Archivo del blog

miércoles, 10 de agosto de 2016

JUAN DE VARGAS CÁRDENAS(ii)


De este tiempo, surgieron varios pleitos con la revisión de cuentas del Pósito  por unos gastos desarrollados en corregimientos anteriores, en los que se veían implicados el mayordomo y el comisario del Pósito. Por cierto, una cédula real obligó a una nueva regulación de este organismo, pues había caído en manos de usureros que se enriquecían con sus trasiegos  y negocios a partir del trigo de la comunidad.  En su tiempo  se confirmaron y aprobaron una nueva ordenanza del Pósito[1]  y otra sobre  la protección de los montes, en la que se señalaban el sitio donde los vecinos cortarían la leña cuarenta días antes y después de año nuevo, modo de cortarla a partir de la cruz del tronco, dos cargas por personas, día señalado, penas de diez días de prisión, obligaciones de los guardas.[2]
            Relacionado con la ciudad destacan los pleitos con  los regidores sobre la parte de penas de ordenanza, el asunto del nombramiento de guardas por parte de la ciudad que apoya, el conflicto con nuevos repartimientos  o imposiciones con motivo de las obras de unión del Río Tajo en Portugal  y el muelle de Málaga.
Y surgió un conflicto que hasta ahora no ha podido constatarse en el corregimiento. Pues, junto con el corregidor y todos los oficiales de la ciudad, los familiares de la Inquisición también controlaban la moral y costumbres, y empezaron a proliferar en el corregimiento, dándose el caso que en Loja alcanzaba la cifra de veinte familiares con el agravante de que muchos de ellos ni siquiera eran vecinos de la ciudad y, tan sólo residente, dando lugar a altercados porque todos ellos producen muchos desórdenes y solicitando al ciudad a que intervenga el Inquisidor de Granada, para que los invitara irse a sus respectivos municipios, entre ellos se encontraba el alcalaíno Pedro Cabrera de Luna ([3]). Un año, el  inquisidor Tamarón visitó el término de Alcalá, investigando varios casos de costumbre, algunos moriscos u ocultos musulmanes que ejercían prácticas islámicas en sitios retirados,  los judaizantes, algunos hechiceros, y confesores que sobrepasaban sus funciones[4].  
            La intervención en obras públicas se centra, por la partela Ribera ([5]) y en Loja en la ampliación del Pósito, agregándose la Casa de la Almona([6]


del municipio alcalaíno,  en la comentada reconstrucción, vado o puente del Chiquero sobre el río de
.           Intervino el corregidor por la muerte de un vecino al paso de las tropas. Y se recibieron llamadas de ayuda de la Costa granadina por parte del capitán General de la Costa.([7]). Una , en marzo de 1586, ante  el ataque del moro Arael de Argel, a la que contestó la ciudad con un alarde y envío de cincuenta soldados. Loja reaccionó de una manera semejante, enviando una compañía Motril por el mes de abril al frente del capitán Antonio de Mérida. Síntoma del cansancio de las ciudades de este tiempo, es  la deserción de muchos soldaos, a los que hubo que amenazarle con la pena de seis años de galeras ([8]). Otro conflicto surgió con la mesta, con la llegada del alcaide  en las dehesas de la Tijara y Marrojas, que eran bienes de propios, pues no había entrado nuca la mesta ni había hermanos de ella, por eso se acudió a la Chancillería y al rey ganándose una real provisión contra el honrado gobierno de la Mesta, que se obligó a restituir las penas impuestas[9]


El juez comisionado Alonso López de Obregón  trató de arreglar todos los desafueros de tierras roturadas en abrevaderos, cañadas y dehesas otorgando en el 1590 gran cantidad de tierras. Alguacil mayor Diego de Alanís. Alcalde Mayor Licenciado Cortecedo de la Isla. En este mismo terreno, la ciudad de Loja  emprendió una serie de pleitos, tal como afirma Del Rosal “Muy grave y complicado, es el problema de las tierras concejiles y comunales, ocupadas indebidamente por aquellos que se componen o compran tierras realengas, con los que hay que pleitear uno a uno, y aunque se consiguen varias sentencias favorables al Concejo, desaparecen muchos montes irremisiblemente”([10]). En 1587, el asunto afectó como en Alcalá a algunos  miembros del cabildo, que habían ocupado algunas tierras de la Torre de la Gallina y a don Luís Fernández de Luna , que intentó comprar la jurisdicción de Campodobro, cosa que afectaba a la ciudad lojeña y se opuso[11].
            Por alusiones de la residencia, que le hizo el licenciado  Grandío, salió incurso junto con sus dos alcaldes mayores los licenciados Gil García de Sotomayor y Pachomoso, en  un delito de apropiación de 20.536  maravedíes correspondientes al cobro de  la parte de las penas de ordenanza, en la que lel regidor  Alonso de Góngora  era el paladín para rescatar todos estos beneficios a favor de la hacienda municipal o de los propios regidores[12]













[1] AMAR. Acta del  cabildo del  19 de abril de 1584. En esta se contiene la nueva ordenanza, en la que se ordena que no se compre el trigo de la Alhóndiga, se trueque entre los vecinos y no se venda a los pueblos de fuera por la escasez.  Y se venda voluntariamente al Pósito,  no lo habían hecho desde su fundación  hace 46 años.

[2] AMAR Legajo  131. pieza 1.
[3] AHML Acta del 29 dé junio de 1586.
[4] ARANDA DONCEL, Juan La Inquisición de Córdoba y la visita del distrito del último tercio del siglo XVI. B.R.A.C.Julio y Septiembre 1985. LVI.Nª 109.
[5] AMAR. A 6. Acta de cab. 3 de febrero 1 y 15 de marzo de 1587.
[6] AHML. Acta del 24 de enero de 1586.
[7] AMAR. Acta del cabildo del 18 de marzo de 1586.
[8] AHML. Acta del nueve de octubre de 1586.
[9] AHML.  Actas del 20 de mayo, 5 de julio de 1586, y 28 de julio de 1587.
[10] DEL ROSAL  y otro .op. cit. Pág. 330.
[11] AHML. Acta del 28 de julio de 1587.
[12] AMAR. Acta del  cabildo 3 de marzo de 1587.

No hay comentarios:

Publicar un comentario