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jueves, 27 de agosto de 2020

SOBRE VILLALOBOS (II)


Comentábamos en el periódico Ideal en 2019 "      Mucho se ha especulado por su nombre, que se envuelve en la leyenda del mundo rural a la época de la caza y muerte de lobos, por cierto en tiempos pasados una actividad sufragada por las arcas municipales. Pero, en verdad que el nombre de estas tierras se debe a la familia Villalobos, jurado del cabildo municipal del siglo XVI que poseía un cortijo por estos lares. Primavera es la estación ideal para pasear por estas tierras Con el mapa de Amelino López, manuscrito de principios de siglo XX, un senderista se topa  con cortijos y casas renovadas y destruidas entre muladares. Pero, nos describe una página geográfica del pasado. Pues el cortijo  de   Villalobos se mantenía en la ribera del arroyo del  Palancares,  y sus tierras lindaban  a occidente con el arroyo de Ana Ramos y a oriente con el camino de Agreda sin formar una cortijada ni ningún núcleo rural. No obstante, ya se distinguía un molino de pan que se movía por las aguas del Palancares.  os cortijos eran  de grandes extensiones en las que predominaba  la labor en tierra calma". Es muy interesante de mediados del siglo XVIII eswte contrato de compraventa entre el presbítero y capitular de la Iglesia Mayor Miguel González de Lara y Rueda, y el jurado Joseph Ruiz Ruano en 7 de enero de 1749 ante el escribano Juan Gutiérrez Hinojosa. El primero vende su cortijo, y este es el que le da el nombre a la zona. Lo señala con estos términos " un cortixo de texa con ciento sesenta fanegas y dos fanegas  de tierra con algún monte en el sitio de Palancares, que llaman de Villalobos, término de estza ciudad". Y lo demarca perfectamente con estos sitios:
" linda por debajo con el arroyo de Palancares  y vereda realenga, y por un lado con tierras de Ortigal de Pedregosasy con tierras de herederos de Martín Larrueda Ibáñez, y por lo alto con tierras de don Fausto de Moya y el arroyo de Ana Ramos, y con tierras de la capellania de don Antonio Piqueras, y de don Cristóbal Bolívar hasta bajar al dicho Arroyo, y una haza de nueve fanegas y ocho celemines en que entra una lastra de peñuelas yarboles de encinas en dicho sitio del Palancares y Allozarejo. que por un lado con tierras de la memoria de Bio Lozano, y por otro  lado, alto y bajo con tierras de Propios de la ciudad de Alcalá la Real, potra haza de doce fanegas en el dicho sitio que linda con tierras del otorgante, y por lo bajo con sel sitio del Palancares".    Lo hacía libre de entradas y salidas, y por el precio de 22.425  marqavedíes, a lo que haía que añadir dos censos que se le pagaba






a las monjas dominicas de 3.380 y 4950 impuesto por los hermanos Juan y Manuel Benavides, otro al hosptal de la Madre de Dios del Castillo de Locubín (823 mrs), al vínculo de Pedro Fernández de Alcaraz ( 775), otro capellanía de Pedro Monte (550), otro del vendedor (4950). Se hipotecaban muchos bienes a favor del vendedor por porte del comprador rrelacionadoas con esta zona de Palancares y Yerbatunasl ( fincas y casas).

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