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jueves, 30 de marzo de 2017

EN LOS AÑOS VEINTE DEL SIGLO XX







           


                                   LA SOCIEDAD SE ORGANIZA
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El orden  público, controlado por la guardia civil, municipal y del campo, denunció muchos robos de ganado y de otro tipo de bienes. Hay algunos puestos en las aldeas como en la Rábita e, incluso, posteriormente en Mures. Es curioso el gran número de armas que se incautan en los distintos juicios y condenas. Se observa un gran movimiento de armas que reciben determinados particulares, influyentes de la sociedad. Y no es extraño el ruido de disparos y explosiones nocturnas como la del día 21 de noviembre de 1901, denunciada por el Jefe del Orden Público. los juegos prohibidos son perseguidos por la justicia. Pero la mayoría de las faltas  recaen sobre asuntos de urbanidad, escándalos de la vida pública y curiosamente la persecución de los blasfemos.
  Los centros y sociedades obreras de las aldeas procuraban el aumento de los servicios en la aldea, ya sanitarios, ya educativos que otros de tipo social como transformación, reformas y administración de las tierras. Una de las primeras fundadas en el presente siglo , fue la de Los amigos del trabajo, de la Rábita cuyos estatutos fueron aprobados por el gobernador civil el veintisiete de abril 1901. Días más tarde, se aprobaron las de la Sociedad Caridad y Progreso de Alcalá la Real   A nivel cultural, el pueblo es prácticamente analfabeto con uno de los índices más altos de toda la provincia, a pesar del gran esfuerzo que se había hecho a lo largo del siglo en la instalación de nuevas escuelas en el casco de población ( palacio abacial, calle Real, Cristo Rey y varias públicas) y en un gran numero de aldeas ( La Ribera Alta con niños y niñas, lo mismo que en Santa Ana, Rábita, Charilla, Cantera Blanca, Mures, Ermita Nueva etc).En el principio de siglo ,comenzó a extenderse la educación a muchas aldeas que carecía n de la instrucción. En 1904, por primera vez se propuso la creación de una escuela mixta en la aldea a de l Rábita “ núcleo de población que carece de instrucción junto con Ribera Baja Mures”.A principios del 1905, los labradores de la aldea junto con los de La Hortichuela y Casería le pidieron al ayuntamiento que se hiciera una rogativa ante la ausencia de aguas con Jesús Nazareno y la Virgen de las Mercedes, sin la cual lluvia se perdería el cultivo de los cereales. .


La situación se complica a partir del año 1916, cuando hay una gran crisis de subsistencia, que obliga por el mes de noviembre al gobernador civil a recoger grano para abastecer a  Alcaudete y Castillo. El clima debió ser conflictivo, porque por la autoridad gubernativa se previene ante mitines y manifestaciones, que se concretaron en nuestra comarca el día dieciocho de diciembre. Para ello, el gobierno civil envió bandos que se concretaban en una serie de medidas que impidieran la alteración del orden y al mismo tiempo procuraban restringir la  protesta. Probablemente, esta huelga  de diciembre responda a los parados generalizados que se habían dado en toda la provincia de Jaén por la situación penosa de los jornaleros, parados y hambrientos por los temporales de lluvias y la subida de precios.
Algunas obras públicas palian la situación agrícola como la del enlace entre la carretera de Monturque y la Rábita, el camino vecinal de Ermita Nueva. Por primera vez se observa una preocupación por las denuncias de accidentes de trabajo.
          
           


L. Las sociedades de las aldeas, de nuevo, en el año 1918, renacen con otros nombres. En la Rábita, el trece  de diciembre el gobernador civil aprueba La Sociedad de Obreros Agricultores el Faro de la Verdad.  El mensaje de revolución social se encuentra en muchas de ellas a partir de 1919.  La Sociedad Obrera " Esclavitud Emancipada"  de la Pedriza fue una de las más emprendedoras y las que más se comprometió en la defensa de los campesinos y de los aldeanos. 1919.Existían, además,  comités en todas las aldeas. (Pedriza, Venta de Agramaderos,
Algunas obras públicas palian la situación agrícola como la del enlace entre la carretera de Monturque y la Rábita, el camino vecinal de Ermita Nueva. Por primera vez se observa una preocupación por las denuncias de accidentes de trabajo.
           
            
            
            En 1919, se encuentran dos núcleos concentrados: La Rábita y San José de la Rábita. El núcleo de San José, asentado en torno al la antigua ermita que sustituyó un ribat musulmán,  era de mayores dimensiones que la propia Rábita, y además ofrecía los servicios de cementerio al partido de campo; en torno a él se encontraban los cortijos ( Alto, o  del Cerrillo ) y las casas de Julián Castillo, Felipe Arenas, y Francisco Bermúdez, Francisco Arenas, José Padilla y Antonio Serrano; por su parte, el núcleo de la Rábita, estaba muy poco dimensionado  en la zona lindera con Alcaudete y se le añadía un conjunto diseminado de casas en torno al Veredón y los cortijos de Josefa León y  de la Laguna; por el camino de la Fuente Blanquilla, se ubicaban los  cortijos de la Fuente blanquilla, de san José, de las Varas de Palio, y casas de Antonio Muñoz, Francisco Zarza y José Bermúdez.; al extremo occidental de su territorio se encontraban el molino del Salado  y la casa de Cayetano Torres y casa de la Fresneda.
A lo largo de sus territorio abundaba un terreno compartido entre los cultivos de secano y olivar, salvo en la zona occidental  y  oriental  junto al barranco Moriana, donde  el terreno era predominantemente de secano y tierra calma. La zona de humedal de La Laguna se encontraba  bien definida.
Todo este partido de campo venía atravesado por el antiguo Camino  del Barranco de Moriana que luego enlazaba con la Fuente de la Encina y otros caminos que se acercaban  a la ciudad de Alcalá la Real; y también por el camino de Córdoba. Desde el principio de este camino y atravesando el partido se encontraba  la Cañada  Baena. Este camino se bifurcaba desde san José, por otra cañada que marcaba el límite con la provincia de Córdoba , llamada cañada real de Córdoba; otro camino partía hacia el camino del Barranco del Cáñamo desde la   Fuente blanquilla; el del barranco Cañamón se adentraba a los pagos de Córdoba., pasando por la casa de la Fresneda.
            El orden público seguía defendido por un puesto de la guardia, compuesto de cabo y dos guardia, que se hallaban en San José de la Rábita[1].



[1] AMR. Libro de entradas de 28 de marzo de 1951.

miércoles, 29 de marzo de 2017

LAS CASAS DE CABILDO DE LA MOTA ERAN UN CASINO DE JUEGO


Los pilares de la tiendas de escribanos en primer plano, al fondo Casas de Cabildo
Saquemos conclusiones de este acuerdo de un cabildo 

AMAR. CAB. 25  de octubre de 1569

            “En este cabildo por Pedro Fernández de Alcaraz que pide y requiere a los mismos dichos escribanos y le dén por testimonio, como pide e requiere a los dichos señores, justicias e  regimiento, cómo el a bisto por bista de ojos que, en esta sala de este ayuntamiento los escribanos de cabildo  y los escribientes de los escribanos de ese cabildo,  y otros de los escribano públicos se juntan en ella,  que cree que es a jugar,  que en esta  puerta se queda abierta de noche, y podrá entrar ladrones y hurtar  plata y ornamento y escrituras,  que  esta ciudad tiene;  que pide e requiere de los dichos señores, manden que esté cerrada la dicha sala,  e a muy buen recaudo. E  que las llaves de ellos las tenga  uno de los dos escribanos de cabildo para que de quenta de los que hay,  con protestación que,  si algún daño oliere,   que cargue en su conciencia  y hazienda (…) los dichos señores acordaron que se cierre y estén ordinariamente cerradas las casas y aposento del cabildo,   y tengan las llabes los escribanos de este cabildo  cada uno un mes, conforme a la ordenanza entre ellos tienen de  las demás cosas de este cabildo, y el libro se encierre y esté encerrado en el caxón  que está en el cabildo  sobre que se escriben los cabildos”
-ES CURIOSO EL INTERÉS DEL REGIDOR PEDRO FERNÁNDEZ DE ALCARAZ POR LA SEGURIDAD DOCUMENTAL Y MATERIAL  DEL CABILDO Y LAS BUENAS COSTUMBRES DENTRO DE LAS CASAS DE CABILDO.
Detalle de Pilares
-Existían dos cescribanos de cabildo y, bajo su escribanía, disponían de varios escribientes, como se denota en los libros de actas y en los legajos que se distribuyen en varios apartados, reservándose los escribano las partes importantes y otros asuntos delegaban en escribanos. Junto a los escribanos de cabildo, la ciudad disponía de escribanos de número , los notarios actuales, a veces ascendían a la decena de ellos y alcanzaron en alguna ocasión casi los veinte miembros. Solían atender los asuntos en la Plaza de la Mota en unas tiendas situadas  bajo los corredores que daban en su parte posterior a la muralla y mirador del Gabán. Todavía se conservan los pilares de las tiendas. Con el paso del tiempo, bajaron a la parte llana instalándose ya algunos a finales del siglo XVI en la calle Real. 
Pillares de entrada de las escribanías
-No es de extrañar que el juego, sobre todo el de naipes, era muy frecuentado por muchas personas y , aunque era perseguido y prohibido, dio lugar a muchos correctivos y se sacaron beneficios  municipales con la imposición de penas de cámara. 


-En un arca se guardaban los libros y documentos y , en un cajón de la Sala de Cabildos, el Libro de Cabildos. Pero, también, existía una capilla con vasos sagrados, ornamentos,

Casas de Cabildo restauradas

historias y otros objetos de plata. 
-Las llaves del cabildo eran guardadas por uno de los escribanos alternativamente. 


Casas de Cabildo sin restaurar

TERMINA ELSIGLO XIX EN LA RÁBITA

REPARTIMIENTO DE 1812, 1817 y 1822


             En un periodo de una gran crisis hacendística y una gran voracidad por conseguir recursos del municipio,- ya por los propios reyes españoles, ya por los franceses invasores-,, en la primera mitad de este siglo, se llevaron a cabo varios repartimientos de impuestos. En 1812, en el repartimiento mensual del campo aparecen los partido de Fuente Álamo y de las Caserías  juntamente con los de la  Rábita y Grageras. con 90 impositores. Unos años después, por la contribución general  del Reino  de 1817, en el que participaban  todos los ramos artesanales, en este término los labradores y pegujareros, sumaban una cantidad de ingresos de 14.654 reales, Se sacan, además, las siguientes conclusiones:
-Existían  67 hacendados
-Se nota que algunas familias comparten cortijos con los lugares de Córdoba ( Cuesta Blanca y las Hileras, las familias Moral y Bermúdez).

            En 20 de abril de 1822, se hizo un padrón por los párrocos  del arciprestazgo y se delimitaron claramente La Rábita, de las  Caserías ( José Serrano) y de las  Grageras ( Lucas Britz).Y aparece un padrón sin firmar por el párroco, que se compone de 85 cabezas de familias y 6 viudas. Esto daría una población aproximada de 350 habitantes y no se distinguen el núcleo y diseminados. En 1837, el cura Bruno González Molina llevó a cabo colmo capellán  un padrón, muy completo distinguiendo vecinos, habitantes y oficios y edades. En 1840, se encuentra separado el núcleo del diseminado..


En tiempos de Madoz, el núcleo de la Rábita lo remonta a su antiguo nombre Aravita y la considera como uno de los partidos de campos, tiene alcalde pedáneo, está a dos leguas de distancia con respecto a Alcalá la Real y se encuentra ubicada en el NO del término municipal. Curiosamente,  tiene 18 casas, dos pertenecen a Alcaudete y el resto a Alcalá la Real. Sitúa la ermita en el núcleo de San José y acreciento sus viviendas en 38 casas diseminadas a lo largo de este partido considerando como cortijos más importantes: las  4 de la Fresneda, el  del Fraile, el Mármol, los Agustines, Juan Blanquillo, dos de la Laguna, Tres Cortijos Altos y San José. Había dos molinos harineros: uno de San José y otro de la Fresneda. Un paraje muy importantes era una laguna, que se encontraba en medio de este partido de campo. La calidad de los terrenos  se clasificaban de mediana categoría ( 2ª y 3ª) y existía un cahiz de tierra de regadío con bastantes frutales.

            En 1857,  la Rábita  es una realidad, porque se llevó a cabo una censo de población, entre los siete distritos de campo y se definía claramente  cual era el de la Rábita y el de Las Grageras. En la primera,  afloraron 96 casas, ninguna manzana, 19 cortijos y 27 cuevas, y,  tan sólo, se mantenía una venta.

            En 1864, se produjeron importantes destrozos en los caminos  y se llevaron a cabo unas obras valoradas en 2.000 reales con relación al camino de las Grageras.

            Conforme avanza el siglo, nuevos servicios se establecieron, entre ellas, las tiendas de comestibles, correos, los estancos. En 1870, este  existía  ya  antes  de este año cuando se llevó  cabo el traspaso de los estanco de Antonio Serrano por José Escribano. En 1899, asistió una comisión del ayuntamiento  junto con la del Alcaudete, por el alumbramiento de agua  que se habían verificado junto a fuente pública y se quedó el alcalde pedáneo encargado por los que pudiera afectarle.

                                             







martes, 28 de marzo de 2017

LA RÁBITA A PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX

            EL SIGLO XIX
           
Formados dos núcleos rural y poblacional, aunque no estructurados total ni urbanisticamente, ,en torno a San José y en la ladera de Sierra de San Pedro a principios de siglo, este partido comienza a prestar servicios administrativos. En  primer lugar los religiosos ya comentados que venían ligados  con los hacendísticos por el cobro de los impuestos, diezmos y de otros repartimientos; por otro lado, el ministro de la justicia se convierte en el intermediario y ejecutivo de la política municipal y agente en la formación de padrones, levas, listas de contribuyentes…Pero la administración se acerca a los vecinos del lugar.
 El partido de la Rábita es uno de los primeros en los que se citan nombre de alcaldes pédannos. En concreto eran los encargados de funciones diversas, entre otras las  informar sobre las licencias administrativas de edificaciones, industrial, de vivienda o religiosa o civil. En 1801 figura un  alcalde de esta zona a quien se le faculta para que informe sobre la petición de un molino harinero  que se iba a llegar junto a la ermita y el camino real para que no invadieran ningún  terreno municipal o comunal como camino, abrevadero, o cañada[1].No es extraño que, en diciembre de 1800, se solicitara la construcción de este molino harinero  por Antonio de Arjona, labrador del cortijo del Altar de  San Pedro en el partido de la Rábita. Se facultó al regidor Diego de Moya que estudiara el lugar apropiado, las aguas del cauce, la capacidad y producción de la fábrica[2]. Unos meses más tarde recibió la  respuesta afirmativa junto al arroyo de la Fresneda  y con el plan propuesto por el maestro de obras Juan Miguel de Contreras,  y la condición que no afectara a los regantes, y la petición de otro junto a la ermita y el camino Real.

                        PRINCIPIOS DEL SIGLO XIX

            En el siglo XIX, el partido de campo la Rábita es una realidad, no muy bien definido, porque incluye a otros partidos como las Caserías, Fuente Álamo y las Grajeras, y el municipio ha nombrado un ministro representante de la ciudad. En 26 de junio de 1801, el corregidor Joaquín Bernard y Vargas, conforme a una orden real de 27 de octubrede1800,llevó a cabo un padrón general de la cortijada de la Rábita, en el que anotó a los cabezas de familia sin distinción de clase, y especificando el empleo de cada uno de ellos, y todos los miembros masculinos  de la familia sin especificar las hijas, aunque se encontraran ausentes. De esta lista, se sacan las siguientes conclusiones:

-Se denominaba la Rábita como cortijada y, su partido se extendía a los cortijos de campo que provenían de años anteriores como las Grajeras y Fuente Álamo..
-La aldea tenía nombrado por el corregidor a un alcalde pedáneo, de nombre Antonio Matías  de Luque, que vivía en el cortijo de  Caña Honda, muy alejado de la Venta de la Rábita. Este acompañado de una persona que sabía escribir como fiel de los hechos  llevó a cabo el padrón en el periodo de seis días.  Lo mismo se dio orden al párroco de la Rábita.
 -Entre los cabezas de familia que no se especifican cortijos: 96 vecinos con  una media de 3 hijos, 6 viudas con hijos y 4 mozos. Son labradores y campesinos, la mayoría. En este tiempo, hay varios  pastores que dedican parte de su trabajo a apacentar ovejas y cabras, unas en propiedad y otras en aprcería con `personas rentistas.

-Entre los cortijos se encontraban  las siguientes familias y lugares:
-Cortijo de la Laguna con Francisco Carrillo ( 2).
-De las monjas con Antonio Rueda
-Juan de Alcalá sin hijos Antonio  Cano 
-Blancares con Antonio la Fuente (0)
-Loma de la Zalamea con Pedro Pareja (1)
- Salado con Juan Pérez  (1) y Josefa de Alva, viuda de José Aguilera (o) con Antonio Pérez (2) José de Flores. Antonio de Vega., Antonio de Luque, Flora de Arenas y Juan Sánchez de Cañete.
-El cortijo del Palio, con Francisco Moyano con 4 hijos
-Curiosamente, aparecen cortijos del partido de las Caserías,  -Cortijo de Valenzuela, con la familia de Vicente Ramírez (3), Sebastián Carrillo (1), Matías Galán ( 3), Francisco la Fuente (2), Fernando Bailón ( 3), Cornicabra con Félix Arévalo ( 1),El Encinar con Fermín de Ocaña(0) y Francisco de Ocaña y Fuente del Allozo, José Ramírez(1) y La Jurada, con Salvador Cano,  el de Aranda  con Gabriel Ruiz (1) y el Villar, Antonio Peñalver(1), el de -Francisco Cano en las Albarizas con  1 hijo; Antonia Padilla en Cañada Honda, con dos hijos y Francisco Palomino y Coscojar con Miguel Castillo (2) y Pedro Ramírez, Antonio Ramírez

-Tampoco, se  distinguen  Las Grageras ni Fuente Álamo, Y APARECEN el cortijo de los Álamos, Pedregales en Caserías. Con motivo de la desamortización de Mendizábal ,  pasaron las tierras del clero regular a manos privadas; en concreto, medio cortijo de Valenzuela, el denominado de las Monjas de La  Rábita,  Fuente de la Encina, el de la Huertas del Saladillo agregado a Cuesta Blanca, tierras en Salado, Cañada Honda, Peñón de  Cornicabra camino de Priego por lo que se refiere al convento de la Encarnación;; cortijo de la Rábita,  por parte de la Convento de la Trinidad[1]. 




[1] AHN. ES.28079.AHN/3.1.2.4.9366.



lunes, 27 de marzo de 2017

LA RÁBITA EN LOS SIGLOS XVII Y XVIII

SIGLO XVII

            Se va forjando la unidad territorial de  campo de la Rábita, en torno a la ermita. Hay un dato esencial  referido al clero. Por un pleito en el año 1624  para el pago de la sisa, se encontraban uno cuarenta y uno curatos, dependientes de la abadía, que administraban todas las capellanías, memorias y oficios, a los que había que añadir los treinta frailes y diez capuchinos y veinte monjas.  Un grupo especial de ellos eran los que se van a encargar poco a poco de la administración de las ermitas de los núcleos rurales como santa Lucía en Frailes, santa Ana, san Miguel en Charilla, y san José de la Rábita, que subsistían de las limosnas de los fieles, un tanto por ciento del cobro de los diezmos de los distintos lugares y  de las misas en  dichas ermitas. En el siglo XVIII, aumentarán el número de capellanes en la Pedriza, san Juan de Valdegranada, la Venta de los Bramaderos, la Hortichuela, las Ribera Alta, Mures, Ermita Nueva y las Caserías
Añadir leyenda
En el siglo XVI y XVII, con motivo de la imposición de diversos arbitrios ocasionados por la política hacendística de la Corona, había que contribuir con determinados encabezamientos, donativos y repartimientos de impuestos,   se roturaron y se permitieron disfrutar, mediante la imposición de censos,  a los vecinos de Alcalá la Real algunas tierras comunales y de realengo; para ello, las tierras se dividieron en una serie de suertes y juegos, que se repartían entre los labradores, tendiendo a los  habitantes cercanos al lugar y esto dio lugar  al nacimiento de muchos núcleos rurales o aldeas y al asentamiento de una nueva villa, la de Frailes. Correspondían antiguos abrevaderos de ganados, dehesas, y majadas, que permitieron el laboreo de los cereales y algunos olivos[1]. Estas eran las suertes de tierras que se encuentran dentro de los terrenos comunales,  en concreto cercanas o pertenecientes al partido de la Rábita: suponía una cantidad de 1.064 fanegas de tierra  que componían  treinta  y cinco fincas en la  Cañada del Membrillo, once en la Cañada del Dornillo, veinte en Cañada Honda, veintiocho en Fuente Álamo y Retamal, veintitrés en Magallartas de la Rábita, veinticuatro en la dehesa de la Rábita, dos en la Fuente de la Encina y el Toril, siete en el barranco de las Grageras, cincuenta y dos en la Sierra de San Pedro, dos en Cierzo de san Pedro, dos en  Lomas  Pardas, once en las Rozuelas, cinco en Garbanzuelo, una en Majada de Márquez.
No obstante, se mantiene un gran número de tierras para el pasto de ganado, sobre todo, de cerda, ovino y caprino, abandonándose poco a poco el vacuno. Muchos cortijos particulares tienen zonas montuosas que permiten la montonera o pasto de los cerdos, que



[1] Además, otras parcelas fueron repartidas  en los Llanos con 116 suertes a una media de cinco o siete reales por fanega, el Torviscal con treces suertes a la misma cantidad la fanega, el Robledo con nueve colonos, Fuente el Gato, con nueve colonos, Guadalcotón con tres, Majadilla con seis, Cerro de Martín Cano con tres, dehesa de Charilla con cuatro, Cañada del Infierno con dos, la Torre de Charilla con cuatro, Charilla con trece, Amoladeras y Zarzalejos con tres, Mirador de Charilla con diez, Alberquilla con cinco, Portillo de Alcalá y Maleza con siete, Celada con sesenta, Arroyo de Loberones con una, Peña el Fraile con diez, Hoya Redrada con dos, Cepero con diecisiete, Loma Pelada y Loberuelas con dos, Cuesta del Fraile con ocho, Romeral con veintitrés, Solana de Frailes con trece, Hoyos de Frailes, con dieciséis, Carboneras de Frailes con seis, Almoguel con once, Hoyuelo alto de Frailes  con cinco, Soto Redondo con cincuenta siete. Todas estas sumaban la cantidad de dos mil novecientas cuarenta y ocho fanegas y once celemines, que importaban una cantidad de veintidós mil quinientos once reales y nueve maravedís. Además, siguiendo el término desde Frailes a Granada:  cuatro  en Bohórquez, cuatro en los egidos de Verdugo, veintiocho en el Chaparralejo, diecisiete en Alcaiceruela, diez en Llanos de Mazuelos, treinta y siete en el Llano de los Muchachos, diecisiete en el Espinar de la Peña del Yeso, ochenta y siete en la Hondonera, diecisiete en la Cañada el Carril, cincuenta y cuatro en la Dehesa de los Caballos, ocho en el Navazo, dos en  Portichuelo, tres en Yerbatunal, cuatro en Caleruela, treinta y ocho en Chaparral de Nubes, treinta y dos en Majalcorón. una majada de Ibro, siete en Cerro Montoso, diez en Majada de los Macheros, cuatro en Carrizalejos, diez en Cerro Junquillo,  ocho en Cuevezuela, tres en Linarejos, una en Junco Merino, trece en el Retamalejo, tres en Barranco Blanco y Venta del Carrizal, doscientas veintiséis en Encina Hermosa divididas en diversos juegos y 13 trances, una en el portillo de Jaén, treinta en los Coscojares, seis en cerro Acebuchar, ocho en Filique y Cañada del Muerto, tres Baldío de la Presa, tres en el Llano de la Presa, cinco en la solana de la Presa, tres en Hituero, ocho en Camorra, tres en Coronillas, una en el cerro del Águila y arroyo Begijar, cuarenta y seis en Rasillos, veintiuna en Nava del Peral, Navaltrillo cinco.no solamente es aprovechado por los ganados locales sino también por otros provenientes de tierras  comarcanas de Martos, Torredelcampo, Torreonjimeno, Higuera, Jaén y Porcuna en la zona de Acequia, Hortichuela, Palancares y Allozarejo.
            CARLOS II

Durante su tiempo, los cortijos de propios, comenzaron a levantar casas, caballerizas, tinados, pajares, de piedra y teja,  dando lugar al asentamiento de la población rural en Acequia la Baja, Cabeza Carnero, Acequia Alta, la Mesa. Las tierras roturadas ofrecían una situación bastante penosa en la que muchas tierras se encontraban baldías y yermas y abandonadas  y otros se habían aprovechado de  la situación entrando en abrevaderos, aguaderos, caminos y tierras sin roturar, lo que dio lugar a que llevara una remedida de todas estas tierras para clarificar la situación en la Rábita , dehesa de los Caballos. Había casos como el de Felipe Cañadas con diecinueve fanegas sin ningún tipo de arrendamiento en la Rábita.      

Para ello emprendió la realización de un nuevo padrón de viviendas, población y movimientos porque:
el no averse hecho nuevos padrones a sido causa averse le dado bolsas fantásticas de dichos derechos y estar oy por cobrar muchas cantidades ... y por no tenerse noticias de muchos de los contribuyentes y, aviendo estos muerto, no se sabe quienes tienen herederos  a haberse ido muchos vecinos de esta ciudad a otras.
Con el nacimiento de las aldeas, se nombraron  alcaldes ordinarios con el nombre de ministros, lo que dio lugar a un litigio con el cabildo municipal  a lo largo de mediados  del siglo XVIII, pero que ya provenía del siglo XVII. Pues, aunque en estos años se asistió a la propagación de albergues y casas de ganado en algunas zonas rurales, sobre todo por la zona  Santa Ana y la Rábita, y en menor cantidad, en el cerro el Moro de Mures, Majalcorón, y Frailes, no estaba muy clara la organización de las nuevas cortijadas.

           

                        EL SIGLO XVIII


A finales de año 1707 ya principios del  año 1708, fue un periodo  de  abundantes y crecidas lluvias,  hubo muchos enfermos y la gente llegó a  comer pan de cebada, habas, garbanzos y maíz en el mes de junio. Las tormentas se prodigaron en el mes de marzo y abril y junio  por la Rábita, sobre todo y Moclín. Al trigo le dio la paulilla, las nieblas y la langosta y  afectó a la cosecha. Se hizo registro de trigo.
Tras muchos pleitos con la Corona, denominados con el nombre del valimiento, al final las tierras anteriormente comentadas de terrenos comunales se transformaron en 1740   en tierras gravadas con censos que desembocaron en 1749  declaradas como tierras de bienes de propios del ayuntamiento alcalaíno, exentas de pago de cualquier tributación. Esto permitió la venta de las anteriores roturaciones mediante un censo en calidad de arrendamiento.  Con ello, los anteriores propietarios de los cortijos y los labradores de los cortijos  se beneficiaron de las suerte que lindaban con sus propiedades, al mismo tiempo que las partes más desfavorecidas a manos de los jornaleros, pegujareros  y colonos de las suertes de la dehesa de San Pedro y Magallartas.

LA RÁBITA EN TIEMPOS DEL CATASTRO DE LA ENSENADA
           

            En 1751, se llevó a cabo el catastro de la Ensenada en todo el territorio nacional, los vecinos del partido de la Rábita declararon individualmente ante el corregidor de Alcalá la Real, don Alfonso Montoya, sobre sus bienes muebles e inmuebles. En torno a estas respuestas, podemos sacar estas conclusiones que nos  describen  la población, la distribución  de la tierra y  las unidades familiares de este partido de campo:
-El partido de la Rábita, se denomina de la Rábita y otros agregados ( con esto aludían también al partido de Fuente Álamo). Y, se cuentan 72 vecinos ( unos 266 habitantes aproximadamente, ). Dependían mayoritariamente de la explotación de las actividades de uso y explotación agrícola, forestal y pecuaria: 34 jornaleros sin posesión alguna,  8 jornaleros que tenían una pequeña propiedad ( pujareros) a los que hay que añadir  5 en Fuente Álamo y Fuente de la Encina, y un hortelano-ganaban a dos reales mesuales; en los cortijos había 15 labradores jornaleros que eran arredantarios de los cortijos de los rentistas de Alcalá la Real s- . Una economía dependiente














  aseguraba una normalizada reproducción de fuentes de aprovisionamiento necesarias para la subsistencia de sus vecinos. Estos se surtían de otros oficios artesanales , que vivían en la ciudad alcalaína en la adquisición de objetos y instrumentos de labranza y, tan sólo, algunos servicios se realizaban dentro de este partido de campo ( el religioso sobresaliente del campo  que cobraba 38 fanegas de trigo y cebada por el cobro de las  diezmos en el partido de campo  y el ventero, que era Juan de Viana y la administraba el propio ventero declarando una cantidad de 300 reales de renta).
-Se nos ofrece el siguiente  paisaje de tierra: una  de la dehesa en torno a la Sierra de de San Pedro;  en  su extremo sur junto al camino Real de Córdoba y el Veredón nacen una espécimen  de núcleo rural, formado por una serie de chozas y casas de retamas,  que el ayuntamiento fue concediendo  en años anteriores al Catastro de la Ensenada a todos los jornaleros que acudían al pastoreo de la zona y a la labranza de los cortijos colindantes;  eEn el principio de la Sierra suelen existir encinares  y pequeños chaparros y quejigos , y conforme se desciende tierras de sembradura que van de la 3º a la primera calidad conforme nos acercamos a la Laguna, y cerca de las zonas de nacimiento de agua, tierras de regadío;  más  abajo de la Sierras, todo era tierra de sembradura sin apenas arbolado, salvo la zona de  la Laguna.  No hay que olvidar que  en algunos sitios  se plantaban frutales sin regla ni orden , había hortalizas 8 zanahorias, papas, lechugas, rábanos, melones,patatas …) , maíces, , linos, habas, cáñamo, ajos, nabos, cañamón,   y otras semillas ( garbanzos, cebada). En este territorio , había seis fanegas totalmente de arbolado ( 2 nogales y 4 de árboles menores)
-El ganado caprino y ovino predominaban en aquella sierra, compartida por los vecinos de Alcalá la Real y Alcaudete.
-El partido de campo viene cruzado por un camino real, muy importante cual era el de Córdoba en dirección norte y Málaga hacia el sur.
 -En torno a los territorios de la dehesa de la Rábita a las faldas de la Sierra San Pedro,  comenzó a levantarse un núcleo rural diseminado de chozas y chozones de retama que constituirá el futuro núcleo de la Rábita. Son matrimonios jóvenes que se asientan al calor del jornal de otros cortijos y del arrendamiento de terrenos de propios.
-Hay una serie de cortijos notables en todo su término: unos privados procedentes de anteriores repartimientos al de Carlos V, y  otros  transmitidos al clero regular y secular por memorias y  fundaciones. Entre los primeros,  el del seglar don Antonio de Utrilla, en la Fuente Blanquilla, arrendado a Francisco Leonardo Sánchez; entre los segundos,  uno del monasterio de la Encarnación, arrendado a Matías Jiménez Raxis, un descendiente de la familia de Pablo de Rojas.;  el cortijo de don Manuel Estedo del Villar, presbítero vecino de Madrid.
-Con el cortijo, podemos conocer la tipología de muchos de ellos: Solía ser una   casa cubierta con teja, con un cuarto y cocina; en bajo, una cámara,  con dos caballerizas y un pajar cubiertos de retama y corral. Sus dimensiones eran, más bien reducidas,  de 9 varas de frente y de fondo diez y media, como cortijo de propiedad media tenía  49 fanegas de tierra ( 19 fanegas de buena calidad y el resto malas); por sus lindes,    se tenía acceso a través de varias vías de comunicación, ya que lindaba con  tierras de Alfonso Lozano al E,  vecino de Priego, al O con tierras de Antonio González , al N   camino de Córdoba y al S camino de Ganado) .


Por este tiempo, algunos cotos particulares se desacotaron en los sitios de Bohórquez y en el Menchón, que comprendía Malabrigo, La Parrilla, Quejigar, y Moralejo para el beneficio del pasto común. Otro  aspecto relacionado con lo anterior consistió en levantar los cotos de dehesas para pasto común en la zona del Sabariego, debido a la comunidad de pastos que se mantenían con la vecina villa de Alcaudete por el sitio comprendido desde los terrenos  que venían de la Rábita  hasta el Altar de san Pedro corriendo por el Portillo de la Harina y el vado de Palomares[1]. En el año 1770 va a suponer un cambio radical en estas tierras , que se convertirán en propiedad de los labradores a censo perpetuo, y  salvo los casas de abandono por falta de rendimiento, posteriormente los hará propietarios con las distintas leyes que en el siglo XIX se dicten.

CUADRO DE REPARTIMIENTTOS Y COLONOS 1768.

Pero  el paso más importante tuvo lugar con el repartimiento de nuevas tierras  que venían  distribuyéndose, las cuales  comprendían  desde la dehesa de San Pedro  hasta los Retamales: estaban marcadas  con los  números de  parcelas que abarcaban desde la señalada  con  el dígito 1017 hasta  la del número 1212. Cuando se distribuyeron aparecen en la tabla los colonos  sin especificar el origen vecinos, aunque algunos corresponden a la zona Rábita y se anotaron en los siguientes cuadernos:  el 18 de  Fuente Álamo; el de 19 de  La Rábita propiamente dicha y el  20 de la Sierra san Pedro. Tanto Frailes como el Castillo de Locubín  tenían muchas esperanzas en el repartimiento de tierras. La primera con una población de cerca de doscientos vecinos (171) y la segunda con más de ochocientos, consideraba que el reparto de tierras aliviaría la situación de su población, dedicada a esta única fuente de riqueza que era la agricultura, además había sido desalojada de otras zonas como la sierra de San Pedro. A pesar de que las medidas contribuyeron al nacimiento de un gran número de minifundistas de estas dos poblaciones, esto no impedía que algunas medidas fueran adversas al espíritu de aquellas iniciativas agrarias. Además, esto supuso que surgieran nuevos cultivos, sobre todo el olivar, en estas zonas y a ello se amparaban los nuevos propietarios que obviaban la ley para cometer los atropellos y contra el mantenimiento del ganado en las zonas montuosas. El resultado del parcelario del año 1770, ascendió a 9.771 fanegas, repartidas en 1657 suertes y concentradas entre los colonos, que aportaban  a las arcas municipales unos ingresos de 62.713 reales. Se repartieron en su mayoría a colonos alcalaínos, aunque las zona de Charilla sobre todo, Cantera Blanca, Riberas, Mures, Acequia las Caserías, y la Rábita hubo colonos de dichos lugares. En su mayoría, eran labradores, arrendatarios y algunos que otros oficios que ocuparon las parcelas más extensas como en el Robledo



[1] AMAR. Acta de 30 de junio de 1755.

domingo, 26 de marzo de 2017

DIARIO DEL RUTERO DEL PARAJE NATURAL DE PUNTA ENTINAS -SABINAR




DE LA ASOCIACIÓN DE VECINOS HUERTA DE  CAPUCHINOS DE  ALCALÁ LA REAL  (JAÉN)


PARAJE NATURAL DE PUNTA ENTINAS -SABINAR
26 DE MARZO
30 €
INCLUYE:
- AUTOBÚS CON SALIDA DESDE ALCALÁ LA REAL A LAS SIETE  Y TREINTA
- RUTA DE SENDERISMO POR EL PARAJE NATURAL DE PUNTA ENTINAS
- ALMUERZO INCLUIDO
- VISITA A LOS PUEBLOS COSTEROS DE LA ZONA
- GUIA ACOMPAÑANTE
- SEGURO
MADRUGÓN MAYOR, A LAS SIETE Y MEDIA , QUE ERAN LAS SEIS MEDIA  DE AYER. MONTAMOS EN EL AUTOBÍS EN CALLE FIGUERAS.  Y nos dirigimos a una etapa de la Ruta de León el Africano. Pasamos por Benalúa, Izanalloz, ^Pûrullna, Guadix, Dolar, Abla, Gergal y llegamos a Roquetas de Mar. Recogimos en Gran Plaza a nuestra excelente y amiga guía Isabel. Atravesamos Roquetas de Mar y nos explicó  de forma panorámica el casco antiguo, las nuevas urbanizaciones, la zona hotelera y  llegamos al final del parque y nos adentramos al Paraje Natural de , 
PUNTA ENTINAS SABINA

Eran las 11  horas aproximadamente y llevamos a cabo nuestra ruta senderista por entre caminos de sabinar, margaritas, y entinares. Nos encontramos las antiguas Salinas Viejas, que se remontaban a época romana y musulmana y hoy Salinas Viejas entre charcones de agua dulce y salada, y dunas de contrafuerte. En el fondo, el campo del mar del plástico  y más en la lejanía la sierra de Gador y Sierra Nevada.  Luego llegamos a la torre de los Cerrillos, almohade y carolina y puesto antiguo de la Guardia Civil y hoy del Medio Ambiente. Algunos mosquitos se convierten en aperitivo de la comida y tigres de las mejillas blanquecinas de los senderistas. Al fondo el  faro y antenas de control, grandes charcones que contemplamos en la marcha hacia Almerimar. Por el cielo, en vuelo sisones, chorlitos dorados, gaviotas argénteas, garcetas, patos, flamencos y garzas. Como era primavera  no faltó la flor de la varita de San José, arbustos, retama mediterránea, ....

El regreso, por la playa libre y un mar azul turquesa precioso y brillante, sin olas, nos besaba y acariciaba. Divisamos las palmeras de la salida y marchamos en autobús hacia  Almerimar en medio de campos de plástico, explicaciones excelentes de esta agricultura .ntensiva de Almería por la guía, emigración, movimientos migratorios de las ciudades de alrededor, de agricultores de montaña a agricultores de invernaderos, sistema de cultivo, los abejorrros, los insecticidas... y  a la derecha el mar  y los charcones. Algun polideportivo, campo de golf, carreteras de segundo orden, y naves de plásticos alcaláinos...

.Llegamos a Almerymar, su puerto deportivo e hicimos la  comida ,muy buena en La Soleá con restauradores de Rusia, Alemania, y Finlandia. 
A la vuelta, por urbanizaciones de Almerymar y campos de Dalías llegamos al Egido y al castillo  las Guardias Viejas. Un castillo de fortificación carolina ilustrada desde donde se divisaban las ciudades visitadas,y otras hasta Adra.   
Y COMO DATOS INTERESANTES: 
Itinerario
Panorámica en el autocar del pueblo de Roquetas de Mar y de la Urba.
Ruta de senderismo de Punta Entinas Sabinar, aproximadamente 7 kilómetros y medio.
Torre de Los Cerrillos.
Faro de Punta Entinas (LO DIVISAMOS).
Charcones del Humedal (avistamiento de aves, NO se dejaRON).
Comida en  Almerimar, panorámica Mar de plástico, desde la carretera del Solanillo.
Por la tarde,
*Visita a la zona del Castillo de Guardias Viejas (sólo exterior). 
rEGRESO POR AUTOPISTA, APLAUSO SENTIDO Y UNÁNIME A iSABEL Y PROGRAMAR RUTA DE LAS aLPUJARRAS.