Entre
fuentes y manantiales, el agua conformó la nueva ciudad alcalaína que bajó de la acrópolis fortificada de la Mota al Llanillo. Primero,
remontándonos al oscuro túnel del tiempo lo hizo antes de la Prehistoria por encima
del Pilar de las Tórtolas y Camino de la Virgen de la Cabeza , junto a la caseta del manantial de la
Mora Vieja. Allí, se conservan los testigos
de las primeras placas del Mioceno y los
manantiales que surgieron en su entorno, la primera ciudad argárica del
cerro de San Marcos y el recinto sagrado de la ermita junto al agua
oculta, la cultura de las Cuevas en el
cerro de enfrente de los Llanos y el manantial del poblado junto al ovoide
oculto. Los restos de las canteras romanas al borde del Tajo , y la canalización natural hasta la fuente de la Tejuela son el vestigio
del mundo de la joven hispanorromana Inicia y de Manlio Celso ; Cauchil, Hacho
y Azacayas no son sino la huella de la época musulmana en tono al manantial y
su alquerías. Pero la urbanización
renacentista, en tiempos de los Reyes
Católicos, estuvo marcada por el agua, la de las fuentes de Beber o Tejuela,
y la Nueva o de la Veracruz ( luego se llamó de los Álamos). La
primera obra de Martín de Bolívar en
tiempos del corregidor ubetense Francisco de Cherinos; Desde su manantial y la primera caseta, la auténtica
fuente de la Mora
( en el siglo pasado desaparecida, llamada en los textos la Vieja ) , se canalizó otra
nueva fuente de agua, la vida de la ciudad de mediados del siglo XVI, con sus
reformas y traspaso de las aguas a la Fuente de la Mora Nueva junto a
Consolación. Una obra de 1555, siendo corregidor Pero Ponce de León. Y se
dieron una abrazo con otro trasvase la Fuente de la Tejuela y la de la
Mora Nueva.
La
segunda fuente , La Nueva ,
comenzada por Hernán Pérez de Torres fue
acabada por el licenciado Mora a mediados del siglo XVI Esta fuente es la carta de presentación de los
alcalaínos a los turistas que acuden a la ciudad abacial. Ya le llamó la
atención a Enrique Romero de Torres allá
por los años treinta del siglo pasado, Es una joya, que sufre para conservarse
por contaminación atmosférica de los gases del motor ,no la ha conquistado todavía la completa erosión,
solo sufre la huella del tiempo. Obra del Florentino, yerno del herrero alcalaíno
Juan Muñoz. Su renacimiento se ilustra en su organización de espacios, ejes de
composición, relieve de sus figuras y clasicismo laocontiano . En el centro, la muy noble y leal
ciudad de Alcalá la Real ,
recibe con el símbolo del escudo. Como ciudad fronteriza, el escultor
representa a sus vecinos como guerreros míticos, los tenantes, esos seres que sujetan o acompañan los emblemas o escudos situados . Unos
Hércules para emprender los trabajos de defensa de la frontera y vasallos del
rey, ala manera del Primer Trabajo hercúleo, se arman del mazo que
había hecho él mismo, de la espada que le dio Hermes, del arco y las flechas
que le regaló de Apolo, y de la magnífica armadura
de Hefesto de los caballos de Poseidón, Y se defiende los
enemigos (los vecinos de reino de Granada en la frontera medieval, y de
los invasores por el mar desde europeos hasta los otomanos en
tiempos modernos) representados por los grifos. El grifo (griego:
γρυφος, gryphos; persa: شیردال shirdal, 'león-águila') esa criatura
mitológica, cuya parte superior es la de un águila gigante, con plumas doradas,
afilado pico y poderosas garras. La parte inferior es la de un león, con pelaje
amarillo, musculosas patas y rabo. Contra el mundo agro ganadero, el
pilar sin estridencias para los animales.
Se plasmaron varias reformas y canalizaciones de aguas en tiempos
de Antonio Martín Espinosa de los Monteros, siglo XVIII para dirigir las aguas
las calles de l Pastores, Dominicas, Fuente Nueva, Plaza y barrios
Medios. Finalmente según el técnico
José Puche, as últimas canalizaciones desde 1874 hasta el depósito de la Corredera y subida
del agua hasta la calle Llana. Para terminar el siglo XX, con la última red.
Con el tiempo, unas fuentes desparecieron: Plaza, Camino del Coto, Fuente de
Granada, Tórtolas, Tesillo, o Llana: otras se reutilizaron como San Juan , San José
o Rosario. Y la de la Plaza , de Remigio del Mármol se trasladó al Parque de los Álamos.
Y el agua
fue la reivindicación conquistada por los años de la transición para permanecer
dentro de todos los hogares. Sin faltar una hora desde los años ochenta. Un
buen ejemplo de lección democrática conquistado por el pueblo. Memoria ,
magistra vitae.
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