.
Los tres dueños presentaros a sus molineros en arrendamientos: Francisco Antonio Carrillo presentó para testificar por el molino del Cubo de la Ribera a su molinero Juan de é Bolívar, el de Enmedio al molinero Juan Peñalver y el de las Nogueras a Navas. Todos ellos manifestaron que, desde que estuvo al frente de los tres molinos de la Ribera Alta han molido siempre con las aguas del rió que llaman de Frailes y todas las que nacen las vertientes del dicho sitio, en cuya quieta y pacífica posesión han estado, y le consta que se fundaron dichos artefactos con las referidas aguas mucho antes que los referidos huertos en la población de Frailes" . También insistían que siempre habían trabajado en quieta y pacífica actividad, pero que, a principios de julio de 1783 observaron que se les había parado los molinos al no llegarles agua y se comunicaron unos con otros dirigiéndose más arriba del río para comprobar el motivo de la falta de aguas. Primero vieron que no llegaba agua a los cubos de los molinos desde el caz del río. Se sirvieron el guarda de Mures, que pasaba por allí para dar testimonio de lo acontecido. Cerciorado todo el pasaje entre los molinos acudieron a la altura de Frailes. Y comprobaron que Ramón Lebrón , las mujeres y niños de Fernando del Mena y Francisco del Castillo estaban regando los huertos con las aguas del río. En aquella ocasión, dieron muestras de que no renunciarían a hacer lo e en otras ocasiones a pesar de que destaparon el boquete y echaron las aguas al río, pero se comprobó que lo hicieron en otras ocasiones a los días siguientes para regar los huertos de Frailes. Aludían que no se les había comunicado que renunciaran a parar de regar.
A consecuencia de los hechos, los tres propietarios de los molinos presentaron la denuncia por ser un hecho violento de despojos contra sus propiedades. Y solicitaron que se tomaran las medidas de defensa de sus derechos inmemoriales del uso de las aguas ante este ataque que habían sufrido por primera vez.
Así se lo comunicó el alcalde mayor a los encausados y a los denunciantes para que se cumplieran las ordenanzas del agua de las riberas, para uso y disfrute de los molineros. Lo hicieron con celeridad a primeros de agosto.
CONCLUSIONES.
-El uso y disfrute agua del río por los molineros no procedía de diez, veinte , treinta o cuarenta años, sino de tiempo inmemorial.
-Los tres molinos de la Ribera Alta se denominaban "El Cubo", "El de Enmedio" y "Las Nogueras". Pertenecían a las tierras y posesiones del convento dominico de Nuestra Señora de la Encarnación y a otros propietarios. Por eso, no nos extraña que , dentro de sus tierras, se encontrara una ermita que fue precedente de la actual, para las prácticas religiosas de los vecinos, molineros y campesinos de la zona desde el siglo XVII, antes que la fecha que se indica en la cornisa de la portada.
-Los vecinos de los huertos habitaban curiosamente en la cortijada de Frailes, con lo que se quería insistir en la ausencia de núcleo poblacional, que comenzaba a surgir en este tiempo con mayor incremento de vecinos. Comienzan a abrirse nuevos yacimientos de trabajo como los huertos junto la actividad ganadera, roturadora y carbonera en los montes e Frailes. La mujer desempeña actividades agrícolas como el hombre según se manifiesta en el documento.
-No aparece el alcalde de aguas como en tiempos anteriores sino que se recurre directamente al corregidor y alcalde mayor por la trascendencia del asunto y se valen de testigos judiciales como los guardas, en este caso de Mures.
-El peito, en este caso, se zanjó a favor de la industria molinera, ya que era la única prácticamente en uso de toda la zona alcaláía en contra de la agricultura hortelana. Pues de ella dependía el abastecimiento de la ciudad, en el recurso básico del pan y la harina para la alimentación de los vecinos.
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