En medio de este caluroso estío,
tiempo a propósito para las actividades del otium, me ha venido a las manos la
publicación de Inmaculada Murcia Serrano (Alcalá la Real 1977), una jiennense
afincada en Sevilla, Asi son las cosas. Actual profesora titular
de Historia de la Estética de la
universidad hispalense, se inició en sus primeros peldaños laborales como
becaria del periódico Jaén. Licenciada
en Periodismo y Filosofía, ha compartido la docencia de las dos titulaciones en
las respectivas facultades sevillanas, impartiendo áreas de estética y
comunicación, y aspectos derivados de ambas materias como la realidad
virtual, la percepción estética, fenomenología de la comunicación, lo bello y
lo sublime, literatura y pensamiento, sociedad de la información y las artes en
el pensamiento de María Zambrano. Tras muchos estudios y cooperaciones en
libros y revistas, esta autora centra las horas de su trabajo filosófico en las
obras de pensadores contemporáneos españoles Ortega y Gasset, Ramón Gaya, Francisco Ayala y Zambrano. Un excelente
ensayo filosófico y obra imprescindible para el conocimiento de esta filosofa
española fue la obra “La razón sumergida.
El arte en el pensamiento de María Zambrano, editado por Luso-Española de
Ediciones
Como profesora universitaria, su bagaje docente se multiplica
en publicaciones, formación de docentes, dirección de trabajos y publicaciones
relacionadas con ambos campos, que parecen tan dispares como son el periodismo
y la filosofía. Sin embargo, en palabras de esta filosofa jiennense, se atreve
a este reto complejo para muchos pensadores: “Cuando se ponen en relación los conceptos de periodismo y estética, ocurre algo
parecido a lo que sucede, cuando se conectan los de política y belleza. El
segundo concepto emparejado se cubre inmediatamente de un manto de negatividad
que origina casi de manera
automáticamente más de una suspicacia”. Y lo salva a lo largo del
desarrollo de capítulos de esta última publicación,
editada por la editorial salmantina, mediante una fundamentación de filósofos
clásicos, modernos y contemporáneos, y la aportación de un gran bagaje
documental y experimental de un terreno que describe y analiza con un gran acierto. Por eso no es de
extrañar que, a pesar de la humildad que
confiesa por los continuos avances en este tipo
de investigaciones, manifieste “. Son justamente los medios de comunicación de
masas, con su potencialidad para uniformar de cualquier aspecto relacionado con
la vida del ser humano, los que más permiten generar en nosotros, aunque no lo
hagan con esa intención, una imagen más o menos precisa de lo que somos como
colectivo y también como individuos. Y eso solo justifica, no sólo el interés
filosófico que despierta la actividad periodística, sino, lo que es más importante,
su necesidad absoluta y universal”. Y, manos a la obra, esta mujer
jiennense se sirve de las herramientas de la estética para llevar a cabo una
profunda reflexión filosófica de los temas más candentes y basados en la práctica y teoría de la comunicación de
masas. No lo hace sin comprometerse sino
que además aporta siempre posturas de creatividad personal a lo largo de la publicación.
No le faltan a
Inmaculada reconocimientos y méritos académicos, sociales ni institucionales,
nacionales y, sobre todo en la ciudad de Sevilla como el de la Real Maestranza
Hispalense, ni su integración en el debate público a través de su participación
de miembros de revistas de prestigio como la revista de estética y teoría de
las arte, Fedra, de la que es directora. A lo largo de las publicaciones, ambos
menesteres le avalan como una excelente analista para atraer al lector en dos
campos tan diferentes y distantes, la realidad y la apariencia en el arte y en el
periodismo. Pero no los soslaya sino
que, a lo largo de la obra cuestiona y profundiza en temas peliagudos y los
variados ítems informativos como las
relaciones del periodismo y los modos de entender la belleza a veces en un
medio de tan complejo entre lo sublime y los Kitsch o la fenomenología de la
percepción de la noticia. Todo ello sin
pasar por alto, la incidencia, los aspectos
y las formas del periodismo actual acompañado de una buena gama de
ilustraciones gráficas. A lo largo del libro se recorren capítulos desde temas
recientes como el periodismo cero o participativo, la belleza matemática, o las
ventajas e inconvenientes de las nuevas tecnología en el mundo de la diversidad de medios de comunicación hasta las
relaciones entre el sentimiento y la comunicación con las publicaciones del
periodismo relacionadas con el dolor,
la belleza, la cultura, los tiempos informativos,
la ciencia, su profesionalidad, las influencias del cine en la imagen del
periodista o la actualísima realidad del efecto Blow-up. En tiempos del buen ocio en el sentido
ciceroniano, tan difícil para muchas personas, esta obra empatiza siguiendo los
consejos del filósofo ecléctico romano “Lo que está en primer lugar y es lo más
deseado por todos los hombres felices, honestos y saludables de mente, es el
ocio con dignidad.". Lo que consigue Murcia Serrano con la
publicación de esta obra muy atrayente para los que se dedican directa e
indirectamente al mundo de la comunicación. .
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