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martes, 15 de agosto de 2017

CARLOS III. ORDEN PÚBLICO





 







ORDÉN PUBLICO Y POLICIA

La ciudad debió recibir un fuerte impulso económico a mediados de siglo con la roturación de sus campos hasta tal punto que no se vieron las carencias en los años de sequía tan dramáticos del siglo anterior. Acontecimientos nacionales como el motín de Esquilache que tuvo cierta repercusión en la ciudad cercana de Granada y en otras ciudades de España con grandes alteraciones de  orden público y el levantamiento del pueblo llano, así como la expulsión de los jesuitas, no afectó a la comarca de Alcalá la Real ni repercutió en la vida local. Cuando se tiene noticia de sus consecuencias, la ciudad ha previsto todos los temas de abastecimeinto de la ciudad y tan sólo le afectaron medidas como la renovación del cabildo por los cuatro diputados síndico del común que se repartieron en las distintas parroquias y el nuevo renacimiento e síndico personero La roturación de las tierras y sus correspondientes reparos fueron origen de muchos conflictos entre los vecinos.  Una muestra de la buena gestión fue el corregidor Pedro de Moreno Villena,  que a sus ochenta años todavía requiere a la Corona para que le prorrogue el mandato, por lo que fue apoyado por el cabildo alcalaíno gracias  a su buena gestión que arregló la hacienda local  con una buena transformación del funcionamiento del Pósito y su saneamiento mediante la ordenación de dos importantes censos que tenían oprimida a la ciudad. También, a los vecinos del Castillo les creó la Junta de Abastos  y dio participación a los diputados del común y personeros en un clima que se barruntaba la independencia del Castillo de Locubín. En un memorial de la ciudad destacaba, a demás de su esfuerzo en la limpieza, cuidado de fuentes  y calles,  que había conseguido serenar , apaciguar , concordar y cortar todos los asuntos y reconciliar los ánimos, de tal forman que cesarnos recursos y quejas ante los Tribunales. Y lo llevaba a cabo en medio de un gran clima de intranquilidad de la ciudad  y por medio de sus buenas artes de gobernante.
            La sequía y la pobreza dieron lugar a situaciones tensas entre el corregidor y los vecinos. A esto había que añadir la crisis jornalera, provocada por las intensas lluvias y nieves y propagación de la langosta en muchos campos andaluces  que en el año 1772 obligan a una gran parte de la población a mendigar y a provocar situaciones cercanas a la  violencia para poder mantener la vida de sus hijos y familia. Para ello, se tomaron  todas las medidas extraordinarias de abastecimiento de la ciudad y de los servicios del abad cardenal de la Cerda en la Corte para poder emplear los trigos del Pósito en favor de los pobres necesitados. Hubo momentos en los que hasta de tres días de desabastecimiento de pan. De nuevo, se distribuye el pan en tiendas prefijadas en los 10 cuarteles, se nombran panaderos que se turnan el abastecimiento, se nombran comisarios,  y se persigue cualquier tipo de fraude en la calidad y peso del pan. Las cargas de trigo se redujeron a los panaderos de tres de pan blanco y diecisiete de pan bazo a los panaderos.
El año 1773 continua la escasez de trigo y el aumento del precio del pan, a pesar de las medidas proteccionistas que imponía el cabildo alcalaíno con el control de precios, abastecimiento por medio del Pósito y distribución y organización  del reparto del pan. Todas estas medidas se llevaban a cabo en favor de las clases más desfavorecidas que se veían obligadas como en otros tiempos a comprar el pan fiado por falta de recursos y en contra del fraude de los panaderos que se aprovechaban del bajo precio del trigo para revenderlo a forasteros a mayor precio.
No obstante, la situación debió ser muy violenta, porque, a pesar de tener que adoptar medidas de una racional y restrictiva distribución del pan por medio de la limitación de tiendas, panaderos, abastecedores y 10 cuarteles ( ocho en el caso, uno para forasteros, y otro para el campo), al final se hubo de unificar en uno sólo en las Casas Capitulares por la violencia de los que hacían cola que daba lugar al lanzamiento de pedradas a los repartidores del pan. Incluso en los primeros días de mayo los vecinos tomaron el horno de la Plaza  y obligaron  a que la ciudad requiriera los servicios del corregidor para poner el orden.
Una situación especial se produjo al disminuir en gran cantidad las provisiones del trigo del Pósito que hubo que acudir a la compra de 1.000 fanegas a  particulares del caso y al gobierno eclesiástico  y el Castillo ( 784 fanegas en el casco y 75 en el Castillo a un precio que excedía las 60 y 68  reales por fanega). A esto se añadieron grandes tormentas por el mes de junio que lo hicieron muy escaso. Como gota que colma el vaso de agua, aquel año diversos destacamentos de regimientos nacionales debieron alojarse en las Casas de Cabildo, provocando un auténtico caos en las casas de ayuntamiento. No obstante por el mes de mayo, se controla la situación , se fijan dos puntos de venta cercanos al ayuntamiento uno para los labradores y forasteros y otro para el resto del pueblo.   



Este clima continua  los dos años siguientes contra el corregidor Juan Pablo Salvador y el alcalde mayor Nicolás de Mella  y los miembros del cabildo, que llevaron, sobre  todo, este último el tema a los  tribunales e, incluso, se ejercieron situaciones de gran violencia entre ellos ante el autoritarismo del alcalde. Las nuevas listas de reclutamiento, donde se quiere expurgar a muchos  que se consideraban favorecidos por privilegios es fruto de solicitar a la Chancillería una revisión del padrón de hidalgos. Aunque el corregidor logra salvar la situación, sin embargo la ciudad había deteriorado mucho sus relaciones, debido a que no le pudo ofrecer una casa digna, ya que la anteriormente alquilada  tuvo que abandonarse al morir el anterior corregidor por la enfermedad  tísica y  tuvo que alojarse en las casas del cabildo que suponía una incomodidad para el ejercicio de la vida municipal. Además a ello, se añadió un enfrentamiento con el personero por adoptar medidas sin consulta del cabildo en el nuevo planeamiento del  Paseo Público que fue aceptado posteriormente por la ciudad  atendiendo a razones de ornato y de previsión racional de ampliación de la ciudad en las vías de comunicación de entrada por  Granada desde los Arcos hasta la Magdalena. Era un momento de resentimientos personales, que manifiesta una sociedad en la que los que ocupaban cargos públicos,. Incluso de elección, se aprovechaban de los cargo para ocupar tierras comunales como el personero Antonio de Moya en la invasión de abrevadero de animales en las Peñuelas.
Sin embargo la roturación de las tierras  y el aprovechamiento por los colonos cercanos sobre todos en el entorno del partido municipal dieron lugar a enfrentamientos muy violentos, que en tiempos del corregidor Carbonell llegaron matar a un hijo suyo y herirlo a él personalmente.


URBANISMO Y ORNATO
Una gran renovación urbanística se produce a lo largo del reinado desde el reinado de Felipe V hasta la muerte de Carlos III. El actual diseños simétrico de nuestra ciudad con los dos ejes del Llanillo y la calle Real, se corrige con nuevos edificios que encuadran la ciudad: las Casas de Cabildo y las Casas de Enfrente. Al mismo tiempo, los nuevos edificios del Pósito, del Palacio Abacial, de las iglesias de san Antón, las Angustias y la cárcel nueva le dan a las calles y a la ciudad una nueva perspectiva más abierta y acorde con los nuevos tiempos. Se renueva el servicio de alcantarillado. Por eso no es extraño que un servicio vital como el agua sufra una gran transformación en 1777 con los maestros de cantería y de aguas Antonio Martín Espinosa de los Monteros y de Francisco Machuca, maestro mayor de aguas de Granada. Un nuevo recorrido desde el nacimiento de san Marcos dará machos funcionalidad a una de las principales fuentes de abastecimientos en el Paseíllo de la Mora, todo ello supervisado por los maestros de arquitectura de Bellas Artes de san Fernando. Manuel Godoy fue uno de los que más intervino en las obras municipales y en los caminos. Sin embargo, uno de los  más importantes arquitectos fue el alcalaíno Antonio Martín Espinosa de los Monteros. A el se le deben una gran cantidad de edificios públicos y religiosos y algunas obras de ingeniería. El puente de la Hondonera en el año 1759 se construirá con un puente de piedra que permitirá un acceso importante en la Hondonera con dirección a Montefrío, Loja, Vélez y Málaga[1].
Fue una constante de casi todos los corregidores la preocupación por el urbanismo y el ornato de la  ciudad. Si citamos al primero de ellos  el Marqués de Ussel, intervino en la entrada de la ciudad procurando que fuera amplia y espaciosas evitando la entrada  en el terreno común, como se manifiesta en esta licencia que dio para la edificación de la torre de la ermita de San Antón abad. “ licencia para la torre contigua de San Antón Abad, para señalar e sitio, se halla remedida de dicha fábrica , adornando uno de los sitios más públicos que sirven a su aspecto de entrada de la ciudad, en el camino a Granada, y será conveniente que sea conveniente  con las dos calles de  la Peste y Lecheros agregándose todo el terreno que necesita , que guarde la entrada sin invadir el uso público del común, el cuartel y el Juego Pelota”. En tempos de  Juan Domingo de la Cabada hay que destacar la labor de ornato  con la plantación de la alameda de entrada a la ciudad.. Con José Joaquín de Montalvo,  se hicieron Carnicerías Nuevas, y de los documentos de los maestros de obras se hizo porque " estaba sin enlucir, a teja vana, y quedó enlucida de fino, con artesón decente y enlucido, tajones nuevos, cerramientos interiores de piedra, puertas en la portada, zarpa de cantería,  y solada cornisa de piedra labrada,  frioleras, alacena con su puerta, cuatro tajones enlosados de cantería, esterado nuevo, tajón bajo para deshacer reses ". No olvidamos  la obra de Matadero Nuevo, la cañería nueva a Mora, nuevas remodelaciones en  fuentes como el pilarejo, Pilar de Álamos, fuente de Álamos.
Y la red vial de camino no se olvidó porque Juan Miguel de Contreras maestro de alarife propuso un  arreglo para el puente de  madera del Palancares para que pasasen los carruajes. Y siguió  Diego López de Cifuentes que llevó a cabo el puente del Salado y arreglo de varias fuentes. En esta misma línea Vicente Saura llevó a cabo la remodelación de la fuente y lavadero  del Cantón del Castillo de Locubín.
GOBIERNO
En el reinado de Carlos III, hubo algunos corregidores, que estuvieron imbuidos del espíritu racional de la época y llevaron a cabo  un saneamiento de la hacienda pública y del Pósito de la ciudad. Don Pedro Moreno de Villena  y Manuel de Lastres consiguieron que se saneara el pósito de la ciudad por medio de una serie de medidas que beneficiaron a los labradores y campesinos.
El rigor aplicado en la revisión de las cuentas del Pósito por los distintos organismos desde el propio cabildo, la comunidad de jurados, las residencias de los corregidores y la Contaduría General, dieron lugar a que, a pesar que el quinquenio desde 1762-1766 que había sido muy riguroso en toda España por la sequía, no afectara al abastecimiento del pan entre la población ni al repartimiento de trigo para los pelentrines y pujareros. Aún más, la nueva política, aunque tímida, de participación popular a través de los procuradores diputados y el síndico personero general, coadyuvaron a que el control en las cuentas y las medidas en favor de una mayor gestión y beneficio del Pósito redundara en la vecindad.
Estas medidas emanadas desde la Corte a todas las ciudades tuvieron lugar en nuestra comarca; por una parte, las dos parroquias de Santa María la Mayor y Santo Domingo de Silos   eligieron respectivamente dos representantes diputados, que junto con el síndico  personero general, asistían a todos los asuntos relacionados con  el abasto de  la ciudad, e, incluso, hubo intentos de que participaran en la Junta de Propios- cosa que tan sólo se permitió al síndico sin derecho a voto, y en reinados posteriores a los dos diputados del común.
 No obstante, son años que se percibe un deseo de abrir el consejo a los vecinos, a pesar  de las reticencias que suponía para la ciudad que estos nuevos cargos asumidos dentro de la comunidad de jurados, sobre todo, la del síndico como una regalía. Los vecinos asisten, por su experiencia y honradez, en asuntos referidos en la limpia y tala de los montes y la defensa de la ganadería en algunos plenos y lo mismo lo hacen los diputados del común y personero.
Este nuevo aspecto de la vida municipal ofreció alguna dudas sobre la participación entre los nuevos miembros y los antiguos regidores y jurados, que son resueltos mediante  reales órdenes.
La misión de los nuevos cargos sólo limitada a la cuestión relacionada con el abastecimiento, tan sólo, el personero puede entrar en la nueva Junta de Abastos ( formada por los dos comisarios  regidores, los dos diputados, el mayordomo y el contador).
            No es de extrañar de que muchos corregidores, acudían a la ciudad con los títulos de capitán y superintendente de rentas. Y así, entre los primeros manifestaron una gran  preocupación y cuidado de la buena administración. El marqués de Ussel  mantuvo la recuperación y el saneamiento de la economía de la ciudad aportando el sitiado de la sal con las salinas de Filique estableciendo  los precios medrados en los productos de abastecimiento y en el trigo y el mantenimiento de las reses lanares y caprinas.

CUADRO DE CARGOS DEL CORRGIMIENTO
CORREGIDOR
ALCALDE MAYOR
TENIENTE /CORREINTERINO
ALGUACILES MAYORES
ALGUACILES MENORES7 GUARDIAS DE CAMPO
MARQUÉS DE USSEL
Ldo. Antonio Romero del Campos
Tte Manuel de Lastres
Int. Francisco Moscoso
Juan Agustín de los Reyes
A. del campo  Francisco Campal


JUAN PÉREZ DE VARGAS
ALBARRACIN
VENABIDES
20.6.1760/ 1761

Licenciado Romero



Agustín de los Ríos, alguacil mayor  de campo Francisco Campal

Colegio de la Compañía de Jesús en Andujar
LUCAS LEÓN COLODRERO
24.12. 1762/ 24.12. 1763
ANDRÉS ROMERO VALDÉS



PEDRO MORENO VILLENA y CHAVES
23.11. 1763/1767




JUAN DOMINGO DE LA CABADA Y molledo
(1767-1772)
José Durán
Licenciado Villarreal



JUAN PABLO DE SALVADOR DE ASPER
22.-8-1772/1775
Nicolás de Mella Carvajal y Posse



DIEGO LÓPEZ DE CIFUENTES
1775-1778
Ramón Petrasca Moreno
C.I Nicolás Antonio de Carvajal


VICENTE SAURA SARAVIA
(1779-1782)
Esteban Villasañe




Manuel Medina y Rincón
31.10 . 1782-1786

A.M. Alcalá: 1783-11-3-1785 Ignacio Esteban Villafañé
12-3-1785:
Féliz de la Plaza Isasí


Alguacil mayor: Francisco Loarte

A.ordinarios en Castillo: Pablos López de Quesada y Jose´María Alvarez

Miembro del Consejo de Estado de Carlos III

Ignacio Joaquín de Montalbo
1- 8-1786/1788

A.M. Isasí



Luego lo fue de Murcia y antes de Gran Canaria
JOSÉ OLIVERAS CARBONELL
31.7. 1788-1795
ISASI
ANTONIO NICOLÁS DE NELLA









 


CARGOS MENORES
CORREGIDOR
ALGUACILES MENORES
GUARDAS DE CAMPO
ALCALDES ORDINARIOS DEL CASTILLO
MINISTROS DE JUSTICIA
MARQUÉS DE USSEL
(1757-1761)

Guardias Celadores
Bernardo Peralta
José de Puertas  Puerta

Manuel de Molina
Diego de Anguita

JJUAN PEREZ DE VARGAS
Bernardo Peralta
José de Puertas ( Guardias celadores)

Manuel de Molina y Diego de Anguita

LUCAS LEÓN COLODRERO


Guardias celadores
Bernardo Peralta  Y José de Puertas




















































Manuel de Medina y Rincón


Manuel de Torres

Ignacio Joaquín de Montalbo
1- 8-1786


Juan López de Contreras , Juan de Sevilla y José Extremara de Contreras

 



[1]AMAR. Caja 219. Pieza 14.


[1] AMAR. Caja 132. Pieza 11.

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