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miércoles, 25 de mayo de 2016

LA MAL LLAMADA DESAMORTIZACIÓN DE GODOY Y SU RELACIÓN CON ALCALÁ LA REAL



LA DESAMORTIZACIÓN DE LA COFRADÍA DE LAS BENDITAS ÁNIMAS NACIDA DE LA ANTIGUA COFRADÍA DE LA VERACRUZ

Por este documento de Francisco José Serrano , que se encuentra en el legajo 5253, del  Archivo Histórico Provincial, se puede comprender el mecanismo de desamortización de los bienes de la Iglesia en la mal llamada desamortización de Godoy.
Ante el escribano antedicho, se levantó la escritura del remate de la finca de la cofradía de las Ánimas en marzo de 1804, que coincide con el resto de las escrituras desamortizadas. El día del mes fue el diecisiete, ante el corregidor Joaquín Bernard y Vargas, gregidor perpetuo de Jerez, capitan de Infantería,  caballero de la Orden de Santiago, capitán de guerra, delegado de todas las rentas, montes y plantíos, Don José Mirasol era el administrador de todas las rentas de la Caja de Amortización para afrontar los pagos y réditos a los propietarios, la saga de esta familia se mantendrá a través de sus hijos hasta muy prolongado el siglo XIX y provenía de unos decenios anteriores como administradores de algunos estancos. Esta caja sacó a subasta aplicando la orden de desamortización anterior una haza DE UNA FANEGA  en el Torcal de la Magdalena, perteneciente a la cofradía de Ánimas de la iglesia de la Veracruz( extinta ya la cofradía) . Este torcal o dolina pequeña,actualmente  encubierta por las construcciones, era lindera con tierras de    Agustín Lobatón por lo alto, por lo bajo María del Rosario Castro y al lado con el cura José de Frías. En aquel momento era su administrador y hermano mayor el presbítero Manuel José Gámez, Se apreciaba en 140 ducados en venta y 40 reales en renta. pero en 1904, el capellán y hermano mayor era Juan Antonio Peña y declaraba que esta finca la habían fundado para decir una misa solemne al año por el alma de Francisco Serano de Briones y Ana de Peña. 

Se regulaba la operación atendiendo a la orden de 19 de septiembre de 1798. Se pregonó por José de Olmedo en 28 de marzo de 180 3  y se remató en el presbítero José de Frías. Luego se trasladó el expediente ante el escribano alcaláino.  En concreto, este cura la adquirió en el remate o por 1540 reales, que los aportó a la Caja de la Amortización administrada por José Mirasol. 


COMENTARIOS

-Esta desamortización recoge la evolución de las cofradías de Alcalá la Real con la desaparición de la Veracruz, transformada en cofradía de Ánimas.
-Tardó tiempo en emprender las medidas desamortizadoras en Alcalá la Real.
-La familia de Mirasol y los corregidores fueron los emprendedores de tomar las medidas en contra de la oligarquía local.
-Swe beneficiaron los del entorno de las instituciones. 


COMPLEMENTOS

Esta primera desamortización  realizada en España en 1798 no fue llevada a cabo por Godoy sino que su promotor fue Mariano Luís de Urquijo, de ahí la falsa denominación. Pretendía "hacer frente al enorme déficit  y al asfixiante endeudamiento que padecía la Hacienda Real como consecuencia del gran incremento del gasto que supuso la Guerra de la Convención (1793-1795) que mantuvo España con la República Francesa y el aún mayor de la guerra con Gran Bretaña iniciada en 1796 y que supuso un verdadero descalabro para la Monarquía de Carlos IV porque la Armada británica cortó las comunicaciones con el Imperio español de América, de donde procedían los principales ingresos para la Hacienda Real, tanto en metales preciosos como en derechos de aduanas. En Alcalá no afectaron en cuanto a los bienes desamortizados pertenecientes a los Colegios Mayores sino a  los de las instituciones benéficas de la Iglesia como obras pías memorias, cofradías y hermandades.


Fue en la  última real orden que  enajenaba «a beneficio de la Caja [de Amortización] de todos los bienes fundos pertenecientes a hospitales, hospicios, casas de misericordia, de reclusión y de expósitos, cofradías, memorias y obras pías y patronatos de legos, bajo el interés anual del tres por ciento a los desposeídos». En esta tercera orden, pues, se desamortizaban las propiedades de buena parte de las instituciones de beneficencia de la Iglesia, recibiendo a cambio una renta anual del 3% del valor de las bienes vendidos.3
Como destacó Francisco Tomás y Valiente, "con estas tres disposiciones podemos decir que se inicia la desamortización tal como siguió realizándose a lo largo del siglo XIX, esto es, con las características siguientes: apropiación por parte del Estado y por decisión unilateral suya de bienes inmuebles pertenecientes a «manos muertas»; venta de los mismos, y asignación del importe obtenido con las ventas a la amortización de los títulos de la deuda".4
Sin embargo, gran parte de los fondos de las ventas no fueron ingresados en la Caja de Amortización sino que fueron dedicados por Manuel Godoy, que volvió al poder a finales del año 1800, a los gastos de la nueva guerra con Gran Bretaña (1803-1808). 
Con la llamada «desamortización de Godoy» en diez años se liquidó una sexta parte de la propiedad rural y urbana que administraba la Iglesia. Además las consecuencias sociales de la misma no deben ser desdeñadas, ya que la red benéfica de la Iglesia quedó prácticamente desmantelada. Y por otro lado la renta del 3% prometida a las instituciones cuyas propiedades habían sido desamortizadas pronto dejó de abonarse por la falta de fondos de la Caja de Amortización.1
Pero la "desamortización de Godoy" no solucionó los problemas de la Hacienda porque en 1808 los ingresos ordinarios no llegaban a los 500 millones de reales, mientras que los gastos estaban cercanos a los 900 millones, más los 200 millones en pagos de los intereses de la deuda acumulada, que en ese año según los cálculos presentados por Carga ante las Cortes de Cádiz en 1811 ascendían a 7.000 millones de reales.6

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