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martes, 18 de febrero de 2014

EL AUTOMOVIL EN ALCALÁ LA REAL


 

 

            Alcalá la Real ha sido, desde tiempo,  una ciudad del mundo del transporte, del coche de caballos y del automóvil. Por nuestra comarca, desde los romanos transitaba una de las principales vías de España, el camino que baja de Despeñaperros hacia la Costa, en concreto el camino de la Corte, la vía pon donde pasaban los pasajeros, viajeros y los arrieros desde la capital del reino hasta Granada, ciudad de la Chancillería, de la Universidad y morada de reyes  y de nobleza. Por eso, no es de extrañar que, por nuestras tierras,  hicieran posada y se alojaran, para reanimar a sus animales de viaje o de carga,  reyes como Enrique IV, Isabel y Fernando, o el mismísimo emperador Carlos V; santos como san Juan de Dios o San Juan de Ávila; ministros de la Corte como los validos  de los reyes ilustrados, incluso Pepe Botella, un Napoleón  pernoctó en nuestra ciudad. Y, con los reyes, lo nobles o los hombres de negocios venían los hombres de servicios, los animales de carga y los coches. Por esta ciudad,  los vecinos pudieron  contemplar los coches de caballos,  y supieron distinguir hasta principios del siglo XX las calesas,  que servía a los burgueses  hacendados alcalaínos para visitar sus campos, de la jardinera para transportar los productos de las huertas de las Riberas, Castillo de Locubín o de la Fuente del Rey. Es verdad que no quedan, en ningún museo de etnografía local, aquellos coches grandes, de dos ruedas y una caja grande para transportar dos personas con capota de dos arquillos y triple compás y son pescante, porque el cochero se sentaba  sobre la vara derecha. Tampoco, corre por nuestras calles aquel que pende de un solo caballo, con pescante para dos personas y caja cuadrada y cerrada, a veces cubierta con palio. Sin embargo,  en las actas  municipales  hemos,  gran variedad de carruajes de tiro, muchos de ellos de alquiler, como las berlinas, tílburis, calesas, carretelas, faetones, coupés, landós, sociables, victorias, milords, duques, arañas, pitters y vis a vis entre otros. Lo mismo que en el Madrid del XIX  había un escaparate de coches, de señoras de buen ver, de caballeros educados y de mucho tráfico de alquiler en los alrededores de la Puerta del Sol y parque del Buen Retiro. 

 
   A pesar de la ausencia de estas reliquias, en Alcalá se frecuentó desde el siglo XVI la presencia de los coches y carrozas, de cuatro caballos, Los tenían los abades, el corregidor, algún que otro alcalde. Se acompañaban de una cohorte de cocheros, siervos, y animales de carga y viaje . Muestra y testimonio de ello  son  las recién descubiertas Caballerizas de los Abades de Alcalá la Real en la fortaleza de la Mota, donde aparecen los pesebres y los aposentos de los caballos y  elementos variados.

            A principios de siglo XX, compartía el uso de las calles alcalaínas  el coche de tiro y el de motor. Las ordenanzas  y los decretos de la Alcaldía comienzan a regular la circulación de vehículos  y el uso de la calle para evitar los accidentes que se producían con los nuevos automóviles. El peatón, por primera vez, se ve invadido en sus derechos de disfrute de su propiedad pública ante los nuevos automóviles, que adquirían la burguesía alcalaína: los tenían los miembros de la familia Abril, Alba, Pineda,  como los nuevos hacendados como los Batmala, los Mármol, Miquel, Serrano  etc. 
8 TOURING CAR

1908 TOURING CAR

Por primera vez la marca Ford aparecía en nuestras calles con la de los automóviles de la marca Hispano Suiza  Torpedo HGB, Mercedes y la  Austín. En este tiempo,  también comienzan a surgir los garajes alcalaínos y los chóferes son contratados por  los  más hacendados  para que se ocupen de la máquina y les sirvan de cocheros en la nueva  moda del  automóvil del motor. Hasta de  Paris, Francisco  Serrano se trae a un experto, mecánico para que cuide de sus coches,  el argentino Juan Funes, que instala un famoso garaje. También se  expanden los coches de viajeros,  y los cosarios traen de Granada  los productos que no los hay en la ciudad en los coches de ruedas y motor de gasoil.

            De este tiempo, mucha gente recuerda los coches que conducían en la ciudad estas famosas familias, pero el pueblo llano no puede olvidar  los de Fuentes, Mateo Barrio, Antonio García, hermanos Veneno,  o el de Sanz.. También, Contreras inició los  primeros pasos con este tipo de coche, hasta que se hizo con un automóvil que causó impacto en la comarca  por su transporte de viajeros y pervivencia en la vida del automóvil, nos referimos a la conocida Rubia.  

Tras la posguerra, a mediados de siglo la  marca SEAT invadirá el mercado, pero tendrá un duro oponente en la célebre Vespa y en las motos de dos ruedas. Como democratización del régimen debió incidir el famoso “seillas” y otros modelos de esta marca que dieron un paso fundamental en la historia del automóvil alcalaína. Ya no fue privilegio de unos pocos, se convirtió en herramienta de trabajo alcanzando los estratos medios de la sociedad ; más tarde, entró en competencia con  otras marcas  familiares y económicas de la fábrica  RENAULT,  Citroen, Diane….hasta la entrada en Europa en la que España se sumó a la  divulgación total de toda gama de automóviles. Historia Automovil España

Francisco Martín Rosales

 

 

 

 

 

1908 TOURING CAR

    
 
 
 
 
 
 
 

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