ORDÉN PUBLICO Y POLICIA
La ciudad debió recibir un fuerte impulso
económico a mediados de siglo con la roturación de sus campos hasta tal punto
que no se vieron las carencias en los años de sequía tan dramáticos del siglo
anterior. Acontecimientos nacionales como el motín de Esquilache que tuvo
cierta repercusión en la ciudad cercana de Granada y en otras ciudades de
España con grandes alteraciones de orden
público y el levantamiento del pueblo llano, así como la expulsión de los
jesuitas, no afectó a la comarca de Alcalá la Real ni repercutió en la vida local. Cuando se
tiene noticia de sus consecuencias, la ciudad ha previsto todos los temas de
abastecimeinto de la ciudad y tan sólo le afectaron medidas como la renovación
del cabildo por los cuatro diputados síndico del común que se repartieron en
las distintas parroquias y el nuevo renacimiento e síndico personero La
roturación de las tierras y sus correspondientes reparos fueron origen de
muchos conflictos entre los vecinos. Una
muestra de la buena gestión fue el corregidor Pedro de Moreno Villena, que a sus ochenta años todavía requiere a la Corona para que le
prorrogue el mandato, por lo que fue apoyado por el cabildo alcalaíno
gracias a su buena gestión que arregló
la hacienda local con una buena
transformación del funcionamiento del Pósito y su saneamiento mediante la
ordenación de dos importantes censos que tenían oprimida a la ciudad. También,
a los vecinos del Castillo les creó la
Junta de Abastos y dio
participación a los diputados del común y personeros en un clima que se
barruntaba la independencia del Castillo de Locubín. En un memorial de la
ciudad destacaba, a demás de su esfuerzo en la limpieza, cuidado de
fuentes y calles, que había conseguido serenar , apaciguar ,
concordar y cortar todos los asuntos y reconciliar los ánimos, de tal forman
que cesarnos recursos y quejas ante los Tribunales. Y lo llevaba a cabo en
medio de un gran clima de intranquilidad de la ciudad y por medio de sus buenas artes de
gobernante.
La sequía y la pobreza dieron lugar
a situaciones tensas entre el corregidor y los vecinos. A esto había que añadir la crisis
jornalera, provocada por las intensas lluvias y nieves y propagación de la
langosta en muchos campos andaluces que
en el año 1772 obligan a una gran parte de la población a mendigar y a provocar
situaciones cercanas a la violencia para
poder mantener la vida de sus hijos y familia. Para ello, se tomaron todas las medidas extraordinarias de
abastecimiento de la ciudad y de los servicios del abad cardenal de la Cerda en la Corte para poder emplear los
trigos del Pósito en favor de los pobres
necesitados. Hubo momentos en los que hasta de tres días de desabastecimiento
de pan. De nuevo, se distribuye el pan en tiendas prefijadas en los 10
cuarteles, se nombran panaderos que se turnan el abastecimiento, se nombran
comisarios, y se persigue cualquier tipo
de fraude en la calidad y peso del pan. Las cargas de trigo se redujeron a los
panaderos de tres de pan blanco y diecisiete de pan bazo a los panaderos.
El año 1773 continua la escasez
de trigo y el aumento del precio del pan, a pesar de las medidas
proteccionistas que imponía el cabildo alcalaíno con el control de precios,
abastecimiento por medio del Pósito y distribución y organización del reparto del pan. Todas estas medidas se
llevaban a cabo en favor de las clases más desfavorecidas que se veían
obligadas como en otros tiempos a comprar el pan fiado por falta de recursos y
en contra del fraude de los panaderos que se aprovechaban del bajo precio del
trigo para revenderlo a forasteros a mayor precio.
No obstante, la situación debió
ser muy violenta, porque, a pesar de tener que adoptar medidas de una racional
y restrictiva distribución del pan por medio de la limitación de tiendas,
panaderos, abastecedores y 10 cuarteles ( ocho en el caso, uno para forasteros,
y otro para el campo), al final se hubo de unificar en uno sólo en las Casas
Capitulares por la violencia de los que hacían cola que daba lugar al
lanzamiento de pedradas a los repartidores del pan. Incluso en los primeros
días de mayo los vecinos tomaron el horno de la Plaza y obligaron
a que la ciudad requiriera los servicios del corregidor para poner el
orden.
Una situación especial se
produjo al disminuir en gran cantidad las provisiones del trigo del Pósito que
hubo que acudir a la compra de 1.000 fanegas a
particulares del caso y al gobierno eclesiástico y el Castillo ( 784 fanegas en el casco y 75
en el Castillo a un precio que excedía las 60 y 68 reales por fanega). A esto se añadieron
grandes tormentas por el mes de junio que lo hicieron muy escaso. Como gota que
colma el vaso de agua, aquel año diversos destacamentos de regimientos
nacionales debieron alojarse en las Casas de Cabildo, provocando un auténtico caos
en las casas de ayuntamiento. No obstante por el mes de mayo, se controla la
situación , se fijan dos puntos de venta cercanos al ayuntamiento uno para los
labradores y forasteros y otro para el resto del pueblo.
Este clima continua los dos años siguientes contra el corregidor
Juan Pablo Salvador y el alcalde mayor Nicolás de Mella y los miembros del cabildo, que llevaron,
sobre todo, este último el tema a
los tribunales e, incluso, se ejercieron
situaciones de gran violencia entre ellos ante el autoritarismo del alcalde.
Las nuevas listas de reclutamiento, donde se quiere expurgar a muchos que se consideraban favorecidos por
privilegios es fruto de solicitar a la Chancillería una revisión del padrón de hidalgos.
Aunque el corregidor logra salvar la situación, sin embargo la ciudad había
deteriorado mucho sus relaciones, debido a que no le pudo ofrecer una casa
digna, ya que la anteriormente alquilada
tuvo que abandonarse al morir el anterior corregidor por la enfermedad tísica y
tuvo que alojarse en las casas del cabildo que suponía una incomodidad
para el ejercicio de la vida municipal. Además a ello, se añadió un
enfrentamiento con el personero por adoptar medidas sin consulta del cabildo en
el nuevo planeamiento del Paseo Público
que fue aceptado posteriormente por la ciudad
atendiendo a razones de ornato y de previsión racional de ampliación de
la ciudad en las vías de comunicación de entrada por Granada desde los Arcos hasta la Magdalena. Era un
momento de resentimientos personales, que manifiesta una sociedad en la que los
que ocupaban cargos públicos,. Incluso de elección, se aprovechaban de los
cargo para ocupar tierras comunales como el personero Antonio de Moya en la
invasión de abrevadero de animales en las Peñuelas.
Sin embargo la
roturación de las tierras y el
aprovechamiento por los colonos cercanos sobre todos en el entorno del partido
municipal dieron lugar a enfrentamientos muy violentos, que en tiempos del
corregidor Carbonell llegaron matar a un hijo suyo y herirlo a él
personalmente.
URBANISMO Y ORNATO
Una gran renovación urbanística
se produce a lo largo del reinado desde el reinado de Felipe V hasta la muerte
de Carlos III. El actual diseños simétrico de nuestra ciudad con los dos ejes
del Llanillo y la calle Real, se corrige con nuevos edificios que encuadran la
ciudad: las Casas de Cabildo y las Casas de Enfrente. Al mismo tiempo, los
nuevos edificios del Pósito, del Palacio Abacial, de las iglesias de san Antón,
las Angustias y la cárcel nueva le dan a las calles y a la ciudad una nueva
perspectiva más abierta y acorde con los nuevos tiempos. Se renueva el servicio
de alcantarillado. Por eso no es extraño que un servicio vital como el agua
sufra una gran transformación en 1777 con los maestros de cantería y de aguas
Antonio Martín Espinosa de los Monteros y de Francisco Machuca, maestro mayor
de aguas de Granada. Un nuevo recorrido desde el nacimiento de san Marcos dará
machos funcionalidad a una de las principales fuentes de abastecimientos en el
Paseíllo de la Mora ,
todo ello supervisado por los maestros de arquitectura de Bellas Artes de san
Fernando. Manuel Godoy fue uno de los que más intervino en las obras
municipales y en los caminos. Sin embargo, uno de los más importantes arquitectos fue el alcalaíno
Antonio Martín Espinosa de los Monteros. A el se le deben una gran cantidad de
edificios públicos y religiosos y algunas obras de ingeniería. El puente de la Hondonera en el año 1759
se construirá con un puente de piedra que permitirá un acceso importante en la Hondonera con dirección
a Montefrío, Loja, Vélez y Málaga[1].
Fue una constante de casi todos
los corregidores la preocupación por el urbanismo y el ornato de la ciudad. Si citamos al primero de ellos el Marqués de Ussel, intervino en la entrada
de la ciudad procurando que fuera amplia y espaciosas evitando la entrada en el terreno común, como se manifiesta en
esta licencia que dio para la edificación de la torre de la ermita de San Antón
abad. “ licencia para la torre contigua de San Antón Abad, para señalar e
sitio, se halla remedida de dicha fábrica , adornando uno de los sitios más
públicos que sirven a su aspecto de entrada de la ciudad, en el camino a
Granada, y será conveniente que sea conveniente
con las dos calles de la Peste y Lecheros agregándose
todo el terreno que necesita , que guarde la entrada sin invadir el uso público
del común, el cuartel y el Juego Pelota”. En tempos de Juan Domingo de la Cabada hay que destacar la
labor de ornato con la plantación de la
alameda de entrada a la ciudad.. Con
José Joaquín de Montalvo, se
hicieron Carnicerías Nuevas, y de los documentos de los maestros de obras se
hizo porque " estaba sin enlucir, a teja vana, y quedó
enlucida de fino, con artesón decente y enlucido, tajones nuevos, cerramientos
interiores de piedra, puertas en la portada, zarpa de cantería, y solada cornisa de piedra labrada, frioleras, alacena con su puerta, cuatro
tajones enlosados de cantería, esterado nuevo, tajón bajo para deshacer reses
". No olvidamos la obra de
Matadero Nuevo, la cañería nueva a Mora, nuevas remodelaciones en fuentes como el pilarejo, Pilar de Álamos,
fuente de Álamos.
Y la red vial de camino no se
olvidó porque Juan Miguel de Contreras maestro de alarife propuso un arreglo para el puente de madera del Palancares para que pasasen los
carruajes. Y siguió Diego López de
Cifuentes que llevó a cabo el puente del Salado y arreglo de varias fuentes. En
esta misma línea Vicente Saura llevó a cabo la remodelación de la fuente y
lavadero del Cantón del Castillo de
Locubín.
GOBIERNO
En el reinado de Carlos III,
hubo algunos corregidores, que estuvieron imbuidos del espíritu racional de la
época y llevaron a cabo un saneamiento
de la hacienda pública y del Pósito de la ciudad. Don Pedro Moreno de
Villena y Manuel de Lastres consiguieron
que se saneara el pósito de la ciudad por medio de una serie de medidas que
beneficiaron a los labradores y campesinos.
El rigor aplicado en la revisión
de las cuentas del Pósito por los distintos organismos desde el propio cabildo,
la comunidad de jurados, las residencias de los corregidores y la Contaduría General ,
dieron lugar a que, a pesar que el quinquenio desde 1762-1766 que había sido
muy riguroso en toda España por la sequía, no afectara al abastecimiento del
pan entre la población ni al repartimiento de trigo para los pelentrines y
pujareros. Aún más, la nueva política, aunque tímida, de participación popular
a través de los procuradores diputados y el síndico personero general,
coadyuvaron a que el control en las cuentas y las medidas en favor de una mayor
gestión y beneficio del Pósito redundara en la vecindad.
Estas medidas emanadas desde la Corte a todas las ciudades
tuvieron lugar en nuestra comarca; por una parte, las dos parroquias de Santa
María la Mayor
y Santo Domingo de Silos eligieron
respectivamente dos representantes diputados, que junto con el síndico personero general, asistían a todos los
asuntos relacionados con el abasto
de la ciudad, e, incluso, hubo intentos
de que participaran en la Junta
de Propios- cosa que tan sólo se permitió al síndico sin derecho a voto, y en
reinados posteriores a los dos diputados del común.
No obstante, son años que se percibe un deseo
de abrir el consejo a los vecinos, a pesar
de las reticencias que suponía para la ciudad que estos nuevos cargos
asumidos dentro de la comunidad de jurados, sobre todo, la del síndico como una
regalía. Los vecinos asisten, por su experiencia y honradez, en asuntos
referidos en la limpia y tala de los montes y la defensa de la ganadería en
algunos plenos y lo mismo lo hacen los diputados del común y personero.
Este nuevo aspecto de la vida
municipal ofreció alguna dudas sobre la participación entre los nuevos miembros
y los antiguos regidores y jurados, que son resueltos mediante reales órdenes.
La misión de los nuevos cargos sólo limitada
a la cuestión relacionada con el abastecimiento, tan sólo, el personero puede
entrar en la nueva Junta de Abastos ( formada por los dos comisarios regidores, los dos diputados, el mayordomo y
el contador).
No
es de extrañar de que muchos corregidores, acudían a la ciudad con los títulos
de capitán y superintendente de rentas. Y así, entre los primeros
manifestaron una gran preocupación y
cuidado de la buena administración. El marqués de Ussel mantuvo la recuperación y el saneamiento de
la economía de la ciudad aportando el sitiado de la sal con las salinas de
Filique estableciendo los precios
medrados en los productos de abastecimiento y en el trigo y el mantenimiento de
las reses lanares y caprinas.
CUADRO DE CARGOS DEL
CORRGIMIENTO
CORREGIDOR
|
ALCALDE MAYOR
|
TENIENTE /CORREINTERINO
|
ALGUACILES MAYORES
|
ALGUACILES MENORES7 GUARDIAS DE CAMPO
|
MARQUÉS DE USSEL
|
Ldo. Antonio Romero del Campos
|
Tte Manuel de Lastres
Int. Francisco Moscoso
|
Juan Agustín de los Reyes
A. del campo Francisco Campal
|
|
JUAN PÉREZ DE VARGAS
ALBARRACIN
VENABIDES
20.6.1760/ 1761
|
Licenciado Romero
|
Agustín de los Ríos, alguacil mayor de campo Francisco Campal
|
Colegio de
|
|
LUCAS LEÓN COLODRERO
24.12. 1762/ 24.12. 1763
|
ANDRÉS ROMERO VALDÉS
|
|||
PEDRO MORENO VILLENA y CHAVES
23.11. 1763/1767
|
||||
JUAN DOMINGO DE
(1767-1772)
|
José Durán
Licenciado Villarreal
|
|||
JUAN PABLO DE SALVADOR DE ASPER
22.-8-1772/1775
|
Nicolás de Mella Carvajal y
Posse
|
|||
DIEGO LÓPEZ DE CIFUENTES
1775-1778
|
Ramón Petrasca Moreno
|
C.I Nicolás Antonio de Carvajal
|
||
VICENTE SAURA SARAVIA
(1779-1782)
|
Esteban Villasañe
|
|||
Manuel Medina y Rincón
31.10 . 1782-1786
|
A.M. Alcalá: 1783-11-3-1785 Ignacio Esteban Villafañé
12-3-1785:
Féliz de
|
Alguacil mayor: Francisco Loarte
|
A.ordinarios en Castillo: Pablos López de
Quesada y Jose´María Alvarez
|
Miembro del Consejo de Estado de Carlos
III
|
Ignacio Joaquín de Montalbo
1- 8-1786/1788
|
A.M. Isasí
|
Luego lo fue de Murcia y antes
de Gran Canaria
|
||
JOSÉ OLIVERAS CARBONELL
31.7. 1788-1795
|
ISASI
ANTONIO NICOLÁS DE NELLA
|
|||
CARGOS MENORES
CORREGIDOR
|
ALGUACILES MENORES
|
GUARDAS DE CAMPO
|
ALCALDES ORDINARIOS DEL
CASTILLO
|
MINISTROS DE JUSTICIA
|
MARQUÉS DE USSEL
(1757-1761)
|
Guardias Celadores
Bernardo Peralta
José de Puertas Puerta
|
Manuel de Molina
Diego de Anguita
|
||
JJUAN PEREZ DE VARGAS
|
Bernardo Peralta
José de Puertas ( Guardias
celadores)
|
Manuel de Molina y Diego de
Anguita
|
||
LUCAS LEÓN COLODRERO
|
Guardias celadores
Bernardo Peralta Y José de Puertas
|
|||
Manuel de Medina y Rincón
|
Manuel de Torres
|
|||
Ignacio Joaquín de Montalbo
1- 8-1786
|
Juan López de Contreras , Juan de Sevilla y José Extremara de
Contreras
|
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