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viernes, 14 de febrero de 2014

INICIA EN SAN VALENTÍN.


DÍA DE SAN VALENTÍN CON INICIA
 
 
            En el día de san Valentín, lo  celebramos de esta manera con un capítulo para aprender sobre el amor, san Valentín y con poemas latinos. :
 
               INICIA
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Revista del departamento de Latín, del I.E.S. Alfonso XI de Alcalá la Real.
AÑO MMXIV. Número 1
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CAPÍTULO XV
INICIA    EN EL DÍA DE SAN VALENTÍN
DIES SANCTI VALENTINI SEMINARIUM LINGUAE LATINAE.INSTITUTI IDELPHONSI XI MUNICIPIUM POLCONENSIS, ULAE, EBORAE CEREALIS AUT   ALCALA LA REAL
 
         Los romanos tenía varios dioses dedicados al amor en sus diversas variantes: Hera, Venus, Cupido…Pero, Inicia compartía con sus vecinas recién cristianizadas  que  el día de San Valentín  se convertiría en el día del amor. Por eso entabló una conversación con su padre y su hermano Manlio:
 
-Inicia, vamos a  hacer algo de cultura romana.
 Claro que sí, se acercan las fiestas de San Valentín.
-Día de los enamorados.
-El amor, un tema  y una vivencia muy griegas y latinas., Afrodita, Eros, Venus…………….
-Eso. Eso…
-Investiga sus leyendas,  pon en una fotocopia  sus imágenes y el resumen de sus historias, más bien sus mitos y leyendas.
Y lo hizo con  Venus y Cupido.
Manlio, siempre preocupado por el futuro toma la palabra “eros, amor en latín”, y le dice a su hermana:
-Pero, déjame que te aclare algunas cosas. La Sibila de Cumas me ha entregado un cuadernillo  que se adelanta a casi dos mil después de Cristo, de lo que creerán  la gente en 2008. Tómalo
EN ROMA:
El  Día DE SAN Valentín
Quizás penséis que el día de San Valentín se celebra desde hace poco tiempo y que ha surgido por interés de los grandes centros comerciales, y aunque hay que decir que éstos últimos han influido en gran medida en su implantación la realidad es que esta fiesta se remonta a la época del Imperio Romano. ¿Queréis saber más? pues ahí va la historia.
Existe la palabra latina valere que significa 'ser fuerte' y de ella surgen las palabras valiente y valor u otras como valioso o válido. Aunque hoy en día ya no se haga los romanos tenían la costumbre de dar a sus hijos nombres relacionados con el tipo de carácter o de virtud que esperaban encontrar o inculcar en ellos. De ahí que usaran nombres como Valens o Valente que significa 'fuerza' que por ironías de la historia fue muy popular en los últimos días del Imperio, cuando Roma era débil. Es como si usaran nombres entusiastas para esconder una realidad catastrófica.
Pues hubo un emperador romano llamado Valente, quien gobernó desde el 364 d.C. hasta el 378, pero su nombre no es que tuviera mucho que ver con lo que era. Luchó contra los godos en la batalla de Adrianópolis el 9 de agosto del año 378 y sus legiones sufrieron una derrota aplastante. Más bien se le podría haber llamado 'imprudente' pues en vez de aguardar a su sobrino Graciano que bajara del Norte para triturar al enemigo en una tenaza decidió atacar solo y acabaron con su ejercito. Él mismo, herido, fue quemado vivo en la cabaña donde le habían resguardado, aunque se supone que se quitó la vida antes.
Pero volviendo al tema que nos incumbe, por supuesto también usaban diminutivos en los nombres, es como cuando ahora usamos Alfonsín en vez de Alfonso, y de ahí que no fuera de extrañar encontrarnos nombres como Valentiniano, que significa 'pequeño Valente' o 'pequeño fuerte'. Pues ocurrió que el emperador Valente tenía un hermano mayor que se llamaba Valentiniano. Si, el hermano tenia el mismo nombre pero en diminutivo pero eso entre los romanos no era raro, de hecho el emperador Constantino tuvo tres hijos y los llamó Constantino, Constancio y Constante, gracioso, ¿eh?
Mientras Valente gobernaba las provincias Orientales del Imperio con capital en Constantinopla, Valentiniano gobernaba las provincias Occidentales con capital en Milán (en aquella época la gran Urbe, Roma, apenas contaba). Pero todo esto lo contaré otro día.
En esa época eran constantes y periódicas las persecuciones de los cristianos y la Iglesia cristiana siempre ha recordado a sus mártires y a menudo les ha recompensado con el título de Santo, y los días en que eran ejecutados eran declarados sagrados en su memoria. Ahora por ejemplo cada día del año tiene sus mártires o santos correspondientes. Por supuesto en ese tiempo muchos cristianos (incluidos los mártires) eran de descendencia romana y tenían nombres romanos. Al menos dos de estos mártires se llamaban Valentinus (Valentín para nosotros) y el día en que se conmemoraba su memoria era el 14 de Febrero, que se recuerda por lo tanto como el día de San Valentín.
¿Y qué tienen que ver estos mártires con los enamorados? Esperad, esperad... no os adelantáis:
En la antigüedad, la mortalidad infantil era bastante elevada de modo que era importante tener muchos hijos. Por lo tanto, las personas que, por cualquier razón, tenían pocos hijos o ninguno se consideraban a sí mismas como malditas o bajo alguna maldición y se sometían a ritos religiosos o místicos para asegurarse la fertilidad. Los romanos tenían un lugar sagrado donde (según la leyenda) la loba había amamantado a Rómulo y Remo, el primero de los cuales fundó Roma. Ese lugar era llamado el Lupercal, de la palabra latina lupus, que significa 'lobo'.
En ese lugar, todos los 15 de Febrero tenía lugar una celebración llamada Lupercalia, durante la cual se sacrificaban animales (eran muy típicos los sacrificios, de cualquier cosa). Se preparaban correas con tiras ensangrentadas de la piel del animal (puajj) y los sacerdotes corrían entre la multitud golpeándola con esas correas. Se creía que los que recibían golpes se curaban de la esterilidad. Naturalmente, la gente que quería hijos concurría en masa a la celebración y luego iban corriendo a casa a 'trajinar' para tener el hijo. En consecuencia, las festividades lupercalianas estaban asociadas con el amor y el sexo.
En el año 494, el papa Gelasio prohibió esta celebración pagana, pero las prohibiciones nunca salen como uno quiere, y el festival continuó bajo otro nombre. Así que el festival lupercaliano del 15 de Febrero pasó al 14 de Febrero, día de San Valentín (seguramente porque éste era un santo muy popular). Más tarde se crearon leyendas para explicar que San Valentín era protector de los enamorados, una manera de esconder el rito antiguo de la fertilidad.
Y ha llegado hasta nuestros días... aunque ahora no nos dedicamos a que nos azoten con tiras de animales ensangrentadas, estamos en la época del consumismo y es más rentable para las grandes empresas que gastemos el dinero en felicitaciones, pulseras, anillos o cualquier otro objeto :)
Si quieres saber más.  Mira estos libros

BIBLIOGRAFÍA

  • ASIMOV, Isaac: La visita al tiranosaurio. Tikal Ediciones.
  • CANFORA, Luciano: Julio César: un dictador democrático. Editorial Ariel.
  • CAÑUELO, Susana; FERRER, Jordi: Mitología griega y romana. Editorial Optima.
  • COHN-SHERBOCK, Lavinia: Quién es quién en el cristianismo. Acento Editorial.
  • HAZEL, John: Quién es quién en la antigua Roma. Acento Editorial.
 
-Saca en una libreta y pon en tu lengua el significado de estas palabras: vale, valete, amor, eros , cupido…
 
-Luego, lee estas notas de San Valentín “  San Valentín se refiere a un número de santos mártires que vivieron en la antigua Roma. La festividad de san Valentín fue celebrada por la Iglesia Católica Romana cada 14 de febrero hasta 1969. La fiesta de San Valentín fue declarada por primera vez alrededor del año 498 por el Papa Gelasio I. La creación de esta festividad puede haber sido un intento de eliminar la celebración de las Lupercales, festividad pagana celebrada el 15 de febrero. Según la Enciclopedia Católica, el santo cuya festividad cayó en la fecha conocida hoy como Día de San Valentín fue posiblemente uno de los tres mártires que vivieron a finales del siglo III durante el reinado del Emperador Claudio II:
  • un sacerdote romano, muerto en el 273. Muy venerado en Francia, sobre todo en la diócesis de Jumièges
  • un obispo de Iteramna (hoy Terni)
  • un mártir de la provincia romana de África
Del siglo V hay un obispo también llamado san Valentín de Recia, enterrado en Mais, cerca de Merano, en el Tirol italiano. En el siglo VIII su cuerpo fue trasladado a Passua en Baviera. En Alemania los católicos le tienen mucha devoción y es invocado para curar la epilepsia. A partir del siglo XV se le representa con un niño tendido a sus pies.
Se cree que el sacerdote y el obispo Valentín están enterrados en la Via Flaminia en las afueras de Roma. En el siglo XII, la puerta de la ciudad romana conocida en tiempos antiguos como la Puerta Flaminia (ahora conocida como Porta del Popolo) era conocida como la Puerta de San Valentín. También se dice que en el siglo XIX su cuerpo fue trasladado a Madrid, donde permanecería hasta la actualidad.
Sin embargo, poco se sabe sobre las vidas de estos tres hombres. Muchas de las leyendas que los rodean actualmente fueron probablemente inventadas durante la Edad Media en Francia e Inglaterra cuando el día festivo de 14 de febrero empezó a ser asociado con el amor, a raíz de la historia de San Valentín, que sería ejecutado un 14 de febrero al no querer renunciar al cristianismo, y haber casado a parejas en secreto después de que el matrimonio fuese prohibido por el emperador Claudio II. Otra leyenda dice que es patrono de los enamorados porque su fiesta coincide con el momento del año en que los pájaros empiezan a emparejarse.
La festividad fue borrada del calendario eclesiástico en el año 1969 como parte de un intento para eliminar santos de origen posiblemente legendario, aunque sigue siendo celebrada localmente por algunas parroquias.
            Manlio le entregó esta libreta para que sacara conclusiones:
HIISTORIA BREVE DEL SANTO EN LENGUA LATINA


Dies Sancti Valentini  conmunis
traditio amantium et sponsorum
est. In  die Sancti Valentini ,
amantes signa amoris dant
 dicentes amorem inter illos et 
Diem XVI  ANTE KALENDAS 
MARTIAS celebrant. Dicunt
diem Sancti Valentini diem
amantium , maxime in terris
hispanis abhinc saeculum XIX.
Creaverunt  in terris americanis
(USA). Hodie, misserunt 
epistulas inter amantes,  hi dona
( flores, libros, ) tradunt inter se.
            Santus Valentinus ficitio est, non
vixit certe. Homines Aetatis Mediae
vitam  et historiam invenerunt.Omnes
affirmant Sanctum Valentinum 
martirem Romae . Dubitant episcopum
aut sacertdotem fuisse. Diem Sancti
Valentini in loco feriarum Lupercalium
posuerunt. Multae hisotria fictae per
omnes terras surgunt.  HODIE DIES NUNDINUS DIES SANCTI VALENTINI EST. MAGNAE TABERNAE OMNIBUS ABUTUNTUR. MAGIS VENDUNT, OBSEQUIA CARA ET   NON VERUS AMOR CUM HIS  SIGNIS EST.


           

 

 

            Luego le entrego este de un poeta de amor con el título  LA CONTEMPORANEIDAD DE  CATULO, POETA DEL AMOR”.

 

 

 

            Si  hay un poeta en el mundo clásico que refleja, por excelencia,  el canto del amor este es Gayo Valerio Catulo que vivió en  los últimos años del siglo I antes de Cristo. Sus poemas, “Cármina”, es un itinerario amoroso de un poeta espontáneo y desenfadado, que nos descubre líricamente todos los recovecos del  alma de un apasionado amante atraído por una mujer libertaria del  mundo romano. De sus versos, saltan sentimientos de intenso amor a  movimientos de odios viscerales pasando por cantos a los caprichos de su amada.

De su  famoso poema nos hemos atrevido a esta traducción libre que respira el apogeo amoroso:

 

Vivamos,   Lesbia mía, et amémonos

            Y un céntimo, nada más,  nos importen

             De   los trasnochados sus palabras banales:

             la luz pura del sol, un día,   muere,

y, con fulgor, día después,   renace.

Si la llama declina brevemente,

Durmamos, pues, una eterna noche,

Mil  besos, pronta, ven a darme,

Mil besos, luego, ven a doblarme,

Mil besos más, cien mil hasta saciarme

Luego, otros cien mil, un millón  más

Hasta hacer la cifra interminable.

 Que sea  cadena de  ósculos infinita

 Sin correcta cuenta, y al libre socaire,

Envidia del cornudo que nos acecha,

En tanto nuestras bocas se eternizan.

 

Hasta las vacilaciones y dudas que le conlleva el amor de Lesbia, su sentimiento  del amante herido, reflejado en el poema 85, los versos más cortos y más intensos de la lírica amorosa, alargados por la versión poética :

 

            Te odio y te amo,  cara pura  de Jano

¿acaso real, o, en  verdad,  posible?

            pregunta para ti desconcertante,

            entraña rota en la cruel tortura

de sentimientos duales de un amante.  

 

            Pasando en estos versos  que hastiado de la vida  política del siglo I antes de Cristo, exclama:

 

            ¿Que te pasa, Catulo,  que Caronte

Te espera, en la laguna, a embarcarte?

Si ya  Nonio tu enemigo escrofuloso

Se sienta sobre la silla justiciera,

 E impaciente Vatinio  profiriera

            un pronto  y de seguro consulado

            ¿Qué te pasa, Catulo, que Caronte

            Te espera con la barca en la ribera

            Y te  tardas soñando en quimeras?. 

 

            A lo largo de sus poemas, Catulo se resiste a descubrir el nombre de  su amada para revestirla con la sacralidad del mundo clásico  y llamarla Lesbia Delia ( la de la isla  de Lesbos, la poetisa del  amor)como hacen muchos poetas que se evaden, por medio del anonimato, de la carnalidad de su amor presente. Los versos de Catulo se reencarnan en muchos poetas posmodernos que  cantan el amor en medio del ambiente desaliñado de los lugares bohemios e, incluso, alternativos a la sociedad convencional.   Su escenario es trastiberino, lejos del ágora o del foro romano, sus versos resuman  la alcoba de los cubícula de las  domus romanas. Tan sólo, se congracia con la poesía amorosa griega en los poemas largos como  el de Himeneo, las  bodas de Tetis y Peleo. Pero, en sus versos  se huele la atmósfera regada tras una lluvia fina o, se barrunta una tormenta con olor a pólvora mojada. A pesar  del rechazo, en los momentos finales de su discurso amoroso, siempre deja encendida la lámpara de un renacimiento del eros:

 

Mil y una vez,  Lesbia me maldice;

 contra  Catulo ahora despotrica,.

 Que me muera, de amor, si  no me incita.

 Mil  y ciento de señales me remite,

Y con el dedo, desvelarla puedo

Que m e muera de amor porque la quiero.,

    

            Buen libro, este de Carmina, para la fiesta de San Valentín, tan impregnada de lo comercial y tan evasiva de la esencia del auténtico amor.

 

 

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