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sábado, 8 de agosto de 2020

EN EL PROGRAMA DE LA VIRGEN, TE DEUM Y FIN DE EPIDEMIAS.


TE DEUM Y ACCIÓN DE GRACIAS CON LA VIRGEN DE LAS MERCEDES

           No siempre las pandemias, ni las pestes, ni las catástrofes ni los periodos de calamidades, como los años de sequía o de intensas lluvias y nieves quedaron sumidos en la desgracia y en la pérdida de bienes y salud de las personas. Muchos acabaron con un final feliz que colaboró con el bienestar de las personas. Los vecinos solían agradecer, como hoy día se hace en muchos artículos, a muchas personas voluntarias, empleados, trabajadores, funcionarios públicos y personal sanitario. No es de extrañar que la presencia religiosa ocupase, a lo largo, de la historia un aspecto fundamental en el final de estas crisis. Y, ante Dios y con la mediación de santos y de la Virgen la Madre de Dios, se acudiera en rogativas para logar la imprecación divina y resolución de las desgracias. Muchas de ellas acabaron con un Te Deum. En el terreno abacial, se celebraba en la iglesia de Santa María la Mayor, primero en altar mayor con motivo del patronazgo de Santa Ana o de otros santos como San Sebastián, San Roque, San Blas, o San Miguel. Pero, poco, la Virgen de las Mercedes recibió la llamada del pueblo alcalaíno para imprecarle su labor medianera, y, cómo no, en los templos en los que se hallaba se celebró él Te Deum de Acción de Gracias (del latín, “A ti, Dios", primeras palabras del cántico de acción de gracias, atribuido a los Santos Ambrosio y Agustín). Recogemos su origen   con matices “. Se suele denominar también como "Himno Ambrosiano", pues se atribuye a San Ambrosio de Milán, aunque una leyenda indica que lo compusieron en común, inspirados por el Espíritu Santo, San Agustín de Hipona y San Ambrosio. Cuando, en el año 387, San Agustín recibió el Bautismo de manos de San Ambrosio -sigue diciendo la leyenda-, Ambrosio entonó este himno y Agustín iba respondiendo a sus versos.
TE DEUM, UN HIMNO Y LA MISA
 Con este himno, se alaba y venera a Dios y se le ruega que venga en ayuda de sus siervos a quienes redimió con su sangre Generalmente, suele en las celebraciones solemnes que reciben este título. Lo hace la Iglesia Católica Romana, en el Oficio de las Lecturas encuadrado en la Liturgia de las Horas, y, sobre todo, se entona en las Misas celebradas con motivo de agradecimientos especiales, actualmente dentro de ceremonias como la canonización de santos, la ordenación de presbíteros, o proclamación del Papa. Son frecuentes los Te Deum dedicados a los Papas en diversos momentos de su Pontificado, que a veces suelen acompañarse de luminarias y fiestas de tres días como se hizo con León XII en el año 1823 [1].
  En otros tiempos abundaban en otros acontecimientos de todo el país o de los pueblos, dentro de una nación confesional de la religión católica.
            Sabemos que, a lo lago de los siglos XVI y XVII, existía una estrecha ligazón entre la fiesta de la Asunción, la celebración de la toma de Alcalá la Real y el nacimiento del culto a María en la advocación de las Mercedes. También es cierto que se extendió la difusión y aumento, en torno a la segunda decena del siglo XVII, en concreto, de todo lo relacionado con la organización y vida de la capilla o hermandad, y con otros elementos derivados de la gran repercusión que la Virgen de las Mercedes debió tener por estos años.
Por otro lado, aumentan las rogativas, como patrona alcalaína, y, a la vez, se celebran fiestas en su honor ya sea de acción de gracias o de imprecación ante desgracias a finales del siglo XII.[2]
FINAL DE EPIDEMIAS

Centrándonos en los Te Deum, los motivos son muy variados, aunque abundan los años de sequía, lluvias y carencia de alimentos. Hay casos peculiares con motivo de peste como en el año 1742 con motivo de la acción de gracias por el cese de la peste en la ciudad de Málaga. Probablemente, sin datos debió culminar una misa de acción de gracias en la peste de 1680-1684, cuando se hicieron rogativas compartiendo el patronazgo con Santa Ana, San Roque y San Sebastián. Dentro de estas se puede encuadrar la rogativa de 1735 con motivo de la ausencia de la peste en nuestra ciudad y la enfermedad del corregidor Oruña. Es muy significativa la relación de las dos patronas de la ciudad, cuando el cabildo del día ocho llama a la Virgen de las Mercedes patrona y abogada, y días después, el veinte del mismo mes dice: “acordó que se haga rogativa por nueve días a Sra. Santa Ana como patrona de esta ciudad, implorando su auxilio para con nuestro Señor, continuando como hasta de presente y que en el último día de la novena se celebre fiesta a dicha Señora “.
La epidemia  de 1834, dio lugar a u


n momento muy crítico de la ciudad que alcanzó la afección de dos mil setecientas sesenta y ocho personas, de las que murieron quinientas ochenta y tres. Se hicieron rogativas finalizando con un solemne Te Deum el día veintiocho cuando se creyó que había quedado exterminada la peste. En los mismos términos se llevó a cabo en el año 1859.


[1]AMAR. Acta del cabildo del cuatro de noviembre de 1823.
[2] AMAR. Son frecuentes en los alumbramientos de la Reina en el año 1708 y siguientes.

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