DIARIO DE TRES RUTAS POR ERMITA
NUEVA
I
POR LA
GINETA. domingo cinco de octubre de 2014.
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Un día esplendido. Cambiamos Cartuja
y elegimos la Gineta
por eso del día del Cristo del Paño, pero acudió mucha gente y coches sin
quedar nadie en la calle. Salimos del Parque de los Sauces, un poco más tarde
de las diez hacia el paraje de la Media Luna. Nos esperaba Fernando del Pino, ese
guía antequerano con alma de mureño y alcalaíno, que se ha currado los días
anteriores todos los preparativos de la ruta: la visita preparatoria a la mina
de almagra, el paseo por la
Gineta en el refugio, las Cuevas y la elección del mejor
itinerario para su acceso, así como la documentación pertinente para hacerlo
más agradable. Junto a él, un grupo nutrido de mureños en familias. Tras el
saludo y compartir la presencia de nuevos ruteros de Priego, Granada,
Almedinilla y otros rincones de la
Abadía , emprendimos la marcha por el camino de ronda de la Gineta junto a la ribera
del Palancares, aire fresco y sol templado que invitaba a la marcha de más de
sesenta ruteros. Nos acompañaron varios expertos de la zona el concejal de
Patrimonio Juan Ángel Arjona, Toni, propietaria del cortijo de la Jineta , Puri Gálvez,
delegada del Gobierno de la
Junta de Andalucía, y varios amantes de la historia. Nos
detuvimos junto a la mina de almagra contemplando su boca atiborrada de
escombros y derrumbes, pero pudimos entrar a su túnel que se infiltra en
el veinte de la Gineta.
Tras llegar a las faldas y entorno
del cortijo, subimos por un camino de las faldas de la Gineta , topamos en primer
lugar con una cueva, donde contemplamos que fue un refugio de vigías y soldados
de todos los eventos bélicos de este entorno. Allí, entregamos el folleto
ilustrativo de la marcha, ( ¡ya por el Boletín 59!) y expusimos el pasado de la Gineta de la
época del Bronce, la influencia púnica, y la de la cultura mediterránea,
profundizamos en la cultura argárica, el poblado preurbano, los muros, la
oppidum. Abundamos sobre su pasado íbero y saltamos a la época musulmana,
fijándonos en la batalla de 1267 por Alcalá la Real , y el asentamiento de los soldados
granadinos que ayudaban al rey Alhamar.
Se me fue el santo al cielo y , por una digresión , no expliqué quela GINETA no tiene nada que
ver con ningún animal ni el
juego de la caballería de los jinetes. Procede de las tropas que ayudaron al
rey nazarí en su lucha con Alfonso X, que se denominaban zenete= genetes y del
Cerro de la Cabeza
de los genetes o gineta, y, por deformación, la Gineta. Era una tribu
del norteafricana que introdujo un nuevo armamento con una espada más ligera
que la castellana, de nombre gineta.
Luego, tropezamos con trozos de cerámica argárica, restos de muros, casas, alquerías hasta llegar a un olivar, desde donde contemplamos la necrópolis de la que dependían las villas romanas del exterior (Juan Ángel) y donde se encontraron elementos visigodos como una hebilla colocada en una vitrina del Museo , que demuestra la ruralización del final Imperio Romano en villaae potentes de su alrededor (Media Luna, Cequia…)
También nos detuvimos para explicar el paisaje mediterráneo (lo hizo Fernando Pino ) , la vía de acceso entre Malabrigo y Cerro Mulero ( el que escribe con apoyo de los mureños) , y llegamos a la cima que rodea un escarpado tajo con elementos que sirven de muro o restos de amurallamiento. Varios miradores nos sirvieron para contemplar la entrada de Alcalá porla Peña el Yeso, las aldeas
noroccidentales ( Santa Ana, Riberas…), Los LLanos, La Martina , ….; en otro
mirador fijamos la vista hacia el sudeste y Jujn Ángel nos explico la dehesa del Camello, los
tres núcleos de Ermita Nueva (Cequia, Pilillas y Ventorrillo , con su origen e
historia) apostillando los campos de propios y cortijos de la ciudad; en otro
mirador la vista se extendió en la
Dehesa , cantera y Mures. No olvidamos el tesoro de Ermita
nueva y un asentamiento del homo neaderthalensis.
Se me fue el santo al cielo y , por una digresión , no expliqué que
Luego, tropezamos con trozos de cerámica argárica, restos de muros, casas, alquerías hasta llegar a un olivar, desde donde contemplamos la necrópolis de la que dependían las villas romanas del exterior (Juan Ángel) y donde se encontraron elementos visigodos como una hebilla colocada en una vitrina del Museo , que demuestra la ruralización del final Imperio Romano en villaae potentes de su alrededor (Media Luna, Cequia…)
También nos detuvimos para explicar el paisaje mediterráneo (lo hizo Fernando Pino ) , la vía de acceso entre Malabrigo y Cerro Mulero ( el que escribe con apoyo de los mureños) , y llegamos a la cima que rodea un escarpado tajo con elementos que sirven de muro o restos de amurallamiento. Varios miradores nos sirvieron para contemplar la entrada de Alcalá por
En la bajada, hicimos la foto colectiva en la Cruz en la que murió un
soldado del ejercito de Franco (faltaron unos 25 que ya se había retirado) , el
refugio y aprisco de las ovejas,
donde posamos para la posterioridad, hasta llegar a los pies de la Gineta donde visitamos un
refugio/polvorín de los soldados de la Guerra Civil
Española, porque aquí estuvo asentado un puesto de guardia que sufrió dos
ataques de corregir fronteras en 1937.
Volvemos a Median Luna,
algunos visitaron las cataratas y otros
se tomaron una copa en Mures. Yo no pude, me obligaron asuntos de convivencia
familiar.
Un Abrazo a todos por el buen día que hemos pasado y mil gracias a Fernando del Pino, Juan Ángel Pérez Arjona, Juan Sánchez, Toñi por abrirnos este bello lugar, y a Miguel ruteros de Mures por sus precisiones fundamentales, ya los tradicionales y nuevos de Huerta de Capuchinos. Un abrazo especiaL Rafa Cano-Caballero por su L Aniversario, lo que le hizo que no pudo venir y se disculpó. Nos acordamos mucho de él en este maravilloso día.
Un Abrazo a todos por el buen día que hemos pasado y mil gracias a Fernando del Pino, Juan Ángel Pérez Arjona, Juan Sánchez, Toñi por abrirnos este bello lugar, y a Miguel ruteros de Mures por sus precisiones fundamentales, ya los tradicionales y nuevos de Huerta de Capuchinos. Un abrazo especiaL Rafa Cano-Caballero por su L Aniversario, lo que le hizo que no pudo venir y se disculpó. Nos acordamos mucho de él en este maravilloso día.
II
POR LA CARIGÜELA. DOMINGO 18 DE OCTUBRE 2015
Anunciamos de esta manera
En primer lugar,
comentamos que el EL VENTORRILLO tiene su origen en el
Ventorrrillo del Charro ( en el cruce de los caminos del antiguo de
Alcalá, de las Pillillas y Pinillo), Casa de Carmela, la casilla de
Leoncio, acaba en el otro Ventorrrillo.
Hoy día forma una calle, donde se han adosado casas a lo largo de las
dos aceras, En una de ellas se encuentra la famosa Quesería '"Sierra
Sur".
Por el camino real, dimos instrucciones y nos
dirigimos al Piojo o la
Cruz.
Allí el alcalde pedáneo nos ilustró de la leyenda de la
cruz del Piojo, unas casas edificadas junto al camino real cedidas por el amo
del cortijo y levantaron la cruz por le pérdida de un chiquillo que se encontró
por allí y más bien como hito de espantar la entrada por aquellas tierras. De
allí por el camino de la
Carriguela , divisamos viñedos, cereal y el cortijo
del Piojo. En unos repechos, se divisaban todos estos y el cortijo alto y bajo
del Pinillo. Todos ellos que nos invitó a comentar estos cortijos de
propios y el paso a propiedades particulares a través de la desamortización
y la compra por sus propios labradores. Tras llegar a un cruce de
caminos, llegamos a la Carrig¨¨ela. Y desde allí
contemplamos también la Carigulilla. Hicimos proyectos pAra el
próximo domingo y debatimos el origen de su toponimia. El alcalde pedáneo insistió
en Escarriguela, , citamos el origen antiguo
ALCAICERUELA y
lo relacionamos con alquería árabe, pues hay una fuente sin agua anexa, Y la
derivación de Carriguéla.
Referimos la caza de animales por Alfonso XI, y nos dirigimos a las Pilillas,
llegamos a las ESCUELAS e hicimos homenaje a los maestros de antaño Luís Gómez
Freijóo; nos desviamos hacia el Camello
para enlazar el camino que une con Cequia. Pasamos por unas casas en sus falda
y bajamos una pendiente. Para subir la asfaltada carretera que enlaza con la
del Menchón, nos detuvimos en el solar de la antigua casa del
Pueblos que administraba la Sociedad Obrera" La
Lealtad a principios del siglo XX y en los años treinta
Floreal. Y leímos en honor de muchos asociados y trabajadores la poesía de
Emilio Prados
Donde fue la paloma
que ya no vuelve?
En la curva del río
sangre caliente.
Al llegar
a los Capachos, nos detuvimos en la antigua casa del Atranque, parecida función
de la taberna de la calle Llanaa para surtirse de la gasolina etílica antes de
ir a la siega. Allí el alcalde pedaneo explicó el origen de erosión acuífera y
exterior para la formación de las cinco dolinas y estas dos en forma de
capachos por donde pasa la carretera, desechando el origen volcánico o de un
meteorito caído por estos lugares. . Camino abajo llegamos a Cequia, nos
fotografiamos en su ermita dedicada a san Isidro labrador. Comentamos su origen
de finales del siglo XIX, la roturación de la dehesa del Camellos, y el
traslado de san Isidro del cortijo del Menchón Bajo que era de los
cartujos. Seguimos el Camino Real, y María José Ibáñez nos
explicó el cortijo de la
Cequia Alta, que dio lugar a las demás casas que
surgieron de ese primer núcleo, Tenía aspecto agrícola y modernista por ser de
una familia de los Montañés.
Volvimos por el camino corto hacia Cequia Baja, entre terrenos declarado de BIC, Las Cuevas, y divisando lel cortijo de Cequia Baja, hasta llegar a los Villares del ventorrillo donde explicamos la zona neaderthealense y el descubrimiento del tesorillo hispano árabe de Ermita Nueva por Juan Ángel Pérez Arjona.
Volvimos por el camino corto hacia Cequia Baja, entre terrenos declarado de BIC, Las Cuevas, y divisando lel cortijo de Cequia Baja, hasta llegar a los Villares del ventorrillo donde explicamos la zona neaderthealense y el descubrimiento del tesorillo hispano árabe de Ermita Nueva por Juan Ángel Pérez Arjona.
Se nos hizo tarde y regresamos dando las gracias
nuestro guía y preparándonos para la próxima del domingo 25. Final 13
aproximadamente. Fue la distancia de unos 8 Kilómetros
III DÍA 25 DE OCTUBRE DE 2015
El día
25 de Octubre, a las diez y media en punto, partimos unos ochenta
ruteros de la
Asociación Huerta de Capuchinos hacia Ermita Nueva por la Nacional 432. Llegamos al
Ventorrillo, y nos agrupamos con otra veintena de alcalaínos que habían acudido
a la cita. Emprendimos la subida hacia las Pilillas, donde aparcamos los coches
entre el Centro Social y la calle vertebral de las Pilillas junto al bar
antiguo de Moyano. Cerca de la
Caseta de la hermandad de San Isidro, nos esperó el alcalde
pedáneo Antonio López Moyano y se acrecentó el grupo con vecinos y amigos de
Ermita Nueva ( matrimonios con niños) que se incorporaron la marcha. Por la
calle, donde pasaba el antiguo camino de las Pilillas que se adentraba al
Camello, dirigimos la ruta en un grupo numeroso recogiendo muchas personas de
las Pilillas y nos dirigimos hacia la calle que daba al cortijo,( que
bautizamos para nuestro conocimiento y contacto con los rezagados de Los Caballos); a través de una
amplia colada, nos fuimos adentrando por los actuales terrenos de la Dehesa , y llegamos a
una era, desde donde nuestro magistral guía el alcalde nos dirigió una lección
de las casillas abandonadas y el hábitat disperso que emigró a otras tierras en
la segunda mitad del siglo XX, al mismo tiempo que explicamos la roturación
de estos terrenos, los chozones y las casas derruidas, que abundaban a las
faldas del Camello; a ellas se adentran por veredas desde una colada central
que sirve delimitación de las suertes y trances junto con elementos geográficos
como barrancales y arroyos. Nos saludaron unos fieros canes al principio del
camino de la colada, en una casa reutilizada por unos extranjeros.
A continuación, por una puerta de cerco
entramos a una vereda de ganado encerrado por vallas, tuvimos una desafortunada
caída de una amiga, pero sin grandes consecuencias salvo magullaciones y dolor
muscular, proseguimos el camino, en un paraje de fresco natural entre
chaparros, encinares, monte bajo y un suelos, a través e una pequeña vereda que
no se prestaba a descuido alguno porque podía uno dar de bruces en el suelo.
Pero, atentos a encontrar las monedas del tesoro perdidas de Ermita
Nueva, no hubo inconveniente alguno ni accidente. Una larga columna de un solo
individuo abrazaba al monte y divisaba las cimas de los montes cercanos.
En algún paraje, pudimos contemplar los montes de derredor desde
Villalobos hasta Mures; La
Pedriza , Alcalá, Santa, Ana, algo de Frailes y la Martina , Marroqui,
asomando Ahillos, y Sierras de Jaén.
Enlazamos, tras cerrar el portillo de la
valla, con el camino de Íllora que nace en la Peña del Yeso, y nos alentó para una futura ruta
por el camino de los Camuñas. Más ancho, y menos peligros, rondabas un
terreno de ganado mientras subíamos una cuesta empinada hasta las Caballerizas,
Antes, nos detuvimos en la cuarta dolina, la de la Calera , el antiguo hoyo de Cequia, donde
posamos para la foto oficial y de recuerdo entre amigos , al recibimos una
lección doctoral del alcalde pedáneo ( no lo digo fingidamente, sino con toda
la sinceridad del mundo), con la que nos ilustró del origen de esta dolina que
simula un coso taurino y se ve rodeada
de un graderío natural, donde todos sentados escuchábamos su origen geológico
tras una erosión natural y comparaba con las cuevas de Aracena, Y recordó el
caudal del pozo y su potencia preservada gracias a las gestiones del alcalde
pedáneo; no reparamos en establecer una confrontación con la descripción de los
humedales del Libro de Veredas que habíamos recogido en el folleto repartido
del día. Luego, topamos con un ganado ovino protegido por unos obesos mastines
que nos miraban a los caminantes de reojo bajo la protección de sus pastores y
dueños. Al llegar a las Cabrerizas, contemplamos los abrevaderos antiguos y
modernos realizados de forma daliniana con bañeras reutilizadas. Topamos con el
cortijo abandonado y las antigua cueva de arenisca para lavar los objetos de
metal en las cocinas de la
Sierra Sur.
Por
una vereda exterior , nos adentramos a la Virgen del Camello, contemplando terrenos
granadinos, el cortijo del Menchón, el Quejigal, las Parrillas, el valle, las
lindes y los campos extensos de olivar y cereal, regados por el Palancares.
En los derredores de la
Virgen del Camello, parecía un encuentro romero y, atentos a
las palabras de Antonio López, recordó el origen de aquella roca humana y
abundó en la similitud icónica de una virgen theotocos,
donde se celebraba la fiesta de abril por el día de San Marcos.
Bajamos
el camino y nos dirigimos a la carretera que se dirige al Menchón Alto, desde
donde nos adentramos una vereda que nos conducía a la Ciudad , un lugar
curioso que fue la mayor concentración de este partido de campo en
el siglo XIX y XX, superando a los núcleos de Cequia, Pilillas y Ventorrillo.
Al bajar nos encontramos con una antiguo pozo cubierto con la forma de los
antiguos pajares, carrucha con cubeta y bebimos de su rica agua.
Descendimos y llegamos a un fresno, a un
quejigo, testigos de la antiguo arbolado medieval, y a una doble encina,
donde los aldeanos de los años posteriores a la posguerra celebraban la fiesta
de la Virgen
de Fátima. Parecía como si el Menchón Bajo nos mirara y nos solicitara una
visita para otra ocasión.
Entre olivos, llegamos a las ruinas de las
antiguas viviendas de La Ciudad ,
rememoraban los roturadores de terrenos de propios que lindaban con los de los
monjes cartujos, desarmonizados por Mendizabal. También, nos recordaron la
vivienda de la familia Arjona y a mí me vino a la mente la de Adolfo Díaz.
Muros medio caídos, ventanas sin marcos, hornos de barros entre maleza y
los olivos, una fuente seca donde había triones y otros de sus misma especie.
Seguimos ya por una amplia vereda y una cuesta hasta dar de nuevo con la
carretera asfáltica, nos detuvimos en los Capachos; en su mirador, nos miraba
el Quejigal y compartimos lecciones de su antigua atalaya, bajamos a la plaza
de la ermita de san Isidro, luego por la carretera y más tarde por la trocha
hacia las Pilillas, nos quedamos la mayoría de los ruteros a compartir
mesa y mantel, preparado por unos excelentes cocineros, los hermanos y familia
Rayo . Unos entremeses de ensalada, queso, patatillas y olivas, sirvieron
de anticipo inmejorable para un excelente arroz caldoso, culminado por un flan,
café y unos pestiños caseros inmejorables de manos artesanales de sus padre.
Nuestro agradecimiento a Antonio López Moyano por este buen día de convivencia
intervecinal, de contacto con la naturaleza en excepcionales circunstancias
climatológicas y amenizadas con su buen verbo ilustrándonos de estos parajes y
conocimientos micológicos. Hurra a los cocineros, no nos faltó ni leche de
mosquito, como dicen por estos lugares. Qué mas puede pedirse. Un
Abrazo a todos.
FELICES FIESTAS DE SAN ISIDRO
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