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viernes, 31 de octubre de 2014

SE ACERCAN LA FIESTA DE TODOS LOS SANTOS Y DE LOS DIFUNTOS. COFRADÍAS DE ÁNIMAS.


 

LAS ÁNIMAS
 
 
El final del siglo XVIII, con motivo de la Novísima Recopilación, el purismo introducido con la Ilustración y el rigoricismo de los nuevos abades, sobre todo, Mendoza y Gatica y Palomino López de Lerena, van a suponer un fuerte retroceso en el costumbrismo festivo y en la desaparición de importantes hermandades y cofradías que son las que configuraban en su mayor parte la parte festiva. En el año 1829, la situación nos la expone el cabildo del diez de marzo cuando dice:

"... que se suspendan todas las cofradías que hay en esta ciudad sin Real aprobación, quedando sólo las dos sacramentales, las dos de Ánimas y la de Jesús Nazareno por la Real Cédula que la instituyó, y , creando a  beneficio de los Expósitos, una nueva bajo el título de los Desamparados, a las quales únicamente se les permita sin prestarles comunicados a los interventores con la multa de cien ducados o la que sea del real agrado a beneficio de los mismos".

Además, a esto hay que añadir un principio de siglo del siglo XIX bastante convulsivo y nefasto para los elementos festivos, religiosos y ulturales, en el que sobresalen la guerra contra los franceses, el nuevo espíritu de la Constitución del 1812, las calamidades, entre ellas, diversos años de sequía, peste y de terremotos, y los continuos movimientos políticos( guerras civiles y levantamientos militares) que no coadyuvan a favorecer ni implantar nuevos movimientos festivos. Una savia renovadora se introduce en la Iglesia local con el nacimiento de la Casa de Misericordia, que agrupará todos los bienes de las hermandades, fundaciones, bienes, censos y otros elementos de las manos muertas, provocando un gran decaimiento de la actividad festiva.
Hubo hermandades de Ánimas en Santo Domingo de Silos, Santa María la Mayor de la Mota ( luego trasladada a la capilla de las Ánimas). convento de San Francisco y en las ermitas de muchas aldeas ( Ermita Nueva, Valdegranada).
 
 
 

jueves, 30 de octubre de 2014

EL MUNDO RURAL. ORÍGENES. ATALAYAS.

       
Todas estas descripciones adolecen de un aspecto fundamental cual era la población rural que habitaba en caserías, cortijos, casas de campo y de retama junto con las cuevas, chozones, y albergues de ganado a lo largo de una extensión de más de legua y media, que eran mansiones de los labradores, arrendadores y trabajadores de las haciendas de los hidalgos y de los ganados. A lo largo de estos siglos se percibe un paulatino poblamiento que se concentra en la zona de Charilla,  santa Ana, Frailes, y más diseminado en otros partidos de campo como Palancares, las Riberas, Cantera Blanca, Valdegranada, Hortichuela, la Rábita, Fuente Álamo y Ermita Nueva que va a da lugar a las actuales aldeas.
En el año 1625,  el regidor Miguel de Utrilla realiza un informe y nos ilustra globalmente de toda la comarca de Alcalá la Real, basándose en el padrón de 1614, porque, según refiere la población, no ha cambiado y manifiesta que la ciudad tiene 1909 vecinos, 501 el Castillo de Locubín y 41 vecinos en los cortijos (cfr. 24.1.1625) y nos especifica:


 es así verdad que en el término de esta y su jurisdicción , fuera de la villa del Castillo de Locubín cuya fundación es muy antigua y de los cortijos que se han hecho para las labores no ay otra ninguna nueva población, porque su término es muy corto y limitadoque, por donde más no tiene sino en circuytu e pareze po inbestigacion de las antiguüedades que, por ser frontera de los moros del rreino de Granada, nunca se ha conocido con mayor aumento de becindad y, si más ha tenido, ha sido poca la vecindad...en cuanto a la labranza y crianza;  repecto del  dicho término es corto, se ara todo sin quedar cosa ninguna considerable y por el tiempo muy frío los frutos son muy ténues y consisten lo principan en trigo y cebada de que suceden muy menudas cosechas y lo consumen todos los vecinos, y, antes es necesario comprar y vender, y consiste también en vino que tiene también moderada cosecha y se gasta también sus vecinos y lo que suele vender en la ciudad de con privilegio y ejecutoria que tiene para entrarlo a vender tres meses en el año y otras partes donde lo saca y no tiene  guerta de consideración ni arboledas por la esterilidad del agua.. en la villa del Castillo ay muy pocos olivares cuyos frutos bastan para el abastecimiento de azeite y se trae todo a esta ciudad de acarreto. Tiene esta ciudad más pedaços de monte realengo y en las tierras de labor propia de sus dueños, y que es de consideración para la cría del ganado de cerda, y lo que es realengo, se bende su bellota por facultad real para servicio de 70000 ducados que se hizo a S.M. por la composición de alcabalas entre las demás cosas de arbitrio....en quanto a las granjerías,  solo ay trato de la seda de aprobechamiento para los vecinos , porque , aunque en esta ciudad se cría poca, se trae de Murcia por tres o cuatro mercaderes y la labran y benefician y sustentan mucha parte de pobres de esta ciudad..en quanto a la conservación de vecindad es de adnertir que en esta ciudad tiene S.M. la más importante fuerza de sus reinos que se halla,a la Mota por lo que llamaran Guarda y Defensa de los Reinos de Castilla, siendo frotnera más de doscientos años; por ello a los señores caballeros se le concedieron privilegios tan amplios de esenciones que oy goça. Esta tiene todas las cosas publicas en ella.

 

Sin embargo, el propio regidor se lamenta del despoblamiento de estos años de la Mota, donde están la Iglesia Mayor matriz, casas del Ayuntamiento, de la Justicia, de la Cárcel, del Abad Mayor, Carnicería, plaça pública y escritorios como bienes de propios. Aunque alude al esfuerzo de los regidores en su mantenimiento con las ordenanzas de mercaderes y oficios, que no permitían su abandono del lugar, los edificios eran muy antiguos , y los dueños los abandonaban haciendo nueva población en los arrabales sin repararlos. Un canto de cisne fue solicitar que los reedificaran, pues ya no era el espíritu de los pobladores de este siglo, aunque muchos de ellos mantuvieran los privilegios de los conquistadores y sus descendientes.



[1]Ponz. Antonio. Viaje por España

miércoles, 29 de octubre de 2014

LA ALCALÁ DE LOS ESCRITORES GRANADINOS DEL SIGLO XVII


 
El historiador Rodrigo Méndez de Silva describe la ciudad de Alcalá la Real  de la siguiente manera en el año 1645: 
 


"Yaze entre Serranías y un collado (vistosa planta) la ciudad de Alcalá, cognomento  Real, ceñida de fuertes muros y torres, abundantísima de pan, vino, azeite, casas, ganados, con gran trato y labor de tafetanes, habítanla dos mil vecinos, mucha nobleza, divididos en dos Parroquias, Abadía la una de quince mil ducados. Colegial que erigió Don Gil de Albornoz, Arzobispo de Toledo, después de averla conquistado el Rey Don Alonso XII (sic, y no XI), con quatro conventos de frailes, dos de monjas: Haze por  armas, en Escudo una Llave orlado con Castillos y Leones, al timbre Corona[1].

 

Por los mismos años el cronista granadino Francisco Hernríquez de la Jorquera recoge al anterior autor y critica que no se la ligara con el reino de Granada en el periodo nazarita y, manifestando todos los privilegios recibidos por los reyes por haber sido importante y valerosa ciudad fronteriza, en la que tomó el título de instituida Alcalá, Llave y Defensa de los Reinos de Castilla, hace una similar descripción más pormenorizada:

 

Está situada entre dos sierras en un hermoso collado, hermosa planta, ceñida de fuertes muros torreados y con eminente castillo que llaman la Mota; es abundantísimo de pan y vino, lo mejor del Reino, de que se abastece a Granada, con privilegio que tiene de meter vino en Granada  tres meses en el año, que son los de mayor gasto de Mayo, Junio y Julio; es regalada de frutas, carne y aceite, con buena cecina, con abundancia de cazas y aves domésticas; habítanla dos mil vecinos. Nobleza mucha procedente de conquistadores y defensores.

Divídese en dos parroquias, la una Colegiata con Abadía, la mejor de España, que renta más de trienta mil ducados, de a donde se saca gran parte para la Real Capilla de Granada, del colmo de su trigo, erigida por don Gil Álvarez de Albornoz, arzobispo de Toledo; cuatro conventos de frailes y dos de monjas; cuatro hermitas y un buen Hospital; gobérnala un correxidor que lo es de Loxa y Alhama, Alcaide mayor y de la hermandad y Alférez mayor y Alguacil Mayor y un buen número de regidores, hace por armas en escudo una llave, orlado con castillos y leones, con corona al timbre;  su fundación es de túrdulos melesos y gerisenos según Roa en su antigua Población y Rodrigo Méndez de Silva en us moderna y otros muchos autores. [2]

 


[1] Rodrigo de Silva. La población general de España. Año 1645.
[2] Henríquez de la Jorquera, Francisco. Los Anales. Granada  164

martes, 28 de octubre de 2014

LA CIUDAD FORTIFICADA. Y LA ALCALÁ VISTA VISTA HACE 400 AÑOS.


A principios del siglo XVI con iglesia gótica
Sin embargo, no son de extrañar palabras como las de Rui Díaz de Mendoza en 1625, en las que razona el título de Defensa y Defendimiento de los Reinos de Castilla y Llave de  Castilla y León y la defensa  de los regidores de sangre que no podían ejercer oficios :


esta ciudad es de las más antiguas que el Rey nuestro Señor tiene en Andalucía cuya población primera fue de grandes caballero como de los libros consta, sustentando la fuerza de su Mota como los de su comarca
Más explícita es otra referencia del año 1631, que nos ilustra extensamente del contraste entre el siglo XVI y los principios del siglo XVII:
 
esta ciudad y su villa del Castillo y cortijos y caserías tenían poco más de dos mil vecinos, habiéndole numerado por personas por aber casas que biben tres y cuatro vecinos; porque, si fuera por casas abría la quarta parte de menos y las grangerías de ganado que ai en esta tierra no son considerables, porque el término es tan corto, que no tiene por donde más legua y media, y este término está ocupado en las haciendas más principales que ay que son heredades de biñas y las tierras realengas que abía y dehesas, estando rotas y hechas tierras labrantías por facultad de S.M. para la paga de 72.000 ducados para consumir las alcabalas y 50.000 para la compra del Castillo  y otras composiciones de la moneda forera y dos donativos que alcanzan los 34.000 ducados, no a quedado  donde criar ganado y  el que poco que ay se lleva el invierno a la Costa y potras partes donde se sustentan sin sal,
 

A principios del siglo XVII sin torre
 
   Unos años más tarde, el historiador Rodrigo Méndez de Silva nos la describe de la siguiente manera en el año 1645: 
 


Yaze entre Serranías y un collado (vistosa planta) la ciudad de Alcalá, cognomento  real, ceñida de fuertes muros y torres, abundantísima de pan, vino, azeite, casas, ganados, con gran trato y labor de tafetanes, habítanla dos mil vecinos, mucha nobleza, divididos en dos Parroquias, Abadía la una de quince mil ducados. Colegial que erigió Don Gil de Albornoz, Arzobispo de Toledo, después de averla conquistado el Rey Don Alonso XII (sic), con quatro conventos de frailes, dos de monjas: Haze por  armas, en Escudo una Llave orlado con Castillos y Leones, al timbre Corona[1].



[1] Rodrigo de Silva. La población general de España. Año 1645.

 
 

lunes, 27 de octubre de 2014

LA ALCALÁ LA REAL ANTONIO PONZ


Antonio Ponz , en el año 1791 visitó la ciudad, mo hay referencias de personas forasteras y la ciudad ha sufrido un cambio significativo a lo largo del siglo XVIII:


 
 
Caminando desde Baena a Alcalá la Real, casi siempre por tierra montuosa, de malos caminos y solitarios, no encontré posada que la Venta llamada de la Rábita.
 
 
 
Está puesta Alcalá en una elevación, ya aunque me dijeron que consta de cuatro mil vecinos, acaso no pasará de ocho mil o nueve mil almas. tiene seis conventos, con dos parroquias y dos ayudas de parroquia. La iglesia de los padres de san Antón no es desarreglada en lo interior, con todo, le echan a perder las hojarascas ridículas de las pechinas y de los retablos. También hay cierta sencillez en las iglesias de Santo Domingo y san Francisco;pero los ornatos dejémoslo a un lado, aunque los retablos mayor y colaterales de Santo Domingo podrían pasar si no tuvieran columnas salomónicas, La iglesia mayor, que es una de las parroquias, ocupa el centro de un castillo bastante arruinado, que llaman la Mota, y para llegar es necesario subir una penosa cuesta. La qrquitectura de dicha iglesia es de buen tiempo, con una ggran bóveda rebajada en el centro de más de veinte varas de largo ydieciocho de ancho; toda ella es obra de cantería, pero blanqueada por dentro. La mayor parte de los retablos y ornatos de la iglesia y sacristía son extravagantes. Las estatuas del retablo mayor y algunas pinturas son bastante buenas-En tiempo de los moros se llamó esta ciudad Alcalá de Ben Zayde, por un moro de este apellido[1]        



[1]Ponz. Antonio. Viaje por España

domingo, 26 de octubre de 2014

POR LAS TIERRAS DE CHARILLA. DE LA DEHESA A LA TORRE.


DIARIO DEL RUTERO DE LA RUTA DE CHARILLA

 

 

Salimos de Huerta de Capuchinos a la plaza de Charilla. Más de ciento cuarenta ruteros. Hoy, nos acompañaban miembros de La Federación de Montaña ( Juan Antonio, que nos ha dado muy buenos y provechosos consejos, es un experto de estas rutas) y nuevos ruteros ( José Aguilera, Patricia, los hermanos Zafra, entre otros). En Charilla, una vanguardia de mujeres jóvenes de Charilla se añadieron al grupo.
 Partimos de la plaza de la Iglesia, y pasando por el Centro Social, nos dirigimos por el camino de la Joya, hasta llegar al cementerio viejo ( ilustración de antiguos enterramientos y pasado del republicanismo charillero), viramos hacia el camino de la Dehesas ( Giesa,  o la Jesa como lo llamaba el amigo Cristóbal). Explicamos las roturaciones y el arbitrismo de tiempos de Carlos III, la dehesa de potros, su sistema de producción y la concentración de tierras repartidas en las pocas unidades actuales.

          Pasamos también por el arroyo de Juan Castillo y  el carril de Bujeo en torno a unas tierras  tierras negras en un término agronómico utilizado para denominar a los vertisoles que son los típicos suelos de cultivo de secano de la campiña andaluza, fundamentalmente la zona del valle del Guadalquivir. Son suelos de un color que va desde el pardo amarillento a pardo gris oliva y de un gris oscuro a prácticamente negro, en función de su composición. Una de sus principales peculiaridades es su estructura columnar y su fuerte y profundo agrietamiento en estado seco al tratarse de materiales ricos en arcillas expansivas.”.

Bajamos hacia la Fresneda entre tiros de cazadores que nos saludaban con sus liebres enganchadas en el cinturón. Desde allí se divisaba la Escombrera antigua municipal, los parajes  de la Fuente del Gato, los barrancales, los cortijos y viñas olvidadas:
El vino que tiene Caroca,
ni es blanco ni es tinto
ni endulza la boca.
Ya no había fresnos sino algún que otro quejigo, el prado y la hortaliza de la Gesa y unos caminos descarnados con algún que otro árbol centenario  caído.  Un paisaje de muñones de  alamedas amarillentas, nogales, algún que álamo negro y tierra de zahorra nos llevó a una cantera usada para las carreteras de esta zona fingiendo un coso taurino.
Al llegar al Guadalcotón, río abajo nos saludaba el agua que procedía de la Fuente Negra y el cruce este arroyo con arroyuelos y barrancales hasta llegar al deposito y estación elevadora del Robledo. Allí, se hizo realidad el dicho “ con pan y vino se hace el camino”, porque Cristóbal González nos obsequió con una bota de vino terreno y vino dulce para las damas, al mismo tiempo que nos recordó su pasado por esta zona desde el año 1930 hasta los años cincuenta ( recuerdos de los alojamientos, huelgas, incautaciones y pesquisas, alistamientos en los diversos bandos, y la posguerra  dividida en tres enfermedades-sarna, piojo y hambre- y el estraperlo y el autoabastecimiento de los cortijos rurales de esta zona). Tras subir en dirección al cortijo Jiménez, varios carrilles nos llevaron a varias viñas perdidas por las tierras que poseía el médico Antonio Rodríguez desde su cortijo de la Nava ( pequeños caseríos derruidos, cuevas en rocas …) y nos perdimos. Menos mal que algún que otro cazador nos hizo subir de los aledaños del río Guadalcotón  enfilándonos hacia los Gamonales y la Cuesta de la Burra. Alguna que otra serpiente disparó un susto en los ruteros.
Esta fue la reacción de la joven Lucía, como la del soldado Androgeo en el segundo libro de la Eneida:

  dixit, et extemplo (neque enim responsa dabantur
fida satis) sensit medios delapsus in hostis.
obstipuit retroque pedem cum voce repressit.
improvisum aspris veluti qui sentibus anguem
pressit humi nitens trepidusque repente refugit               380
attollentem iras et caerula colla tumentem,
haud secus Androgeos visu tremefactus abibat

( y conociendo al punto, por nuestra ambigua respuesta, que había tropezado con gente enemiga, quedó estupefacto y calló, y retrocedió espantado, semejante al que de improviso pisa una culebra escondida entre ásperos abrojos y de repente retira el pie tembloroso, viendo al reptil alzarse lleno de ira, hinchado el cerúleo cuello; no de otra suerte Androgeo, aterrado al vernos, se disponía a huir).

 

          Al subir la cuesta del cortijo Jiménez y  la Viña, nueva parada. El guía Cristóbal nos relata en verso recitados por el acompañante del guía, sus años de escuela, sus buenos años de mediados del siglo  XX, la descripción de  la aldea de Charilla y los años actuales, con un canto a la Virgen del Rosario.  Y sus años mozos que recorría por esta cuesta y ruta del Califato que llega al fondo al unión del Guadalcotón y nacimiento de San Juan ( el otro guía describe la leyenda de su nombre)  para buscar novia. Desde los Gamonales y cercanías, vista de cortijo  Robledo, Aralejos, y la Cuesta de la Burra paisaje mediterráneo, de monte auténtico, hasta llegar al Charre.

Siguiendo camino hacia Charilla, visita y foto solemne en el chozón de la Giesa  con homo nedertalensis dentro. Y al llegar cementerio, nuevos guías de  Charilla llevaron a gran parte del grupo a la Torre por las Charlocas, en lo alto descripción de conexión con Hacho, Boca de Charilla, Pedregales, Mimbres, Nava y dentro de la ruta centenaria que se remonta a la edad de Brone hasta el uso agrícola actual pasando por ruta de cartagineses, surco geológico, ruta de tropas castellanas....

Al bajar, leyenda de María Solís (La Cenicienta charillera)  y…por fin una comida de convivencia con rico arroz preparado por el centro Social para unos 120 comensales  en un buen clima de amistad y de espíritu senderista.

 
Cristóbal de media cara , pero con 84 años
 
 

 

 

 

GRACIAS A CRISTÓBAL, POR SER GUÍA, SALERO Y SU JUVENTUD, GRACIAS ALAS MUJERES DE LA VANGUARDIA CHARILLERA, GRACIAS A LOS NUEVOS RUTEROS, GRACIAS A JAVÍ Y ANTONIO E HIJOS DEL CENTRO SOCIAL. UN ABRAZO A TODOS. NOS HABÉIS HECHO PASAR UN DÍA EXCELENTE.

 

 

EL PRÓXIMO DOMINGO  RUTA DE LAS CRUCES Y MEMORIA. A LAS ONCE, HAY QUE LLEVAR A SER POSIBLE CARNTE ADALID PARA POSIBLE ENTRADA A LA MOTA.

 


 


 
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EL NACIMIENTO DE LAS ALDEAS COMO GRUPO RURALES. CHARILLA.

En el siglo XVI Carlos I repartió mil fanegas en torno a las riberas del Palancares, Velillos y Guadalcotón, en una cantidad de diez mil fanegas de tierras y, posteriormente, en tiempos de Carlos III, se hicieron importantes  avances con  la distribución de más de once mil fanegas de tierra. Esta política hizo que  transformaran muchas tierras comunales, dedicadas a pastos de los ganaderos alcalaínos en Encina Hermosa, Romeral, Fuente Álamo, Charilla, Llano de los Muchachos, Camello, Atalaya de Mures y en otros lugares montañosos, en beneficio de los agricultores.  Mas, algunas buenas intenciones como la del rey de la Ilustración quedaron en saco roto, porque aquella gran masa jornalera no pudo conseguir el deseo de vivir de su trabajo agrícola, ya que la mayoría de las veces no podía competir con los intereses de las clases pujareras, hidalgas y de otros oficios. Primero, porque no podían pagarle los campos roturados anteriormente, y se veían  obligados a  cederle las tierras repartidas. Otras, la cantidad de éstas tierras era tan pequeña e incómoda a sus domicilios que significaba un cambio de nueva vida, que no les cambió  de modo de vida.
No obstante, el siglo XVI y XVII va a significar el nacimiento de una nueva clase rural, afincada en las zonas rurales o aldeas y dependiente de la agricultura y, en menor cantidad, de la ganadería. Junto a los propietarios de cortijos y arrendadores de los cortijos de cien o ciento cincuenta fanegas, nació otra gran población que se dedicó a trabajos de gañanes, pastores, criados, jornaleros u hortelanos, base de los núcleos actuales. Aunque en desacuerdo con la interpretación de este periodista del siglo XIX con respecto a la ganadería, el panorama de estos siglos se puede resumir:
 
Unos ávidos de porvenir buscaban las fuentes, los arroyos, levantaban humildes casas, destinando los terrenos próximos a ellas al cultivo de los cereales, Otros poblaban de vides extenesiones considerables cuyos frutos fueron unas de las mayores riquezas del pais; y por último la generalidad se consagraba a la cría y fomento de animales, puesto que el terreno abundante en ricos pastos se prestaba perfectamente a esta clase de grangería. Así que en los tres siglos precedentes al siglo XIX la industria lanera fue un elemento poderoso de prosperidad, y tan positivo y verdadero es que que esto se contaban ocho batanes en esta jurisdicción municipal. Las costumbres honradas y sencillas de los primeros pobladores. El atraso en que todo se encontraba por consecuencia de las luchas contínuas era la causa de que no progresara la agricultura, utilizándose tan sólo el terreno en la producción de trigo y alguna que otra semilla, pero dando un desacanso de dos años en la alternativa de las cosechas.
 

 


 

Resumiendo,podremos decir que durante el tiempo que este pueblo sirvió de frontera no hubo verdadero sistema de labores y que en el segundo hasta principio del siglo XIX ya por haber muchos pastos, ya por las mercedes y privilegios concedidos por los Reyes, la verdadera grangería estaba fundada, ora en la elaboración de vinos, que, según la tradición, eran muy exquisitos porque los terrenos destinados a estas plantas se escogían de los mejores, no como en la atualidad ocurre que se dedica a viña terrenos que no producen ni tomillos.[1]


[1] La Voz de Alcalá. Periódico cientifico, literario y de intereses locales . La agricultura.Nº 3. Año 1879.