Archivo del blog

lunes, 31 de agosto de 2020

LA COFRADÍA DE LA VIRGEN DE LA CABEZA A MEDIADOS DEL SIGLO XVIII

Pocos documentos encontramos de la cofradía de la Virgen de la Cabeza de Alcalá la Real en el siglo XVIII.


Y menos aún, a partir de su mitad. No obstante, podemos manifestar que la cofradía pervivía con su organización ya arcana. A través de un documento del escribano Juan Gutiérrez de Hinojosa ( Legajo 5464, folio ilegible que no llevó derechos pero dio fe) en 21 de mayo de 1757, se firmó un contrato de compraventa entre la cofradía romera y el presbítero y notario mayor de abadía don Ceferino de Torres por juro de heredad para siempre jamás. Por ella, se ratifica una casa abandonada que poesía en la calle de los Moros, que bajaba a la de los Vicentes en el Arrabal Nuevo como bien propio legado por uno de sus devotos, y que ya aparecía entre los bienes del Catastro de la Ensenada. 
Su organización mantenía como principales cargos directivos el el hermano mayor, en este caso Blas García, y como alcaldes Francisco  Antonio Ibáñez y Bartolomé Cano. La casa se cita como pequeña y perteneciente  a la parroquia de Santo Domingo de Silos, lindaba por lo alto con la casa del comprador y por lo bajo con las murallas, citándose tambien por el corral la calle Romero.  Se valoró en 70 reales de vellón. 
Curiosamente no aparece citada como cofradía, sino como Hermandad de Nuestra Señora de la Cabeza  y fueron testigos de la transacción don Juan de Callava, Pdro Alcalá  y José Nieto.
CONCLUSIÓN
Es un documento interesante, porque la cofradía de la Virgen de la Cabeza nunca decayó, siempre se mantuvo a pesar de los tiempos de rigorismo ilustrado, y las familias solían ser casi siempre de los Cano , García e Ibáñez como mantenedoras de culto y romería ocupando cargos directivos. No fue la única casa que compró Ceferino de Torres por este entorno, otra  en la calle Cava compró a Petronila del Álamo, lindera con la muralla por los corrales. 

domingo, 30 de agosto de 2020

FERNANDO DE TAPIA, PAPELES COMO CORREGIDOR, ALCAIDE DE LA TORRE DE FUENTE ÁLAMO Y EN LA HUIDA DE LOS FRANCESES DE ALCALA LA REAL



                                                                                                                                                                                                                        
 ESTE DOCUMENTO RECOGE LAS ALEGACIONES O MEMORANDUM  TRAS EL JUICIO DE LA RESIDENCIA PARA ESCALAR CARGOS  O RECIBIR MERDEES. EM 1815 LO HACE DON FERNANDO DE TAPIA COMO CORREGIDOR INTERINO DE ALCALÁ LA REAL EN TIEMPOS DE LA ÚLTIMA ETAPA DE LOS FRANCESES EN LA GUERRA DE INDEPENDENCIA. MUY INTERESQANTE POR APORTAR DATOS SOBRE LA RETIRADA Y LA PERESCUCIÓN DE LAS TROPAS POR LOS ESPAÑOLES. ASÍ COMO LA ALCAIDÍA DE LA TORRE DE  FUENTE ÁLAMO.




LA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS Y LA FAMILIA DE LOS TAPIA


La imagen e iglesia de Nuestra Señora de las Angustias se encuentran muy ligadas. Pero, antes de que diera nombre a la iglesia y se ubicara en su altar mayor residió en  la iglesia de la Santa Caridad, donde muchos devotos le ofrecían mandas testamentarias y se enterraban en una altar lateral que existía en la iglesia del Hospital del Dulce Nombre de Jesús y Santa Caridad.
Entre los devotos, hemos encontrado algunos que se enterraron bajo sus pies y otros que hicieron mandas testamentarias como Francisca de Tapia, miembro de una ilustre familia alcalaína. Hija de don Juan de Tapia y Castilla y doña de Santiago de Alba y Pozo, hermana de don Francisco de Tapia (a quien otorgó cuatro fanegas de viña  en la Camuña). Por su testamento ante el escribano Gutiérrez de Hinojosa se nos muestra su biografía y su entorno social y familiar.  De 50 años de edad, se presta hacer un interesante testamento en dos d
Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBzYDZKN00JL1Nfw8Qxb5nGuuFuY1_jVp0Jny1crEyfmLDnY6TIP5xzvebQUWbM-0P2CEBAo5O-61NzDLjlHBEP7NuT2BgYgpZ_aRbWZQNDGt3bYwBTVrRc28gt1wcz_UA6a_wJxblUBE/s640/DSC00485.JPG

Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhRWTksTB8yACnl8a9W5QMnFfmIt_rnf3Da29k1xjqIFx9DA17h8uBE1W-FqNwZMDHC7PLYeOdVCVk-TCbzS9z4iE9rPEfyOgKos0Qdh7JR8UicTOEQXW2_cBi8oSZnJrtBV-FAafbT3E/s640/DSC00486.JPG

Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3EcBxWIJd3TXwy6gwRHYWjsPvHtkd0b5f4lWUzOBN93gIGOPthMhaqjMu_rMTR7Q4qHt1PsKTIrlSyuneLMS-jcssQ1qVE96IBvvjHpiJ32aYzsIn4LKL2N5Xr8VFq5kqm2HXRJscBhE/s640/DSC00487.JPG

Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZ2eBqF8iLrta60tOkpN3_Zloxsq-0Izx9Lr9ENXmLCftkcfuKxXytBoBYuhS06hMGlQNdAlw0yBBjcTvTdKakvFNA0B8p6EtV6skRBgHcixasOf7A6_Q40vOkrpFg0wNyFaIAHdfvQqI/s640/DSC00488.JPG


e enero de  1755 No se enterró en la iglesia de la Caridad sino en una bóveda del convento franciscano  de Consolación con el ritual acostumbrado de acompañamiento de capellanes y beneficiados en el entierro y misa de réquiem en la iglesia. Nada menos que dos mil misas se le dijeron por su alma, rezadas la mayor parte en la Parroquia de Santo Domingo de Silos y el resto en conventos y otros templos.  Fueron sus albaceas dos miembros del clero, uno regular y otro secular. Viviá en la calle Antón de Alcalá, la actual calle del Horno, lindera su casa con otra suya por la parte alta, y por la baja con la mansión de don Fernando Montijano, con la que fundó una memoria y aniversario de dos misas por el alma de sus padres ( dos cantadas el día de la Octava y el siguiente de la fiesta de San Francisco en el convento de Consolación; y la otra rezada el día de San Andrés con su sermón, encomendaba el pago y dejaba para ello estos bienes :  una  casa a sus sirvientas junto con una haza de olvos de fanegas de tierra en la Fuente de la Salud   Rufina Cano Caballero y otra casa en la calle Peso Viejo y  y media fanega en Rompeserones junto con una haza en las Azacayas linderas con arroyo y dividida por el camino,  a  Francisca Extremera, y tras su muerte, el propio convento franciscano. Les dejó un contador para cada una, un arca, un cofre, un bufete grande, otro pequeños  y todos los lienzos de la  Sala, excluido de la Sala del estrado, una caldera, sartén, trébedes, mitad de asadores, candiles  y toda la ropa de uso y cama.  Era heredera y patrona de la memoria de Juan  don Juan Moira garrido en el mismo convento  con la que pagaba nueve reales de vellón por misas rezadas por su alma. Fundo otra memoria de misa en honor de San José, en el altar y capilla de la iglesia franciscana de Consolación por el cura don Felipe del Rincón, además con el resto de los ingreso se debían destinar a los pobres enfermos del Hospital del dulce Nombre de Jesús. 
Dejó encargado otra memoria de misas en el aniversario  de las Ánimas Benditas a sus criadas en la iglesia y por la cofradía de la Veracruz sobre un censo de 200 ducados sombre los bienes del presbítero don Juan Antonio de Contreras. 
A sus sobrinos don Francisco y Gracia de Tapia dejó  cinco fenegas de la Haza del fresno en Palancares,.  y un censo que pagaba sobre unas casas del Llanillo don Juan Lorenzo del Barrio .
Otra memoria fundada con su prima  doña Manuela de Tapia  sobre ocho fanegas y tres cuartillas en la  el sitio de la Fuente Nueva, la dejó también para los sobrinos. Nada menos que dio cien libros de oro y el costo de asentarlos  de limosna para el retablo de San Francisco que se estaba haciendo en el convento franciscano de la Orden de Tercera en Consolación, por cierto era obra del arquitecto Felipe García Peinado. No es de extrañar que nombrara como heredero a fray Gaspar Cano bajo la licencia del provincial fray  Antonio de la Peña  Narvaez  de la zona de Andalucía. 
Dejó otra casa en la calle Peso Viejo a su criado Vicente de la Torre, esquina con la calle Espinosa  y confrontaba por lo alto con la casa que dejó a su criada Francisca Extremera. También le dio un extenso ajuar y muebles (cama de madera, colchones, sabanas, almohadas . sillas,  trébedes y candil ).
Poseía también la memoria de su abuela María de Alba  con dos abrazadas de viña en la Camuña  y dejó de patrón a don Alfonso de Alba, a la que dejo otro censo de una memoria de Juan Núñez de Contreras 
A don Fernando Rincón le otorgó otras casas que poseía en la calle Oteros, linderas con casas  don José Ramírez de Tordesillas, presbítero  y por la parte alta con las suyas; además  donaba un manto, un bufete, seis sillas,  cuatro lienzos de pintura sin marco , uno del Descendimiento de la Cruz, otro de San Luis Obispo , otro de Santa Lucía y otro de Nuestra Señora.
 También donó a doña María Manuel de Saura, un censo de cien ducados para que dispusiera libremente y cargado sobre el cura don Juan Cedilllo.
Poesía otro censo cargado sobre unas casas que pagaba García Gallardo y lo dejó en manos de fray Juan Nieto, arquitecto, del convento de Consolación, y tras su muerte a la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús para que se dijera la fiesta en la iglesia del convento dominico del Rosario.
Quiso dar constancia de la ruina del cortijo de Calero, de la fundación de don Miguel Terrones, desde al año 1710 hasta 1751.


MEMORIA DE NUESTRA SEÑORA DE LAS ANGUSTIAS
Dejó en forma de legado  y de fondos sus casas principales de la calle Antón de Alcalá linderas con las suyas, que dejó en posesión y proopiedad de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora Santísma de las Angustisa sita en la Iglesia de la Caridad de esta ciudad, para que los cofrades de su Santísima Madres dispongan lo que sea más conveniente  y no dejen se arruinen las dichas casas  interim no  dispongan de ellas  y lo tengan para todo lo necesarios. 
   .Tenía otra casa en la calle de la Peste  ( lindera con casa de Juan Mellando y  y por la baja Juan de Ibañez de Baeza) que dejaba a su parienta sorAna de San  Jacinto del convento de la Trindad  y después a la cofradía de Nuestra Señora de las Angustias, con las mismas condiciones de conservarla  y  fines declarados anteriormente. A su parienta monja curiosamenrte le mandó " un niño Jesús  de talla con todos sus vestidos. y alajas de oro, perlas y plata, para que se le engrueas cuando falleciera y dispuesiera de ello".
Otra cas de la misma calle, lindera  con las casas de la memoria de Rosa López y por ljo casas de su haboitación las dejó también para la cofradía y tenían un censo de cien ducados  para pagar al Hospital del Djulce Nombre de Jesús . Y los deja estos censo para el sSantísmo Rosario que llevaban a cabo el Viernes de Dolores la cofradía de las Angustias en su procesión y  " y como convenga para el cultor de dicha imagen".
Otras casas que se encontraban en la calle rReal , linderas  con las casas del presbítero don Jos´ñe González , presbítero, cargadas coin un censo de 19 reakles cada año que se pagaba al cura don Agustín Garrido, dejo a syus sobrino don Antonio y doña Gracia y despies dejó en posesión y propiedad de la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de las Angustias poara que los cofradfes de su rosario dispongan de ella en la forma que da prevenida. anteriormente. 

sábado, 29 de agosto de 2020

LA CARTUJA Y SUS CORTIJOS DEL ENTORNO ALCALAÍNO. EL CORTIJO DEL MENCHÓN BAJO (ii)

A partir de la compra de los cortijos alcalaínos en torno a la frontera entre el reino de Granada y Jaén por parte de los monjes de la Cartuja de la ciudad de Granada,  todos ellos se vieron regulados por una serie de contratos, ya que la mayoría de ellos eran arrendados a  labradores alcalaínos o de algunas de las ciudades del entorno granadinas como Moclín, Íllora, Montefrío o Colomera.
Por varios documentos ante el escribano Juan Gutierrez de Hinojosa podemos sacar una sere de conclusiones sobre su foma de vida a mediados del siglo XVIII, aunque se remontan con algunas variantes a los siglos anteriores en el momento de la compra doscentos años antes. 
Solían los monjes enviar a la ciudad de Alcalá un monje comisionado con el poder ante el escribano de Granada  que firmanba ante el notario las escrituras con el otorgante de la comarca alcalaína y de las tierras del Norte de Granada. Generalmente, Se  reservaba una parte de cuatro  de las tierras de mieses y semillas, Solía sembrarse trigo, cebada y otras semillas como lino, yero  y habas. Le pagaban otros emolumentos como una carretada de paja, una fanega de trigo por las casas del cortijo,  que solía pagarse por el día quince de agosto.y y otra para el capellán que acudía a decir misa a la ermita que se encontraba en el Menchón Bajo. El monte les proporcionaba la mitad del producto tasado antes de que lo invadiera el ganado  para comer la bellota; para ello se buscaban por las dos partes personas expertas en la agricultura, lo que solía pagarse por San Miguel. Una obligación especial consistía en la entrega de un pavo por Navidad por el concepto de la  arreala que es lo mismo  que el estipendio de la reala por tener ganado en el monte.
La labor agrícola obligaba al arrendador a vista de peritos del campo a los barbechado



os, alzados, vinados, rozados y escardados, así como la obligación de tener un numero de yuntas ( cuatro para el Menchón Bajo), todas las labores y el producto se controlaban en la  era  que había de estar limpia un mes anterior y solo ppodían entrar el ganado a la hora de la trilla. No se permiían tener  otro ganado en el cortijo salvo el cerdo, las habas se empleaba para hacer cebo para los bueyes ( cuatro fanegas sembradas den Menchón Bajo).  Se impedía la tala y corte de cuaqluier encina o quejigo , salvo las que no podían utilizarse o estuvieran secas para la lumbre; y había que pedir permiso para cortar leña para aperos de labranza y carretas, solo de encina. Los estiércoles de los tinados se empleaba para la tierra del cortijo, donde se obligaba a vivir al arrendador.

EL CORTIJO DEL MENCHÓN ALTO 
No era su nombre exacto sino Manchó, a saber , según la DRAE en los sembrados y en los matorrales, pedazo en que nacen las plantas muy espesas y juntas. Más bien  Parte de una tierra de labor que por un año se deja para pasto del ganado.
En 1748, fue su otorgante del arrendamiento Diego Ruiz, se encontraba entre los términos de  Íllora y Alcalá la Real y lo hizo por tres años. Con fecha de  13 de abril de 1751, se comprometía como otorgante del arrendamiento José Nieto, y destaca que el cortijo se componía de casa de teja,  pajares 3 pesebres, una pila,  dos brocales para pozos  y tinado. El fraile Juan de Badajóz venía como apoderado por el monasterio para firmar la escritura en las condiciones comentadas para todos ellos, en este caso destaca una parte para ellos de las cuatro de trigo, cebada y semillas
Se componía de tierras de labor y monte. 
EL MENCHON BAJO
En 1751 lo hicieron con los hermanos Francisco y Pedro García Ibañez, en la misma fecha y con el mismo monje apoderado y en la misma proporción de renta en productos. 
El Menchón Bajo suele componerse de varias casas , 12  pesebreras,  8 pilas,  tinado y una ermita, donde acudía un capellán para decir misa, al que le daban una fanega de trigo, en dicha ermita estaba San Isidro y servía de lugar de encuentro de los cortijos colindantes como el Menchón Alto y la Alhondiguilla. 
LA ALHONDIGUILLA
Por un documento de 19 de octubre de 1748, aparecen unos datos muy interesantes de este cortijo que se arrendaba junto con los dos cortijos del Menchón Bajo al labrador Fernando Márquez. Se hacía por espacio de tres años  y en las mismas proporciones de renta de productos y semillas

EL CORTIJO DE ACEQUIA
Es muy interesante el arrendamiento que hizo Mateo Martín Cid en 23 de octubre de 1749, pues mos muestra un cortijo de tierra de labor y monte de encinar, que albergaba una casa de teja con nueve pesebreras, lo que nos ilustra del ganado de yunta para la labor, fija que son de piedra así como tres pilas de la fuente de agua que había contigua. Por este tiempo se arrendaba de tres partes una para el monasterio. 
CORTIJO DE LA PARRILLA
Se arrendaba a Justo Valverde y se componía de tierra de labor y monte, con una casa, pajares, 8 `pesebres. La renta era de cuatro partes una, y se pagaba la arreala con el pavo,  las carretadas de paja y el pavo.
CORTIJO DE LA MELERA
Se encuadra dentro del término de Moclín y se arrendaba por 1748  a Pedro Rufián en las mismas condiciones
CORTIJO DE SANTA MARÍA
Se arrendaba òr 1746 sa Juan Serrano, se compponía de casa de teja, pajares y tinados y tierra de labor y monte.
EL CORTIJO DE LAS JUNTAS
Se le añadía una pieza de vega de riego y se arrendó por el anterior.
EL MOLINO DE LAS JUNTAS
Se arrendba a Francisco de Peñalver y Antonio de Trujillo. Era de dos paradas ( blanca y baza), y se le añadía dos fanegas de tierra de regadío. Con una renta de dos fanegas de trigo limpio cada semana. Es muy interesante el contrato porque viene descrita toda la maquinaria.
CORTIJO DE ZAFARRETAMA DE COLOMERA
Se le arrendó a Francisco Celedonio del Moral.
CORTIJO DEL MORALEJO
También pertenecía a la Cartuja. Poseía varias casas, seis tinados y doce pesebres. En 1756 se arrendóa a Antonio Rosales de la Peña, vecino de Íllora. 
LAS TIERRAS DEL CHPETE
Por un documento ante Andrés de medina  el labrador Antón López de las Higueras arrendaba  las tierras cartujanas del Chupete en 20 de  1568 comn el fraile Francisco Martín . Eran 90 fanegas de tierra calma con unas csas cortijo que en ellas tiene el dicho convente, lindero comn tierras propias de la ciudd , Bartolomé Jiménez y camino que se dirigía a los molinos de Guéscar.  La renta consstía 40 fanegas de trigo y coico de cebada.

viernes, 28 de agosto de 2020

LA LEJÍA, UNA FÁBRICA EN LA FUENTE DEL REY EN EL SIGLO XVIII


Ea curioso que  se cite como  inventor de la lejía al químico francés Claude Louis Berthollet en 1779, ya que deescubrió que el cloro mezclado con agua producía un estupendo agente blanqueador. Era el principio de la lejía tal y como hoy la conocemos y le dio el nombre de Eau de Javel. Una solución muy potente que mejoró filtrando el cloro a través de una mezcla de cal, agua y potasaEn 1799 el químico inglés Charles Tennant descubrió un procedimiento para transformar el Agua de Javel de Berthollet en polvo, polvo que simplemente se añadía a la colada. Sin darse cuenta acababa de revolucionar la industria del blanqueo de ropa.

En la fuente del Rey se enconrtraba uno de los lavaderos más importante del la comarca abacial hasta tal punto que por los setenta del siglo XVIII hubo que cubrirlo evitando la mirada de los maintencionados sobre las lavanderas en su labor de colada. Las lavanderías y coladas se remontan a tiempos de los egipcios. No es de extrañar que, a lo largo de la historia, el blanco siempre fue un color preferido para la ropa, sirva de ejemplo la toga romana.por lo  tanto estamos de acuerdo " El blanqueo requería operaciones trabajosas y lentas. El blanco era color importante como símbolo de pureza, los que deseosos de conservar blancos sus vestidos de lino los empapaban en lejía muy alcalinaExistía un encargado de calibrar el tiempo que la prenda debía permanecer sumergida para evitar que saliera hecha trozos. Con anterioridad al invento del detergente las amas de casa tenían que enfrentarse a remedios poco gratos, pero eficaces.

Dicen que  la orina fue empleada como lejía ya que contiene amoniaco. De hecho, en una de las operaciones previas se recurría al “orinado” de la ropa, llevado a cabo por unas cuantas lavanderas, generalmente las más viejas. En el  Renacimiento era un recurso orinar sobre la ropa sucia antes de meterla en la tina, en una solución de agua jabonosa. Culturas del mundo antiguo como la fenicia, la cultura griega o en el Imperio Romano además de la egipcia, utilizaron procedimientos para blanquear su colada.  El término colada significa precisamente la acción de blanquear la ropa metiéndola en lejía caliente. La mayoría de aquellos métodos, cuenta el historiador y naturalista Plinio, empleaban agentes blanqueadores tan curiosos como la orina podrida o las tierras arcillosas, dada la alcalinidad de esas sustancias.
Para el proceso del blanqueo Plinio habla del strucium, refiriéndose seguramente a la planta saponaria de flor parecida a la clavellina; pero también se echaba mano de ácidos sulfurososálcalis y otras materias.

 En el Siglo XII, ya  se entendía por lejía el cocimiento de cenizas vegetales en agua: era lo que usaban las lavanderas para blanquear la colada.

Y las cenizas de los hornos estaban muy controiadas y valoradas de tal manera que en las ordenanzas alcalaí



nas se reservan varios artículos para su aprovechamiento.
Este procedimieno se empleaba en la Fuente del Rey a mediados del sigo XVIII tal como se entiende la lejía por aquellos tiempo diferente al producto científico. En esta zona rural, el cura Juan Nicasio arrendaba por el 1747 a Matías Placios una casa y una caldera para producir lejía. Pues se obtenía  mediante el procedimiento de la  mezcla de  la ceniza de leña en grandes calderas de cobre: la de madera de encina, y menos en esta zona la de fresno que era  excelente, se usaban en este procedimiento artesano y para mayor eficacia se procedía a su filtrado hasta lograr la ceniza más fina. 
Tras echar la lejía venía el blanqueo al sol de la ropa de la colada en el patio del lavadero de la Fuente del Rey. Con el lento extendido de  la ropa en el suelo y rociarla con agua una y otra vez ,  se iba secando, a fin de que la mera acción solar produjera lo pretendido. También , a veces llevaban acciones de blanqueo con una técnica más lenta y laboriosa procedente de los holandeses. No es de extrañar que el término “lejçia”, es una abreviación del sintagma latino aqua lixiva= agua de lejía, del adjetivo lexivus= sustancia utilizada en la colada de cenizas. En el idioma español, hacia el año 1400 aparece el término documentado en un manuscrito de El Escorial. En este documento de contrato ante el escribano Juan Gutiérrez de la Hinojosa, entre estos señores el arrendador el cura Juan Nicasio Navarro y el que realizaría la lejía Matías Palacios en la caldera de cobre para hacer lexias de 22 libras y medias, por el espacio de 8 años y una renta de 110 reales a fecha de 20 de agosto de 1747 y con día de pago por San Pedro, por ser cura y el santo su patrón. Un año después le arrendaba media huertra en el valle de la Fuente de Rey por setenta y siete reales  reales. Muy pocos datos sobre la lejía , pero muy interesantes. 

jueves, 27 de agosto de 2020

UNA OPERACIÓN URBANÍSTICA IMPORTANTE, EL CAMINO NUEVO, CALLE Y CARRETERA DE LA CORTE.

nHay varios documentos que se refieren a la calle actual de Camino Nuevo.  Por la parte nórtica de la ciudad del llano se habían urbanizado varias hazas que correspondían a varios caminos o calles que llegaba a las Azacayas, haza propia de la familia Garrido, relacionada con una zona de huertas, tejares, barreros, tenerías y tiendas de tinte; otra haza en el entorno de la Tejuela, propia de otras familias alcaláinas, que dio lugar al barrio de la Tejuela, cuyo camino continuaba con el de Castillo de Locubín. Pero la primera desde la puerta Villena cerraba la salida de la ciudad hacia el norte y nordeste del territorio abacial, tanto los caminos de Priego, Baena y Alcaudete  partían desde la misma ciudad fortificada de la Mota hacia ests direeciones por tierras de Barrero, la Fontanilla y Pasaílla Baena. Una nueva vía se abrió en tiempos del  Felipe V con todo el beneplácito real. Algunos la remontan a una acta de cabildo de 1643 por un pago de una haza al convento y monasterio de las Madres Domincas. 
Ante el escribano Juan Gutiérrez Hinojosa ( Legajo 4561, folio 532) las monjas en cabildo, presididas por la priora  sor María de las Mercedes y Tapia, se comprometían con los regidores perpetuos  Felipe José de Rincón y Ricardo de Utrilla, a elevar a escritura este acuerdo;
"que por parte de esta Muy Noble Ciudad se recibió fabricar un camino nuevo  que sale por el sitio de de la Cruz de Villena para su lugar del Castillo, Mancha y Corte, según aprobaron las Reales Facultades de Su Majestad  y Señores de Su real y Supremo Consejo de Castilla, refrendadas por Miguel Fernández Munillas, secretario de S.M, y su escribano de Cámaras". Dos documentos habían decretado una, que se abriera esta nueva obra, con destino a la Corte y otros lugaress  con fecha de ocho de noviembre de 1742, y otra, mandando al corregidor don Fernando Riquelme que continuara  en 7 de septiembre de 1743. Don Ciriaco de Paredes acudió al cabildo municipal para reclamar  doscientos ducados, alegando que se habían pagado a los dueños de las tierras r lindando y pertenecientes al camino que se abría e inmediatas a la salida, y entre ellas se encontraba la de la una haza del convento dominico cercana a esta salida y corral de Terrnones.  En concreto, le afectaba en dos famegas y medias y levantar las nuevas cercas tras la puerta Villena. El quince de septiembre de 1743. Al estar cargadas sobre dos censos ( uno de Aparicio Martínez de Colomo, y otro de la capellanía de María Ruiz de Écija), y ser una de las tierras más productivas por ser ruedo de la ciudad, se propuso  en 26 de octubre de 1744 y se aprobó el 17 de noviembre del mismo año  trueque y cambio por otros lugares propios del ayuntamiento dfe Alcalá la Real con 5.725 reales por el haza del tejar que partía el camino de entrada para carruajes y cabañas; en su compensación se ofrecieron un haza en la Cuesta del Cambrón junto a la Cruz del hierro,  otra en San Francisco, pero se dieron las hazas de los Portales, ( once celemines), o del Rastro, otra fanega y dos celemines en La Peña Horadada,  y dos fanegas y cinco celemines en el Barrero, linde con la cerca del Convento Nuestro Padre San Francisco y cinco fanegas y tres celemines en el sitio de la Pasada de Baena y arroyo del Guadalcotón que bajan a la Fuente Nueva. 
No fue este el único documento el cura Ignacio Navarro Malo también fue privado de una haza en las Azacayas y Fuente Nueve. El auto de reclamación por no estar de acuerdo de indemnización de 1780 reales, y verse recomnpensado con una haza de cinco fanegas en la Dehesa de los Caballos en el Corto. Aparece nada menos como propuesta de emprender el camino al corregidor Salafranca que se asesoró el arquitecto fray Juan Nieto, y para conseguir la provisión real adujo que (20-3-1745) era necesario por ser camino de comunicación del reinode Jaén con Granada, Córdoba, Mancha, Extremadura y Madrid. CAMINO NUEVO
Es un testimonio del  final de una ciudad fortificada de la Mota y  el asentamiento total de la nueva ciudad del Llano. Por eso, había necesidad de urbanizar zonas que a las fueras de la ciudad se ofrecían como unas hazas (la de Terrones, Ana Montijano, convento dominico) junto a la Cruz de Villena, cercadas como un rico ruedo muy apetecido de las Azacayas y atravesadas por la vereda que bajaba a estas y camino a los teja


res de Llanete Vilchez. Por la parte alta junto a la fortaleza1, sus barrio están abandonados son las hazas del Rastro con resto de sus Portales, que lindaba por la parte alta con camino de San Bartolomé  que venía de la ermita de  San Blas y la baja con el haza de este mismo convento, la Peña Horadada que era puro solar lindero con la misma peña y camino que procedía del  camino que se dirigía al convento de San Francisco y entre solares de Pedro de Pineda y los de Albarracín; la ermita de San Sebastián ya arruinada junto un camino que lindaba con el camino de San Francisco. 

SOBRE VILLALOBOS (II)


Comentábamos en el periódico Ideal en 2019 "      Mucho se ha especulado por su nombre, que se envuelve en la leyenda del mundo rural a la época de la caza y muerte de lobos, por cierto en tiempos pasados una actividad sufragada por las arcas municipales. Pero, en verdad que el nombre de estas tierras se debe a la familia Villalobos, jurado del cabildo municipal del siglo XVI que poseía un cortijo por estos lares. Primavera es la estación ideal para pasear por estas tierras Con el mapa de Amelino López, manuscrito de principios de siglo XX, un senderista se topa  con cortijos y casas renovadas y destruidas entre muladares. Pero, nos describe una página geográfica del pasado. Pues el cortijo  de   Villalobos se mantenía en la ribera del arroyo del  Palancares,  y sus tierras lindaban  a occidente con el arroyo de Ana Ramos y a oriente con el camino de Agreda sin formar una cortijada ni ningún núcleo rural. No obstante, ya se distinguía un molino de pan que se movía por las aguas del Palancares.  os cortijos eran  de grandes extensiones en las que predominaba  la labor en tierra calma". Es muy interesante de mediados del siglo XVIII eswte contrato de compraventa entre el presbítero y capitular de la Iglesia Mayor Miguel González de Lara y Rueda, y el jurado Joseph Ruiz Ruano en 7 de enero de 1749 ante el escribano Juan Gutiérrez Hinojosa. El primero vende su cortijo, y este es el que le da el nombre a la zona. Lo señala con estos términos " un cortixo de texa con ciento sesenta fanegas y dos fanegas  de tierra con algún monte en el sitio de Palancares, que llaman de Villalobos, término de estza ciudad". Y lo demarca perfectamente con estos sitios:
" linda por debajo con el arroyo de Palancares  y vereda realenga, y por un lado con tierras de Ortigal de Pedregosasy con tierras de herederos de Martín Larrueda Ibáñez, y por lo alto con tierras de don Fausto de Moya y el arroyo de Ana Ramos, y con tierras de la capellania de don Antonio Piqueras, y de don Cristóbal Bolívar hasta bajar al dicho Arroyo, y una haza de nueve fanegas y ocho celemines en que entra una lastra de peñuelas yarboles de encinas en dicho sitio del Palancares y Allozarejo. que por un lado con tierras de la memoria de Bio Lozano, y por otro  lado, alto y bajo con tierras de Propios de la ciudad de Alcalá la Real, potra haza de doce fanegas en el dicho sitio que linda con tierras del otorgante, y por lo bajo con sel sitio del Palancares".    Lo hacía libre de entradas y salidas, y por el precio de 22.425  marqavedíes, a lo que haía que añadir dos censos que se le pagaba






a las monjas dominicas de 3.380 y 4950 impuesto por los hermanos Juan y Manuel Benavides, otro al hosptal de la Madre de Dios del Castillo de Locubín (823 mrs), al vínculo de Pedro Fernández de Alcaraz ( 775), otro capellanía de Pedro Monte (550), otro del vendedor (4950). Se hipotecaban muchos bienes a favor del vendedor por porte del comprador rrelacionadoas con esta zona de Palancares y Yerbatunasl ( fincas y casas).

martes, 25 de agosto de 2020

con motivo de unos tomates, la huerta del siglo XVI.


No hubo jamás en el Olimpo, Señor,
 estos frutos,de los dioses deseados, 
lo inventaron los magos americanos,
es el nahuaití xictomati su progenitor,
para los banquetes de  mayas, incas y aztecas. 
Y , ahora aolive, un hermes agricultor,
riega con aguas frescas  de Huéscar,
sus tomates, un ejemplo de esplendor, 
y para sus amigos golosinas eternas. 
Gracias, ilustre nuevo reconquistador.


Gratias tibi, Antonio Pacoma.

Con motivo de este regalo, me ha venido a mano un texto de  inventario de bienes que hace la viuda  Isabel López, por la muerte de su marido Marcos Hernández de Villodres, hijo de Juan Herná0ndez de Villodres,  ante Andrés de Medina en 1559. Por su testamento ante el mismo sabemos que era cofrade de la Veracruz y Santa Ana, y tenía por la huerta de la Fuente Somera una memoria de misas que pagaba Santo Domingo de Silos, fundada por su padre Juan Hernández de Villores con la carga de  30 reales, dos ristras de ajos y dos arrobas de cebollas. Por las deudas, las mandas nos ilustra de vecinos de la Fuente Rey cuyos apellidos quedaron para la posteridad Francisco Gómez, Pedro Días y Pedro Martinez hijo de Ellvira García.  Poseía una huerta en el valle de  la Fuente del Rey de unas tres fanegas . Y  es interesante para conocer el ambiente y costumbrismo artesano. Vamos a ellos. 
La huerta disponía de 3 fanegas de tierra y una casa cubierta de retamam  donde vivía y lindera con las huertas de Alonso Hernández y Antón Jiménez.  Estaba cargada con una memoria de 30 reales, dos ristras de ajos  y dos arrobas de  cebollas a  favor de Francisci de Méndez o de Moya. Por las deudas de hoja para los gusanos de seda se cuenta que  eran vecinos de este paraje  los anteriores  y otros  tres. Dentro de ella, la antigua de labranza yvivienda rural del entorno de la Fuente, se describen los productos y enseres artesanos.
Los productos se distribuían en 22 eras ( lo que hoy llamamos planteras) de cebollas sembradas en la huerta; sesenta y ocho eras de coles; y cuatro eras de rábanos. 
La seda ocupaba un lugar muy importante, pues entraba en la labor del huerto. Otros cereales se agrupaban en 225 mañas de lino y una tinajuela llena de linaza,  Para el transporte una borrica vieja; y como elementos de la cama delantera,  paramento y tendido, colchones de estopa y frisa, almohadas y otros lienzos; de aseo toballas; de vestir polainas, sayuelo y cosete, para comer dos platos de barro,  olla pequeña, maseras y manteles. Para hacer vestido, alaja y devanaderas.  Para guardar todo , un arca nueva. 
Ocupaba una  parte importante el trabajo artesano de los telares de seda y el comercio con Granada, y de allí , incluso, a las Indias. Por eso poseía libretas de seda y sus capullos, 22 paneras de criar seda  yquince  zarzos pàra la crianza. :Los gusanos pasan su vida sobre unos zarzos, que antiguamente se construían sobre cañas mondadas y tejidas con alambre fino galvanizado o se realizaban en madera de bastidor con mallas metálicas. Para el mejor aprovechamiento del local y mayor comodidad, estos zarzos se montaban sobre pies derechos, a manera de estantes, que se denominaban andanas. En cada andana se solían instalar seis zarzos, uno sobre otro, a unos 40 o 50 cm de distancia. Las andanas debían estar separadas entre sí y de la pared unos 75 centímetros para facilitar el trabajo. 
Otros enesres eran una lanza y dos alanzones y una espada vieja. Para aperos de labranza; 5 escardillas, azadón, criba rota, hachuela, escoplo, mano de hierro, una plana, paleta  y pico de hierro, tres barrenas, barras de hierro,  hocinejo y martillejos. clavo de hierro. una guadaña, una reja y un arado; para pesar cuatro libretas  de hierro y dos balanzas; almarada, sarten y asadores  para cocina, una calabaza grande, capacha, candil, campanas y  una cuchara de hierro. Y este arabismo una almafaque ('').
Alimentos eran diecinueve fanegas de trigo, y  dos de harina.