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miércoles, 25 de mayo de 2016

FINAL DEL MANDATO DEL CORREGIDOR HERNÁN PÉREZ DE TORRES VII

En el año 1535, tuvo lugar una nueva ordenanza por la  se permitía que el ganado pudiera entrar en los rastrojos(16-7). En 31  de diciembre de 1536, legisló que no se pesaran por los cortadores las carnes de vaca y machos juntos sopena de 1.000 maravedís. El pescado se regularió mediante una ordenanza por la que se oblica a quitar al pesado cola, cala y hocico tanto a l seco como al remozado sopena de 600 maravedís(24-3-536) y en mayo del mismo año se impidó la venta de tocinos fuera de aquellos establecimientos.
En el año 1537 (12 de octubre de 1537) se reguló la actividad de los tinajeros para vitar el fruade en pegar las tinajas mediante una ordenanza que obligaba a la justicia y a los diputadores regidores a estar presentes en esta operación. También se publicó otra sobre las reses vacunas( 30-9153). También se reguló la actividad comercial de venteros y mesoneros sobre la paga de la cebada y la venta de vinos, prohibiéndoles vender dos en lugar de uno y estableciéndoles aranceles( 8-11-1538).
Entre el año 1537 y 1539 el síndico inició una prolífica activida de recuperación de tierras invadidas por los propietarios que lindaban con tierras comunales, de propios y los descansaderos y aguaderos de animales. Ocupaba dicho cargo el síndico Pedro Ramos y tuvo su repercusión en las tierras cercanas a  los arroyos como el del Carrizal. De este último lugar un pletio con Rodrigo Villén que había usurpado  doce fanegas y fue condenado a restituirlas y pagar una multa de 9.500 maravedís. 
La Fuente dela Tejuela ocupaba una parte importante de la ciudad que nacía en el valle de la nueva ciudad y era arreglada por Diego Martínez Izquierdo en el año 1535. No era la única fuente, sino que la Fuente de la Mora jugaba un gran papel, a la que contribuía el cabildo con su arreglo jutno con el sistema colateral como las Azacayas que eran limpiadas para un mejor aprovechamiento.
            Las comunicaciones con otras poblaciones comenzaron a mejorar su calzada y los puentes que salvaban los escollos de su recorrido; entre ellos, hay que destacar los de Puertollano, en los que intervino Diego Martínez Izquierdo en el año 1534.
            El abastecimiento era una de las preocupaciones de la ciudad, así como el mejorar la calidad y el precio de los productos. Se envia a varios mensajeros y a pregonarlo en los pueblos de la comarca tanto el de Alcalá como el del Castillo. La carne, el jabón y el aceite eran productos básicos que solían comprarse de de los pueblos comarcanos. El del pescado se consultó enviando en 1534 varios mensajeros a los pueblos de la comarca.
La formación religiosa se llevaba con la llegada de las ordenes que nacían por el momento.La ausencia de clérigos que pudieran ejercer la labor de predicación se suplía con los frailes. En 1532, ocupó la cátedra eclesiástica durante todo el año frayla Pascua de Resurrección.

Fernando, pagando el cabildo 3.700 maravedís, y también hay datos sobre la llegada de fray Regineldo  en 1534 que se mantuvo desde la fiesta de Adviento hasta
            Las festividades religiosas solían alterarse con acontecimientos extraordinarios, como las dedicadas a celebrar acontecimientos de alumbramiento de la Emperatriz, en la que la plaza alta se celebraron toros por el mes de agosto de 1538.  
            La ciudad inició un contencioso con los escribanos del Cabildo

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