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miércoles, 26 de febrero de 2014

OCHO POEMAS PARA EL DÍA DE ANDALUCÍA


OCHO POEMAS PARA EL DÍA DE ANDALUCÍA


         Queremos rendir homenaje a cada provincia de Andalucía con estos ocho poemas, obra de un poeta nacido en cada una de ellas. Pretendemos recoger el espíritu de su época, el alma andaluza y las vivencias de  su en torno para ilustrarnos del alma andaluza y de las circunstancias de su época. Los hemos   conseguido rescatar de un guión que sirvió para celebrar el día de Andalucía en  torno a los años noventa del siglo pasado. Actuaron Angélica Jiménez,  Inmaculada Murcia y  Olga Lizana  que dirigió un baile con  un grupo de danza del Instituto de Enseñanza Media “Alfonso XI” de Alcalá la Real. Fue una bella estampa, y una buena lección para  todos los docentes.


                                     SEVILLA

ANTONIO Y MANUEL  MACHADO , DOS SEVILLANOS

Que cantaron las tierras de Andalucía y sus gentes a  principios del siglo XX.

Cádiz, salada claridad, Granada,

Agua oculta que llora,

Romana y mora, Córdoba callada,

Málaga, cantaora,

Almería, dorada.

Plateado, Jaén. Huelva, la orilla

De las tres carabelas.

                        Y Sevilla.

          



CÁDIZ

            RAFAEL ALBERTI fue el poeta gaditano, por excelencia, que mejor cantó los mares del Sur y la Sierra de Andalucía.


Yo no sé, mi dulce amiga,

Mi amante, mi dulce amante,

Ni cuales son las encinas,

Ni cuales son los chopos,

Ni cuales son los nogales,


Que el viento se ha vuelto loco

Juntando todas las hojas

Tirando todos los árboles.

GRANADA

Federico García Lorca, fue el poeta granadino por excelencia. La tragedia de una vida que se cortó de raíz.

Verde que te quiero verde,

Verde viento. Verdes ramas.

El barco sobre la mar

Y el caballo en la montaña.

Con la sombra en la cintura

Ella sueña en su baranda,

Verde carne, pelo verde,

Con ojos de fría plata.

Verde que te quiero verde.

Bajo la luna gitana,

Las cosas la están mirando

Y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde.

Grandes estrellas de escarchas,

Vienen con el pez de sombra

Que abre el camino del alba.

La higuera frota su viento

 Con la lija de sus ramas,

Y el monte , gato garduño,

Eriza sus pitas agrias.

¿Pero quien vendrá?¿Y por dónde?

Ella sigue n su baranda,

verde carne, pelo verde,

Soñando en la mar amarga.

Dale limosna, mujer

Que no hay en la vida nada

Como la pena de ser

 Ciego en granada.

            HUELVA

            Juan Ramón Jiménez fue el padre de los poetas andaluces de la actualidad. 

            Con mi mitad allí.

            ¡Mi plata aquí en el sur, en este sur,

conciencia en plata lucidera palpitando

con la mañana limpia

cuando la primavera saca flor en mis entrañas!

Mi plata, aquí la respuesta de la plata,

que soñaba esta plata en la mañana limpia

De mi Moguer de plata,

De mi puerto de Plata,

Niño yo triste soñando siempre


¡el ultramar con la ultratierra, el ultracielo!

Y el ultracielo estaba aquí

Con esta tierra, la ultratierra;

Este ultramar con este mar;

Y aquí en este ultramar, mi nombre encontró

Norte y sur, su conciencia penitente

Porque ésta lee faltaba.

Y estoy alegre allí, mi allí, complementándome,

Pues que ya tengo mi totalidad,

La plata mía aquí, en el sur, en este sur.

            CÓRDOBA

            Góngora,  un poeta del XVII  que cantó lo popular y lo culto

Ande yo caliente              

Y ríase la gente.

Traten otros del gobierno

Del mundo y de las monarquías,

,mientras gobiernan mis días

mantequillas y pan tierno,

y las mañanas de invierno,

naranjada y aguardiente.

Y ríase la gente.

Cuando cubra las montaña

De plata y nieve el enero,

Tenga yo lleno el brasero

De bellotas y castañas,

Y quien las dulces patrañas

Del rey que rabió me cuente

Y ríase la gente.

Pues el Amor es tan cruel,

Que de Píramo y su amada

Hacen tálamo una espada,

Do se junten ella y él

Sea mi Tisbe un pastel,

y la espada sea mi diente,

Y ríase la gente.


A CÓRDOBA


¡Oh excelso muro, oh torres coronadas,

De honor, de majestad y gallardía!

¡Oh  gran río , gran rey de Andalucía,

De arenas nobles, ya que no doradas!

¡Oh fértil llano, oh sierras encumbradas,

Que privilegia el cielo y dora el día!

¡Oh siembre gloriosa patria mía,

Tanto por plumas cuanto por espadas!

Si entre aquellas ruinas y despojos

Que enriquecen Genil y Darro baña

Tu memoria no fue alimento mío.

Nunca merezcan mis ausentes ojos

Ver tus muros, tus torres y tu río,

Tu llano y sierrra, ¡oh patria, oh flor de España!





JAÉN

Baltasar de Alcázar, poeta sevillano, que describió una aspecto de la vida cotidiana  jiennense, la gastronomía de la época ( 1530-1606)

En Jaén donde resido,

En Jaén donde resido

Vive don Lope de Sosa, y

Diréte, Inés, la cosa,

Más brava de él que  has oído.

Tenía este caballero

Un criado portugués.

Pero cenemos, Inés,

Si te parece, primero

La ensalada y salpicón

Hizo fin ¿qué viene ahora?

La morcilla, ¡gran señora

Digna de veneración!

Que oronda  viene y qué bella!

¡Qué través y enjundia tiene!ª

Paréceme, Inés, que viene

Para que demos con ella.

Prueba el queso, que es extremo,

El de Pinto no le iguala;

Pues la aceituna no es mala

Bien puede bogar su remo.

 Ya que, Inés hemos cenado,

Tan bien y tan a gusto,

Parece que será justo

Volver al cuento pasado.

Pues sabrás, Inés, hermana,

Que el portugués cayó enfermo..

Las once dan, yo me duermo;

Quédese para mañana



MÁLAGA

Manuel Altoaguirre  fue un malagueño, amigo de Lorca y de muchos poetas, de la Generación del 192.


Ahora que estamos solos,

Desnudos de cuerpo y alma,

Mi beso te rodea,









De un inmenso desierto.

Las arenas se secan,

Se oscurecen los cielos


Y convertido en humo,

Egoísta y extenso,

Invadiéndome borro

Tu vida de recuerdos.

ALMERIA

Al poeta Ben Safar al Marini

Valle de Almería

amada mía!

¡Haga Dios

  jamás me vea

De ti privado,

Jamás me vea!.


Cuando te veo

Vibro cómo vibra,

Tras ser blandida,

La espada de la India.

Y, en su paraíso,

Estés conmigo,

Gozando el día,

Querido amigo.

Pues sus delicias

No las consigo

Ni en cielo eterno

De Alá querido.

No ves como ríen

Junto a la orilla,

Los árboles del río

De maravilla.

Sus aguas danzarinas,

Con flores de collares

sus mangas se prolongan

Hacia los mares.



martes, 25 de febrero de 2014

DESDE EL MIRADOR DE SAN MARCOS


DESDE EL MIRADOR DE SAN MARCOS

 

Subir el camino de la  Virgen de la Cabeza  y pasar el depósito de la antigua Fuente  de la Mora, la Mora Vieja, significa divisar la ciudad desde un mirador único e  inolvidable de Alcalá la Real. Es el mirador de san Marcos. A este entorno siempre hubo que subir; aquí se  halla, - y se encontraba-, un lugar misterioso, sagrado, atávico,  donde acababan los pasos de los primeros pastores de la tierra alcalaína, porque  podían desviarse hacia los portillos de los Llanos (Aspadores, Cerrado, Barrio…) o subir la colina que se orienta a los Tajos de Alcalá para compartir los primeros vestigios de la civilización argárica y divisar, desde el Hacho hasta el camino del Condestable, viñedos y actuales olivares  de Monterrey, la Nava, la Acamuña, Puertollano

y los caminos que nos adentraban a los antiguos reinos de Córdoba y Jaén.

La cuesta de la  subida es dura; se hace dificultoso el caminar en medio de un tren de casas blancas, claro testimonio de una época que se nos fue. Es un legado de la familia Batmala, que la última descendiente, Clotilde,  donó como acción graciosa  a los más desfavorecidos de la ciudad. Pues, todos los bienes de aquel grupo de emigrantes franceses de los Bajos Pirineos se quedaron para la posterioridad convertidos en unas decenas de viviendas para las familias alcalaínas que no tenían donde caerse muertos en los años de la autarquía y para que las pudieran  disfrutarlas en vida gracias a las concesiones de los descendientes de aquel patronato benéfico que presidía el alcalde de la ciudad. Cada casa es parte del  ahorro de aquellos industriales,  banqueros y comerciantes de origen francés con el apellido de Lalolya, Corrucou, Govert…También de la sangre derramada del alcalde republicano Pablo o Pablito Batmala, ya que sus bienes le fueron incautados tras su fusilamiento, y su hermana los recuperó para agregarlos a esta herencia  solidaria, fraternal o, como  se la quiera llamar. Y así su altruismo perduró hasta nuestro tiempo.

Al superar la cuesta, se ofrece un altozano con la ermita dedicada a san Marcos y donde se cobija la imagen de la Virgen de la Cabeza. Un recinto prehistórico, histórico y moderno con perspectiva de atalaya de la ciudad.  En la parte trasera, dentro de la fábrica de la ermita  han quedado cobijados el pequeño cenobio franciscano, el templo de San Marcos y la tradición romera y ganadera de una población, que fue desgraciadamente a menos, absorbida por la agricultura de la triada mediterránea (viñedo, cereal y olivar) y  que, en nuestros días,  ha quedado sometida al  monopolio del olivar.

Si avanzamos hacia el ocaso del sol, este mirador nos recorre la evolución urbana e histórica de la ciudad: desde los restos del poblado argaríco hasta la ciudad moderna construida por los Reyes Católicos por la zona  que desemboca en el barrio de la Tejuela, pasando por los únicos parajes  con toponimia árabe (Cauchil, Azacayas…),  recorridos por una canalización de aguas que se remontan a la época romana y abastecieron a las alquerías musulmanas gracias a los rebosaderos de los Llanos. Por eso, no es de extrañar  que en estos lugares se albergaran las quintas de recreo de nuestros antepasados, y, también,  de algunos contemporáneos, donde celebraron acontecimientos y efemérides curiosas y nefastas en el sentido etimológico de su palabra latina-nefas, en contra de la voluntad divina y la ley- o hicieron  contubernios durante los gobiernos turnistas o en la época franquista.

Desde el borde del mirador la vista, a través de la agroganadera calle de la Antigua-por eso que había una calle de la cofradía del mismo nombre- la vista se dirige a la cardo alcalaína  de la Tejuela. Vía, antaño radial y comercial, de la ciudad, cuyo primer hito o mojón lindero se encontraba en el Humilladero de la Tejuela, junto a la fuente levantada por el corregidor Francisco de Chirinos y cerca del derruido lavadero de Sacamoños, edificado en tiempos de la II República; el segundo testigo  correspondía a la puerta Villena junto a la cruz del mismo nombre.  Ambos  mojones  se han sobrepasado por los años sesenta del siglo pasado  dando lugar a varias barriadas ( desde la Carretera de Priego al camino de Charilla)  que denotan un desarrollismo urbano sin control y claro testimonio de una  sociedad que avanzaba  en los primeros peldaños de su  ampliación de la clase media. La Tejuela fue el más barrio más dinámico de la ciudad  durante muchos tiempos. Allí nació, tiempos ha,  el tejido industrial  con las atarazanas, las cantarerías, los primeros telares, y las primeras fábricas textiles ( Comercial Castilla, Piñas, Barrio..), la primera almazara de aceite de la ciudad, las imprentas ; en este barrio, se concentraba el sector de servicios predominando las instalaciones  comerciales (como las fondas, posadas, mesones de caballerizas, tabernas, abacerías, tiendas de cereales, talabarteros,) y los establecimientos administrativos tanto civiles (como la Cárcel del Partido, la  primera Casa del Pueblo, la casa del corregidor y hasta estuvo el Ayuntamiento) como los recintos religiosos con la iglesia principal de la ciudad ( Santa María la Mayor) y oratorios como el del Ecce-Homo.

Desde el mirador, la Tejuela todavía se yergue como un importante barrio, en el que todavía mantiene el compromiso de subsistencia y de progresar a pesar de los embates y envites  del sector sur de la ciudad. Por eso, no quiere perder ser  el centro de la vida alcalaína en los momentos  más importantes del año; ahora celebra las fiestas de la Coronación Canónica de la Patrona; otras veces fue la entrada  o  la alfombra  de llegada para muchas personas importantes. La Tejuela nunca quiso perder el tren.

 
 


 

 



lunes, 24 de febrero de 2014

OBITUARIO DE MICHAEL JACOBS. UNA FOTO EN EL MUSEO DE SAN JUAN.


MICHAEL JACOBS



          
visita  al museo de San Juan. Curso de ingleses. Universidad de London.
 
Se ha repetido un gran número de frases elegíacas para el epitafio de Michael Jacobs, me quedo con la de el profesor Daniel García Posada, recogida de los versos de Calímaco” “Adiós a un amigo. Los buenos nunca mueren”. Y en verdad comprendo  el sabor agridulce que el corresponsal alcalaíno Santiago Campos sentía, durante  el pasado fin de Semana, al subir por los alrededores de la casa de este hispanista afincado en Frailes. Una casa, con la que compartió esos momentos horacianos de la entrañable amistad. Unos momentos como los que cantaba el poeta romano a Delio, -y, en este caso, transformó su raíces romanas por  la atalaya del Calvario y la mirada hacia el Velillo-:

Te irás del soto que compraste, y de la casa, /y de la quinta que baña el rojo Tíber;/te irás, y un heredero poseerá/ las riquezas que amontonaste./ .  Pues su casa de campo fue  Para Michael  como en el poeta latino el mismo lugar descrito en la Oda XVII del libro Primero:

Aquí, los apriscos no tiemblan a los lobos de Marte siempre que la siringa armoniosa hace resonar, Tíndaro, los valles y las rocas pulidas del inclinado Ustica./Los dioses me guardan y a ellos son gratas mi piedad y mi mesa. Para ti correrá aquí, en mi heredad, la Abundancia hasta rebasar pródigamente con su cuerno generoso los ricos bienes de los campos:/ aquí, en la profundidad de este valle, evitarás los ardores de la canícula, y con la lira de Teos cantarás los amores que por Ulises sintieron Penélope y la marina Circe; /aquí, a la sombra, saborearás copas de un Lesbos inofensivo; no verás a Semeleyo Tioneo trabar combates con Marte y no tendrás que temer recelosa que el brutal /

Pues tu casa fue lugar de encuentro y simposio literario, congreso de artistas, rescoldo del calor humano de la gente de bien serrana, el tesoro encontrado tras un periplo terrenal por muchos rincones del mundo. Este lugar  ha sido, como dijo el poeta,  el símbolo de tu último adiós al que te llamó el cruel Hades, pues fue inmisericorde, no te dejó gustar las mieles de la nueva asociación con la imago de tu amigo el Sereno presidiéndola en la sombra:    Que seas rico y descendiente del venerable /Ínaco nada importa, o que vivas / a la intemperie, pobre y de ínfimo linaje: /serás víctima de Orco inmisericorde. /Todos terminaremos en el mismo lugar. /La urna da vueltas para todos./Más tarde o más temprano ha de salir/ la suerte que nos embarcará /rumbo al eterno exilio.

            Eras hombre de pax augusta, con orla y dintel  anglosajones: en tus pies, podríamos colocar la primera estancia que tuviste en nuestra tierra de la Sierra Sur a través de  los embajadores alcalaínos, allá  por los años setenta; el fuste ha sido esa devoción  y profesión voluntaria ( en el sentido etimológico de la palabra)  de labor literaria, cultural y anfitriona  para las tierras de la Sierra Sur, y, sobre todo para  Frailes;  en sus estrías están grabadas las amistades ganadas y conseguidas, tus proyectos anhelados y por hacer, tu participación en tantos actos como Etnosur, Jornadas Culturales, miembro activo de El Dornillo,   episodios inéditos como la del cine frailero, la ruta del los cursos de la universidad  de London con estancia y visita en la Mota …;. Y  el dintel, estará coronado  con aquellos párrafos del cuento”La Noche que soñé que todo el mundo había venido a la Sierra Sur”  que escribiste para Etnosur : “Veo que han ido con su hijo al festival, y que el abuelo también ha ido”. Yo no tenía ni idea de quien estaba hablando, y sólo entonces, sacudiendo lo que quedaba de mi visión del universo en el que se había convertido la Sierra Sur de Jaén, lo hice lentamente, y me di cuenta con horror que el viejo era yo.” Qué más puede pedirse”. Gracias M.Jacobs, que no me sentaron mal aquellos párrafos de la Fabrica de la luz. Me encantaba tu socarronería como a ti el caldo de la taberna de Miracielos en busca de los masones perdidos. Me siento orgulloso de haber sido tu cicerone siempre que me los solicitabas, y me hago eco de  aquella frase” no me llames , extranjero”. Pues, eres un hispanista universal.

 

 

domingo, 23 de febrero de 2014

CON HUERTA DE CAPUCHINOS POR LA RUTA DE ENTRE ARROYOS


DIARIO DE LAS RUTAS.
 
DÍA 24 DE FEBRERO DE 2014. POR ENTREARROYOS
 
Me pidió nuestro amigo rutero Fernando del Pino ( que no Alejandro, como ha salido en anteriores ediciones, perdón) que hagamos un diario de rutas recogiendo los testimonios que observamos en su recorrido. Hemos reiniciado, tras las  lluvias y el tiempo lo ha permitido, la reanudación  las rutas ecocostumbristas. Esta primera recibe el nombre de ENTRE ARROYOS por extenderse entre los arroyos de Fuente Nubes y Alamoso, aunque, más bien , del arroyuelo de los Verdugos hasta la Divisoria.   Y se formó un numeroso grupo de unas sesenta personas, que acudieron a la cita de la Plaza de Juan Carlos I, para dirigirse en coche a la Pedriza. Nos  acompañaron  varios guías nacidos en la zona Antonio García, Juan Hinojosa y Paco, a los que les agradecemos su saber, su dedicación para preparación y su acompañamiento.
Iniciamos la marcha en el antiguo paraje del cortijo del Toril, actual fábrica sin funcionamiento de San Francisco de La Pedriza; de allí pasamos al camino de los Verdugos, bordeados por un arroyo con el cauce repleto de agua y varias fuentes, pequeño camino,, antigua senda  llana y suave entre el Toril y  cortijo de Blancares, que nos adentró al antiguo camino real del Algarinejo. Tuvimos la fortuna de ver una fuente canalizada cerca de una pequeñas cascada, más bien salto de agua. Juan nos hizo la observación de la continuación de este  camino real  hacia la casería del Águila con dirección hacia el sureste y manifestamos su transcendencia viaria en el pasado musulmán porque unía  el antiguo asentamiento del Castellón y e Bajácar con Alcalá la Real y de aquí  a Montefrío ( por cierto, estos  topónimos, con sabor antiguo, son casi únicos en el término de Alcalá la Real). Por un pequeño repecho dejamos a los lados el cortijo de Blancares y el paraje de Vedugos, y  oteamos en el horizonte algunos cortijos a las faldas de las Peñas como la Parra y el Alamoso, al mismo tiempo que llegamos a la Cruz de Telera, donde se bifurca un camino hacia el Castellón y  el actual resto del cortijo de Telera. Antonio García nos comentó las vivencias de su niñez, cuando se  organizaba para los habitantes de aquellos lugares  la fiesta de la Cruz por el 30 de Agosto y  Juan nos insistió en la cofradía organizadora, y en aquel paraje singular donde bailaban al son de orquestas, como la Florida,  y  al compás de unos pocos instrumentos para pretender los mozos a las mozas y a la inversa,.   Bajamos hacia el Alamoso, donde contemplamos un cortijo, el de Ramírez  donde comentamos algún sabotaje en último episodio bélico. Y nos dirigimos a otro promontorio marcado por una cruz que dirige al cortijo de la Mata, desde allí puede contemplarse el cortijo del Sapillo. Todo esto entre algunos quejigos y encinares y mucho olivar.
El paisaje recuerda los tiempos del repartimiento de Carlos V y las tierras de propios concedidas por los Reyes Católicos  al cabildo de Alcalá la Real para mantener su hacienda.
Al llegar al Sapillo, comentamos la evolución de este cortijo como bien de propios desamortizado en tiempos de Madoz; su era muy extensa en la que se trabajarían las parvas de un terreno que  superaría las 600 fanegas de cultivo, rico en cereales( trigo, cebada, yero, escaña, . en forma de vecería..) . Contemplamos el cortijo y las fuentes cercanas, ( una la que dio el nombre por eso de tener  bastantes sapos) ya que llegó a conocerse todos estos parajes por el de Fuente de la Piedra, que quedó reservado a terrenos que pasan a la divisoria, donde llegamos. Bajando la carretera asfaltada entre los términos de Montefrío y Alcalá, divisando Venta Quemada, llegamos al camino viejo de Montefrío. Lo recorrimos hasta un olivar donde acaba y por tierras de olivar y cereal llegamos al arroyo del Alamoso, bonito lugar donde se divisan los Cotijuelos . Una cuesta y un camino casi abandonado nos llevó a la Encina Leona, donde contamos el cuento del tesoro escondido y el enriquecimiento de una familia que compró varios  cortijos con el descubrimiento de aquel ; pasamos por el cortijo de Bajácar.  Dejamos atrás un  cortijo del Castellón abandonado y con restos  de cultura lítica del homo neadertalensis, a través de  un camino de piedra, divisamos la Pedriza. Fue un día de sol y alegría, por la reanudación de la marcha y nuevas incorporaciones. Eran las catorce horas y catorce minutos, cuando miramos el reloj.

Añadir leyenda
 
 
En suma, hemos recorrido este paraje singular e histórico, Entre los arroyos de Fuente Nubes y Alamoso, pasando por otros como el de Verdugos y  Sapillo, en medio de antiguos cortijos, unos en pie (Blancares, Cortijuelos, Norias, arroyo de Alamoso, Cruz de Telera,  Bajácar)  y otros abandonados como  el Castellón. Se encuentran caminos que fueron importantes como el del Algarinejo y el viejo de Montefrío. Los quejigos y las encinas  quedan como testigos de un paisaje antaño cerealístico  y ahora de olivar y último bastión de tierra calma. La divisoria ha ejercido de límite de nuestro recorrido y la leyenda de la Encina Leona es el argumento básico de una zona donde los musulmanes tuvieron alquerías, poblados, cementerios y  recuerdos de historia como  La torre del Castellón. Las cruces del camino y las fuentes acercan al pasado cristiano, así como la era a tiempos actuales donde  la maquinaria humana no había llegado.
Tras el paréntesis de la visita cultural  a  Extremadura, continuaremos con las rutas programadas para el mes de marzo y  abril, la primera  por los caminos del Alamoso y las Peñas.
Rogamos que os inscribáis a la ruta del Califato , etapa de Baena y pueblos de alrededor en Bodegas Campoameno..
Muchas gracias los guías y personas que hacen con sus coches. La visita no ofrece ninguna dificultad para acompañarnos.
Bienvenido

 



Veteranos de la marcha y ruta

 



Magnis itineribus

Baj a agua

En marcha

 



En el Sapillo

 


Paco el fotógrafo cazado



 



Alejandro y el niño invencible


Hacia la sombra

 

Un grupo excelente


El descanso del guerrero...y de las guerreras en el Castellón

Hacia el Castellón, qué duro!

Un quejigo

La Pedriza al fondo


Julián siempre en cabeza

Un bichito encontrado por Rafa Cano-Caballero
 
 
FIN DE RUTA