Archivo del blog

miércoles, 1 de octubre de 2014

LA CULTURA. LOS MAESTROS. EN CHARILLA.


LA CULTURA, LOS MAESTROS

 
Libro del charillero Alfonso López Martín

Pero, no sólo Charilla es  su historia, su tierra y su laboriosa gente, sino que también es su cultura que empapa  y se  absorbe a través de los poros del saber. Ya en 1851, “ Existía  una escuela de primera enseñanza, con cien ducados de dotación, a la que concurrían 30 niños”. (Hoy, es una escuela primaria, que cubre todo un ciclo muy importante en la formación del hombre antes de integrarse en  la Enseñanza Obligatoria.) Aquella escuela y este nuevo sistema escolar dejan entrever vuestro perenne amor por la educación.  Pues,  los charilleros son gente abierta al saber  y, por eso,  en  esta tierra  siempre recalaron aires de libertad, desde  finales del siglo XIX.

 


Aquí llegaron famosos maestros que dieron cultura a todos los vecinos, trajeron nuevas corrientes, y os hicieron pioneros de muchas iniciativas que  luego se extendieron en el resto de la comarca. Desde los anónimos zahoríes, personas que recalaban en estas tierras tras un periplo  por todo el mundo, donde  habían aprendido desde la curación de enfermedades, los cambios científicos de  los países y  la cordura  ante las situaciones difíciles hasta los recientes maestros del siglo XX. Maestros del siglo XX, como Pablo Contreras, o el señor Vicente Boronat Jiménez  o las más recientes como Rosalía Víboras  y las maestras de educación de adultos, muy queridas por las personas de mayor edad.
.



Y es que, en la  comarca alcalaína Charilla fue de las primeras en tener una escuela oficial  fuera de la ciudad de Alcalá la Real,   fue de las primera que supo distinguir y defender los principios  ciudadanos por los que, luego,  lucharon muchas aldeas y muchos pueblos. Fue esta tierra, donde acamparon  personas defensoras de la Ilustración, de los principios de la solidaridad, fraternidad e igualdad, los que no se sentían timoratos por manifestar sus creencias y sus ideología, los que convivían en paz, los que entablaban el bello diálogo en fe y razón con el sano diálogo de la convivencia pacífica. Muestra de ello fue que  aquí hubo hasta dos cementerios: uno  para las personas católicas y otro para el resto del pueblo,  un ejemplo de una convivencia entre los agnósticos y cristianos sin compartir momentos de estridencias ni siquiera  o, menos aún,  odios ni rencores, sino que siempre procuraron el diálogo y acuerdo entre vecinos.

.

De vuestra tierra, salió hacia tierras americanas ese sabio charillero Alfonso López Martín,  recientemente fallecido, que compartió con miembros de  su familia la generosidad y la entrega a favor de los pueblos subdesarrollados, al mismo tiempo que  transmitió la enseñanza del idioma español  regentando una cátedra de lengua española en tierras dominicanas. También, no encerró la cultura en un tarro de perfume de cristal sino que la divulgó con varios libros escritos sobre el español e intervino en muchos programas televisivos de la Universidad Abierta de aquel país.

De vuestra tierra, salieron muchos frutos de alumnos educados en  las Escuelas Profesionales de la  Sagrada Familia o del Instituto, que, luego, ayudaron al progreso de nuestras tierras andaluzas y españolas en los diversos campos del saber y el trabajo. Son personas que  se  significan por el trabajo bien hecho, la fidelidad y  el esfuerzo para conseguir objetivos.

 

  LOS HOMBRES  PÚBLICOS  Y SUS ALCALDES PEDÁNEOS.

 

“Con estas mimbres, se dice “se puede  hacer estos canastos”. Con hombres de cultura, pues,  se forjaron  hombres de bien. Y  Charilla ha sido tierra de personas entregadas al servicio de los demás. Si nos remontamos a los orígenes de la aldea, podemos recordar algunos ministros de justicia, los  que administraban  la justicia  y gestionaban todos los asuntos públicos que emanaban de la vida municipal, ellos fueron  los predecesores de lo actuales alcaldes pedáneos. Todo, a cambio de nada; en aquellos tiempos con su jaca  o sus pies para recorrer cortijos y comunicar a los vecinos lo que le pedían las autoridades, el llamamiento al ejército, las contribuciones a la hacienda…tan sólo, a algunos afortunados el reparto de alguna tierra comunal que el cabildo le concedía en forma de censo.

Estos, junto con los capellanes de las aldeas, fueron los primeros altruistas de Charilla. Pero, en estos tiempos, tan solo quedaron viviendo en ella y al frente de vuestras inquietudes los alcaldes pedáneos.

Por eso, quisiera hacer un canto especial a todos ellos y un reconocimiento oficial a cada uno de los que os representaron a lo largo de vuestra historia, porque ellos han sido los intermediaros de vuestras demandas ante las autoridades superiores, se convirtieron en los catalizadores de algunas empresas que son realidad en Charilla, se dejaron la piel en ser loss  defensores de  vuestras reivindicaciones:  en silencio, sin ser recompensados y sufriendo muchas veces el desdén y la ingratitud;  ellos fueron, en vuestra intrahistoria, los organizadores de miles de  actividades y actos de  iniciativas plasmadas y empresas concluidas; ejercieron  el buen oficio de ser  los hombres buenos en los difíciles conflictos vecinales, los enfermeros accidentales en momentos carentes de servicios médicos o sanitarios, los mancebos de boticas, los cosarios de  traeros productos y mercancías,  los fidetarios  y notarios de conciertos en los tratos e, incluso, en los testamentos verbales; los  jefes de obras sin recibir paga alguna…. Podía escribirse un libro de la biografía de cada uno de ellos. Podía recordarse  miles de anécdotas  de  su  entrega a la comunidad,  aquel que introdujo una novedad en la fiesta: la caseta, el certamen de juegos de mesa, la bandera…; mi recuerdo especial al trío de los  Pacos: Francisco Galán, Paco Barrios, Francisco Aranda García, el actual.

 

Y junto a los alcaldes pednaeos, Charilla siempre dio personas que sirvieron a la comunidad en el ayuntamiento alcalaíno, Hago mi reconocimiento por concejales como los Sánchez González de tiempos pasados, o más recientes como   José López, Julián Cortés Esteo,  o  Luís Gallego. Dieron  las horas de su vida en defensas de los intereses colectivos, y siempre aportaron la nota del saber charillero, prudencia y laboriosidad.

Y, como no, aldiputado por Barcelona. Francisco Parras Collado, que nunca se olvidó de sus orígenes, siempre viene a visitar Charilla todos los años, y, en Barcelona, es un claro testimonio del charillero que defendió a los hombres sencillos, creando cooperativas de trabajadores, o en el parlamento proponiendo leyes, o,  representado vuestras intereses a las autoridades catalanas  siempre que se refieren a los emigrantes  andaluces..

No me puedo o olvidar de otros hombres de bien que pasaron  por estas tierras, como, los servicios de orden público (aquí hubo hasta puesto de la Guardia Civil el siglo pasado), los guardias forestales,  los capellanes (Don Miguel Vallejo y don Serafín Molina Serrano) que a veces desarrollaban la pastoral junto con la dinamización cultural de la juventud.

Y. a todos aquellos, que forman asociaciones, cooperativas, sociedades, o cualquier tipo de agrupación, y entregan, horas y horas, para colaborar en el progreso de los demás, en la asistencia de los más desvalidos  o, simplemente,  en  cubrir el ocio de la vecindad. Como ese grupo de teatro que tanto impacto tuvo en los años anteriores y renació. con fuerza y dedicación en los presentes días. Las paredes del  Centro Social, la Biblioteca y la Escuela de Adultos son claro testimonio de una nueva etapa, que está dando resultados recientes.

La cultura, de seguro que avanza, en Charilla.

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario