MANUEL GARCÍA MUÑOZ
            Corrían
los años sesenta del siglo pasado, y , por muchos pueblos y ciudades de la
provincia del Santo Reino, surgían muchos jóvenes, más bien ni adolescentes,
que, con menos de doce añitos se dirigían a Jaén para iniciar nuevos estudios,
compatibles con los de aquel Bachillerato, que 
se componía de  un largo ciclo de
más de seis años, varias reválidas y algún que otra prueba de entrada a 
            Ni
qué e decir que  su preparación lo llevó
a ocupar importantes puestos de docencia eclesiástica en el Seminario de Jaén.
Nunca olvidaré su gran preparación clásica en la docencia del  mundo helénico y otros muchos pueden manifestar
su capacidad, hermenéutica y conocimientos impartidos del Antiguo y Nuevo
Testamento, los que hoy ejercen de sacerdotes. Capellán, delegado diocesano y
canónigo del cabildo catedralicio. Pero , no puedo pasar por alto , los años en
los que compartí docencia dentro del Departamento de Latín el Instituto de
Santa Catalina de Alejandría, y su dedicación a los adolescentes y trabajadores
formados en el  Bachillerato de
Distancia.  Recojo estas palabras de un
compañero tuyo del Consejo Diocesano " Eran tiempos de una nueva y
enriquecedora experiencia en la iglesia de Jaén. Formé parte del consejo de
pastoral diocesano durante varios años y conocí, porque así lo quiso Dios, a
gente maravillosa, a hombres y mujeres de Dios. Ahí te conocí  Manuel y,
sin saberlo tú, comencé a admirarte. El silencio, la mirada afable, la medio
sonrisa, así te recuerdo yo. Pero cuando tomabas la palabra y te dirigías al
pleno del consejo yo me iba empapando como una esponja de aquel saber, de la
forma de exponer y percibí que las palabras que hablabas eran parte de ti. En
muchos casos las palabras parecen no pertenecer a quien las dice de lo
diferentes que estos dos elementos lo son entre sí.  Pero tus palabras Sí
eran parte de ti, así lo percibí yo". Este mismo contexto que mostrabas en
los órganos eclesiásticos, los respiramos los que compartimos y los que ejercimos
la docencia  en los institutos civiles.- 
Pero nunca  olvidaré , como me decían tus hermanas, el
día en el que te recogió bajo su manto la Virgen  de las Mercedes, esa misma en la que le
predicaste en el séptimo día de  la
novena del año de  la Coronación  María , Reina de los Apóstoles: séptimo día de
Novena, dedicado a sacerdotes y religiosas, . Para este día Nuestra Señora
lucía ataviada con el manto de terciopelo azul oscuro bordado de estrellas y
saya de color tierra. La que te recibió en este mes de agosto. 
También fue mi maestro. No sabía que había muerto. Soy Mamen mi móvil 607878593 me gustaría hablar de él.
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