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domingo, 13 de agosto de 2017

LOS CORREGIDORES ALCALAÍNOS DE CARLOS III. SU CARRERA, SUS SUSTITUCIONES Y SUS MÉRITOS

CARRERA ADMINISTRATIVA DE CATEGORÍA DE LOS CORREGIMIENTOS
Otros proceden de la carrera administrativa con destinos en otras instituciones del Estado hasta escalar el grado de corregidores. Venían avalados por la experiencia conseguida en otros cargos  y por la buena gestión pública en la administración de los territorios asignados. La profesora Cañas cita como un caso modélico a Pedro Moreno de Villena y Chaves “ Entre los corregidores de capa y espada con un perfil característico  y común al grupo de funcionarios, al que pertenecía  se encontraba Pedro Moreno de Villena , que describía en su relación de méritos, sus comienzos en el servicio de la Corona durante la Guerra de Sucesión en 1709 como teniente de órdenes  de su tío, Sebastián Jalón de Tejada, capitán de la Compañía de Milicias de la villa de Sabiote, entonces  agregadas al Regimiento de Infantería  del marqués de Casas. Pavón, en el socorro de la plaza de Cádiz; en el 1708, junto con los caballeros de Úbeda y Baeza, acompañado de su criado y dos caballos , del brigadier de Úbeda y Baeza para participar en el cordón establecido  en Sierra Morena bajo el mando del brigadier Antonio Figueroa e impedir el paso de los enemigos de La Mancha. Posteriormente mostraba una fructífera experiencia en diversos quehaceres pertenecientes al Consejo de Hacienda, como administrador de Rentas Provinciales, primero por designación del Consejo de Órdenes, en 1714, en la villa de Torredonjimeno, y cinco años en Jaén, perteneciente al señorío  Patronato de la Catedral de Granada., En 1722 asumió la administración de Rentas Provinciales de Mancha Real, con  despacho del corregidor de Jaén, Antonio Alarcón y Ocaña, y en 1738 la de Úbeda, en ambos casos arruinadas y en las que consiguió recuperar y aumentar para la Real Hacienda. Después ocupó sucesivamente los corregimientos de Hellín, Ronda y Marbella, Alcalá la Real y Linares. En la primera circunscripción tuvo que enfrenarse  a una población que se hallaba en el desgobierno  y dividida en fracciones, consiguiendo, gracias a su gestión entre 1752 y 1757 la quietud y el orden públicos. Regresó a Andalucía para ocupar el corregimiento de Mancha real (1757), el de Ronda y Marbella (1760) con especiales logros respecto a los abastos necesarios tanto para las dos poblaciones de su circunscripción como para el suministro de las tropas de camino del campo de Gibraltar. También en Alcalá la Real ( 1763) tuvo difícil cometido de apaciguar a su vecindario y poner  remedio al lamentable estado de los Propios y Pósito[1]. Pidió que se le concediera el corregimiento de Linares, y luego el de Baeza y Úbeda como retiro , pero no logró conseguirlo, s porque murió a la edad de ochenta años en 1768.



Este es el caso de  1768-1772, también de  Juan Domingo de la Cabada, que lo fue anteriormente corregidor de Hellín (1746), y de la isla de Gran Canaria, donde se vio incurso en un conflicto de repartimiento de una dehesa con levantamiento de la población y ejerció de capitán de guerra por nombramiento del capitán General (1753-6) ; y fue apresado en la Guerra de los Siete Años en Gibraltar. En su mandato se planteó la conversión del corregimiento en corregimiento de Letras y se inició la separación de Loja y Alhama como corregimientos de Letras.  Y finalmente,  en 1776-1779, de Diego López de Cifuentes, que lo fue  anteriormente  corregidor Ronda, Marbella y  Jerez de la Frontera.  O de José Joaquín de Montalvo (1786-1788) , que inició sus pasos en Gran Canaria ( 1770), adquiriendo una gran experiencia en el conflicto de la Tejeda por las luchas entre facciones a la hora de la roturación de tierras, luego lo fue de Alcalá la Real para pasar a  Murcia. Lo fue también corregidor de Medina del Campo  3 de septiembre de 1812 alcalde constitucional  y  corregidor 26 de marzo de 1820. En 1808, regente de la villa de Navalcarnero avisó a las tropas de Badajoz sobre la bonanza de Madrid.

RECOMPENSA A LOS MÉRITOS MILITARES Y SERVICIOS PRESTADOS A LA CORONA  REAL
Otros corregidores fueron militares en estado activo o en retiro y generalmente fueron destinados a  Alcalá la Real, por ser corregimiento de capa y espada, donde eran asignados  la mayoría de ellos. Se entroncaba dentro de la carrera político judicial  iniciada en el mundo militar que se veía truncada por la edad o por otras circunstancias personales, muy pocos son los que volvieron a la vida militar tras el paréntesis del corregimiento.
Iniciando por los coroneles destacan en tiempos de Felipe V el corregidor conde de Torrepalama y Diego de Velasco y Córdoba, ambos coroneles de Infantería . La mayoría de los corregidores de Alcalá  fueron capitanes, sobre todo hasta mediados del siglo XVIII, entre ellos      Juan Pacheco de Padilla (1700),  que comenzó su carrera como capitán de Guardias Españolas , luego recibido como capitular de Alhama  y volvió a tomar la vara de Antequera, un claro ejemplo del entronque del cursus honorum . Francisco Bastardo de los Cisneros  y Mondragón provenía de la Málaga donde ejercía como regidor perpetuo.; allí mismo fue capitán;  luego fue corregidor de Córdoba y Alcalá la Real ejerció como capitán y gobernador  de esta ciudad; el último capitán en tiempos de Felipe V fue  Nicolás Manzano. Con Fernando VI, disminuyó mucho .
En tiempos de Carlos III solo tres nuevos capitanes se incorporaron a la carrera corregimental y dos pertenecieron a Alcalá la Real.
Juan Pérez de Vargas[2] (1760-1761), natural de Andújar, era capitán de milicias de Jaén, pero inició su carrera como miembro de la Chancillería de Granada, y ostentaba títulos de alguacil mayor de la Santa Inquisición de Córdoba , y   padre honorífico de la Santa Inquisición, Diego Felipe Cifuentes y Pedro Moreno Villena era caballero de la Orden de Santiago, también fue capitán de infantería[3] y también fue corregidor anteriormente de Mancha Real en 1757.
DE OTROS ESTAMENTOS
Este es el caso del corregidor Manuel Medina Rincón, maestrante de Roda, regidor de Jaén, en el que su primer mérito radicaba haber sido regidor de Jaén y como corregidor de la villa de Mata de Oixi , perteneciente a la villa de Jimena, ambos empleos regentados por su padre en años anteriores,  y fue diputado de aquella ciudad en el consejo de hacienda. con este bagaje, primero obtuvo el corregimiento de  Ronda y Marbella en 1778 y luego vino al de Alcalá la Real, continuando su itinerario por el Écija (1787) y Antequera (1790. Similar es el caso de José de Oliveras y Carbonell que inició sus pasos en el cabildo de Gerona en 1782, convirtiéndose en ser su decano. Liego ocupó el puesto diputado en el Principado de Cataluña y Palma de Mallorca. En 1779 tomó la primera vara en Cáceres, en honor a sus méritos de lealtad y ejercicio anterior a la Corona y de su padre como capitán de ganaderos en Guadalajara. Luego  lo fue de Salamanca,  y de Alcalá la Real ,  hasta ascender como alguacil de la Real Audiencia de Barcelona,.  Aunque en este periodo se primaba los méritos en ascenso al corregimiento, no le venían mal  en modo algunos los de sus antepasados en guerras. Es el Caso  de Vicente Saura y Saravia, que recibió el corregimiento alcalaíno debido a los méritos de su abuelo en la Guerra de a Sucesión , alcaldía de Almansa y Tortosa y oidor de la Audiencia de Galicia, Como de su padre  Joaquín  los dificultes corregmientos de Ponferrada, Albarracín, Aranda, Sepúlveda, Jaén , Burgos y Valladolid.  Vicente siguió los pasos en Salamanca, Antequera, Écija y en 1794 recibió la Real Orden de Carlos III.         Conforme avanza el corregimiento se relacionan con cargo de la  Corte. Fue también alcalde de la Inquisición de Valladolid.
ITNERARIO CORREGIMENTAL
En cuanto al estamento hidalgo, se partía de los corregidores de menor rango como el de Mancha Real ( Moreno Villa en 1757  y en Alcalá en 1764) o el de Hellín, Ronda y Marbella,   y luego se ascendía como le aconteció al Marqués de Ussel a Écija; en otras ocasiones,  se seguía  al corregimiento de Antequera.  Écija, Jerez de la Frontera, Córdoba, Jaén, que era el escalón siguiente  antes de alcanzar el de  Granada, el del más prestigio y emolumentos. sin llegar  ninguno de los corregidores a la prestigiosa Intendencia de Sevilla.

LOS ALCALDES MAYORES  PROCEDEN DE LA CARRERA JURÍDICA  Y SU RELACIÓN CON LA CHANCILLERÍA, SOBRE TODO DE GRANADA






Estos ejercían, por un lado, las competencias judiciales en los aspectos civiles ( tutorías, herencias, ...) y criminal ( asesinatos, reyertas, ...) .Y hasta la separación de Alhama y Loja de Granada, , por otro lado, desempeñaron las competencias de tenientes de corregidor en ambas ciudades ( gubernativas, orden públicas, fiscales...). Está claro que coincido  con María Luisa Álvarez y Cañas “ Sin embargo, a pesar de complementarse  las facultades  conferidas entre el corregidor y el alcalde mayor, la capacidad resolutiva del corregidor, respaldada por amplias atribuciones jurisdiccionales, económicas, fiscales y de orden público, imprimó carácter soberano  a dichos cargos en la región de su competencia, hasta el extremo de intentar desempeñar. No siempre las relaciones entre alcalde mayor y corregidor fueron cordiales, entre las más conflictivas hay que destacar entre Juan de Domingo de la Cabada y el alcalde mayor Nicolás de Nella por asuntos del padrón de la Hidalguía. Además sometió al cabildo municipal el propio corregidor a cierta tensión a fijar su residencia en las propias casas consistorial, lo que provocaba la molestia de la actividad municipal.



CORREGIDOR INTERINO Y TENIENTE DE CORREGIDORES
La ausencias  del corregidor en su territorio obligaba al nombramiento de suplentes, denominados teniente de corregidor o corregidores interinos. Son muchas las citas de Juan Pérez de Vargas Su residencia en Andujar , donde tenía posesiones, le llevaba a pasar las vacaciones con permiso de la Corte. Hubo corregidores que ejercieron la tenencia de corregimiento en sus lugares de regimiento como Juan Pablo de Salvador.
En  ambos casos, se muestra una tendencia de nombrar incluso a regidores del propio cabildo municipal, como fue el caso de Manuel de Lastres con el marqués de Ussel , y con el nombre de teniente de corregidor.  Se evalúa de  su cargo interior dentro del cabildo  y méritos dentro del cabildo municipal ya que ostentaba el cargo de alférez mayor y era caballero  de la Orden de Calatrava.
También aparece la figura del corregidor de corregidor interino, con el nombramiento de un licenciado experto en letras como fue el caso del Licenciado Francisco Moscoso en tiempos del  marqués de Ussel.




[1] Álvarez y Cañas, ibid.. Pág., 177
[2]  Era además de la familia de los Castrillo Albarracín Benavides Tamariz de la Escalera Fajardo Ciorella Quesada, Toledo
[3] Nacido en La Torre de San Jimeno en uno de junio de 1717, su padre del mismo nombre nació en 1686, era alcaide la hermandad natural de Sabiote y Josefa de Coca. 

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