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miércoles, 30 de enero de 2013

LA CUESTA DE ENERO



 

Al comenzar el año, se presenta el mes de Enero inaugurando una nueva etapa de la vida de cada persona. Como  puede acontecer con el mes de Diciembre, no puede ser  el momento de la reflexión, sino de cargar  las pilas para afrontar  y  resistir los envites y embates del año que se avecina. Mas, si nos apoyamos en  la tradicional figura de la Cuesta de  Enero, parece como si se contemplara este mes a la manera de un sísifoalpinista que escala  una montaña de  una cima muy alta,  la que nadie se imagina que logrará escalarla. Sin embargo, nadie  se ha preguntado por el significado etimológico de  la palabra Enero, que le podría aclarar muchos aspectos variopintos de este mes ;  pues , por el contrario,  si se habla de abril, julio, junio o mayo , se brinda rápidamente  la respuesta con algún elemento de nuestro pasado mitológico romano, y no digamos,  con los mal llamados septiembre, octubre, noviembre, diciembre,  a los que definimos con  que enumeran cada una  de las últimas etapas de este año. 

Por eso, volviendo al mundo clásico, tal vez  el significado  de Enero ( mensis Ianuarius, el mes de Jano, que pasa de Ianuario,  o Ienuaario,  al término español  Enero),  probablemente haga cambiar los malos augurios y presentimientos de muchas personas con este mes.  Pues Jano , Ianus,   dios  romano,  tenia dos caras  por medio de  las que miraba  hacia delante y hacia atrás;  de donde le viene a   Jano  y  no podía ser, de otra manera , sino el dios de las puertas de las casas;  y, relacionado con lo anterior, el dios de los comienzos y los finales. Con acierto, pues, la mitología romana  le  consagró el primer mes del año. Con estas mimbres,  se entienden mucho mejor algunas cosas y acontecimientos  de este mes  que con  el apelativo  de la cuesta de Enero:  sobre todo,  en los  momentos  actuales . Con una cara de Jano,  Diciembre se despidió  dejando  las alforjas vacías en muchos hogares acuciados  por la crisis, sin embargo, el mes de Enero abre la puerta de la esperanza de iniciar una nueva etapa, la  que rectifique o, al menos, cambie los cimientos de una sociedad completamente  hecha un tiovivo al vaivén de los flujos financieros. Y, mientra, Diciembre dio su último adiós entre primas de riesgos, elevados déficits y alto nivel de paro, al menos, en los primeros días de Enero  ya se han oído voces en contrae el capitalismo salvaje que nos invade, por el Primado de Roma, o los líderes políticos y sindicales, tras el examen de conciencia de las fiestas navideñas, proponen nuevas alternativas,  mejoras de las relaciones y nuevos proyectos  para calmar la ansiedad de muchos hogares repletos de personas de la mayor empresa del país. Incluso, mientras la cara de Jano llora la última campanada de un año que, ,para algunos, está repleto de  nostalgias anheladas, quimeras incumplidas y deseos no  saciados,  ,  el  mes de Enero quiere  inaugurar el mes con el Día de la Paz,.Es verdad que,  aunque existen muchos conflictos latentes, se están cerrando las puertas del templo de Jano  en algunas naciones del mundo,  que  dejan las armas, firman armisticios y se   tienden las manos.

Por otra parte, Jano, como lo describía Albert  Camus en  La caída,  se vislumbra todavía   por nuestras tierras entre fuegos de artificio y verborreas de crispación,  pues siguen en muchos lugares y en muchas personas los mismos modales, mantiene en muchos la rémora del pasado y las buenas intenciones del futuro. Mejor,  ante e malcariz  de la cara del pasado,  les vendría a  todos el fumar  la pipa de la paz y proseguir en la caridad  política-me refiero no a aquella caridad que muchos quieren confundir con la beneficencia , y no pretenden  aprenderla  por ser la portadora de las buenas  artes del amor y  para hacer entre todos una buena sociedad, distinta a la de la  usura y abierta al compromiso de generosidad – cerrando  las puertas del templo del dios Jano, con lo que se establecería un interregno, en que gozáramos de una tranquilidad y paz para construir un mundo mejor, donde el jornal ni el trabajo faltaran a los mismos de siempre, el beneficio de las haciendas se invirtiera en bancos cívicos que cuidaran más de los beneficios de los hombres que del capital,  se establecieran economatos de consumo, cooperativas sociales , escuelas y sanidad para todos, sin privilegios ,y se  primara la pedagogía del compartir frente a la competividad, En fin,  anhelamos con los mejores augurios y súplicas que Jano, patrón de la jurisprudencia, de la moneda y de la agricultura, estableciera unas buenas leyes para todos, una agricultura con el  aceite justo y necesario, y un  dinero corriente y suficiente  para gastarlo en las necesidades básicas  e invertirlo en la creación de puestos de trabajo .De este modo, nos olvidaríamos de nuestro  Sísifo soportando la Cuesta de Enero, e invocaríamos la cara de un próspero dos mil doce más uno para todos.

domingo, 27 de enero de 2013

DOROTEO HIDALGO PÉREZ



 

Hay personajes alcalaínos, que se merecerían una novela, y no de  simple ficción, sino de realismo puro y duro. Paso, pues,  por alto la ingratitud de cierto crítico  espontáneo y analfabeto que identificó con los reality show la vida de  algunas de estas personas comentándolas a la ligera y   tachando su historia de novela de ficción urbana, simplemente   para  denigrar al adversario,    y así evadir su sentimiento de culpa. En Alcalá la Real, abundaron estos personajes de vida intensa y novelesca, como Pepe Ibáñez, Manuel y  Agustín Linares, Francisco Vela León, Adolfo Díaz o Pedro Gálvez. Son personas que aprendieron las primeras letras en las escuelas de los maestros garroteros de las aldeas o del casco urbano de Alcalá la Real, se forjaron en lides guerreras( primero los hicieron en tierras africanas, con el desastre de Anual,  y, luego en las filas de la  Guerra Civil); a pesar de su entrega en la lozana juventud, dieron,  en muchos casos,  sus carnes en cárceles y en campos de concentración; purgaron sus presuntas culpas de luchar por la República en los batallones de trabajo;  y, curtidos con un bagaje cultural de introducción básica a profesiones artesanas o administrativas, ejercieron  puestos de trabajo y cargos administrativos desde peón hasta llegar  a las más altas cotas que podía aspirar un proscrito por el régimen. Eran y fueron autodidactas en su formación, en su aprendizaje profesional y en el ejercicio de sus relaciones laborales, Pero, aprovecharon los más oscuros rincones recónditos para adquirir la cultura básica del álgebra, el dominio de la gramática castellana y las bases teóricas de la contabilidad: unos lo hicieron en las celdas de cárceles; otros en las literas de las amplias salas frías de los campos de concentración; los hubo que aprovecharon las teóricas del  horario de milicia. Estos personajes habían nacido en el ambiente rural, pero venían marcados con un sino artístico; por eso,  abundan poetas populares  (incluso  los hay que hacen pinitos  de atrevidos quintetos y algún que otro soneto), pintores ( he encontrado muchos dibujos inspirados en personajes de tebeos) y , sobre todo, abundan los músicos aficionados. Era la música como su tubo de escape a la presión que se veían sometidos. Si tuviéramos que concretizar todo esto en una persona; no hay duda de que Doroteo Hidalgo Pérez es el soldado que encuadra en tierras  republicanas, sufre el  duro trabajo de los batallones  franquistas de Málaga y  adquirió un dominio musical del violín que lo distinguió hasta los años setenta del siglo XX por muchos rincones de la comarca alcalaína.  Nacido en Jamilena,  residió durante muchos años en Charilla, su radio de acción se extendió en todo su derredor  aldeano  y se hizo célebre por su acompañamiento orquestal en los bailes del candil formando parte de las Orquestas de Ferreira, que fue quien le enseñó el arte del violín,  Isabelita la Ciega y  José  “El Molinero” en su aldea  y la del alcalaíno  Andrés el Ciego ( con las que  los alcalaínos iniciaban, en invierno,  el rito del enamoramiento dentro de  las plantas bajas de los cortijos;  o en las eras al descubierto , por la primavera y estío); tras la guerra, con Revelles. En 1946, con eso de que “pasas más hambr e que un músico”, se  dedicó a la agricultura y  ser recovero de muchos rincones de la Alcalá rural.  Pero aquella inquietud y dotes de mando que había adquirido en las contiendas, reverdeció, siendo ya maduro,  en experiencias empresariales cuando entró  en las filas laborales de la Cooperativa San José Artesano o en la metalística Demansa. Pero, entre números y contabilidades, nunca Doroteo olvidaba  el violín, pues aprovechaba los momentos de convivencia familiar y las fiestas de sus nietos para llenar el ambiente con el  viento agradable de las notas musicales de un instrumento de cuerda que dominaba  como nadie.  Ya, en sus últimos años, Doroteo se hizo conferenciante , no ocultó su pasado ni sus conocimientos artísticos a nadie, expandió su callada cultura con la edición de un disco musical  de los cantes y bailes que se remontaban a las crónicas de María del Pilar Contreras. Estaba orgulloso de haber compuesto su vals “Alba”. Parecía como si la sangre le hirviera en su cuerpo como en su juventud  primera; se le veía como un adolescente de noventa años, de aspecto quijotesco, mirada profunda y viva, facciones propias de un espíritu inteligente y pleno de la paciencia a la manera  de un músico de orquesta que quiere armonizar las notas de la composición con el resto de la toupe. Se sentía orgulloso del reconocimiento oficial  de sus años como soldado en las filas republicanas, creía que no habían sido en balde, porque su prole había alcanzado lo que a él le costó tanto tiempo llegar. Tenía voz de convocatoria  y  de escucha, compostura de un caballero del pueblo haciendo honor a su apellido sin el don  por privilegio real, ganado a fuerza de los duros palos que le había la vida. Que la tierra le sea leve y  su espíritu sea granjeado con coronas de  laurel  por la musa Erato, que de seguro le prestará, en la otra vida,  la viola para amansar los cisnes del descanso eterno.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

miércoles, 23 de enero de 2013

TABERNAS PERDIDAS


 

 

             En una ciudad como la nuestra se echa de menos la antigua taberna, por lo que la definía e imponía su sello costumbrista y de singularidad social. Sería acertado que se incorporaran  en forma de mesones: con su renovación, pero con su vino de la tierra y el aperito de sabor de aceituna aliñada con tomillo, romero y ajo crudo. Es verdad que ha quedado, como un testigo quijotesco,  la de Luis Miracielos en el segundo tramo  de la calle los Caños. Pero, este taberna no es sino el crisol de una  Alcalá  que ha cambiado en muchos aspectos. Tampoco, es  una nostalgia de aquellos vetustos  establecimientos que se remontaban a los siglos XVI y XVII  y abundaban en  Alcalá vendiéndose los mejores vinos que buscaban los taberneros entre sus tinajas para no perder el emporio   comercial del rico torrontés de esta zona de Andalucía.  Esta taberna es una isla  de la  Alcalá que ha pasado de una sociedad rural a una ciudad eminentemente de servicios, a medio camino entre su pasado rural y el sector predominante de servicios con algunas industrias agropecuarias y del plástico. Una Alcalá  que ha perdido las casas entrañables de vecinos del casco histórico-artístico, moteadas por las tabernas del  Atranque, Joaquín Hermoso, el Gordo, el bodegón de los Muertos, Callejas o Canastas, Caniles, Vicente Romero, o Sansón en los barrios altos; o en la calle Real, se levantaban como reminiscencias de su hidalguía , la de Juan Manuel, Noni, Roldán, o Torreznico;  o estacionales, las había como la  de  Manuel Rosales, Vicente "Caroca" o Francisco Rosales; y, en los barrios medios, la de Anchuela y Galán hacia  la parte meridional , y más al norte, la de la Anastasia, Góngora, Gutiérrez, Canovaca, las de las fondas, y la Tercia;y, en el centro de la ciudad,  el bodegón del Pradillo, tiendas de las fondas de la plaza como la de Antonio Martín entre otra,  o las  de  la Tejuela y el  Llanillo, de la familia Hinojosa en los primeros años del siglo XX. Si muchas paredes de estas tabernas hablaran ( en la mayoría de los casas transformadas en bloques de pisos o casas casi abandonadas), nos haría revivir una sociedad, donde la oficina de empleo tenía su sede en un clima imbuido entre botellas de vino del terreno; en lugares,  que se convertían en las oficinas de depositaría para pagar los jornales, saldar deudas, cumplir con los préstamos y abrir anticipos entre familias. Y, en la taberna, no se ejercía  sólo esta función puramente laboral hasta tal punto que los munícipes , incluso, dispusieron normas de prohibir el pago de jornal en medio del ardor de los ricos caldos para que no se  engañara a la parte más débil y analfabeta,  sino que eran auténticos casinos de los pobres, donde se evadían penas, hambre y preocupaciones con los juegos básicos de los naipes y las chanzas entre los clientes y el tabernero. Hubo tabernas que, además,  fueron sedes de movimientos sociales y políticas, pues en ellas se reclutaban militantes y simpatizantes para la vida política, se hacían campañas de divulgación de propaganda de los partidos ( y durante muchos años del partido único); incluso, las hubo donde se tramó alguna conspiración para derrocar el poder local o donde, tras la  guerra civil,  fueron detenidos  y dieron con sus cuerpos en las cárceles, porque,  por los años cuarenta, cantaron aires de libertad tras el triunfo de los países democráticos sobre Hitler. Alcalá, hoy día, es más moderna, con  más servicios de hostelería, pero falta esa taberna social, que creaba amigos, y, no se convertía, como los establecimientos públicos actuales, en un enjambre sin  maestro. ¿ Quién le pondrá el cascabel a gato?              

 

domingo, 6 de enero de 2013

PEPE OLEA , UN REFERENTE DEL FUTBOL DE ALCALÁ


PEPE OLEA , UN REFERENTE DEL FUTBOL DE ALCALÁ LA REAL


      Vivía en el barrio sanjuanero de Alcalá la Real, cuando conocí dos familias que habían venido de Jaén a Alcalá la Real, como especialistas del mundo de la hostelería: era la familia de Joaquín Molina y Estrella Úbeda , y la de Pepe Olea Molina y Rafaela Barragán. Nos unieron lazos de cierta simpatía y amistad a través de mi añorado Eugenio, esposo de Mercedes Barranco. No recuerdo bien los lugares, en los que ejercieron su puesto de camareros, pero siempre me acordaré de esta pareja porque formaban un dúo tan perenne e integrado que me asemejaba a otros musicales de aquellos tiempos como el Dúo Dinámico. Creo que fue en el bar del antiguo Hotel de los Tres Amigos; años después, en el bar de la estación de autobuses de la Parada de San Antón,  pude degustar los primeros calamares fritos de mi juventud  junto con una cerveza, servidos con  gentileza y el deje del ronquío jiennense de estas dos familias. Por aquellos lazos, recuerdo el nacimiento de Pepe Olea, Pepito para los amigos; después, me alegré del traslado del local comercial desde la extinta estación de autobuses al nuevo restaurante "Noche y Día" ( hoy "Andalucía"); donde pude participar, en su salón de arriba,  momentos fundamentales de la transición democrática de Alcalá la Real con reuniones semiclandestinas de la Platajunta o del la fundación local de  la Unión local de la UGT. Murió desgraciadamente el padre Pepe Olea Molina, se traspasó aquel negocio y siempre veo el alma de los Olea Barragán en aquellas estancias, que ahora rigen otros reposteros o restauradores. Pero, mira que, por los azares del destino, en el último tercio del siglo XX, reviví aquella amistad con su hijo Pepe. Fue con motivo de mi participación en la vida organizativa del mundo deportivo: me asesoró cuando ejercí vicepresidente del Alcalá C.F; y ,siempre, me alegré de su pasión por el futbol: su carnet de entrenador de la Federación Española de Futbol  que blandía con gran orgullo y blasón ; de sus horas de monitor de fútbol base, al que amaba con una intensidad especial; su colaboración en las Primeras Escuelas Municipales de Futbol de los años ochenta y noventa; de su asistencia arbitral en tantos campeonatos, cuya presencia fue imprescindible y en la que ligaba partido tras partido sin desmayo, ....y, qué decir más,  de una persona que vivía apasionadamente esta rama deportiva,  y  de su enamoramiento por el Real  Madrid C.F. Con estas letras, te quiero rendir y compartir el homenaje de muchas personas, para que sirvas de testimonio de  una persona voluntarista , con la que inauguramos esa colaboración sincera ( de tí podía echarse mano siempre y sin ningún aspaviento para arbitrar) en aquel primer  el campeonato de 24 horas en 1988 ( en mi bisoñez deportiva  como concejal de este ámbito); me quedo de tu vida con tus alegrías  y éxitos deportivos: el que fueras subiendo peldaños de árbitro en  campeonatos comarcales, provinciales y regionales y en todas las categorías del fútbol. Pues a tu manera, supiste imprimir un sello de pedagogía de la deportividad y del respeto que han cambiado totalmente la agresividad de otros tiempos, y de la que te  sentías ufano( de gringos se ha pasado a fumarse la pipa de la paz). Y lo mismo, puede decirse de tu periodo de entrenador de fútbol, alcanzaste también éxitos subiendo con tus equipos niveles más altos.


      En la iglesia de el Salvador, cuando el incienso y el agua te envolvían y caían sobre tu féretro, me vino a mi mente cuando te llevaba la revista sanjuanera  por el mes de septiembre y me recibías con gran afecto; me refrescaba de la impronta de tu muerte con el recuerdo  de  los encuentros y de tu abrazos sinceros, con la presencia de tus hijos, tu hermana Nieves, y....recordaba siempre tus buenas intenciones: " El nivel de juego es bueno y en deportividad mucho mejor. Nos ha costado mucho meter a la gente por vereda. Ya van entendiendo eso de hacer el amor y no la guerra". El Dios  del Amor siempre espera con la mano tendida y te recompensará tantos arbitrajes en los que fomentaste la armonía, el compañerismo y  la salud  de la juventud, valores tan importantes en estos duros tiempos.
  


 

La última uva


 

 

 

Al final del último día del año 2013, meditaba qué podía escribir sobre nuestro entorno alcalaíno. Sin darme cuenta, el esquilón de las torre del cabildo  dio el aviso de las primeras doce campanadas del próximo año. Al  caer en mi paladar  la primera uva me trajo a la memoria que acababan los balances del desempleo y se iniciaban  los recortes sanitarios, pero Alcalá anunciaba unas  “Jornadas para Emprendedores”  entre fotógrafos y diseñadores gráficos para  buscar nuevos nichos de empleo;  la segunda uva me recordó un mes de febrero entre carnavales y la sequía, paliado por nuevos visos del Legado Andalus, como socio de honor de Alcalá la Real destino de calidad,   y por  la actuación de Roko en el programa “Numero Uno “de Antena 3; en la tercera uva , cuando marzo marcea, mayo mayea, entre las elecciones andaluzas y  la primera huelga general  del año, se apagó  la luz  en los edificios públicos como protesta mundial; en la uva de abril, que no fue aguas mil salvo algunos días de Semana Santa, se saborearon la feria de la tapa, se saborearon el alcalaíno Antonio Ávila consejero de Economía en la Junta de Andalucía y Rafael Hinojosa, concejal de Cultura, premios de Sonetos de l Olivo en Écija y , por fin,  pusieron flores en el monumento de los muertos por la libertad y la democracia; que “por mayo/ era por mayo, cuando empieza el calor”,  los recortes en Sanidad y Educación y los record diarios de la prima de riesgo agriaban con su remembranza el  mal sabor de boca de la quinta uva; la uva de junio  tenía sabor ácido con el cierre de la emisora local de Onda Cero, pero Roko seguía triunfando y compartiendo su éxito en el Parque Municipal de los Álamos , mientras nos recordaba el nuevo y  maravilloso parque de la aldea de Ermita Nueva; la uva de Etnosur trajo los aires de convivencia en el mes de julio, en medio de los cursos de verano de la UNED, fiestas de Santa Ana y noches de la Mota de la Huerta de Capuchinos; la uva madura y agosteña trasladaba, entre sus saborcillos, noches de la fiesta medieval, concurso de hortalizas en la aldea de Santa Ana, festivales, poesía, canto, creatividad y una Alcalá de progreso cultural en medio de la crisis; por septiembre, uva de mercurio comercial  con sabor de ferias, de ganado, san Mateo y en el recinto ferial de Jaén, Alcalá abría fronteras con un encuentro de emprendedores europeos y Roko “En tu cara me suena”; en octubre, la uva de la vendimia tenía el sabor de emigrantes que marchaban a tierras manchegas y francesas y de  éxitos de atletismo con  el Club Hockey Alcalá, (Mudarra y Blanca Serrano, entre otros) que venían prodigándose  a lo largo del año; suena el reloj  con la undécima campanada, y la uva de noviembre me envolvía  en un mar de lluvias, parecía abril, llueve a raudales y se celebraba con éxito el congreso local de Alcalá, se publicaba el libro Viajeros que pasaron por Alcalá la Real de Ricardo San Martín ,  se celebró la exposición de Caminos de Pasión, y Alcalá inauguraba la primera carrera universitaria con los estudios de  Trabajo Social en la sección local de la  UNED; y tocó el último campanazo, el del celebrarr r la noche entre familias  y amigos , lo que me hizo recordar que la Navidad era la fiesta de la solidaridad, Banco de Alimentos, Cáritas, campañas benéficas, Cruz Roja y el de tantos desprendimientos de muchos alcalaínos,  y se inauguraba la era de la pedagogía del compartir..