EL PRIMER RENACIMIENTO DE LA RÁBITA (II)
El
partido de campo de la Rábita, defendido
por un puesto de la guardia compuesto de cabo y dos guardias, que se hallaban
en San José de la Rábita, fue sustituido por siete guardas que dependía de un jefe de
guardia rural de la
Hermandad de Labradores, una entidad que se fraguó en el
aparato estamental del franquismo. Protegían, o al menos debían defender, sus campos, sus caminos y las tierras
públicas. Curiosamente, en medio de una fuerte inmigración de la golondrina,
copaban muchos vecinos de la Rábita los puestos de servicios de
establecimientos costeros de Valencia y Cataluña. Pero, durante los años sesenta y setenta, se produjo un cambio
muy profundo en la geografía agrícola de territorio, ocupando el olivar muchos
lugares anteriormente terrenos de secano o
de monte bajo.
Fueron los tiempos de un gran impulso de la
escolarización, levantándose dos edificios
para escuelas unitarias de niños y niñas en San José de la Rábita , "en donde existía una escuela mixta, que fue
desdoblada y creada provisionalmente
para la unitaria correspondiente". Este grupo escolar, ubicado en la aldea de San José de la Rábita
desde 1958, recibió la donación de los solares Matilde Sánchez Cañete
López, por lo que este complejo escolar e denominó de Santa Matilde.
Esta aldea
rezumaba agua por doquier, con fuentes públicas repartidas por muchos lugares, Sacedilla,
Blanquilla, Malagüilla (ya en el término de Alcaudete), Mármol o Mármoles
y con una laguna que, surgida de tiempo
inmemorial, siempre mantenía en sus
humedales las aguas estancadas y que
habían surgido de los ojos de lodo esparcidos entre juncales. Sin embargo
comenzó a dar los primeros síntomas de su sequedad en los primeros decenios del
siglo XX. Orgullosos los lugareños de aquella laguna, no la mantuvieron y quedó
convertida en Laguna Seca.
Y comenzaron los problemas de abastecimiento. Se cambió
de emplazamiento la fuente pública de la
aldea de la Rábita
y se construyó un lavadero público en San José de la Rábita. Las perforaciones
particulares incidieron, cada vez más, en el abastecimiento público. Por el año 1970,
la parte norte de su territorio, lindero
con las faldas de la Sierra de San Pedro, estaba completamente conquistada por
el olivar, mientras permanecían hitos como los Cortijos de la Laguna, el de la Fuente
la Blanquilla y el Portillo del Lobo. Los vecinos de la Rabita siempre recordarán el mes de octubre de 1972, cuando se llevaron obras de abastecimiento
de agua en varias aldeas, entre ellas la Rábita, y, en San José se hizo la captación abastecimiento. Fue autor de proyecto José Fernández Lampaya,
director de Vías de la
Diputación de Jaén. El agua que es vida, se condujo por el
tramo de la Lagunilla a San José y Las
Grageras, se distribuyó en Las Lagunillas, San José y la
Rábita , Este servicio a domicilio siempre fue fruto de recuerdo en muchos lugares del campo, de las
aportaciones voluntarias, de las comisiones, el Paro Comunitario…La traída
del agua nunca se olvida y se renueva su
abastecimiento en años posteriores en tiempos de la transición democrática. A través
del sondeo de 160 metros
de la Unidad
Hidrológica de la
Sierra de san Pedro en el Veredón con dos depósitos
entrelazados, uno de mampostería de 60 metros cúbicos y otro de hormigón armado de 350 metros
cúbicos, se abastecen las Grageras y
Fuente Álamo. Incluso se implementa con una nueva red, en
2008 ha
desde Alcalá la Real-la Rábita. Pues
tener el agua es abrir las puertas de implantación de otros servicios, la
telefonía, correos, la electrificación en alta tensión, nuevas redes de
saneamiento para verterla a los arroyos
de la Sacedilla o al de los Pedregales. Incluso, algunos talleres e industrias agropecuarias…
Y, desde 1979, con la instauración de la democracia,
el partido de la Rábita tuvo presencia en el ayuntamiento alcalaíno con el concejal
socialista Juan Burgos Sánchez que se mantuvo en el cargo hasta el año 1995
como alcalde pedáneo. Como todos los descendientes de los ministros del ayuntamiento alcalaíno, le dio un gran impulso a su aldea a partir de los años ochenta del
siglo pasado. El agua abría puertas a nuevos grupos escolares de la EGB, en
Mata Prieta y el Tanto, a instalaciones deportivas, un campo de fútbol y una pista
polideportiva inaugurados entre 1989 y 1991. Y la Rábita dejo ser el barrio que se
extendía en los aledaños y calles que surgían entorno al camino real del
Veredón y de la Laguna, para extenderse por nuevos barrios modernos, donde se
ubicaron el Centro Social, la farmacia y el consultorio médico. Y, se dio la
voz, a otros núcleos de la Rábita con el nombramiento de alcalde
En el siglo XXI, el mapa militar de la edición de 2002, marca ya todo su terreno con el monocultivo del olivar salvo pequeños
terrenos de monte bajo. Y aparecen varios parajes de este partido de campo.
En torno a la ermita de San José y el cruce de caminos y carreteras provinciales (la
colada de la Redonda, las JV2236 y 2238,
y el camino de Mallagartas), se distingue el Cortijo Alto y varias calles. Cercanos a este núcleo de origen, se encontraban los cortijos de Laguna Seca,, con los
cortijos de la Laguna, los Jamileros
y Los llanos de los Cerros de Juan
Cano en la parte lindera con
el barranco de Moriana, cubierto de
monte bajo, la Casa del Salado de las Magallartas, los de Fresneda de la Capacha y Valenzuela de los
Arrañales, El Prado de Mármol, la
Solana y Cerro Negro de la Atalaya, el de las Pitas de San José en la Loma de la
Cruz, los Canales, en una zona de
monte bajo que desde Las Canalejas
constituía un núcleo rural sin ordenación
con un pequeño oratorio. Y el hoyo Taraje. Caso especial y en plena expansión
era el núcleo de la
Rábita , con la
urbanización de la Baronesa ,
la antigua Rábita en torno a la carretera y
el Veredón y las comunicaciones con la Laguna. Actualmente ,
se ha conformado este núcleo, mediante
una calle principal que corresponde a la carretera de Alcaudete, antigua
confluencia de la colada, camino real y vereda,
de la que surgen en dirección a la Sierra San Pedro la calle Trasera Alta que conecta con las calles Trasera Baja y
Delantera Baja y Alta. Entre la calle
Trasera Alta y la carretera de Alcaudete, las calles Fernando, del Carmen y Portillo. Por la parte
en dirección a la Almedinilla surge la calle Avenida América, y entre la
carretera y esta avenida, las calles Nicaragua, México, Perú y Juan Blanquilla.
Al final de la aldea sale la calle de la Laguna. Ya el asfalto y las viviendas
han apagados aquellos ojos de agua que brotaban por estos lares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario