El subsuelo
del barrio de Santo Domingo se hallaba minado por un pasadizo que comunicaba la parte alta del arrabal con la
fortaleza y que se vio transformado durante
el asedio de la ciudad en 1341, ya que el rey llevó a cabo una gran
labor de ingeniería militar socavando galerías y minas subterráneas, como lo
demuestra la destrucción de la torre de la Cárcel :
“ Y de allí
tornó a el cerco de Alcalá de Aben Çaide; y mandó dar gran priesa a las cavas y
minas para derribar la torre, y con esto usaban de todos los ingenios y otros
tiros que era menester para aquel hecho”; o con otras palabras del mismo documento
”Bolbió a
Alcalá a donde tenía sitio puesto y
mandó dar gran priesa en las cavas y minas contra la dicha torre, y, estando ya
toda la torre puesta sobre quentos y
puntales, mandó pegar fuego a la madera
de quentos y puntales con intención, de que, quando ardiesen, cercarían como
cercó todo el lugar y, que, respecto a los moros, acudirían al fuego y socorrer la torre quando caiese , y, con
esto, los cristianos, por la parte que tuviese menos defensa, entrarían en la
villa”. El alcaide describió perfectamente
esta zona de la torre con esta frase: “Hallosse confuso el Rei don Alonso considerándose avía trabajado en
balde en derribar aquesta torre tan
excelente la qual, como oy paresce, la volvió a edificar y es tan fomosa que tiene quatro bónedas, y tres de ellas
sirven de Cárcel pública, oy en Alcalá,
y con muy buenas bóvedas, muy
fuertes y bien labradas. Estando de esta
suerte, llegó un caballero a decille que un moro cautivo que estaba en Martos,
villa y cabeça del partido de la
Orden de Calatrava, el qual envió a decir al Rey, que era
natural de Alcalá y que el sabía dónde tenía
un poço muy bueno de agua fuera de la villa y que entraban a él desde la fortaleça
por una mina y gradas hecha a posta y llevaban agua a la fortaleça y
Mota y cercado de la villa de Alcalá y que, si el Rei le hiciese merced , el se lo mostraría. El
rey envió por él, y puesto en su presencia, declaró donde era el poço , el qual con su bóveda, que aún
todavía se conserva , está en pie eso y
junto a la puerta que llaman del Arrabal, en las casas que eran de Rosado, que
oy están caydas, y se ven la entrada y las gradas y por él se llega a la
fortaleça de esta ciudad, de quien oy soy yo alcaide y a la puerta de la mina
que oy todavía está descubierta , y con
facilidad se pueden bajar por una mina y gradas que todavía están hechas”. En concreto, la contramina se describe del siguiente modo: “ Visto esto por el Rei don Alonso, mandó
hacer otra mina por la qual se llegase a
esta bóveda y híçose con diligencia ,
como oy se ve, y está a la entrada desde la casa de Colomo, que oy posee don
Luís de Ortega, caballero principal de esta ciudad; esta contramina se hizó
tan presto que los xristianos llegaron a
la bóveda, donde oy está el poço, y derribando la pared ubo allí gran
contienda y refriega”.
Este pozo, denominado del Altozano, tuvo una serie de reconstrucciones a finales del siglo XVI y mediados
del siglo XVII, interviniendo incluso Eufrasio López de Rojas en unas de las galerías de la mina. Claros
testimonios son varios documentos del año 1576, en el que se alude a su
limpieza y su emplazamiento en el
Arrabal Viejo”[1]. El cronista Guardia
Castellanos hace la siguiente la interpretación, que parece coincidir con su ubicación en el parque actual de los
Arrabales de la Mota :
“Parece que
la boca del pozo de referencia se
hallaba junto a la Puerta
que llamaban del Arrabal, en una casa
que, andando el tiempo, fue de Rosado el Zapatero; y , vistos varios
expedientes que obran en el Archivo municipal , y el padrón municipal de 1587,
en cuya hoja diez vuelta, aparece empadronado Rosado, el Zapatero, en la Puerta del Arrabal, parece
que es el que en la actualidad existe en el corral o huerto de hasta hace poco
propiedad de don Francisco Villuendas( hoy difunto), y, en estos instantes, de
don Antonio Aguayo(…)Respecto a la boca de la mina, o sea, por donde los
cristianos dieron principio a la
Cava , se abría en el huerto en la calle que de este
nombre posee don Antonio Jiménez”
De la delimitación del barrio del Arrabal Viejo o
Santo Domingo con respecto a la ciudad fortificada son claras y evidentes estas
palabras sobre el tajo, elemento natural y defensivo en forma de muralla:
“ Y, estando aquesto ordenado en esta forma, los maestros y carpinteros que
habían hecho las cavas y las minas, y puesta la torre sobre quentos y
`puntales, pusieron de noche el fuego y, antes que amanesciese, duró el fuego
toda la noche y caió la torre, y con ella quatro moros que estaban haciendo
vela encima, y murieron los dos de
ellos; y los otros volvieron a la villa; venido que fue el día, halló el
Rey que, aunque les avía cegado el poço,
pero quedaba fortalecida la villa por
aquel lugar respeto de que, como oy se ve por allí, quanto toma la plaça y todo
lo demás, es peña arrimada a la misma peña, tajada la Mota y esta torre estaba
arrimada a la misma peña, como oy lo está, y así fue todo el trabajo en balde”.
Esta parte superior del barrio de Santo Domingo
contrastaba con la parte baja que ofrecía un aspecto menos escarpado, con unas
murallas más bajas y fáciles de romper en caso de asedio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario