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martes, 29 de agosto de 2017

LA CELEBRACIÓN DE LA BODAS REALES ENTRE EL PRINCIPE DE ASTURIAS CARLOS Y LA DUQUESA DE PARMA (1765) EN ALCALÁ LA REAL.









LA CELEBRACIÓN DE LA BODAS REALES ENTRE EL PRINCIPE DE ASTURIAS CARLOS Y LA DUQUESA DE PARMA (1765) EN ALCALÁ LA REAL.
Carlos III y su hermano el duque de Parma Felipe acordaron el matrimonio de sus hijos el príncipe de Asturias con María Luisa de Parma y el de su hermana la infanta doña María Luisa Teresa.Ya muerto Felipe, tras la dispensa papal, se realizó el desposorio por poderes en el palacio de Parma. La princesa de Asturias salió de la ciudad de Parma el 29 de junio de 1765 y tras su paso por Génova,  desembarcó do en Cartagena el 11 de agosto y continuó su viaje hacia el Palacio Real de La Granja de San Ildefonso. Allí el rey español, el 3 de septiembre, la recibió  y, en la misma,  se ratificaron los  desposorios de los príncipes de Asturias, con todas las ceremonias acostumbradas en iguales circunstancias.
Al día siguiente, 4 de septiembre, toda la Familia Real, con sus respectivas servidumbres, asistió al solemne TE DEUM que se cantó en la Real Colegiata, en acción de gracias por dicho acontecimiento. Para este día, la Corte también se vistió de gala, vistiéndose de media gala los días siguientes de celebraciones. Terminadas las jornadas de San Ildefonso y de El Escorial, la Corte se traslada a Madrid el 28 de noviembre; al día siguiente,29, se dicta una orden para que sean suspendidas todas las funciones reales con motivo del regio enlace por indisposición de la princesa de Asturias. Restablecida de sus dolencias, la princesa de Asturias, y como consecuencia de otra real orden, de fecha 7 de diciembre, se volvieron a realizar los festejos reales, comenzando el día 9 del citado mes, a las once de la mañana, con un besamanos a la Familia Real, verificándose el de señoras a las cinco en las habitaciones de la Reina madre, y al día siguiente, también a la misma hora, se verificó el besamanos de los Consejos y Tribunales.

            Y SIGUIERON LAS FESTIVIDADES HASTA DICIEMBRE DEL AÑO CON TOROS, COMEDIAS, DESFILES, MOJIGANGAS…
Y EN ALCALÁ LA REAL SE CELEBRÓ DE LA SIGUIENTE MANERA
        El 17 de octubre de 1565 se juntó en las Casas Consistoriales el  cabildo municipal compuesto por el corregidor Pedro Moreno de Villena los regidores Manuel de Lastres, caballero de la Orden de Calatrava y alférez mayor de la ciudad, Diego de Hinojosa, Lorenzo de la Cruz, Diego Molina, Fernando Marrón y Joaquín de Cisneros, junto con los jurados José López Nieto y Andrés López. El escribano Martínez Acevedo leyó una carta real dirigida a la ciudad, en la que se comunicaban los desposorios entre el Príncipe Carlos su hijo con la duquesa de Parma, hija de su hermano Felipe. Invitaba a celebrarlo en la ciudad y se fechaba a primeros de octubre. E inmediatamente, como era frecuente y acostumbrado, se puso en marcha a anunciar y celebrar tan buena noticia.
Los munícipes dieron muestras de demostración de alegría y acordaron publicarla al pueblo en la Plaza de la ciudad, esquina del Llanillo, plaza de San Francisco y del Rosario y esquinas del convento de Consolación. Y se pregonara asistiendo a caballo el alguacil mayor con uno de los escribanos y ministros de cabildo con timbales, trompas y clarines y miembros de la corporación acompañados de la partida del regimiento de Caballería de Calatrava que se alojaba y forrajeaba en la ciudad.Con espada en mano. Además, la compañía de milicias de la ciudad al frente de la cual se colocaron el capitán Fernando de Utrilla y su teniente 
Se encargaron los caballeros comisarios de fiestas y los alcaldes pedáneos del Castillo para que realizaran las mismas ceremonias en su villa. Se programó avisar al gobernador y vicario eclesiástico que preparara el Te Deum en la Iglesia Mayor de Santa María de la Mota y se tocaran tres noches las campanas de  todas las iglesias sujetas a su jurisdicción y lo mismo a todos los prelados, curas y párrocos de los distintos conventos y ermitas y en la última noche se hicieran luminarias. Querían mostrar con estos símbolos “ Para que Nuestro Insigne Señor se digne por su misericordia tenerlo todo a bien y que Nuestro Augusto  Rey y Señor y Señora amados y sobrevenerados príncipe y princesa  y sus Reales Casas logren la salud de la Monarquía  como es menester  y esta los efectos de la dicha Unión. El calendario se resumía:
-EL día siguiente de la publicación de la Real Orden el viernes por la tarde del 23 de Octubre se subía la Iglesia Parroquial de Santa María, una vez informada. Se cantaría el Te Deum, asistiría el coro y el abad y se celebraría una función de iglesia con un Predicador elegido por los caballeros comisarios. Todo en concordancia con el vicario y gobernador de la Abadía en ausencia del abad de la Cerda.
-Se nombran comisarios el caballero Manuel de Lastres   y Diego de Molina Lizaur, abogado delos Reales Consejos.
-El Sábado por la Tarde se ha de subir al balcón y recibir el acompañamiento que ha de salir a hacer dicha publicación   y dar las demás órdenes que puedan ocurrir.
-Se pusieron estas cedulas en el Archivo y en el libro de Ordenanzas.
El escribano redactaba la crónica de todos los hechos en el pleno de 31 de octubre ante el corregidor, cinco regidores (Lastres, Molina, Hinojosa, Cisneros, Estrada) y cuatro jurados López Bolívar, Andrés y José, Bolívar Juan de, Jiménez). Aludía a la buena disposición y rigor de cumplimiento de los actos previstas por medio de las buenas gestiones de los señores comisarios. Y recogemos la crónica, por ser este escribano Victoriano Martínez de Acevedo una joya literaria:
”En la tarde del día sábado veinte y seis se publicó dicha Real Orden  juntándose el acompañamiento prevenido para ello en las Casas Capitulares de esta dicha ciudad, a hora de las tres de la dicha tarde, y todos juntos y preparados, y con asistencia de Su Señoría dicho Señor Corregidor y demás Caballeros Capitulares puestos en el balcón  y se dispuso con el orden siguiente , delante el expresado acompañamiento iban de bastidores cuatro soldados del regimiento de Calatrava con espada en mano, a quienes seguían dos trompas, un clarín y   timbales; a  estos dos Reyes de Armas con los porteros de la ciudad Y en seguida el alguacil Mayor  con uno de los escribanos de este ayuntamiento , todos a caballo , bien enjaezados,y ricos aderezos,  y a la retaguardia la compañía de Granaderos del regimiento de Milizia (que es  la que da esta  dicha ciudad, assi dispuestos …), echa la señal  desde el balcón por su Señoría  se publicó el primero pregón  en la plaza pública haciéndose saber  feliz  tratado y ejecuado matrimonio en el día cuatro  del mes próximo pasado del dignísimo Príncipe de Asturias con la Serenísima Princesa de Parma, a que concurrió el numeroso pueblo  que se había juntado con las debidas denostaciones de alegrías, diciendo todos  VIVA EL REY, Y SU AMADO PRÍNCIPE . Siendo tanto el gozo de toda la ciudad por las constantes y repetitivas las  aclamaciones  parecían que se esforzaban y animaban hasta los caballos del expresado acompañamiento según la orden, seriedad, concierto, formación y armonía,  y ermosura con que salieron tirando a dicho pueblo muchas monedas por uno de los ministros  destinados para ello; dirigiéndose a la calle que llaman del Llanillo, que es la más principal,  y, habiendo llegado a las esquinas de la calle Veracruz, se echó el segundo pregón;  con iguales demostraciones y  con las mismas correspondencias del pueblo que les seguía franqueándole, las mismas monedas que en el antecedente; y, subiendo la calle arriba hasta la Plazuela de la Trinidad, y desde ella a la del Rosario, y cuatro esquinas del convento de Consolación; se repitió en cada sitio  con iguales demostraciones dichas ceremonias acompañadas del armonioso concierto de trompas, clarín y timbales comprendiendo el pueblo  con las aclamaciones y vítores  VIVA EL REY y NUESTROS AMADOS PRÍNCIPE, gratificándoles a cada uno de ellos con  igual número de monedas arrojadas a los asistentes.
Después de lo cual se retiraron a la Casas Capitulares , a donde se hallaba en el dicho  balcón su señoría el señor corregidor , con los demás caballeros y jurados  y hecha señal se retiraron a sus casas.
-Al día siguiente veinte y siete salió la ciudad formada  para la Iglesia de santa María la Mayor que se halla en la Mota, con sus porteros y clarín, y habiendo entrado en la Sala capitular que  conserva en dicho sitio,  aguardó a que  dicha iglesia acabara  las horas, que estaban celebrando , y compusiera todo lo que prevenía  para la fiesta que en acción de Gracias se había de celebrar; y , llegada la hora, salieron los caballeros comisarios del Venerable Estado a dar cuenta de estar todo  prevenido, con lo cual  se volvió a formar dicha ciudad, y dando a dichos comisarios el lugar acostumbrado, pasaron a dicha iglesia, que hallaron hecha un remedo de la Gloria, y  todo el Venerable estado en el coro, y, a instante, salió vestido con capa pluvial de su sacristía, con todo el acompañamiento que es costumbre  el señor don Miguel Ruiz de Olaya, Gobernador provisor y vicario general de esta abadía, por el Excmo. y Eminentísimo Patriarca  Cardenal  de la Cerda y San Carlos, y puesto de rodilla delante del altar  entonó el  TE DEUM  LAUDAMUS, que se cantó  por el coro y la música de dicha iglesia al armonioso concierto  de trompas, violines y demás instrumentos dando al Todopoderoso y Soberano Señor de los Cielos y Tierra las debidas gracias de tan dichoso enlace, pidiendo  Su Majestad las felices  sucesos  de tan afortunada unión , y la Paz y mayor felicidad  de la
Por la tarde  de este día, se corrió UN TORO DE CUERDA, y a ora de las siete y media de la noche, poco más o menos, se empezó la Iluminaria  de dicha plaza que dio principio el dicho señor corregidor y iluminando los balcones de su casa,  y el armonioso repique de campanas todas las iglesias y conventos de ambos sexos   se extendió por toda la ciudad compitiendo tanto el vecindario en el adorno y primor de adornos de todas las suyas, y sirvió de admiración   toda la uniformidad de luces  que las prepararon habiéndosele servido  de estímulo y celo magnifico que se puso el Balcón de la ciudad, que se halla en el testero alto de dicha plaza, excepto  de casas por ocuparlo  todo a excepción de una calle por cada lado, que, sobre lo primoroso de la arquitectura, estaban los trece arcos, que los coronaron con trece faroles grandes y diversas luces, la primera cornisa con innumerables  tan unidas que parecía  una sola y el balcón con muchas hachas de cuatro pabilos que deslumbraban , a los que las miraban, las dos rejas  del cuerpo  antevistas y bajas, que tiene a los lados con tan brillantes resplandores que se llevaban las atenciones; no estando la cornisa de la portada con menos ornato a todos sirvió de asombro, con igualdad el testero bajo  de dicha plaza que está frente al dicho bajo de dicha plaza que está en frente del arco con cinco casas propias de dicha ciudad con tanta similitud que se continuaron por tres noches.
 Habiéndose quemado en la última muchos fuegos con diferentes invenciones. Y por fin un castillo Con tanto  dispuesto que  no dejó aparecer.

´-A los que seguía una mojiganga  de todos los gremios  que voluntariamente concurrieron al festejo   con la  imaginación de los sastres de sus trajes e invenciones con el lucimiento hermoso de lunas e  mejoramiento, Fueron la mayor alegría de nuestro pueblo  que con repetidas aclamaciones e vítores y VIVA EL REY Y NUESTROS AMADOS PRÍNCIPES , 
-Y Finalizaron la celebridad ante pesar de no haber hecho todas las demostraciones correspondientes a su Lealtad y Amor  a Su Soberano Lo que ponían en noticia de la ciudad , para que en su vista se sirviese mandar lo que más pudiesen hacer en servicio y obsequio de Nuestro Rey y Señor Don Carlos Tercero y de los Señores Serenísimo s Príncipes de Asturias, lo que visto por la ciudad. Acordó muchas gracias el señor corregidor y dichos comisarios por el celo, amor      y lealtad  con que ha solicitado dicho festejos u que los escribanos de cabildos den firme testimonio e relación de todo lo referido, y la ciudad escriba a Su Majestad dándole cuenta de todo,  por mi mano de señor don Juan Ignacio de Goyeneche su secretario  con la humilde súplica de que se digne recibir con benignidad el otro obsequio  que es el principal objeto de la intercesión de la Paz . 

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