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viernes, 26 de julio de 2024

TRAS LOS RAXIS-SARDO(IV)

 

LA ARQUITECTURA EFÍMERA

           








            Son frecuentes los contratos de lo que se ha venido a denominar  elementos de la arquitectura efímera. Corresponden a obras de carácter extraordinario y temporal, destruidas  una vez que han desarrollado la función cultual o festiva del momento. En este apartado, nos referimos a  todo lo relacionado con las Fiestas del Corpus y las Extraordinarias del  Cabildo con motivo de acontecimientos reales, municipales, abaciales o del propio municipio. Los más frecuentes son los escenarios que se levantaban en la plaza  de  la Mota , y posteriormente, en la Plaza Nueva del Ayuntamiento, con  motivo del Día del Corpus. Otro apartado  o variante de lo anterior son los monumentos que se llevan a cabo en las distintas iglesias dicho día y el Jueves Santo. Eran tablados, donde se colocaba la custodia y se adornaban con elementos decorativos, propios de los órdenes arquitectónicos y en los que se desarrollaban las obras musicales y los certamentens religiosos. Al principio, se contrataban los sevicios de los carpinteros locales, aunque a veces encontramos  el diseño de maestros de cantería.

            En cuanto a los elementos de los actos extraordinarios responden a una tipología civil y en la que los tablados se adornaban de juncias, arcos y las fachadas de cornucopias. Comentario especial fueron los  catafalcos que se realizaban con motivo de la muerte de los miembros de la casa real y de los abades o corregidores. Se constata la presencia de Los Sardos  y la familia de Los Bolívar [1] en el realizado con motivo de las honrras fúnebres con motivo de la muerte del Felipe II en 1598. O el de Felipe III, cuyas trazas fueron realizadas por Juan de Aranda Salazar en 1621 y la labor de carpinería correspondió a Juan Garzón. Francisco y Gaspar Palomino, Francisco Aguayo y la pintura a Pedro Cobo, que importaron 122.200 mmaravedís.[2] Sin embargo, con el paso del tiempo se reutilizaron y quedaron reducidos a simples catafalcos a favor de los lutos de vestimenta, cera, sermón religioso y celebración de exequias. este es el caso de la muerte del príncipe Baltasara Carlos en 1646, o de la reina madre en  1649. o  el rey Felipe IV en 1665.      

 

  OTRAS ARTES

 PLATEROS

            Hasta  principios del siglo XVII, la labor de platería corría a cargo de algunos plateros de la localidad, tenemos la presencia de Miguel Pérez que realizó muchas piezas de plata del cabildo alcalaíno y de la Iglesia Mayor, como parte del órgano [3]y  llegó a  ser regidor del  cabildo alcalaíno, pero poco a poco la presencia de los plateros granadinos comienza a ser manifiesta. Entre ellos, podemos destacar varios de ellos. Fernando Ortiz, platero granadino de la parroquia de San Martín. Hemos encontrado varias obras suyas que realizó en la Abadía desde el año 1603. Para la iglesia del Castillo de Locubín,[4] realizó en 1614 una cruz de plata, llana , de altar en este año, lo mismo que para la iglesia de Priego, dos incensarios de seis marcos de plata con us dos navetas, con asas, una cruz y unas crismeras. En este mismo año se comprometió con la Iglesia Mayor Abacial a realizar una lámpara de plata con cadenas para la  que sería Capilla de Nuestra Señora de las Mercedes ( en estos años de Los Remedios), donde había un privilegio de sacar las ánimas con una tasación de 30 ducados de peso y 10 ducados de manufactura [5]. De este año, hay  constatada la donación de unas campanillas de plata para la cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza[6].  

    Para la cofradía de las Mercedes , un cielo de las andas;  en el 1615   las andas de plata está n terminadas  por el platero mencionado  por un valor de 315 ducados  que pagó su mayordomo al platero   el mayordomo Alonso Méndez de Contreras  [7]. En estos años, una capilla que debió imitarse en el juego de objetos sagrados fue la del abad Alonso de Mendoza. Simplemente, por el juego de platería, se destacan  una fuente de plata con las armas del abad, cáliz y patenas doradas, vinajeras de plata con armas, candelabros de plata y  una cruz de plata con sus armas.

             

A mdiados de siglos, contamos con la presencia de Cristobal González, que en 1629  se comprometió a realizar por valor de 1.421 reales  la lámapara de plata con sus cadenas, capitel y lamparil de la cofradía de la Oración del Huerto del convento de Consolación[8]. Y a Toribio González que realizó  en 1638 el relicario del Santísimo Saceamento[9] Ya muy avanzado el siglo, Alonso Díaz realizó una lámpara de plata para la Iglesia Mayor[10] En 1634, el platero Francisco González Príncipe realizó la custodia de plata  para María de Medina, viuda de Francisco Braceros en el convento de Consolación en el año 1634[11]

               A mediados de siglo, la ciudad intervino en una gran obra que fueron las andas de la custodia de  la Iglesia Mayor Abacial para la cofradía Santísimo Sacramento, con  la subvención de 150 ducados, entregada a su mayordomo el licenciado don Pascual de Chaves[12]. Además renovó su inventario de plata con una salvilla y vinajeras de  plata, que realizó el platero de Jaén Diego de Frías[13].

Por estos años, Francisco de Moya regaló en 1651 la custodia de plata y una lámpara la capilla de Santa Ana al convento del Rosario[14].

REJERÍA

Existía en Alcalá un grupo importante de artesanos relacionados con la metalurgica y  encuadrados en los gremios de herrería, cerrajería. arcabucería y rejería,   y que ya habían destacado durante todos los años anteriores al 1590. En este periodo, el cierre de las capillas va a favorecer su desarrollo y Pedro de Cobaleda, arcabucero llevó a cabo el aprisco de la iglesia mayor en 1600. Este consistía en unas cerchas de hierro cuadradas  de altar de vara y ochava, con un atril de la misma medida y unas basas alta y baja  y un nudo en medio. Continuó su obra Joan  de Cobaleda por los años sesenta del siglo XVII. Tenía unas hilera de latinilla, todas labradas[15] El diseño de la obra lo realizó el cerrajero Andrés del Moral que era el que había fijado los modelos.

En el segundo y tercer decenio del siglo XVII, tenemos constatada la presencia de los hermanos Lucas [16] y Juesepe de Oliva, cuya obra más importante fue la reja de la capilla  mayor del convento de San Francisco,[17] encargada por el alcaide don Antonio López de Gamboa. Su labor artesana fue continudada por Leonisio Oliva en los años de sesenta. Recibió el aprendizaje de Gaspar de los Reyes y de Cobaleda[18].  La reja  del cerramiento de la anterior capilla refleja el tipo más frecuente que se  llevaba a cabo en Alcalá la Real.Era de hierro,  Los balaustres- de dos varas de alto y tres broches, uno abajo, otro  en medio y otro en lo alto; de diez librelas de grosor- encerraban  las ocho varas de ancho que tenía la capilla sin permitir que entre ellos pudiera entrar persona alguna,  las puertas tenían dos varas de ancho con los mismos órdenes de balaustres. Estos se asentaban en una pedestal de piedra , de dos tercias con su solera de hierro,  que tenía cuatro dedos de  ancho  y  tres de alto  y uso barrotes con su moldura y filete para fijar la reja en la pared, una cerradura con dos llaves  y pasadores, lo que  permitía la entrada y salida a la capilla; a cada lado de la puerta colocó Jusepe cuatro puntas de hierro a gusto del contratante y  del  padre guardián del convento. Menos conocido es  Francisco Pedraza.    


CAMPANEROS

Un  oficio especial fue la  fundición de campana, que, en la mayoría de los casos, fueron contratados a especialistas foráneos. La lista es interminable de fundidores  La de San  Francisco se llevó a cabo  en 1636 a Francisco de Osino[19]. Joan Fernando  Riera Aguera , de la villa de Luque realizó las del convento de  Consolación en 1658[20]. Diego de Sota llevó a cabo la fabricación de las campanas de la iglesia mayor[21], aunque de nuevo en 1644 Sebastián de Quesada  hizo mejoras  y en 1673 se hizo otra nueva por Juan del Campo, vecino de Granada. Esta fue contratada por el mayordomo de la Iglesia Mayor, con un peso de 120 arrobas y con la obligación de ponerla en la torre y el coste de 5.500 reales.

RELOJEROS

      Otro de Los elementos que se incorporan a las iglesias suelens las piezas de reloj. En el año 1613, Diego Morente de Fiñana, ejecutó el del convento de Consolación tasado en 200 ducados[22].

BORDADORES

Con  el  traslado de Juan Martínez Montañés a Granada aparecen en Alcalá bordadores granadinos que se trasladan  accidentalmente a  la ciudad o  firmaban contratos  deade  Granada. Debieron mantenerse las relaciones del anterior con Alcalá, pues en 1599 aparece vendiendo telas de paño  cuando vivía en la colación de la Magdalena[23]  Como obra suya se le pagó  con 252 reales el guión o estandarte de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, que realizó en 1580[24].

Más tarde, en 1597 el alcalaíno Francisco Muñoz y el granadino Andrés Díaz realizaron de nuevo, el estandarte de la Virgen de la Cabeza, encargado por el hermano mayor Francisco Vázquez Díaz y Los alcaldes Diego Jérez y Juan del Arta, compuesto por una cara de la imaggen de la Virgen y la otra con la de Santo Domingo con su cayado y dos llavesa donde converían dos leones. era de oro matizado, rostros encarnados, tarja de oro blancoy lomo bordado en oroblñanco sobre terciopelo carmesí por valor de 400 ducadosrm. 

El   primer bordador que en el tiempo sucedió al padre del famoso escultor  fue el granadino Andrés Díaz;  posterioremente nos hallamos con la presencia de Francisco de Céspedes y Antonio Ignacio.  Andrés Díaz  era un bordador granadino que llevó a cabo varias piezas en la abadía a finales del siglo XVI y en los dos primeros decenios del siglo XVII. Tenemos documentadas varias obras suyas. Entre ellas, por un valor de 34 ducados en un contrato con los hermanos mayores Francisco de Haro y alcalde Antonio de Aceituno y Pedro del Corral  el estandarte de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús[25]era de color rojo carmesí con una vara de largo y dos tercias de ancho. Tenía en medio del campo encarnado con tusel de oro fino  y bordados  la imagen del Niño y el anagrama de Jesús, todo ello con sus borlas y cordones y filetes code oro u seda; el gallardete de la cofradía de la Virgen de la Cabeza fue compartido con Francisco Muñoz y presentaba en una cara la Virgen de la Cabeza y, en la otra, la imagen de Santo Domingo, vestido de obispo con cayado, y orlado con Los leones y dos llaves que convergían con el nombre de Alcalá la Real[26]. En 1616, todavía esta realizando Los cielos de las andas de la  Virgen de las Mercedes  por 600 reales [27]

De estos años, un claro testimonio de  todos los enseres fue la capilla de Alonso de Mendoza con casulla, dalmáticas, frontal, frontaleras, estola, roquete  rico y otro ordinario, manípulo corporales blancos ( unos blancos y otros bordados en oro) manípulo que estaban brdadas de raso de ladrón blanco y oro y seda con matices, la frontalera con  brocatel  y una alfombra de colores rojosy amarillas

 

Aparece esporádicamente Juan Sánchez Moreno, bordador, que realizó un  frontal para el altar de la ermita de san Bartolomé, de rojo carmesí por 24 ducados en 1620[28].

 

De Antonio Ignacio o Inasio, vecino de Granada,  tenemos varias obras, entre las que destacamos un terno de damasco para el convento del Rosario [29],  en 1635 un frontal para el  altar,  un terno casulla y dalmáticas, a lo romano y en la casulla las espaldas la imagen de la Virgen con sus pastores y ovejas y campanica por 2.750 reales,  de damasco blanco para la cofradía de la Virgen de la Cabeza en 1637  y un terno la Virgen de la Caridad en 1638, que  fue encargado por el hermano mayor Juan Ocón  y estaba integrado por casulla y dos dalmáticas[30]. En 1637 le bordó una casulla y dos dalmáticas por encargo del hermano mayor Pedro Muñoz de Extremera por valor de 1750 reales[31].

El frontal de la Virgen de la Caridad es interesante para concocer el arte de este tipo de ornamento litúrgico, tal como se nos describe en el contratoy por el costo de 1.200 reales:

“frontal con su frontalera de raso blanco a la romanay florines de raso de colores con perfilado de tres hilos de oro fino de feculado granado con una tarja en medio del medio del frontal peleteada y de oro y con dos ángeles junto a la cabeza de la Virgen, pendientes de la corona, que ha de llevar, y el cuerpo del frontal ha de llevar sus flores de raso en forma de frontalera, demás de nos lazos que hagan labor de oro y seda”

No obstante son frecuentes las capellanías, cofradías, ermitas, y conventos que acrecientan  sus ornamentos religiosos en estos siglos. Podemos hacer varias referencias a  los diversos tipos de ellos- ternos,  frontales  y estandarte  y objetos procesionales.

Por lo que respecta a los ternos, en el año 1618 el convento de Consolación recibió la donación de un terno negro ( una casulla y dos dalmáticas) por parte de Ana de Arjona [32](4987/64). En 1631 la Cofradía del Señor de la Humildad recibió un regalo de Pedro Fernández de León[33], que consistía en un terno de damasco rojo.  En el 1635, un terno y frontal para la iglesia de la Caridad, otro en el 1638 [34]En 1637, se contrataba el estandarte de la archicofradía de San Francisco[35].Por lo que respecta a Los frontales, el convento de la Encarnación encargó uno en  5037/286.

 

En 1637 terno de damasco blanco para el convento de Consolación[36]Y el espectro se amplió durante este siglo y medio con el nacimiento de las nuevas ermitas de las aldeas. Así, a finales del siglo XVI, en la de San José de la Rábita aparece testimoniada con el contrato de los ornamentos y casulla  para sus veinte capellanes[37], según aparece en  el testamento de Catalina de Valenzuela por valor de 100 ducados. En esta misma iglesia se incrementaron sus ormnamentos religiosos, con la donación de la hidalga Catalina de Valenzuela de una capilla y otros enseres en el año 1637, según una claúsula testamentaria [38]. O el manto de  Santa Ana elaborado en 1646 [39]En el tercer decenio, aparece el  bordador Joan Sánchez Moreno contratando los manteles y frontal de la iglesia de San Bartolomé de Alcalá [40]

               Entre  1657 y 1658, hemos encontrado con la presencia de los alcalaínos Lorenzo de Baeza, maestro de sastre, que realizó los trajes del pregonero del cabildo  y a un tal Juan Lozano, que preparó los ornamentos del cárcel de la ciudad[41].

               No sólo los ornamentos religiosos se renovaron en muchas iglesias sino que también  otros enseres religiosos, como el órgano de la Iglesia Mayor[42], que  realizó en 1603 Juan de Oñate, organista de la ciudad de Jaén  y de la parrouia de San Lorenzo..

           

 

 

 

 

 

 



[1] AHPJ. Legajo 4861. Folio 208. Año 1598.

[2] AMAR.  Caja 190. Pieza 3

[3] AHPJ.Legajo 4619 Folio 62.  Año 1605.

[4] AHPJ.Escribano Alonso Ramírez.Legajo 4746 folio 139

[5] AHPJ. Legajo 4746 Folio 148 Escribano Alonso Ramírez.

[6] AHPJ. Legajo4920. Folio 515. Año 1619. Testamento de Juan Muñoz de Cáceres, que hizo el regalo.

[7]  AHPJ. Legajos y folios  4876/248 y 281. Año 1616

[8] AHPJ. Legajo 5001. Folio 905. Año 1629.

[9] AHPJ Legajo 5039 folio 81 Año 1638.

[10] AHPJ. Legajo 5094 Folio 460.Año 1667.

[11] AHPJ Legajo 4646 Folio 361 Año 1634.. escribano Nuño de Medrano-

[12] AMAR Legajo 72 Pieza. Libranza del siete de diciembre de 1662.

[13] AHPJ. Legajo 72 Pieza 1 Año 1661.

[14] AHPJ.Legajo5013 folio 606. Año 1651. Escribano Antón de Santillán.

[15] AHPJ. Legajo 4744 folio 119 Año 1600 Escribano Alonso Ramírez.

[16] AHPJ Legajo 4911 Folio 529 Año 1629 .Recibe Lucas a Francisco Calvo de aprendíz.

[17] AHPJ Legajo 4881 folio 623.

[18] AHPJ legajo 4991 folio 146.

[19]  AHPJ. legajo 5072 Folio 362. Año 1636.

[20]  AHPJ. Legajo 5017 folio 35 vuelto año 1658.

[21] AHPJ. Legajo 4932 folio 335 .Año1648 y lgajo 5079 folio 1..

[22] AHPJ. Escribano Martínez de Cáceres. Legajo 4625 folio 140 v. Año 1613.

[23]  AHPJ Legajo 4850. Año 599 folio 47 Edscribano Pérez de Contreras.

[24]  AMAR. Libro de Cabildo y acta del 8 de enero y 22 de abril  de 1580.

[25] AHPJ. Escribano Francisco Pérez de Contreras.Legajo 4850. Folio 1. Año 1600. era de una vara de largo y dos tercias de ancho, de oro encarnado y costó 34 ducados.

[26]  AHPJ. Legajo 4741 folio 133. Año 1597. Escribano Alonso Ramírez. Hemos editado en Los programas de fiesta de la Virgen de la Cabeza, era de terciopelo carmesí bordado con oro matizado, rostros encarnados, tarja de oro blanco y trono y romo de oro. Costó 400 ducados.

[27] AHPJ. Legajo   4875 folio 281 Año 1616. Escribano odriguez de Cebreros.

[28] AHPJ Legajo 4953 Folio 415 Año 1620.

[29]  AJHPJ Legajo 5037/129 y  4927/794, 4649 /22,  año 1637.

[30] AHPJ. Legajo 4647 folio 348 Año 1635.

[31] AHPJ Legajo  4921 folio 794 . Año 1637 Escribano Juan de la Chica

[32] AHPJ Legajo 4987 folio 64. Año 1618.

[33] AHPJ.Legajo 4012. Folio 311. Año 1631.

[34]  AHPJ .Legajo  4647 folio 348. Año 1635 y Legajo 5075 folio 171 Año 1638.

[35] AHPJ lEGAJO 5037 Folio 570.

[36]  ahpj Legajo 5037 folio 9 año 1637,

[37] AHPJ Legajo 4921 Folio 512.

[38] AHPJ. Legajo 4921. Folio 512. Año 1637. La casulkla estaba valordada e cien ducados, cifra muy  significativa para la época.

[39]  AHPJ. Legajo 430 Folio 564. Año 1646.

[40] AHPJ Legajo 4953. Folio 415. Año 1628.

[41]AMAR legajo 72 pieza 1.

[42] AHPJ. Legajo 4745 Folio 107 Escribano Alonso Ramírez.

EN EL DISANTO DE SANTA ANA.

                                                             Calendario

 






Es interesante partir de la reglamentación de fiestas establecidas en las ordenanzas recopiladas del año 1751 y en las que el Cabildo tenía obligación de asistir a la función de Iglesia de la mañana y la procesión de la tarde. Allí, aparecen las siguientes fiestas de la Tabla, que fueron despachadas y decretadas por el Real y Supremo Consejo de Castilla. Si nos referim os al 26 de noviembre, era inamovible,  e
l día veinticinco cuando se  acudía , tras  la fiesta de Santiago. celebraba su fiesta en la Iglesia Mayor de Alcalá la Real.  En las Consituciones del abad de Moya, se ten´kia por norma que, tras el día veintidós cuando se celebraba la fiesta de santa María Magdalena y  el veinticinco el apóstol Santiago, el veintiséis era el de la Señora Santa Ana. Se celebraba en toda la abadía  por Breve de Gregorio XV.

LA FESTIVIDAD DE SANTA ANA (Segunda parte siglos XVIII y XIX)

 

A principios de siglo XVIII se conserva la devoción a varios  patronos de la ciudad de Alcalá la Real , como son Santo Domingo de Silos, San Blas, y además nace el de la Virgen de las Mercedes. Como es lógico, se mantiene  el  de la Señora Santa Ana  y además aparecen algunos aspectos inéditos relacionados con su advocación,  atribuyéndoles la protección de los alumbramientos y los partos. Hay noticias de ello en el año 17O7 con motivo del alumbramiento de la Reina. Por aquel tiempo, era una preocupación de la sociedad encomendarse a diversas santas y a las distintas advocaciones de María en el momento del parto y durante el embarazo, porque el índice de mortandad tanto para la madre como para los hijos era muy elevado. En concreto, en nuestra localidad se va extender la rogativa con motivo del embarazo en torno a los seis meses para dedicarla a la salud de las reinas. También, se hacía en el momento del parto y, posteriormente, se celebraban fiestas con el nacimiento del infante real. Así, el siete de febrero se recibe la noticia  del embarazo de la reina y el corregidor Marqués de Gandul comunica la carta del Presidente del Consejo de Castilla a los regidores y jurados. Todos acuerdan que se hagan públicas y secretas rogativas  :

para que se logre el suceso feliz de su deseado alumbramiento y que se hagan demostraciones de alegrías que se pudieren.


Para ello, especifican los actos con una serie de acuerdos. Como muestra de anuncio y publicación de las fiestas, se hacían  luminarias, que eran hogueras que solían encenderse en los distintos sitios señalados de la ciudad, el castillo de la Mota, las Casas de Cabildo, por este tiempo, en la calle Real, y en algunas casas de vecinos. Las encendían durante tres noches repetidas en cuanto se produjera la noticia del parto. En la Iglesia Mayor, de acuerdo con el señor abad por medio de dos comisarios se celebraba una función de iglesia, en la que acudían todo el clero de la ciudad- beneficiados, capellanes, curas y frailes de los distintos conventos-. Y  los más interesante, se dedicaban a la Señora Santa Ana, porque , según aducían :

Y sabiendo que, por especial protección, que asiste en Santa Ana, patrona de esta ciudad, para el alumbramiento de las mujeres preñadas, como se ha experimentado y  para que conciban, desde luego  esta ciudad se le dedique y consagre fiesta para el fin del feliz alumbramiento deseado de Nra. Sra la Reina.

El corregidor previene con cualquier incidencia , porque, la Señora Santa Ana reside en su  Iglesia que dista a media legua de esta ciudad, y los munícipes estaban obligados a en el momento que se cumpliera el dicho acontecimiento a acudir a la fiesta obligada, al mismo tiempo que participaría el Ayuntamiento con el abono de los gastos- cera, misa, ministriles, capilla de música- con los fondo de los bienes propios.[1]

 

Como fiesta ordinaria era de obligado cumplimiento del cabildo municipal que acudía a la Iglesia Mayor Abacial o a la coadjutriz de San Juan, invitada por la ciudad. La Señora de Santa Ana solía venir a la ciudad a finales del mes de  mayo o principios de junio, cuando se hacía ordinariamente sin ninguna intención de rogativa, por el Domingo de la Trinidad y para la fiesta del Corpus. Su organización dependía de la Iglesia Abacial en la persona del Abad que invitaba al Cabildo para que la acompañara desde la Iglesia de la Veracruz, donde hacía su primera estación, tal como se manifiesta en el acuerdo del seis de Junio de 1716. La ausencia de los munícipes se sancionaba con una pena de cuatro ducados que se inscribía en el libro de Penas de Cámara, que se distribuía mitad para la Cámara del Rey y la otra mitad para la cera de Nuestra Señora Santa Ana.[2]

Pronto compartía el patronazgo con la Virgen de las Mercedes, como se pone de manifiesto en el año 1730, recogidas con estas palabras " y teniendo esta ciudad por su especial abogada y copatrona de la Reina de los Ángeles,  con el referido título de las Mercedes, a Su Sra Santa Ana, sita en la Iglesia extramuros de ella, y por cuya intercesión a experimentado siempre seguro consuelo en la propia urgencia y otras muchas contagio de que por la misericordia  de Dios se a conservado libre; acordó asimismo con segura confianza y fervorosa devoción , se traiga de su dicha Iglesia a su COPATRONA SRA.STA. ANA a la referida Santa Iglesia Mayor  por COINTERCESORA  con su hija NRA SRA.[3]


Por esto, no era de extrañar que en la inauguración de las nuevas Casas de Cabildo se labrasen dos pequeñas hornacinas que franquean el balcón central con las imágenes de la Virgen de las Mercedes y de Nuestra Abuela Santa Ana, cuyo mantenimiento de luces, a expensas de aceite de torcida, lo llevaban a cabo los porteros. El propio corregidor Oruña, que tanto se esforzé en que se construyera el actual ayuntamiento, recayó enfermo en el año 1735 y , en el cabildo del veinte agosto, se llevó a cabo una rgoativa tanto porque no había afectado la peste a Alcalá  como por el restablecimiento de su enfermedad.

En el año 1750, por el mes de octubre, debieron abundar las lluvias y tormentas y se recoge este acuerdo:

La ciudad teniendo presente que a su solicitud el señor Gobernador de esta Abadía mandó de traer la imagen de la señora Santa Ana, compatrona titular y de especialísima devoción de todos los vecinos, y , con el motivo de que su intercesión conseguir la divina clemencia  en el conflicto de los temporales y contribuir a la salud pública y frutos dela tierra, acordó se haga la fiesta de la concordia a dicha imagen y, para ello, solicita por el señor don Manuel de Lastres el señalamiento del día de acuerdo con el señor gobernador, librando de luego los gastos y, en semejante forma, sean regulares y precisos y del cargo de la ciudad con decreto del cabildo.[4]

Volvió a repetirse por el mes de mayo la venida de Santa Ana en el año 1751 con el fin de realizar una rogativa junto a la Virgen de las Mercedes , parte la iniciativa  en este caso del corregidor por ser  una rogativa acostumbrada en los casos de necesidad referidos a unas providencias reales sobre beneficios económicos y la ciudad acordó que se realizase lo más prontos posible.[5] En el día  seis de junio del mismo año, se fija la fecha y se obligaron los cabildos para la fiesta del siete junio, porque, al parecer, existían desavenencias entre el corregidor, alcalde mayor, la ciudad y el cabildo eclesiástico.

 

En el año 1757, con motivo de una plaga de la langosta, los comisarios Manuel de Lastres y Pedro de Góngora, solicitaronn al gobernador que se trajera  su imagen , haciéndose la fiesta en el convento de la Trinidad con misa cantada y participación de la música[6]. Este mismo años se llevó a cabo una rogativa a la Virgen de las Angustias, que también era patrona reciente de la ciudad, y a Santa Ana con motivo de la enfermedad del Rey.

 

A finales del siglo dieciocho, se acabó con la tradición de traer la patrona Santa Ana a Alcalá la Real por desavenencias entre los beneficiados de las dos parroquias ( ver Historia de la Abadía sobre 1781.)

Ya no volverán a realizarse rogativas conjuntas ni hay noticias de que de nuevo acuda a la iglesia Mayor Abacial, o, posteriormente a la Iglesia de Consolación. Su culto quedó reducido a la  iglesia de Santa Ana, y con un capellán dedicado a ello, y posteriormente, relacionado con la creación de la Parroquia a su fiesta patronal, que se conmemora hasta hoy gracias a las buenas gestiones de la hermandad.

 

 



[1] Libro de actas de cabildo del 1707, día siete de febrero. La cara de don Francisco de Quincoces, presidente del Consejo de Castilla era del día uno del mismo mes.

[2] AMAR. Cabildo del seis de junio de 1716. El Alcalde Mayor trasladaba la noticia dada por el presbítero don Antonio de Contreras con orden del señor Abad para que asista el Cabildo por la tarde al traslado de la imagen Santa Ana desde la iglesia de la Veracruz hasta la Mota. El alcalde le fija la hora de las seis de la tarde y el mandamiento de asistencia

[3]AMAR. Cabildo del veinticuatro de mayo de 1730

[4]AMAR. Acta de cabildo del cinco de octubre de 1750.

[5] AMAR. Acta de Cabildo veinticinco de mayo de 1751. Son comisarios José de Estrada y Juan de Tapia y la rogativa se hace por la salud pública  con las imágenes de ambas patronas,

[6] AMAR. Acta del cabildo del cuatro de junio de 1757.